Partida Rol por web

Por mucho que el doctor se negara, tuvo que correr cuando iba perdiendo de vista el grupo, ya que era eso o morir solo... los rugidos seguían resonando y no era muy difícil determinar que aquello era una clara amenaza y que, al menos, no era uno solo el que emitía aquellos terroríficos alaridos... sino por lo menos, tres.

El grupo de supervivientes, mal heridos algunos de ellos, iban corriendo a buen ritmo y al menos, la carrera no era demasiada larga, el cartel no mentía en su estimación de la distancia y eran dos kilómetros exactos lo que tuvieron que recorrer. La noche era oscura, no había luna en ese planeta, o al menos, en ese periodo. En cualquier caso, el grupo llegó hacía el linde del bosque, que hacía frontera con el pueblo y se dieron de bruces con un lugar arrasado hasta los cimientos. Aquella aldea había sido pasto de las llamas en un momento indeterminado del tiempo ya que los restos estaban más que apagados aunque la peste a madera quemada seguía impregnando el ambiente. Por una vez, la paranoia de los Imperiales, aunque justificada, había sido errónea; allí, no había ni un alma con vida y ninguna estructura se mantenía en pie.

La aldea no era muy extensa, o bueno, lo que quedaba de ella, no mediría más de un kilómetro de ancho aunque costaría determinar, debido a la falta de luz, la longitud en el otro eje. La superficie estaba cubierta por una piedra pulida lo cual impediría la expansión del bosque por aquel lugar. Los alaridos seguían produciéndose y estaban acercándose.

Por el trono... - exclamó con un susurro al llegar al pueblo. Liam llevaba las gafas plegadas y cogidas con fuerza por el miedo que sentía, quizás, demasiada fuerza ya que amenazaba con partirlas en cualquier instante - este sitio esta hecho una mierda - comentó mirando hacía atrás de vez en cuando, asustado - ¿alguno ve algún lugar donde esconderse? - preguntó sin ver mucho ya que no llevaba las gafas puestas y parecía no haberse dado cuenta de ese pequeño detalle que para un miope suponía un auténtico problema.

Logan llegó junto con el resto a aquel lugar, más cansado por la carrera de lo que probablemente estaba dispuesto a admitir. Tanto tiempo postrado por aquella herida le había pasado factura, y desde luego no era el explorador que fue antes. Pero, al menos, lo intentaría. 

El explorador echó un primer vistazo a la zona, observando aquellas ruinas.

-Supongo que era otra opción previsible...-dijo cuando recuperó el aliento, antes de avanzar unos cuantos pasos por aquella aldea. Quería estar seguro de todo antes de tomar una decisión, aunque respondió aún así a Liam.

-Estoy en ello... Aunque, dado que no sé como rastrean esas cosas... Muy bueno tiene que ser el escondite para que lo prefiera a seguir corriendo. 

Logan encontró una cosa y dedujo otra... los restos del pueblo indicaban una clara arquitectura de corte medieval o gótico medieval, por lo tanto, el planeta en el que se encontraban era un lugar de escasa tecnología, un mundo feudal seguramente... si es que existía un gobierno Imperial todavía. 

Había iconos Imperiales, del culto al Emperador profanados, partidos o sencillamente con dibujos obscenos sobre ellos... un enorme crucifijo se mantenía en pie en una edificación posicionada en el centro del pueblo, el cual podría ser la antigua Iglesia del lugar... pero a Logan no se le escapó una trampilla semioculta en donde debería estar el altar ¿un escondrijo?

Pasó algún tiempo, y el explorador finalmente se detuvo ante lo que parecían los restos de un templo imperial. Apartando algo de ceniza y desperdicios, dio con algo que parecía una trampilla... Y, sobre todo, una posibilidad de descansar y refugiarse, al menos de momento.

-Por suerte para nosotros, quizás haya dado con ese escondite. Necesitaré una linterna, y puede que algo de ayuda para abrir ésto-dijo, antes de intentar levantar aquella trampilla. 

Armand se fiaba, a regañadientes por supuesto, de las artes Tanith de sigilo y exploración. Los bárbaros lo habían demostrado muchas veces, y aunque fuese un Sangre Azul sabía reconocer las habilidades de otros, no podía obviarlas.

Se acercó al explorador cuando solicitó ayuda, sacó su lámpara de mano y la encendió colocándosela en la boca. Con las dos manos libres flexionó las piernas y miró al bárbaro. Una sencilla mirada que pretendía sincronizar el esfuerzo de abrir la trampilla... Allá vamos.

Había corrido y era el segundo maratón que se daba ese día, y empezaba a pasarla factura, tendría que descansar antes o después, si pudiera ser antes sería preferible. Los rugidos la atacaban los nervios aunque no lo demostraba, y esa ciudad espeluznante le recordaba a su hogar- me recuerda a Vervum -comentó a Zora mientras miraba todo- y al mundo ese de los dirigibles y que eran plataformas orbitales -otro mundo conquistado.

Paseó la mirada por la zona, observando esas profanaciones, y al ver a Logan y al volpone prepararse junto a la trampilla oculta, Stigga encendió su linterna- yo voy primera, si hay pasillos mi bebé será lo mejor en primera línea -explicó con lógica al resto- cuando abráis entro, ¿de acuerdo?

¡Va, venga, va! ¡Decid qué hay ahí abajo! Con suerte habrá amasec para los oficios. ¡Va!

El paisaje era desolador y correr no lo que mas agradecía. Pero parece que hemos llegado a algún sitio.... 

Veo que mi sargento se dispone a abrir la trampilla y me cruzo de brazos. Cuando la pelirroja habla saco yo mi lámpara también y me acerco a la trampilla. No sólo los Tanith vienen preparados...

- Bajaré con ella. - digo - Después de ella  - corrijo consciente de que la mujer acabaría necesitando mi ayuda .

El pueblo es tal como.. uhm... me lo imaginaba... Tanto caos a mi alrededor, me pone triste, una imagen a la que habían decapitado y dejado con las cabeza entre las piernas de manera obscena, era del todo insultante. A pesar de todo el desorden a mi alrededor, esa imagen me propongo restaurarla, si,  salvarla, puede que así el emperador sepa que estamos aquí. Cojo la pequeña estatuilla y con esfuerzo separo la cabeza que estaba con alguna clase de pegamento sólido. Beso la cabeza del emperador susurrándole unas palabras- estamos aquí, me tienes que decir que hacer ahora, yo te cuido pero tú cuida del bueno de malakias, y si les puedes echar un ojo a estos que vienen conmigo mejor que mejor, pero no malgastes fuerzas tampoco, prioridad en la chica del arma grande- me guardo el icono en la mochila.

Como todos los demás, me acerco a la trampilla semioculta, aunque yo ya sabía que estaba ahí, si, si, también se lo que hay ahí debajo y no hace falta las armas, pero dejo la mía desenfundada por si me equivoco. No sería la primera vez. Me abro la pantalla oscura del casco para poder ver mejor.

Tres dedos en la mano de Armand, luego dos, el cuero de su guante acorazado crujió ante ese sencillo movimiento; luego un único dedo asomaba y en el ultimo instante, la mano formaba un puño a la vez que el sargento alzaba la trampilla con cierta dificultad debido al hollín acumulado en las bisagras de metal que soltaron un leve quejido al verse forzadas a realizar su sencilla función.

La bocacha del lanzallamas de la pelirroja de Verghast asomó con su llama piloto titilando hasta que bajó, rápida como un rayo internándose en el sótano del templo al culto del Emperador. Ilium la siguió inmediatamente después y ante ellos solo se abrió un mundo de polvo y ceniza filtrada por las rendijas del suelo de madera de la iglesia, que, lógicamente, era el techo del sótano.

Aquel lugar solo tenía un cantidad ingente de polvo, y había una serie de camastros colocados en serie perpendicularmente a la pared, con un pasillo central. Las paredes eran de roca pura sin trabajar, solo alisada y el suelo eran baldosines de la misma naturaleza que las paredes. Había ventanas en el punto más alto que daban al exterior... parecía un buen refugio y quitando el polvo, ahí no había entrado nadie, ni siquiera un hereje ya que los iconos del Emperador estaban sin tocar y sin violar. 

Logan aún estaba nervioso por la persecución a la que estaban siendo sometidos, y cuando aquel lugar demostró estar vacío y sin profanar, no lo dudó un segundo.

-Rápido, todos adentro. Una vez estemos todos, cerraremos, apagaremos las luces y nos mantendremos muy callados... Y rezaremos al Emperador para que lo que nos persigue no nos encuentre. 

Armand continuó sujetando la linterna con los dientes y aguantando el peso de la trampilla para que sus compañeros consiguieran entrar. Él sería el último en hacerlo, cerrando tras de sí la abertura y rezando al Emperador para la criatura que les perseguía no fuese capaz de encontrarles.

Mientras tanto observó como uno a uno sus compañeros desaparecían bajo el suelo - Vamos abuelas, entren deprisa...

Me pregunto a cuántos pardillos han capturado en esta celda -comentó señalando el sótano, sin atreverse a bajar- ¿No os parece raro que haya un refugio debajo de un templo profanado, con camas preparadas y nadie que las ocupe? ¿Quién las usaba, antes de nuestra llegada? ¿Soy al único al que le huele a trampa?

Liam se colocó las gafas con gesto nervioso mientras miraba hacía el exterior a través de una de esas ventanas rectangulares que estaban diseminadas por algunas paredes del sótano - ¿Qué dice doctor? - le preguntó sin dejar de mirar el linde del bosque mientras sudaba profusamente - si esto fuera una celda dudo que hubiera iconos del Dios Emperador sin profanar... - le respondió mientras soltaba un sollozo de puro terror cuando vio un brillo de color verde azulado que se acercaba desde el bosque. Su boca comenzó a temblar con cierta histeria... no estaba preparado para eso

Stigga entró y el soldadito la siguió, aunque no pudo evitar soltar un silbido ante el lugar que acababan de encontrar- Creo que tenemos escondite -dijo sonriente mientras hacía el gesto para que todos fueran entrando. Apagó la llama piloto de su lanzallamas pesado y dejó la lámpara encendida en un lugar donde iluminara bien. Se descolgó el arma de la espalda y suspiró- Puede que las usaran para esconderse, no digo que sea infalible pero es un sitio para descansar un poco y con un único punto de entrada -miró a todos lados y comprobó la estabilidad de la primera camastro que pillo, así como que no tuviera ningún tipo de sorpresa- ¿Esperamos a que pase la noche? Yo no quiero conocer al que soltaba esos rugidos.

Había estado observando los alrededores, cubriendo, mientras sus compañeros inspeccionaban aquella entrada.
Cuando dieron la orden de bajar, y comentaron que era un refugio parte del nerviosismo se le disipo, aun así, no las tenia todas consigo. Que veteranos como sus compañeros huyeran como ratas de los que les perseguía la había puesto muy nerviosa, más de lo que ya estaba por lo sucedido anteriormente.
Aun así tenia claro lo que tenia que hacer. Seguir las ordenes, por lo que cuando hubo un hueco entro rápida y al pasar al lado de Stigga la sonrió nerviosamente mientras decia:- Uf!, al menos no nos congelaremos por la noche.
Y se fue hasta el final donde se apoyo en la pared y se dejo caer hasta sentarse en el polvoriento suelo para posteriormente poner entre sus piernas el láser largo, pues si los veteranos tenían miedo, esas criaturas seguramente serian difíciles de matar, y si alguna entraba allí, al menos si ponía el láser a máxima potencia, quizás tuviera alguna posibilidad de sobrevivir, aunque eso solo el tiempo lo diría.

Me meto en el sótano en cuanto tengo ocasión. Me quito el casco y me lo cuelgo de la cintura. No tiene energía para usar la visión nocturna así que no me sirve de nada ahí dentro. Lo abrocho con un "click" mientras estoy bajando las polvorientas escaleras.

Miro hacia todas las estatuillas del emperador sin profanar y me alegro. Enseño los dientes en lo que puede parecer una sonrisa- hehehe...he-pausa-hehe-todo en un tono monocorde y con absoluta falta de humor. Me llevo la mano al pecho y le doy las gracias al emperador por habernos dado refugio. Saco la cabeza del bolsillo y me la llevo al oído.-¿ah si?, no me tomes el pelo ¿eh?- me la guardo en el bolsillo y empiezo a tocar las paredes, golpeo con los nudillos y avanzo un metro, golpeo, avanzo...