Partida Rol por web

Agradecidos por la tranquilidad que se respira, vuestro cuerpo comienza a realizar cómodamente sus funciones vitales. Por desgracia, eso implica sentir hambre, sueño y sobre todo, unas enormes ganas de orinar. Poco romántico para lo que cada vez se parece más a un viaje de novios, pero real y necesario como la vida misma.

Busco un lugar para dejar la moto (con el motor en marcha) en el que no haya nadie alrededor.

-Tengo que vaciar la vejiga, tú estás bien?- La pregunto con una sonrisa al escucharme: Vaciar la vejiga, coño, que me meo...

¿Te importa que te acompañe? nos damos la espalda, se que no es algo agradable de ver pero no quiero quedarme sola ni para mear... literalmente.- Le digo sujetando su mano.

-Claro que me puedes acompañar, y a mi no me resulta desagradable.- La digo con una sonrisa mientras cojo la escopeta para defendernos de posibles sorpresas desagradables...

-Y tranquila, no te dejaré sola.- Añado mientras vamos cogidos de la mano.

Detrás de unos arbustos encontrais el mejor lugar posible para orinar. No es que fueseis a reventar de ganas, pero el tiempo no pasa en balde y la vejiga se rellena sin parar.

Veo en los arbustos un buen lugar para saciar nuestros instintos primarios, y si, me refiero a mear, no al otro instinto primario....

Apoyo la escopeta en el hombro, con el dedo cerca del gatillo, mientras meo a una mano, pero mi vista, a parte de intentar ver algo de Donna, sin maldad, hace un barrido por la zona, amén de abrir los oidos por si escucho algo aparte del chorro a duo que estamos orquestando.

Los chicos lo tienen muy facil. Le doy la espalda a mi compañero para orinar en cuclillas. Es una mierda hacerlo asi pero no se otro modo.

El culo blanco de Danna hace que a Jeff le cueste ligeramente más mear. Redondo, bonito y jugoso...

Esta idílica imágen se rompe como por ensalmo cuando unos chasquidos alertan de la presencia de intrusos.

Lo mas rapidamente posible me subo los pantalones, mirando a mi alrededor como una gacela asustada. Paso el asa de mi bolsa por mi cabeza, no puedo perder mi bolsa, en ella tengo mi medicacion.

Mierda... Pienso terminando de mear y guardandome el "aparato" mientras apunto en la dirección del crujido y me dirigo a la moto. -Tsk... Vamos, nos largamos de aqui...-

Susurro a Danna, que veo que ya esta en ello, mientras la adrenalina me corre por las venas con fuerza.

Me doy bastante prisa, y si veo una cara con una cruz que la cruza (valga la redundancia) apreto el gatillo rebentandosela....

Asiento con la cabeza y me pego a Jeff. Me siento segura con el, protegida en cierto modo. Mi mano se agarra a la suya entrecruzando los dedos, temiendo que salga corriendo y le pierda.

Danna asiente pegandose a mi, y me coje de la mano entrelazando los dedos, la miro con una sonrisa dulce y sigo recorriendo los metros, que se hacen largisimos, hasta llegar a la moto, que en cuanto me monto y aseguro que esta Danna detras, la paso la escopeta y la doy un beso en los labios, para luego quitar la pata de cabra y meter gas para salir de alli...

Cuando la moto ruge y truena, veis que entre la maleza sale un pequeño mapache que os mira con cara de curiosidad. En su boca lleva algo, que mordisquea con fruición. Al fijaros, veis unas gafas con montura de pasta.

-¡MALDITO BICHO, DAME MIS GAFAS!- sale rugiendo una mujer de la maleza.

Tendrá unos cuarenta años, y es bastane guapa para la edad que tiene. Lleva una mochila y vaqueros con sudadera, lo que os hace pensar que es otra fugitiva de la masacre como vosotros.

Detrás de ella aparecen un hombre y una niña pequeña, que intuís que son su marido e hija (o algo similar).

 ¡Amy espera! No te lances asi tu sol...- el hombre se detiene en silenció cuando ve a los dos. Los mira unos segundos mientras se pone delante de su hija, pero al cabo de unos segundos sonrrie- ¡Hola! Vaya, que susto...creia que erais un par de... bueno ya sabes, de esos locos. Menos mal. Psst, no hagais ruido. Ahora se a parado-dice señalando al mapache-no os movais...-mientras dice eso empieza ha acercarse lentamente hacia el animal, como si en cualquier momento fuera a saltar y atraparlo.

Esto es subrealista dentro del propio subrealismo. Me a cortado la meada una persecucion de un mapache con gafas de pasta.

Miro a Jeff pegandome a su brazo con cara de ¿Tu tambien lo ves o soy yo que alucino? Tengo ganas de reirme pero me contengo. En situaciones como esta la medicacion asignada se quedaba un poco escasa, tengo que tener cuidado o me tomaran por una salvaje y terminare con un tiro entre las cejas.

Curiosamente eso tambien me causa gracia, pero aguanto la risa.

Doy gracias a que Danna no le haya volado la cabeza a la mujer o al mapache, y sonrio mirandola con complicidad.

-Hola, soy Jeff, ella es Danna. No deberiaís ir tan a lo loco, y menos por unas gafas o algo material, os podiamos haber matado.... En fin, llevais mucho por aqui? De donde sois? por dónde habeis dejado a los cara cruzadas?-

Le comento mirandole de arriba a abajo, quiero irme de aqui, no me apetece cogerles cariño y que luego mueran de forma brutal...

El mapache pegó un par de saltos más y un crujido resonó en el aire.

Tras su paso, el cristal de las gafas apareció roto, mordido y rayado por un mapachito capullo.

¡Oh mierda!-exclama al ver como escapa el mapache rompiendo las gafas, despues se dirige a los desconocidos- Yo soy Joel y estas son mi mujer Amy y mi hija Arwen. Por aqui no hemos visto ningun cruzado y mi mujer sin las gafas tiene dolor de cabeza, asi que teniamos que cojer a ese bicho.-se gira a su mujer-Lo siento cariño.-despues e agacha y coje lo que ha quedado de las gafas y lo guarda en un bolsillo.