Partida Rol por web

Todos habíais salido del aula, más o menos ordenadamente tras el mal gesto del chaval de seis brazos. El ambiente que se respiraba parecía en principio hostil, debido a esa pelea de carácter que había ocurrido, pero unos segundos bastaron para que algunos del resto de alumnos se acercaran tanto al chico de los seis brazos , como a vosotros para daros la enhorabuena por como habíais actuado.

Tras unos minutos, siguiendo las flechas dispuestas por los pasillos, llegasteis hasta una puerta que ponía "Auditorio, acceso oeste". En el momento en el que abrís la puerta, veis un salón de actos lleno de butacas rojas en el que se respira un olor de nuevo. Como si ese auditorio estuviese por estrenar. 

Frente a vosotros, está un amplio abanico de butacas para sentaros, todas ellas orientadas hacia un escenario lleno de lo que suponeis que son los profesores. Todos ellos están colocados en fila detrás de un atril y todo ello, delante de un gran ventanal más propio de una iglesia que de una escuela en el que se representaba lo que parece una batalla campal.

Todos habeis elegido vuestro sitio, intentando estar lo más cerca entre vosotros para poder hablar, antes de que la presentación diese comienzo. Vosotros cinco y Adwin os habiais sentado cerca y por alguna extraña razón, el chaval que tiene 6 brazos. No os querría perder de vista, por si acaso.  Poco a poco, empezaron a entrar otros alumnos por la puerta que estaba al otro lado de la sala. Tras unos minutos, la charla seguía sin dar comienzo. Justo en el momento en el que un hombre del escenario se iba a acercar al micrófono del atril, varios botes de humo atravesaron la vidriera, rompiendo algunas de las figuras que había en el mismo.

Al parecer estabais bajo un ataque, seguramente hostil. En ese momento, notais una sensación extraña como si una ráfaga os hubiese recorrido el cuerpo. Haced lo que podais con esto... - pudisteis oír

Cuando os quisisteis dar cuenta, solo quedabais en la sala el chico a quien habíais bajado, otro chaval que había estado buscando algo a lo que subirse para ayudar a Salvatore y vosotros 5. De repente, pudisteis oír:

Estimados alumnos, seguimos esperando por vosotros. La presentación empezará en...

De repente la voz, se cortó. Algo había pasado. Había que darse prisa por lo que los 7 empezasteis a seguir las flechas por los largos corredores hasta que llegasteis a una puerta que ponía "Auditorio, acceso oeste". En el momento en el que abrís la puerta de forma sonora y repentina, descubrís que no podeis ver nada delante vuestro debido a una cantidad de humo muy grande.

Por la pinta, la escuela estaba bajo un ataque hostil que no sabeis muy bien como ha ocurrido. En ese momento, notais una sensación extraña como si una ráfaga os hubiese recorrido el cuerpo. Haced lo que podais con esto... - pudisteis oír

De mente rápida Yoshío desaparece de su asiento, con la intención de coger las ganadas de humo y sacarlas del auditorio por donde entraron...

Oh, con lo agradable que había estado todo hasta ahora. A lo mejor nos secuestran a todos. Quien sabe. A lo mejor es como un examen de acceso. Quien sabe. Bueno, a ver. Lo primero es pensar que no tengo miedo. Yo, Sara García Moreno, tengo miedo, pero no mucho, lo juro, el justo y necesario para ser cautelosa, nada más. Tengo el miedo en su medida, y no más. Y por eso no tengo miedo. A ver, sigo teniendo miedo?...

Me pongo de pie, me escucho a mi, a lo que hay a mi alrededor, vuelvo a sentarme y me fijo en como me siento.

Sí sí, sigo teniendo miedo. Es más, en igual cantidad! Pero ahora me hace un poco de gracia, no mucho, la justa y necesaria, un poco de gracia. Y claro, ahora lo tengo un poco más controlado. No mucho. Ahora puedo pensar en algo que no sea el miedo. A ver, voy a distraerme un poco. Me lo diré en imperativo: Sara, distráete! Fíjate en algo. Fíjate en el sitio de donde ha salido el humo, en los alumnos, en cosas que te podrían ser útiles... Venga, va, ves diciendo las cosas en las que te fijas en tu mente, que no tienes miedo. Está bien, a ver...

Me pongo de pie y me fijo en el sitio de donde viene el humo para ver si me da alguna pista para saber que pasa, en lo que está haciendo cada alumno para ver si hay alguno sospechoso, en lo que haya en las paredes (no fuera el caso de que les hayan pintado un grafiti), en algún objeto del atril o de donde sea que me pudiera venir bien... Vaya, que no tengo miedo. 

Veo como un montón de humo me golpea en la cara, y como parece que la escuela esta bajo ataque, entonces pienso: -Ya era hora, por fin podre quemar o encender algo- junto a este pensamiento una sonrisa se dibuja en mi cara y luego digo: -Apartaos de mi si no quieren alguna quemadura- y en cuanto termino de decir eso trato de envolverme en llamas a mi mismo, algo así como una armadura de llamas.

Yoshio de repente se levantó de un salto de su asiento, nada más oír el sonido de cristal rompiendose, como si tuviese un muelle. Antes de que pestañearais había recogido uno de los botes y lo había devuelto por donde había venido. Esta acción fue imitada por el chico de seis brazos en cuanto se dió cuenta de la situación, pero la sala ya tenía tanto gas, que con el parche no era capaz de encontrar un bote.

En menos de que el humo llenase, la cuarta parte de la sala, unos cuantos alumnos se empezaron a desmayar. ¿Les estaban drogando?

Apartaos de mi si no quieren alguna quemadura

Kuroe actuó nada más entrar, intentando usar algun poder relacionado con el calor. Puede que fuera porque todavía no había asimilado las fuerzas del desconocido pero lo único que consiguió , fue que de su piel saliera un humillo el cual no se podía distinguir de la nube de humo que se estaba formando. Menuda jodienda.

Al instante de hablar Kuroe, podeis escuchar que el cristal por donde venían los botes recibe otro golpe, rompiendose otra parte

Nada ha cambiado aún

luego de ver mi frustrado intento de encenderme en fuego, ardo en rabia y trato de expulsar todo mi poder en una explosión hacia delante mientras grito: -Vamos!!!, no me fallen ahora!!!!- pero parece que nada sale, así que explotando por dentro de rabia e impotencia me lanzo sin pensarlo hacia el humo para golpear lo primero que me encuentre.

En vista de lo ocurrido, decido coger la pata metalica de una butaca par hacer un pequeño megafono. Por desgracia, lo único queconsigo en una masa de metal sin una forma lógica, (al menos puedo ganarme la vida como un escultor de arte moderno) segun llegó esa idea a mi cabeza la deseché, había que hacer algo o podría ser muy malo. El chico de 20-21 años se había encargado de un bote de gas y, por lo que parecía, el aracnido había intentado encargarse de otro, evidentemente falló en encontrar un bote por lo que parecía. 

Me fijo en que algunos de los estudiante han caído al suelo, no sabría si por envenenamiento o si habían sido drogados. En vista de que parecía que  nadie más hacia nada, me levante de mi butaca, tire la masa de metal y grité cuanto pude.

-¡¡¡Todos fuera, escapad por las salidas y, si no podéis abrirlas, rebentadlas. Si no quereis acabar en el suelo, intentad no respirar el gas!!! - En ese momento, recuerdo a aquellos que estan tendidos en el suelo y vuelvo a gritar.- !!!Aquellos que podáis, cargad a uno o dos compañeros de los que se han desmayado¡¡¡

Esta vez me dirijo solo a los "compañeros" que estan a mi lado.

-Rapido, tenemos que salir pitando o hacer algo, y no se vosotros, pero yo no soy inmune al gas. 

Ignorando los intentos fallidos de Kuroe levanto mi mano izquierda y lanzo un pequeña descarga eléctrica entre el humo y esta empezó a hacer chispazos brillando como una bengala lo que nos permitía ver algunas sombras entre el humo luego de eso salgo corriendo detrás de Kuroe mientras pienso: "Imbecil"

-Vosotros quitad el humo- dijo a los demás mientras me pierdo en el humo

Cuando entro, el humo es tan espeso que no puedo ver nada, una extraña sensacion me oprimia el corazon, el sonido iba alejandose de mi hasta el punto de escuchar todo con eco como si estuviera en una cueva.

Era una sensacion muy extraña, lejos de entrar a ciegas, doy media vuelta y salgo al pasillo en busca de la alarma antincendios y con suerte encontrar un extintor.

Todo se volvió muy confuso cuando decidimos partir definitivamente todo se volvió muy confuso, al pasar la puerta del Auditorio humo era todo lo que alcanzaban a ver mis ojos, parece que kuroe intenta hacer fuego por lo que dice, ¿pero a quién se le ocurre? química básica, el CO₂ desplaza el O₂ impidiendo que aparezca cualquier llama, pero antes de que le pueda decirle nada se lanza como un loco.

-¡¡¡Kuroeee!!!, sal de ahí, intenta hacer fuego algo más alejado del humo- ese no es el único problema, lo malo sería que su cuerpo no aguante la falta de Oxígeno, parece que el chico de los mikados ha hecho algo de luz, pero no consigo ver nada, habría jurado oír cristales romperse, mierda, supongo que en situaciones desesperadas medidas desesperadas.

Me quito la camiseta y la hago flotar donde está el humo y allí cae. Mierda por que no gira, quizá necesite menos peso para un improvisado ventilador. Me dirijo al chico con braga y gafas -Mmmmm, perdona,- Nunca me he visto en una situación tan incomoda, ¿por qué hoy sale todo mal?- no consigo controlar mi camisa... y... ejem, ¿me dejas tu braga? juro no tocarla con la mano- Eso sí que no

Al meterte en la nube de humo, notas como te empieza a entrar sueño. Si sigues dentro, con todo ese humo, lo más posible es que te quedes dormido

Puedes notar como te empieza a entrar sueño. Si sigues dentro, con todo ese humo, lo más posible es que te quedes dormido.

Puedes notar como te empieza a entrar sueño. Si sigues dentro, con todo ese humo, lo más posible es que te quedes dormido.