Partida Rol por web

- Correcto Frankie, pero vamos sin apuro esta vez - recordó cómo había empezado esa noche, con Frankie sugiriendo abrir el maletero y sacar el lanzagranadas para facilitar el tránsito. "No me molestaría lanzar algunas al porche de esa casa de locos", pensó.

Un rato después estabais en el restaurante que Kenji os había aconsejado. 
Japan town era un barrio muy limpio y donde había poco tráfico. Las calles eran estrechas comparadas con las principales calles de Seattle y un poco laberínticas, pero siguiendo un diseño geométrico estructurado. 

Nada mas entrar la camarera saludó a Miyagami-sama en japonés con una cortés reverencia mientras discretamente os examinaba al resto de reojo. Parecía que vuestro amigo japonés era querido en el restaurante.

Se os proporcionó un reservado aislándoos del resto de clientes mediante un biombo de madera con motivos florales, el cual tenía pequeños y discretos agujeros lo suficientemente grandes como para poder ver a través de ellos de cerca, pero no al revés.  

La lluvia me mojaba el rostro, pero me daba igual. El rugido de la Yamaha Growler seguía al Bentley oscuro entre las luces de la autopista, pasando por las calles hasta llegar a japan town. Una decoración variopinta con multitud de luces, pantallas de neón y anuncios de realidad aumentada que seguro hacían las delicias de a quien le gustaran los otaku y animes.

Bleidd se sentó en la silla mas alejada del biombo, dada su cualidad astral, no lo necesitaba para espiar.

Un mensaje llegó a su comm en ese preciso momento. Lo miró por un segundo y luego os lo enseñó a vosotros.

El mensaje es breve y conciso:
"Sigo en mi clínica de mierda cosiendo balazos y tripas rotas. Si quieres una cita llama, manda un mensaje o ven a verme"

El mensaje adjunta un link de posicionamiento gps ubicado en uno de los muelles de la zona norte de Tacoma.

-Buscabais a un doctor, ¿verdad?.- Dijo mientras señalaba su aparato. -No creo que se conozcan, pero podemos preguntarla.-   

Jamal tomó el sake de un trago y se sirvió otro. Escuchó a Bleidd sin sacar la vista de la bebida.

- Doctor Ambort Hemworth. Quién sabe de qué será su doctorado. - hizo una pausa levantando el pequeño vaso de cerámica. Lo tomó con premura y agregó: - ¿Tenemos un cyberterminal a mano para averiguar algo de este tipo en la matrix? no quisiera ir a visitar a tu contacto, Bleidd, sólo con un nombre -

Respondiendo a sus propia pregunta (Jamal disfrutaba jugar esos juegos mentales) tomó su comlink y buscó toda la información pública que pudiera encontrar del doctor Hemworth, no tenía el tiempo ni la capacidad para hacer una búsqueda exhaustiva, así que se quedó con lo básico. 

Una vez llegaron al Yotsuya, Kenji saludó a Satomi, una de las camareras del local. Después de su experiencia con las mujeres, Kenjuro prefería mantenerse alejado de ellas una temporada así que jamás había dado más conversación de la necesaria a la chica.
Si bien sabía alguna información básica fruto de sus visitas al restaurante.

Sea como fuera, llegaron al privado y Jamal se puso a usar el commlink.
Kenjuro no era precisamente un experto en tecnología, así que le dejó hacer, pensando en que quizás ese Bleidd sería el más indicado para encontrar al tipo que buscaban.

Bleidd se retiró hacia atrás la capucha mojada por la lluvia tras acomodarse en el reservado junto a sus compañeros de equipo. Era muy distinto estar físicamente presente junto a ellos, todo el conjunto de información sensorial era distinto. Físico, terrenal. Su gestó reveló sus facciones, una versión también más terrenal y menos perfecta de los rasgos idealizados que habían visto en su forma astral: un rostro joven y duro pero no carente de un rudo atractivo, unos ojos grises de mirada intensa y pelo negro como ala de cuervo largo hasta los hombros al estilo tribal de los Salish.

Tras un breve vistazo astral para comprobar que no hubiera presencias espiando desde el otro lado, preguntó:

-¿Y bien? ¿Qué ha pasado ahí dentro? -preguntó a Jamal y al resto-. He encontrado algo de info sobre esos Dragoons, pero ya estábais dentro y no me la he jugado a interrumpir nada delicado. Según mis contactos, esa gente es chunga. Cultistas fanáticos, adoradores de los dragones. No son una sociedad protectora de para-animales precisamente. Su líder actual es una mujer que usa el título de Khaleesi. Supongo que ya habréis tenido el placer. 

Devolvió una mirada y una sonrisa a una joven camarera de rasgos orientales mientras esperaba que pasara de largo, antes de continuar.

-Por otro lado, rastreé esa presencia astral poderosa y furiosa de la que os hablé sobre el Club Kraken. Era lo que había sospechado, un dragón. No puedo decir que lograra su ayuda o su beneplácito, pero sigo aquí hablando con vosotros, así que no lo tenemos en contra. Lo podemos contar como una victoria.

¿Y a vosotros como os ha ido ahí dentro?

Jamal seguía examinando su comlink pero escuchó a Bleidd y le respondió sin levantar la vista de la pantalla.

- Parecen estar interesados en la cura como nosotros, pero no tanto como para hacer algo al respecto, salvo tirarnos migajas para que sigamos. - ahora sí levantó la vista y bajó el comlink - No suelo equivocarme, pero esta vez lo arruiné en grande. Los Dragoons están locos, todos y cada uno de ellos. Quién sabe qué recursos administren, qué tan conveniente sea tenerlos de aliados, pero creo que no vale la pena el riesgo. Con un poco de suerte no volveremos a verlos -

"No seas ingenuo Ahmad" se reprendió "estás metido en un lío de dragones, lo más seguro es que vuelvas a cruzarte con cultistas fanáticos".

La manejada al restaurante fue tranquila, este barrio si es ordenado y bonito, no como las mierdas donde vamos muchas veces.

Al ingresar al lugar y ser recibidos miro hacia todas las direcciones, ya habia tenido un problema empezando la noche con un volador azul. Esperaba no tener los mismos problemas aqui, pero igual analizaba entradas salidas, pociciones todo lo que le pudiera servir.

Mientras escuchaba la información y veia la busqueda del resto Frankie seguia mirando a todos lados, a pesar de la camaderia no olvidaba su misión principal. Proteger a J

Kenji escuchó la información de Bleidd sobre los Dragoons. Ya le había quedado claro que eran gente peligrosa, pero el informe de su compañero lo confirmaba.
También era inquietante su encuentro con un dragón de verdad.
¿Has… hablado con un dragón…? preguntó, en una mezcla de curiosidad y fascinación.

Sea como fuera, Jamal explicó todo lo relevante sobre su visita.
¿Alguna pista sobre el tal Ambort?
Quizás ese hacker, Diesel, pueda echarnos una mano… sugirió, pensando que Jamal posiblemente no habría encontrado información.

-Sí, y no es una experiencia que esté ansioso por repetir -respondió Bleidd a Waveman-. Le estuve buscando en forma astral, después de haber sentido su presencia cargada de ira sobre el Club Kraken. Tuve sospechas de que se trataba de un dragón, y después de lo que vimos allí dentro, más aún. Costó pero logré dar con él. Le ofrecí un pacto de colaboración para poner fin a esto. No coló, pero al menos sabe que no formamos parte de ello sino que intentamos pararlo.

En ese momento su mirada pasó a Jamal. 

-Porque intentamos pararlo, ¿verdad? 

Ambort Hemworth. Tecleas el nombre en el buscador y le das a aceptar. Tras un momento de búsqueda aparecen miles de noticias y referencias relacionadas con ese nombre. Te cuesta un poco de tiempo relacionarlas en orden, pero después sacas una conclusión:

27 de Junio del 2050
TITULARES
PRESTIGIOSOS CIENTÍFICOS DESCUBREN UNA CURA PARA EL CÁNCER CON LA SANGRE DE DRAGÓN

Parecía imposible. Tras décadas de sueños, esperanzas, millones de nuyens invertidos y muchas pruebas fallidas, por fin se ha encontrado una cura para el cáncer. La prestigiosa universidad de Cambridge patrocinó durante cinco años el ensayo científico para hallar la cura contra una enfermedad que lleva décadas causando estragos entre la población mundial y que afecta a todas las razas del sexto mundo.

El doctor protagonista de este grandioso hallazgo se llama Ambort Hemworth, de nacionalidad suiza, que durante años ha estudiado la composición de la sangre de dragón para usos medicinales. En unas declaraciones, el doctor Hemworth ha dicho:

"Siempre me fascinaron los dragones y sabía que eran unas criaturas maravillosas que podían ayudar a la humanidad."

Doctorado en biología con especialización en draconología, el doctor Hemworth utilizó sus conocimientos aerca de las costumbres de los dragones para hallar la cura. Un hito histórico que le valdrá el premio novel de la Paz.

Cronológicamente esa es la primera noticia que hay. Meses más tarde tanto noticias de prestigiosos periódicos digitales como bogs en páginas web anunciaban los siguientes titulares:

"El doctor desenmascarado"

"La engañifa del dragón"

"El caso Sangre de Dragón"

Pues si, después de hacer que el mundo entero le aclamara por su descubrimiento, el farsante y científico Dr. Ambort Hemworth ha sido desenmascarado y NO habrá cura para el cáncer. Tal conmoción ha llevado a la suspensión completa de sus proyectos, asi como la retirada permanente de su licencia. La "sangre de dragón" que había utilizado como muestra el supuesto doctor, era un combinado de compuestos químicos radiados, utilizados en quimioterapia, que neutralizaba las muestras de cáncer en sus exposiciones públicas.

Una verdadera muestra de sangre de dragón, donada por el gran dragón Foltres, en directo, desmintió la utilidad de la sangre de dragón contra la cura del cáncer. 

El caso está en manos de las autoridades mientras se imponen las sanciones pertinentes al doctor Hemworth.

Otra noticia más llama tu atención, perdida entre todas las demás noticias acerca de su éxito y embuste. 

Ambort Hemworth, el doctor farsante del caso "Sangre de Dragón" muere en accidente automovilístico, una de sus grandes pasiones, mientras escapaba de las autoridades para ingresar en prisión. 

Al parecer lo que buscáis es un fantasma y la Khaleesi de los DragOOns os ha mentido. ¿O tal vez no?

Jamal volvió a su comlink. Había encontrado algunos artículos y estudiaba con lectura veloz algunos detalles del doctor. Pero cuando Bleidd hizo su pregunta pensó que era necesario ser perfectamente claro.

- Voy a citar a nuestro cliente, el señor Jhonson: "Quiero saber qué les está matando, quién lo hace, dónde lo hacen, cómo lo hacen. De dónde sale esa mierda violeta (las costras en la piel del dragón) y como se fabrica" - Jamal sonrió con desdén - No nos pagan por pararlo... nos pagan por información -

Miró a toda la mesa: - Llevo algunos años corriendo en las sombras, y si algo he aprendido es que para sobrevivir en este negocio tienes que cumplir el maldito trabajo. Deja las preguntas y los conflictos para tu psicólogo o tu amante. En las calles, cumples tu trabajo y te pagan. Es así de sencillo -

- Por otro lado encuentro todo este asunto bastante detestable y nuestro empleador no nos prohibió que destruyamos los medios de producción de esta toxina, si llegara a ser una toxina. Ya veremos qué nos encontramos. Por lo pronto... -

Jamal mostró su comlink con la última noticia referida al doctor Ambort Hemworth.

- Parece que buscamos un fantasma... - dijo señalando el título: "Ambort Hemworth muere en accidente de tránsito".

Bleidd escuchó a Jamal y asintió sin decir nada, mostrándose de acuerdo. El trabajo es el trabajo. Pero hay trabajos y trabajos. Y nada impide trabajar por cuenta propia en lugar de ajena una vez se ha cumplido el encargo profesional. 

Su rostro pétreo no cambió de expresión. No era nativo americano de sangre, pero claramente sí lo era en todo lo demás. 

-¿Hemos llegado a ese momento en que empezamos a elaborar teorías locas? -preguntó retóricamente-. Porque yo tengo una muy loca, tanto que podría incluso ser verdad.

Seguidme la corriente, ¿vale? Tenemos a un doctor en biología, especializado en draconología. ¿Qué mejor candidato para elaborar una toxina que dañe justo a los dragones? ¿Pero por qué un experto en dragones iba a querer hacer algo así? Por lo que descubrió hace años; o mejor dicho, por las consecuencias de su descubrimiento. 

Pegó un trago de la bebida antes de seguir hablando.

-El tipo descubre una cura, no una cura cualquiera, no... Una cura para el puto cáncer. Pero necesita sangre de dragón. ¿Qué sabemos con certeza de los dragones? Son grandes, son poderosos, son inteligentes... y son pocos. Muy pocos. A pesar de todo su poder individual y del que puedan amasar como presidentes de juntas corporativas o presidentes de gobiernos, la metahumanidad les sigue superando en número por millones. Y de repente, un tipo anuncia que su sangre es la cura para la enfermedad más devastadora e intratable que ha conocido la humanidad. No creo que les hiciera mucha gracia. 

Si eso resultara ser cierto y se hace público, los dragones se encuentran con un inmenso marrón. De repente, la sangre de dragón pasa a ser lo más codiciado por corporaciones farmacéuticas del mundo entero; las masas claman por la cura del cáncer para sus familias y seres queridos. Y ya sabemos todos lo que pasa cuando miles de seres humanos se ponen de acuerdo para organizar genocidios o purgas sistemáticas. Los dragones se convierten en la gallina de los huevos de oro, en el limón a exprimir. 

A no ser que eso de la cura del cáncer resultara ser una patraña... Si "aparecen" pruebas de que el doctor es un farsante, se le desprestigia y se le criminaliza para negar su descubrimiento, y posteriormente se le hace desaparecer... problema resuelto. Muerto el perro, se acabó la rabia.

Pero... ¿y si el perro no hubiera muerto? Si Hemworth hubiera sobrevivido... ¿no tendría buenas razones para querer vengarse de los dragones, de las bestias que acabaron con su carrera y con su reputación, e intentaron acabar también con su vida? Si así fuera, se vengaría de la única manera que sabe, haciendo lo que mejor sabe hacer. Un arma biológica diseñada para matar a los seres a los que ha pasado décadas estudiando.

Puede que busquemos a un fantasma -añadió, haciendo alusión a lo dicho por Jamal-. Pero no todos los fantasmas están más allá del Velo.

Franke escucho con interes la teoría de Bleidd mientras en ningun momento dejo de mirar ni analizar el panorama de los alrededores en busca de peligros. La rabía que tenia contenida en su interior estaba buscando algun catalizador como el tonto del primer antro al que fueron. 

- Es muy interesante lo que dices y tiene mucha lógica realmente. No deberíamos descartarlo y debería de ser un punto de investigación - comento con un poco de desden en la voz. Este tipo de trabajos de solo investigar no era lo suyo. Mientras mira a J - Creo que deberiamos seguir esa linea paralela, no creo que encontremos un solo camino y una sola respuesta. Este doctor muerto, el tal Chester Fox y estos lunaticos de DRAGOONS son puntos de interes y que de alguna manera se entre juntan. 

La furgoneta se detuvo cerca del restaurante Yotsuya, fuera llovía así que Guren se caló la capucha del poncho militar. La prenda había perdido su típico patrón de camuflaje sustituido por una psicodelia de colores chillones. El larguirucho orco pasó a su commlink la trepidante melodía que resonaba en la cabina y bajó del vehículo.

Caminó bailoteando hasta entrar al lujoso restaurante donde una camarera le acompañó hasta un reservado donde esperaba el resto del equipo. El biombo se cerró detrás del orco. - Ey Doc creo que me he perdido algo. Tenemos que revisar los protocolos de comunicación. No podemos permitirnos quedarnos "a ciegas" otra vez. -

Diesel se acercó a su congénere y tendió su puño hacia la orca a modo de saludo. -¡Ehhh Frankie, que paassa tía!. ¿Ya has pateado algún culo esta noche? -

Diesel lanzó una mirada por el reservado y dejó caer su largo y desgarbado cuerpo en el primer sitio que vio, se sirvió sake que bebió de un trago. Resultaba gracioso ver el pequeño vaso de cerámica entre los largos dedos del orco.
Se bebió otro trago más y se repantigó en el asiento mirando a las otras dos personas que ocupaban la estancia. Los conocía por su reputación, unos profesionales cojonudos. Doc siempre mantenía el nivel.
- Ey -. Es todo lo que les dijo antes de ponerse a buscar algo que llevarse a la boca.