Partida Rol por web

Al poco rato oyes a la misma chica gritar: – ¿¡En.. En que cubo estás!?-

Otro muerto mas, seguramente un tío que era militar o le gustaban las cosas militares por sus chapas, lo mismo me importaba una mierda, pero ver ese cuerpo me hacia cerciorarme que ese cubo no era para mi, así que fui a cerrarlo, cuando la voz de una mujer llego a mis oídos desde el otro lado y me quede por un largo segundo o segundos espectable un tanto extrañado, aunque no supe decir la razón. Pero cuando escuche por segunda vez aquella voz, quien parecía buscar a alguien que no conocía, me quedo claro que no era mi imaginación, otra tía estaba al otro lado y hay pensaba dejarla, por culpa de una de esas zorras locas qe pululaban por estos cubos, todo se fue a la mierda, así que seguramente pasaría un tiempo hasta que volviera a confiar en alguien.

Sin mas dilación cerré la puerta en silencio, le di la espalda y me dirigí a abrir la de enfrente.

Sales de la esclusa sin hacer ruido. La compuerta se cierra, y vuelves al cubo 361. Te quedas dentro de él, con todas las compuertas cerradas.

Escuchas un crujido en una de las paredes. Y una ráfaga de dardos cruza la habitación de un lado a otro, barriéndola entera. Cuatro de ellos te impactan en distintas partes de tu cuerpo. Consigues evitar otros muchos. Uno de ellos te produce un gran picor, te escuece, notas cómo te quema. Te los quitas todos rápidamente. Pero en el lugar donde estaba ese empieza a salirte una gran ampolla.

Sigues corriendo hacia la compuerta opuesta a la que has abierto. No se abre. No responde. Está como atascada, o averiada...

-¡No me jodas!-Grite presa del dolor y el pánico mientras me quitaba todo lo deprisa que podía el dardo de mi hombro y empezaba a sentir un molesto picor, como cuando me ortigaba los pies o los brazos por una mala caída tras escapar de los mayores. Subido en las escaleras miraba con miedo el suelo, ¿Por que coño pasaba eso ahora? ¿Y porque coño no se abría esa puerta?

-¡Ábrete joder! ¡Ábrete!敞开！-Probaba una y otra vez, porque prefería insistir en aquella puerta que pisar de nuevo el suelo, estaba casi seguro que era cosa del suelo que esos dardos hubieran salido.

Te afanas a la puerta presa del pánico. Sigue sin abrirse, pero desesperas. La situación puede contigo, estás aterrado, refugiado encaramado a una escalerilla, sin querer pisar el suelo, lo que parece que es el único camino para salir de la habitación.

Empiezas a ponerte nervioso, a pensar que todo esto es un plan contra ti. Piensas en tus mayores enemigos, crees que ellos te han metido aquí para vengarse. Empiezas a desvariar, incluso a oír cosas, personas que te insultan, gritos de terror. Tu mente está soportando mucha presión, demasiada.

Vuelves a oír a la mujer: -¿¿¡¡En que cubo estas!!??

Aferrado a las escaleras intentaba calmarme y serenar mi cabeza intentar apartar las voces que escuchaba dentro de la misma de los ruidos del exterior, caer en al locura no era una opción, y menos con ese suelo asesino tan cerca de mis pies, debía pensar y pensar algo rápido y acabaría como la loca de la sangra, o el calvo, o el estúpido político, o cualquier otra persona muerta antes que yo. Y mientras intentaba aislar todas las voces que gritaban a la vez en mi cabeza una se hizo mas fuerte, una que no parecía producto de mi imaginación, una voz de mujer que se parecía mucho a la que antes preguntaba por una persona.

-A la mierda, si tengo que elegir entre morir solo o por manos de otra loca, prefiero la loca, al menos
podre luchar por mi vida. Piensa este que cubo era... que numero... ¡El 361!.-Pensé de la manera mas rapida antes de pillar aire e intentar que no se me quebrara la voz al gritar.

-¡En el 361! ¡Frente al tío calcinado!-Grite de alguna manera esperando que supiera mi localización y pudiera ayudarme, por el contrario, mientras esperaba se me ocurrió otra cosa y la puse en practica al momento, quitándome una de mis zapatillas y lanzarla lejos al suelo, para saber si realmente era "lava" lo que pisaba.

Lanzas una de tus zapatillas y la lanzas lejos, al otro lado del cubo. Nada ocurre. Absolutamente nada.

La mujer te responde:

-¿Estas bien? ¿Te han dado los dardos? -la oyes más cerca que antes.

-Yo estoy en el 363, es un cubo seguro, pero el 362 no lo es. Deberemos cruzar un par de cubos con trampas si queremos coincidir en el mismo cubo.

-¿Vienes del cubo del agua?-

La voz de esa tipa denotaba que sabia mucho de los cubos y las trampas, sabia de los dardos y la otra habitación y ademas de donde venia, ¿Quien era esa tía?

-¡Si! por la del agua. ¡Si! Me ha dado uno de esos dardos en el hombro y me duele, creo que me ha quemado o algo, pero no se cuando sucede, e tirado una zapatilla al suelo y no ha pasado nada, Como se activan las trampas?-Pregunte mas interesado que desesperado, mientras miraba el suelo igual era algún mecanismo de presión o algo parecido, ¿Porque sino se activo tras la segunda pasada?

Miras al suelo buscando un mecanismo, o algo que parezca que acciona los dardos. No ves nada.

La mujer te responde:

-Vale, no te preocupes, se curará. -su voz no suena muy firme al decir esto.

-¿A qué cubo te refieres? Todo depende de que tipo de cubo sea. Escúchame, tienes que dar un rodeo para evitar el 362. Por ello dirígete al 341, pero no entres, espérame en la compuerta o se activara la trampa psíquica. Yo te encontraré de frente. ¿¡De acuerdo!?

Sorprendido por todo lo que decia esa voz de mujer, busque el numero de la puerta a la que estaba sujeto esperando que la suerte me sonriera, ¿Pero como sabia ella que numeros de puertas habia?

-¿El 341? ¿Y cual es ese? ¿Y como sabes que la puerta se abrirá? ¡Ahora mismo estoy enfrente de una puerta y no se abre por mas que lo intento! ¿Que es una trampa pscica?-Hable deprisa, intercalando alguna que otra palabra en chino.

-Al final me va a toar correr como la ultima vez...-Pensaba mientras miraba en que zona se habia quedado la zapatilla, puede que esa fuera el mejor camino, recoger su zapatilla y seguir corriendo hasta esa puerta, fuera cual fuera.

La mujer ya no responde a tus últimas preguntas. La compuerta en la que estás no se abre, y por tanto no puedes ver los números que hay en ella grabados. La zapatilla ha caído cerca de la compuerta que hay a la derecha, mirando el cubo desde tu posición. Te sientes valiente, con ánimo de correr, recoger la zapatilla, y llegar hasta esa otra escalerilla.

Se te ocurre ir hasta ella agarrándote a la escalerilla horizontal que va por la pared, sin tocar el suelo.

-¿Joder... de donde coño venia esa listilla?-Me lamente un segundo después de buscar una posible situación a mi precario estado.

Sin perder un segundo quise poner en marcha mi intención de caminar a través de las escalerillas al otro lado, para poder recuperar mi zapatilla e intentar abrir la compuerta.

Sin tocar el suelo, y agarrándote a la escalerilla de la pared, te vas moviendo hacia la derecha. Una vez llegas a la compuerta bajas, alargas la mano y recoges la zapatilla. Abres la compuerta. Los números son 361 y 351. El cubo que se abre ante ti es de color blanco, y en el suelo hay muchas esferas de metal, de distintos tamaños, la mayoría son como balones de fútbol.

Me coloque la zapatilla como buenamente pude y mire el numero de la habitación.

-Joder pelotas... fijo que saltan a los ojos o alguna mierda parecida... 351... puede que la siguiente sea la que dijo la tipa esa.-Resople unos segundos y continué el camino hacia el lado por donde empece, yendo a la otra puerta que me faltaba por abrir, con suerte, algo de lo que ya apenas me quedaba seria la que buscaba.

Te mueves agarrado a las escalerillas de las paredes. Dos de las compuertas no se abren. Dos compuertas contiguas. Las pulsas y se mantienen estáticas, bloqueadas. Otra de ellas da al cubo en el que está el hombre quemado. Y la otra, por la que la mujer te ha dicho que entres, contiene esas esferas de metal.