Partida Rol por web

Alexia ha hecho que te corras. Del orgasmo te has desmayado.

Cliff se ha corrido dentro de ti. Has visto su cara tensarse y sus ojos volverse. Tras el orgasmo ha caído a peso muerto sobre el suelo. ¿Se ha desmayado? ¿Está bien?

Poco a poco voy recuperando el aliento y voy siendo, otra vez, consciente de lo que nos rodea. Noto mi espalda mojada de algo casi viscoso. Miro y estamos junto al cadáver y su charco de sangre. Hago por apartarme con Cliff aun dentro de mi, pero de pronto Cliff se extasía de placer y cae sobre mí, inconsciente. Cae sobre mi, trato de levantar su caraa para ver si respira. Tiro de su cuerpo desnudo hacia el otro lado del cadáver.

-Cliff- golpeo con suavidad su rostro para despertarlo. – Cliff, vamos despierta.- Debe estar agotado con todo este asunto del cubo. Pongo los dedos índice y corazón sobre las venas de su cuello intentando captar sus pulsaciones.

Si respira lo dejaré descansar… Pienso.

El orgasmo había sido fuerte y las sensaciones que su cuerpo me preporciona me extasian, sentir nuestros labios fusionados, mi sexo en el suyo el cual aprieta y exprime, nuestras pieles unidas y mezclándose nuestros sudores, al igual que nuestros orgasmos en su interior... Todo esto hace que la oscuridad me invada, y por un momento ni veo ni oigo nada...

No se cuanto pasa, pero empiezo a sentir mi cuerpo, mi cara es mecida y siento pequeños golpes, la voz de Alex me pregunta si estoy bien, y me insta a despertar. Abro los ojos y la miro, noto la espalda viscosa, y me fijo que estamos al lado del cadaver, en nuestra pasión nos hemos movido.

-Emmmm.... joder, me he quedado dormido? Mierda, o el cubo me ha agotado o tu eres una amante muy exigente...- Comento y bromeo ligeramente agradeciendo a Alex el haberme despertado. Beso sus labios suavemente. -No se cuanto tiempo ha pasado desde que entramos, tu te notas cansada?- La pregunto incorporándome un poco. -Gracias por no irte sin mi.- Agradezco y en relación a sus palabras previas. -Y si, el cubo no podrá con nosotros.- Afirmo sonriéndola.

-Deberíamos movernos o dormimos un rato? Investigamos las compuertas por si hay otra sala segura sin cadaver o nos quedamos aquí?- Pregunto acariciando distraídamente su figura mientras contesta...

Cliff, para poder actuar con tanta naturalidad y tranquilidad al despertarte junto al cadáver y sobre su sangre debes hacer un fuerte ejercicio de autocontrol.

Suspiro aliviada cuando Cliff abre los ojos. Puf. No estoy preparada para afrontar el cubo sola. Le sonrío a la broma que me dice, me gusta que a pesar de estar agotado físicamente tiene buen humor. –Soy una amante exigente, pero todavía no lo has comprobado bien.- le contesto con pillería.

Me aparto de él ahora que está mejor y voy recuperando mi ropa interior y mis pantalones. Compruebo mis bolsillos.

Me pregunta si me noto cansada.  –No estoy bien, pero no me siento cansada. ¿Tú estás bien? No quiero que se te vaya la cabeza de nuevo e intentes matarme… - le digo con burla para después devolverle el beso con toda la ternura que no he podido concentrar mientras lo hacíamos. 

Me agradece que no le haya dejado aquí, sin mirarle le sonrío a modo de que no tiene por qué agradecérmelo.

Antes de que él recupere sus pantalones, busco en sus bolsillos el paquete de tabaco para pillar uno y de seguido pasarle el tabaco junto al pantalón. Me lo fumaré mientras pienso como mierda quitarme la sangre del muerto.

Algo distraída le contesto a sus preguntas –Deberíamos movernos – le insto pero aceptaré si quiere descansar.- ¿No querías volver con el grupo? Con más personas tendremos más posibilidades de sobrevivir… -

Sobrevivir…. Me repito a mi  misma mientras observo abstraída  el cadáver de Julian con mi torso aun manchado de su sangre. Busco algo en sus ropas que pueda servirme. Camisa, pantalón, reloj.

Mientras interno la mano en el bolsillo del pantalón de Cliff para sacar el paquete de cigarrillos, trato de palpar con la mano su interior, llevándome conmigo con disimulo todo lo que guarde en su interior. Pensaba en confiscarle el cuchillo casero que se había preparado Julian. En manos de Cliff después de casi querer matarme no era una buena idea. Parecía estar empezando a perder la cabeza, el cubo le estaba afectando más que a mi. Al menos de momento...

Nada más sacar el cigarrillo le lanzo el pantalón para poder guardarme lo que tenga rapidamente y fumarme el cigarrillo con disimulo. 

Alex me dice de forma pilla que es una amante exigente, pero aún no lo he comprobado bien. -Tengo ganas de comprobarlo cuando podamos...- Añado con sinceridad y una dulce sonrisa. Alex se aparte y se dispone a vestirse, hago lo mismo. A mi pregunta de si esta cansada me dice que no esta bien pero no cansada, y me responde con burla si voy a tratar de matarla de nuevo. -Solo como a las cucarachas...- Bromeo, como en el chiste, a "polvos"... para luego degustar sus labios en el beso que inicié con ella.

Me coge el pantalón antes que pueda hacerlo yo y saca el tabaco para luego devolverme ambos. Me dice que deberíamos movernos, y que si no habíamos dicho que lo mejor era reunirse con el grupo. -Si, pero si para volver hay que dar un rodeo largo evitando cubos con trampas, podemos tardar horas o días, si es que no se han movido ya...- Reconozco tras su pregunta.

Me fijo en como mira su cuerpo con la sangre coagulada pensando en como limpiarse. -Anda muy lejos el cubo con agua? o es una locura intentar lavarse ahí?- Pregunto, pues yo no vi esa trampa. Me acerco y la abrazo. -Que te pasa aparte de lo obvio?- Pregunto nuevamente tras su respuesta de que "no esta bien pero no cansada."

Para poder buscar en sus bolsillos, debes hacerlo sin que se de cuenta. Coges el pantalón disimuladamente, dando la espalda a Cliff mientras hurgas en sus bolsillos. Parece que no se percata de nada.

En sus bolsillos encuentras: cajetilla de cigarrillos, mechero zippo, petaca de acero inoxidable con wisky, el cuchillo casero de Julian, la nota escrita con sangre, cartucho de fotos para la polaroid, una foto tuya en primer plano.

Noto entre mis dedos el punzante e ingenioso invento de Julian. El cuchillo casero. Con destreza sujeto el cuchillo tapándolo con mi muñeca mientras cojo el tabaco y el mechero. Le devuelvo el pantalón y con la otra mano aprovecho para guardarme el cuchillo.

Quizás se lo devuelvo si las cosas se ponen feas, pero de momento no creo que Cliff deba portar esto.  

Cliff tenía razón, el grupo podía haberse movido hacía rato. Lo que nos impulsaba a volver con ellos era la comida, y ahora nosotros ya disponíamos de algo de alimento. Entonces necesitábamos un nuevo objetivo.

Inmersa en mis pensamientos noto el cálido tacto de un abrazo de Cliff. Me hundo en su pecho cerrando los ojos por un instante. –No es nada.- le confieso a su pregunta. – Es solo que necesitamos un nuevo objetivo, avanzar. –

Me alzo hasta besar sus labios y le coloco mi cigarrillo en la boca. Voy a mover el cadáver para quitarle la camisa y usarla para limpiarnos. – El cubo del agua es fácil saliendo por el techo, lo que me preocupa es los dardos envenenados que te esperan en el cubo superior.- le digo mientras desvisto a Julian.

El cadáver está muy frío y rígido. Para quitarle la camiseta hay que rajarla. Los zapatos y los pantalones sí salen bien.

Alex se deja abrazar hundiéndose en mi pecho, y me confiesa que simplemente necesitamos un nuevo objetivo, avanzar, luego alza la cabeza y besa mis labios para luego colocarme el cigarro en la comisura del labio. Mientras se pone a intentar desvestir a Julian comenta que es fácil lo del cubo del agua, pero le preocupa el de los dardos envenenados.

-Bueno, y si vamos por el cubo de abajo, abriendo la trampilla de abajo y hacemos una "ducha"? Si el agua es potable, incluso podremos recoger agua, aunque habría que buscar un recipiente mayor que mi petaca.- Le comento dando un par de caladas al cigarro antes de devolvérselo.

-Veré a ver si hay alguna habitación segura, pero no saldre de esta, tranquila.- Aseguro a Alex mientras la guiño el ojo cómplice.

Abres la compuerta de enfrente, la opuesta a la compuerta por la que habéis llegado. Da al cubo 321, la luz blanca es muy brillante, con leves oscilaciones en su intensidad. Luego retrocedes y abres la compuerta a su derecha, que da al cubo 332, también blanco, parece tranquilo y sereno. Vuelves a retroceder y abres la de la izquierda, que lleva al cubo 363, que tiene exactamente la misma apariencia del anterior. Por último abres la compuerta del suelo, para ello debes mover un poco el cuerpo de Julian. Al abrir la compuerta gotea algo de sangre hacia el cubo inferior, el 231, manchando el blanco inmaculado de las paredes. Cuando la sangre toca el suelo notas cómo los bordes de las placas blancas se encienden un poco más, con un brillo más intenso. Este brillo empieza a aumentar, inundando primero el panel y luego la sala, hasta que te vez obligado a cerrar la compuerta por no soportar la fuente tan intensa de luz. Queda por comprobar la compuerta del techo.