Partida Rol por web

No creo que ignoréis que la magia ,el poder de los dioses y demonios  es una cosa que existe .Me vuelvo a encoger de hombros .El como lo ignoro ya que solo la escuche hablar con ese "ser "pero si os digo que su voz hizo que volviera a sentir un miedo que solo había experimentado siendo mortal no exagero ni lo mas mínimo .Insisto en que estoy dispuesto a valer mi verdad pero entiendo que solo soy un extraño entre vosotros y por eso mismo no quise comentarlo con nadie del monasterio .

-..... Jummmmm!

Merdie avandonó su pose pasiva y comenzó a andar hacia los otros dos vampiros. Agarraba el estilete con fuerza a cada paso que daba, aunque elegante, podíais notar como los ojos se le iban tiñiendo de un color rojizo. Por mucho que la Dama quisiera evitarlo era claramente amanazadora.

Aun así cuando estuvo lo suficientemente cerca de vosotros no hizo por por levantar la mano de estilete, si no la otra que aún estaba teñida de sangre en un ademan de que os apartáseis.

- Me acompañaréis y se pondrá a prueba vuestra, verdad....

Parecía que iba a decir otra cosa pero no hacía falta esclarecer que pasaría en el caso de que lo dicho por User no superase la prueba. Luego se internó en el monasterio.

Dioses paganos, posesión demoniaca. Temas preocupantes, mas porque bien podrían ser ciertos. Nombres como Horus o Seth no son mas que mascaras del maligno

-mi nombre es legión pues somos muchos.

murmuro haciéndome a un lado para seguir a meridie

Acompañáis a la airada Lady Meridie por los pasillos hasta llegar a la puerta de los aposentos de Don Alejandro, allí tras golpear contundentemente la puerta, Don Alejandro os hace pasar.

La cámara de Alejandro esta siniestramente oscura. Distinguís una mesa de ajedrez a un lado y un gran escritorio tras el cual a duras penas se entrevé el perfil de una figura negra; cuando cruzáis el umbral de la puerta escucháis el rasgar de un fósforo y con una chispa, el regente del monasterio enciende una vela que ilumina las duras facciones de su cara.

- ¿Qué ocurre ahora?

Dice en tono áspero. Al parecer Meridie no era la única que estaba teniendo una mala noche y el hombre que tenéis en frente no parece querer hacer ningún esfuerzo por esconder su mal humor.

Nada mas entrar nos reciben con un gruñido y sabiendo que mis noticias no le vana poner de mejor humor callo .No seré yo quien inicie la conversación e incurra en la ira de otro habitante del monasterio bastante tengo con lo que tengo así que me limito a saludar con una inclinación leve de cabeza y espero a ver que dice Lady Meridie.

- Lamento molestarte Don Alejandro, pero aquí nuestro invitado está dispuesto a apuntar a un miembro de este monasterio como que realiza contactos con....(intentó hacer memoria) con seres que él califica como "Dioses y Deminios". Entenderás que requiera de tu presencia antes de seguir escuchando qué tiene que decir este intivitado.

Parada

- No te preocupes, ya está avisado de que es una acusación muy grave, y que como falte a la verdad sufrirá....y para eso también ha de haber testigos.

Los surcos en la piel del anciano se acentúan y la mirada fría y penetrante se fija en User

- ¿Puedes aportar pruebas de lo que defiendes?

Seco y directo, el silencio precede el eco de sus palabras dejando el aire frío de la estancia en calma.

Estaba claro que el hombre no estaba dispuesto a perder el tiempo interrogando al chico sin antes tener la seguridad que la acusación podía progresar.

Yo puedo atestiguar lo que he oido  ni mas ni menos  y que tenga tratos con dioses o demonios no puedo afirmarlo porque como ya he dicho varias veces desconozco con quien hablaba .Digo escogiendo cada palabra  intentando afinar para que no me pillen en un renuncio .Yo puedo afirmar que esa cainita piensa usar nuestros cuerpos como recipientes para que sean ocupados por algo alguien .Que nos ha ofrecido a mi y a mis compañeros como posibles avatares a ese ser con el que la oí que hablaba  ...hago una pequeña pausa y termino .Eso es todo lo que puedo afirmar que es verdad , lo demás solo son sospechas que pueden ser o fundadas.

Me mantengo un paso por detras de User y Meridie en silencio, la verdad que es un enfrentamiento palabra contra palabra y no creo que tengan mas confianza en un recien llegado que en un compañero.

De modo que me mantengo atento y aguardo

- Te refieres a Lady Intisar. No es así? Viertes acusaciones muy graves contra una miembro de tu clan....juras que esas acusaciones no tienen nada que ver con problemas internos de vuestra sangre.

Preguntó perspicaz para estar totalmente segura de que el Setita iba en serio y dispuesto a llegar hasta el final.

El ritual había terminado, pasando de largo mi actuación. Había decepcionado a Lady Melisandre, lo sabía. Había perdido su favor. Y, curiosamente, una chispa de culpabilidad oprimía mi pecho. ¿Por qué? Realmente no lo sabía, pues no era mi naturaleza comprometerme de esa forma con la gente, pero sentía que había perdido una oportunidad de hacer algo. Probablemente eso era lo que no me gustaba.

La salida de Lady Meridie con User también me extraña, pero poco puedo hacer al respecto. Estaban haciendo demasiadas migas y ya Usher había caído bajo el influjo de un antiguo en el pasado y por ello nos habíamos enfrentado. No me apetecía que volviera a ocurrir.

A medida que la sala se va vaciando, la charla se vuelve más segura. Me levanto de mi asiento.

- No lo sé, realmente. - digo, negando con la cabeza ante las palabras de Jäger. - Pero haríais bien en tener paciencia y dejar ocurrir las cosas que queréis que ocurran y desviar las que no. Vuestra intervención en la velada podría haber sido demasiado catastrófica. Una cosa era soltar una chispa para caldear el ambiente y que la gente se confundiera, diciendo cosas que quizás no debería, otra cosa es insultar a tu anfitrión.

Hago ademán de irme, pero antes me giro de nuevo.

- Me temo que estas paredes tienen más potencial ahora mismo que el libro de los Giovanni o los deseos de esos malditos Fundadores. No tengo prisa por encontrar a Ambroggino ni ese libro, aunque tampoco pienso abandonar esa búsqueda. No apresurar las cosas, dejar que sigan su curso, y desviarlo si no agrada. Esa es mi filosofía y eso voy a hacer. Nos vemos en los jardines en tres horas.

Espero una posible respuesta de Jäger o de Milos antes de abandonar la sala.

Escuche a Airicia, como siempre mostrándose templada o fría a mi gusto. No me molesto mucho que dijera lo de ofender al anfitrión, siendo el quien había dado el primer paso, aparte detestaba ese lugar y deseaba continuar con la búsqueda, por lo que acelerar nuestra marchar me parecía bien.

Lo que quieras decir, pero estamos pisando un cepo de osos y solo falta un poco para que salte y nos arranque una pierna, por lo que lo mejor sería actuar. Seguía con la idea que aquellos supuestos anfitriones, pero parecía que el resto veía otras cosas u opinaban otra forma de actuar.

Este monasterio o lo que contenga me da igual, nuestra tarea está clara. No dije más, no hacía falta, no sabía el resto pero yo no faltaba a mi palabra, aparte aún tenía ganas de echarme a la cara al tipo que nos había metido en todo eso.

Cuando finalmente se hace el silencio, los ojos de Alejandro se clavan en los de User durante unos segundos que se hacen eternos, sus pupilas no se mueven ni un milímetro y entonces, contrariado, se apoya con las palmas sobre el escritorio y se da impulso para ponerse en pié.

- Sabía que estas visitas solo nos traerían problemas.

El hombre se dirige a un armario y saca un juego de llaves de su bolsillo. Luego introduce una de ellas en el cerrojo y da la vuelta para abrirlo. Del armario saca una caja de acero de aspecto pesado y carga con ella hasta el escritorio donde la deja caer y abre su tapa.

En su interior veis un montón de peligrosas estacas de madera apiladas, todas ellas enceradas y con una afilada punta. 

Alejandro toma una de ellas y se gira hacia vosotros:

- Más vale que digas la verdad, pues esta noche alguien va a recibir un severo castigo. Si no es ella, serás tú.*

Sentís un ligero peligro en las palabras que pronuncia el capataz del enclave.

- Vamos.

Os ordena que le sigáis mientras sale de la habitación.

Vas de camino a los aposentos de Aricia, cuando de repente a tu oído agudizado le parece escuchar su frío e insipiente tono de voz. No provenía de la zona de dormitorios, sino del salón principal y cuando te acercas, te cruzas con algunos criados llevando manteles y enseres decorativos. Parece que el ritual o lo que fuera que estuvieran haciendo, había terminado.

Aricia se estaba a punto de retirar cuando de repente Sav entra en el comedor principal del edificio. Su mirada parece buscar a la noble mujer.

Por lo demás, se escuchan pasos de algunos sirvientes terminando de recoger todo en aquel lugar pero por lo general estáis prácticamente solos. Si habláis en un tono normal, es poco probable que los criados que entran y salen puedan entender o escuchar nada de lo que decís.

En el hall por el momento estáis reunidos Savio, Aricia, Milos y Jäger.

Asiento y digo resignado antes de seguirle.No esperaba que aceptaseis la verdad de buenas a primeras por eso no quise decir nada públicamente y solo advertí a mis compañeros en privado del peligro que se cernía sobre nosotros  .Lamentablemente para mi   nuestra anfitriona tiene demasiado buen oído y a pesar de la distancia oyo un mensaje que no iba dirigido a ella..Hago una reverencia hacia Lady Meridie.  Supongo mi señora que debería maldecir mi mala suerte ,   la excelente audición, vuestra enorme  curiosidad y esperemos que no deba de lamentar vuestra ingenuidad al pensar que la verdad de u desconocido vale tanto como la mentira de un conocido.

Tu tarea estará clara. - digo, en respuesta a Jäger. - Yo no soy una esclava de Hardestadt, solo una recadera. Haré lo que haya que hacer cuando haya que hacerlo, no antes y no sin tener en cuenta mis deseos.

Cuando iba saliendo me cruzo con Sav, que llevaba tanto rato desaparecido. - Mira quien ha llegado. Pensé que no gozaríamos de vuestra presencia esta noche, que andaríais matandoos con algo.

El tono era frívolo y seco, pero es que odiaba verlos convertidos en perros de aquel Ventrue sin duda ni rechista. Quizás era algo de envidia o simpelmente odio, pero no me gustaba.

Escuche a Aricia contestarme, en mi opinión estaba equivocada y no hacer frente a la situación nos hacía ser más débiles. Pero antes de poder contestar, apareció Sav. Eso desvió mi atención, llevaba tiempo fuera, mucho para mi gusto, en toda la noche no es que le viéramos y tenía curiosidad el motivo de ello. Aunque quizás podría echar algo de luz a lo que ocurría en aquel maldito lugar.

Buenas noches compañero ¿Todo bien? Pregunte, deseoso de escuchar las palabras de Sav.

Inquisitivo, Don Alejandro aborda a uno de los criados al otro lado del pasillo mientras camina diligentemente.

- ¿Dónde está Intisar?

El chico dubitativo titubea pues claramente no esperaba aquella pregunta y menos con el tono enfurecido y autoritario con el que había sido formulada.

- No lo se, señor. Puede que en las estancias inferiores.

Alejandro ni le mira cuando pasa a su lado y se dirigen hacia el otro ala del edificio donde se encuentra la escalera de caracol que baja a la planta subterránea. Es allí donde sorprendéis a Intisar que empezaba a ascender por los peldaños de piedra justo cuando llegáis. 

Todos esperáis que termine de subir con la mirada fija en la mujer, esta os mira extrañada y observa con el ceño fruncido la estaca que Alejandro lleva en la mano.

- ¿Qué ocurre?

Dice con semblante serio

- El setita User te ha acusado de practicar infernalismo.

El tono es igualmente serio, seco y directo.

La mujer mira primero a User incrédula, luego voltea hacia Meridie y finalmente vuelve a posar los ojos sobre Alejandro. 

Es entonces cuando ésta suelta una inesperada risotada.

- No digáis tonterías. - y entornando la mirada hacia el egipcio - ¿Con esa estupidez esperabas conseguir algo? ¿Es solo la envidia o te ha enviado alguien para sembrar falsas acusaciones?