Partida Rol por web

Con un candelabro en la mano recorres el intrincado camino hasta la cocina, recuerdas donde estaba la palanca escondida y abres el pasadizo secreto hasta aquel calabozo.

De un revuelo te haces con un cuchillo y una hacheta que hay a un lado del fuego.

El olor a putrefacción te llena las fosas nasales cuando bajas las escaleras, y allí encuentras a Rose encadenada que cuando ve la luz levanta la mirada con unos ojos como platos.

- ¡¡SUELTAME, SUELTAME!! ¡DATE PRISA, ESTA EN SU ESTUDIO! 

La chica se lleva las manos a la cabeza conteniendo un dolor insoportable

- ¡¡TENEMOS QUE ESCAPAR, ESTAMOS EN PELIGRO!!

Suplica la chica tropezándose con sus palabras. En este preciso instante tu también notas una sensación de acuciante peligro y un eco como un zumbido proveniente de la planta superior empieza a reverberar en las paredes de la mazmorra.

PLACK!.

Golpe seco, que crea ecos.

PLACK!.

Impacto que hace estremecer las carnes, que chasquea los nervios y las venas, que lastima los huesos descargando un rio eléctrico que llega hasta el tuétano.

PLACK!

Arrebato de ira, impulso asesino, acción desesperada y colmada de frustración. Necesidad interna de liberar al otro – de sus amos – y liberarse a si mismo.

Sabedor, ahora, de que también el es esclavo. Uno que porta cadenas que no pueden romper las hachuelas. Mantenido en la sombra de la ignorancia.

Cansado.

PLACK!.

Mucho,

        Muy,

Cansado.

PLACK!

Casi como un poseso Bernini comenzó a descargar uno tras otro golpe de hachuela sobre el duro hierro de las cadenas.

Ver a la mujer, nuevamente, le había hecho pensar en su propia esclavitud.

Nuevamente todas las frustraciones internas de tantos años vivo y ahora, rotas las esperanzas de que al volverse un DIOSCURO todo iba a  cambiar.

Bernini sentía la presión, acrecentándose en el interior de su maldita cabeza. presionando las paredes de su mente, creando brechas, fisuras y grietas que anunciaban la explosión pronta a venir.

Se desmoronaba  todo lo que el era.

Ya podía escuchar las risas del otro, EL OTRO, que solo había sido hasta este momento una molesta voz recurrente.

Q-QUEEEESEEEESOOO!, le grito con miedo y apuro a la mujer cuando el sonido horrible comenzó a hacerse audible, QUEEESSESSSOOO!, volvió a preguntar sin dejar de golpear la  cadena.

Sav permanecía impasible, como ajeno a lo que acontecía a su alrededor durante algunos segundos, sentado en el centro de la sala con los ojos cerrados. Giani rebuscaba entre las anotaciones del anfitrión cuando al fin los ojos de Sav se abrieron fijos en una dirección. Los ojos enrojecidos del gangrel se fijaron en una de las liberias, mientras sus garras eran liberadas de su prisión Sav se levantó avalanzandose con furía sobre la estantería liberandola de libros y madera para dejar la pared desnuda. Hay alguien ahí dentro

El arma golpea a una de las cadenas con fuerza y junto a un ruido metálico seco, uno de los grilletes cede liberando el tobillo izquierdo de la chica.

Rose mira hacia las paredes y el techo asustada de oír ruidos que provienen de todos los rincones y de ninguna parte.

- No lo se! no lo se!! no me dejes aquí. Sácame!

La chica tiende la otra cadena que agarra su pié derecho en frente tuyo para que la golpees. Esta desesperada y los murmullosos reverberantes se empiezan a distinguir como una oscura voz de ultratumba recitando versos en un idioma incomprensible.

Bernini no traspiraba, uno de esos pocos beneficios de ser un fiambre con movimiento, pero si lo hubiera hecho, ahora, sin dudas, estaría empapado de pies a cabeza y viceversa.

Aquellas condenadas cadenas eran duras como la piedra, algo obvio si uno espera que aquello que ha apresado no pueda liberarse, pero Bernini no cesaba en su empeño, tozudo como era, y allí estaba dale que te dale a hachazos vivos mientras las chispas y los TOC-TAC se sucedían unos tras otros.

Con un último y sonoro TOC viva expresión de triunfo y algarabía – pero también de preocupación y desconcierto respecto a lo que ahora estuviese pasando mas allá de estos muros -, el ultimo del os eslabones de hierro finalmente se quebró y la mujer joven, fue libre.

Ni lerdo ni perezoso y sin un motivo realmente valedero para ello, Bernini tomo a la jovencita por la cintura y atrayéndola hacia el – firme pero cordial -, le planto un húmedo beso en los labios fríos y sin pedir permiso alguno (porque era Bernini).

Liberada has sido mi princesa, le dijo preso de un arrebato de caballerosidad épico-fantástica, ahora debo sacaros de esta mazmorra rápidamente pues el peligro aun no ha terminado.

¡Apura mujer que nos follan vivos!, concluyo todo poético. 

Dejo a un lado las notas tras indagarlas con mi percepción, entonces me fijo en que Bernini se ha marchado, pero nadie parece alarmado así que debe estar investigando por su cuenta

-Mallotte ya devolvio los textos a Ambrogino, pero se guardo una copia-

Apenas anuncio esto Sav detecta un intruso, desenvaino mi espada y me situo a un lado para ayudarle si es necesario, aunque mi estado no es como para hacer mucho en una pelea ahora mismo
 

El gangrel se lanza a destrozar la librería y su golpe poco certero revienta con fuerza uno de los cantos del mueble haciendo saltar astillas que provocan más dolor al viejo Sav que a la propia librería.

Los sentidos agudizados de Giani captan como el golpe fallido de su compañero resuena en algún punto hueco detrás del mueble cargado de libros.

Un zumbido reverberante se hace audible y empieza a extenderse por las paredes de la habitación. Algo va mal. 

El beso pilla de imprevisto a la joven Rose cuya atención estaba completamente fija en las cadenas que la apresaban.

La chica se te queda mirando un largo segundo con los ojos desorbitados, pero en seguida reacciona y sale corriendo a toda leche detrás tuyo.El camino al exterior está despejado y de hecho nada os impide huir de la mansión ahora.

Los cánticos provienen de la planta superior donde está el estudio. Mientras que fuera del edificio no hay rastro de ninguno de tus compañeros.

Parece que Sav ha localizado algun pasaje oculto tras la estantería, y parece que no ha valorado correctaemtne sus heridas, ahora algo anda mal

-salgamos al pasillo, esto parece una trampa- digo en voz baja, ya que al tiempo que salgo de la estancia uso mis dones para ocultarme en previsión de problemas

El golpe de Sav sobre la estantaría se saldo con unas astillas clavadas en sus manos, las cuales no llegaron ni a sangrar. Pero aquel ruido que comenzaba a recorrer la habitación sin duda no era buena señal, algo parecía apunto de ocurrir o quien estuviera tras la puerta intentaba escapar.

Grrrrrrrrrrrrr

Sav se enfureció aun más por su herida en el orgullo así que sin pensarlo dos veces volvió a cargar contra la falsa pared a fin de a travesara y de paso ponerse a salvo si es que aquella habitación ya no era segura

El zumbido en las paredes cada vez se vuelve más audible hasta permitiros distinguir una voz grave e infernal recitando versos en caldeo. Violetta os mira a ambos sin comprender qué es lo que está ocurriendo y haciendo caso a las palabras de Giani, se retira unos pasos hasta quedarse al otro lado del umbral de la puerta. Las sombras engullen la figura del malkavian.

Sav en cambio no desiste en su anteriormente fallido intento de destrozar las estanterías de la biblioteca. Esta vez lanza un segundo puñetazo cuyo resultado es un enorme agujero en la pared. ¡Bingo! había un segundo fondo. 

Acabáis de descubrir la entrada a una cámara secreta del estudio justo en el instante en que el mueble entero estalla en una llamarada anaranjada, revelando tras de sí la sonriente y colmilluda figura de André Mallotte. 

Des de fuera la mansión ves como un fogonazo ilumina todas las ventanas de la planta superior del edificio y el techo empieza a humear. Tus compañeros tienen que estar todavía en el interior del estudio y algo está ocurriendo allí dentro.

A resguardo tras el umbral y bajo mi manto de sombras contemplo la espectacular aparición de Mallotte controlando el miedo instintivo a las llamas

Percibo sin necesidad de ningún Don que está enloquecido por el poder, pero ¿que puedo hacer? Herido y hambriento como estoy no me cabe duda de que me consumiré de inmediato en las llamas si me enfrento a el con la espada. Se que podría alimentar su locura pero ¿sería eso sensato?

"bueno, no creo que empeore"

Subes a Rose a tus hombros para que mire dentro.

 - Veo algo. ¡Fuego! !se esta quemando algo! ¿...eso son? Creo que hay alguien ahí dentro.

Profundamente inquieto y sobradamente curioso ante todas las cosas que parecían estar sucediéndose al mismo tiempo, Bernini daba saltitos sobre el mismo sitio mientras veía a la chica trepar hacia el balcón por el cual se podía ver hacia dentro.

El destino de sus compañeros le era incierto y no sabía – a ciencia cierta – si estaba preocupado por ello o, en el fondo, anhelaba que se quemaran hasta los mismos huesos por cómo le habían mantenido en la oscuridad del conocimiento durante todo este tiempo.

¡Criatura del demonio!, farfullo molesto por la incapacidad de la doncella para formular una frase coherente, ¡ayúdame a subir!, le exigió por lo bajo mientras estiraba los brazos hacia arriba.

Sav por fin esbozó una leve sonrisa al ver como su zarpado esta vez si consiguió atravesar la pared, pero pronto se desvaneció aquella sensación de victoria, pues Mallote hizo su aparición bajo un destello.

Los ojos de Sav volvieron a teñirse de rojo, tenían una cuenta pendiente con aquel hombre y sin duda esta vez pensaba saldarla a cualquier precio.

El gangrel lanzó un gruñido preparadose para cargar.

Rose no entiende muy bien qué carajo está pasando, pero te pone las manos con los dedos entrelazados haciendo hueco para que puedas usarlas a modo de escalerilla cerca de la pared.