Partida Rol por web

Daemoniorum Eventa in Salmantica

Buscando al judío - Escena de juego

Cargando editor
23/01/2023, 10:03
Criatura

La flecha rebotó en el dintel de unas de las habitaciones, quedando clavada. Pablo seguía con el brazo alzando el candil, y la criatura se introdujo en la habitación contigua, corriendo cual cuadrúpedo. ¡¡CRASSSSHHHH!! Enseguída oísteis un chasquido y un crujido, como si alguien cayera en unas tablas de madera y éstas quebrasen, o como si alguien se hubiera golpeado contra un mueble.

Pablo se acercó con sumo cuidado a la habitación de la que había salido la criatura: no había nada (tan sólo un camastro vacío), y al asomaros al dormitorio donde la criatura había entrado (dejando un ligero rastro de sangre en el suelo), vísteis que la ventana de madera con postigos con la que contaba tal sala estaba destrozada: la criatura se había lanzado por ella, destrozándola y lanzándose al vacío que separaba aquella altura con el suelo en el exterior... Os acercásteis a la destrozada ventana para mirar, y la criatura estaba ya abajo, pues había aterrizado con sus escamosas patas cerca de Julia y don Lope; y acto seguido corrió hasta el muro del patio de la posada y lo saltó como si nada, perdiéndose en la noche...

Cargando editor
23/01/2023, 10:03
Criatura

Tras tu respuesta, don Lope echó mano de su espada, pues había decidido entrar él mismo, pese a la oscuridad del interior de la posada. Sin embargo, escuchásteis un flechazo, esta vez lanzado en algún punto de la planta segunda y, acto seguido, un gran estruendo.  ¡¡CRASSSSHHHH!! Enseguida oísteis un chasquido y un crujido, como si alguien cayera en unas tablas de madera y éstas quebrasen, o como si alguien se hubiera golpeado contra un mueble.

En realidad, algo había salido despedido por una de las ventanas superiores de la planta superior. Ello detuvo a don Lope, y al mirar vosotros hacia arriba vísteis a una criatura cuadrúpeda, con cuerpo gelatinoso, piel escamosa ojos grandes, y garras extremadamente exageradas. Había saltado de la ventana y ahora había caído en el patio, muy cerca de ti y el noble, y comenzó a correr cual perro, a cuatro patas. No tardó ni dos segundos en dar un gran salto y elevarse por el murete de la posada, perdiéndose en la noche. Viste entonces a Pablo e Ignacio asomarse un instante por la ventana destrozada de la segunda planta...

Cargando editor
23/01/2023, 10:04
Hombre alto

No tardaron el cazador y el pastor en bajar abajo, con sumo cuidado, y salir de la posada. Julia esperaba fuera, con don Lope y el hombre malherido. Todos habíais visto a la criatura. La ventana había quedado destrozada, debido al impacto en carrera y salto de aquel ser. Ahora no había rastro de él. Don Lope no podía articular palabra.

Eso no es sino parte de la maldad del judío... -dijo el tipo, postrado en la parihuela, quien también había visto a fatídico ser-. El mal atrae al mal, como la riqueza a la riqueza... Sois testigos de ello.

Don Lope se mordía los labios. Pablo e Ignacio relataron lo que habían visto dentro (cadáveres, sangre y todo destrozado, probablemente debido a ese maligno ser, quien debía haber matado a todo ser viviente en el interior, así como a los caballos del establo contiguo a la posada).

Cargando editor
23/01/2023, 10:05
Lope Girón Fernández

Vayámonos de aquí -ordenó secamente don Lope, respirando hondo (aquella visión le había repercutido, y mucho), y vos... -le dijo al herido-. Decidnos TODO cuanto sabéis de ese judío Eleazar o de lo contrario no os materé, aunque pudiera hacerlo, pero os quedaré aquí postrado y esa bestia os devorará antes o después...

Aquellas palabras no guardaban ninguna duda: el tipo no estaba ya en posición de negociar, y lo sabía.

Cargando editor
23/01/2023, 10:05
Hombre alto

En un par de días se celebrará, según creemos, una reunión -respondió-, la maligna reunión de Eleazar y sus súbditos. Quién sabe si para invocar al demonio o otros seres como éste. Lo hará en... la iglesia de San Juan de Bárbalos. No sabemos si su párroco, Julián García, está implicado en todo ello...

Cargando editor
23/01/2023, 10:06
Lope Girón Fernández

Entonces don Lope os hizo un gesto para continuar la marcha, pero en el momento de tratar de recoger al herido os detuvo. Ordenó dejarlo ahí, pues, según él, si lo cargábais (no contando con caballos) no llegaríais en ese tiempo a la celebración del mal, a Salamanca. Aquella dura decisión no hizo cambiar el gélido semblante al noble, quien no tuvo reparos en abandonar a aquel tipo.

Iremos a esa iglesia y, cuando todos estén dentro... irrumpiremos en ella y la liberaremos de todo mal. Ese judío me las va a pagar... -añadió entre dientes-.

Tras varias horas en plena noche, con un sólo candil como acompañante de la proeza, llegásteis a la ciudad de salamanca. Vuestros pies tenían sabañones, vuestro pelo estaba helado, al igual que vuestras manos y rostro y estaba claro que habría sido imposible haber cargado con aquel tipo. Suerte que no hubo nevado en los alrededores de la gran ciudad, puesto que aquello era frecuente.

Cargando editor
23/01/2023, 10:27
Lope Girón Fernández

* * *

Dos días después.

Habíais estado vigilando la iglesia de San Juan de Bárbalos, al norte de la ciudad, dentro de las murallas. Misa, rezo, beatos y beatas. Una y otra vez. Todo normal. Una vivienda alquilada cerca del tal templo había sido vuestro centro de vigilancia. Las gentes entraba y salían de allí, el párroco también, y todo era normal.

  

En las noches, apostados desde las esquinas, hacíais turnos, con el miedo de encontraros a algún trasnochador que pudiera echaros el guante, y todo por no perder ojo a tal iglesia. Don Lope paseaba por allí durante la maña y la tarde, y se había encargado él mismo de contratar a varios fulanos para irrumpir en la iglesia en el momento en que vieran algo sospechoso. Eran seis tipos de mal vivir, más bien dados a las puñaladas que a la palabra, y que sólo con verlos no hubiera sido sino cualquier quien hubiera corrido para evitarlos. Pero estando bien pagados como estaban, hacían caso a don Lope en el plan que tenía en su mente. En ningún momento el noble había tenido la intención de avisar a los alguaciles de la ciudad, pues de relatar tales hechos y tal estafa al suyo padre por parte del judío, las autoridades podrían haberlo buscado, haberlo atrapado y colgado en cualquier picota, no así pudiendo retornar a las manos de don Lope la carta de pago firmada por su padre, que tanto ansiaba...

Cargando editor
23/01/2023, 10:28
Lope Girón Fernández

Estábais ahora en la vivienda, mientras tales desarrapados vigilaban desde varios puntos de la plaza la tal iglesia de San Juan de Bárbalos. Estábais descansando y tomando unas viandas, al calor del fuego de una chimenea.

Escuchadme -dijo entonces el noble-. Mucho habéis hecho ya por mí, que no es sino acompañarme en este viaje y buscar a los desalmados en Ciudad Rodrigo. Habéis de saber que puede ser peligroso, que ese judío no se quedará de brazos cruzados. Dicen los sabuesos -así llamaba a los que había contratado-, que han averiguado que las puertas de la iglesia se cerrarán hoy antes... Puede ser algo peligroso, ¿estáis conmigo? No os obligaré más allá de lo que ya habéis hecho. Podéis ser ya recompensados y olvidar éste asunto... -os propuso el noble-.

Notas de juego

Con vuestro siguiente post: haced una tirada de IRR (Irracionalidad). Si no la superáis, lanzad 1d10 (y ello será lo que perdáis en Racionalidad, y a su vez, lo que ganéis en Irracionalidad). Ello es por haber visto a la criatura en la posada.

Cargando editor
23/01/2023, 16:47
Ignacio Durango

El monstruo escapó, para ello rompió una de las ventanas y se alejó, perdiéndose en la oscuridad de la noche. El hombre alto, tullido, nos dijo todo lo que sabía, para evitar quedar solo abandonado a su suerte. Aquello, no le pareció nada bien a Nacho, aunque de un criminal se tratase, si se le decía algo, luego debía cumplirse. Pero aunque joven, ya sabía que no era buena idea contrariar a un noble. Cuando partieron, busco una excusa para regresar hasta el patio, y dio rápida muerte al pobre desgraciado, que si hasta de las bestias se compadecía, no iba a ser menos con los humanos, por malos que estos fueran. Luego se unió al grupo.

Grandes fueron los devaneos que le ocasiono la visión de aquella criatura, que hasta pensaba que en cualquier esquina volvería a verla. No sabía de que podía tratarse, tan solo de un demonio, y nunca hubiera pensado que con uno de ellos tendría que encontrarse. Que una cosa son los cuestos, y otra muy distinta las realidades. 

Vigilaron la iglesia, y para tal menester Don Lope había contratado a seis personas, que más parecían bandidos que hombres de bien, pero ya hacía tiempo que dudaba hasta de la razón del joven noble. Tanto disgusto y riesgo de ruina, estaban afectando a su buen entendimiento. Aun así, una vez comenzado, y a falta de nada mejor que hacer, Nacho estaría con el noble hasta el final, quería saber como terminaba aquel asunto, pero sobre todo, no quería que aquel maldito judío se saliera con la suya.

- Yo me quedo con usted Don Lope, quiero llegar hasta el final de este asunto, y asegurarme de que ese judío paga por todo el mal que esta haciendo. Y por supuesto, saber que usted recupera lo que es suyo. Así que si le parece bien, puede usted contar con mi arco, para enfrentarse a Eleazar y los suyos.- Le dijo pronto al noble, ya que no era cuestión de cavilar, algo que hace ya tenía decidido.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gana 8% de irracionalidad, que pierde de racionalidad y ya esta anotado en la hoja de personaje. 

Cargando editor
23/01/2023, 21:18
Julia Brito

La visión de la siniestra criatura me acompañó en todo momento durante el regreso a Salamanca. Casi no abrí la boca en todo el trayecto debido a la confusión y miedo que me atenazaba el corazón. Además del monstruoso ser, había comprobado cómo este viaje tras el judío Eleazar había cambiado a los demás, convirtiéndolos poco a poco en hombres despiadados. La acción de don Lope no me sorprendió lo más mínimo.

Ya en Salamanca, el noble alquiló una casita al lado de la ermita donde se iba a celebrar el cónclave infernal. El bandido dijo que hasta el párroco pudiera estar compinchado con el judío. De vez en cuando entraba en el lugar santo y esparcía sobre los bancos de madera alguna gota de sangre de un botecillo que llevaba en uno de mis amplios bolsillos de mi falda. La cosa pintaba tan mal, que hasta don Lope contrató a unos malhechores para hacerle el trabajo sucio. El día de la reunión, la ermita cerraría sus puertas antes de lo acostumbrado.

-"Me quedaré junto a vos, don Lope, ya que me gustaría acabar con ese mal que azota estas tierras. No quiero que mueran más inocentes por ese malnacido judío." Le dije seria.

- Tiradas (2)
Cargando editor
25/01/2023, 11:45
Pablo de Bracamonte

Pablo miró algo fastidiado al noble, entrecerrando los ojos con cara de duda.

—Después de todo lo que hemos hecho y los días esperando aquí, ahora que tenemos a 6 matones respaldándonos, cree que vamos a largarnos ahora que estamos a punto de terminarlo? Nah, terminemos el trabajo.

- Tiradas (2)
Cargando editor
27/01/2023, 10:35
Lope Girón Fernández

El noble quedó complacido con vuestras decisiones. De tal manera, que después os explicó el plan que tenia en mente. Parecía un plan simple.

Eleazar y sus hombres llegarán a la iglesia. Los dejaremos hacer y deshacer ahí dentro, para que se confíen en su vil reunión en el santo templo. Uno de los míos contratados abrirá el portón con sus habilidades y les cogeremos por sorpresa. Habemos de terminar con ellos, mas no así con Eleazar, a no ser que tenga la carta de pago de mi padre encima de él, en cuyo caso yo mismo le arrancaré las manos y la lengua... Espero que Dios me perdone por ello, pues será testigo de una matanza en su propia casa -la iglesia-. Ahora descansemos un poco.

Cargando editor
27/01/2023, 10:36
Director

Pasaron las horas, y cuando la noche enseguida se echó en la ciudad de Salamanca (más pronto que tarde), acudieron al hogar donde estábais tres hombres. Eran parte de la fuerza de ataque de don Lope. Eran hombres de aspecto huraño, ropas oscuras y denotaban el haber participado en alguna refriega anterior, eso estaba claro. Dijeron que tres estaban fuera, vigilando las salidas de la iglesia y que ellos estaban preparados para entrar. Lope asintió y dejó que os preparárais.

Tras abrigaros bien y coger vuestras pertenencias, una vez que la noche era cerrada, comenzó a nevar. No sabíais si aquello era presagio de dificultad o ayuda. El caso es que, acompañados de aún finos copos de nieve que comenzaba a cubrir tejados y suelos, salísteis del edificio y marchásteis hasta el centro de la plaza donde se ubicaba la iglesia de San Juan de Bárbalos. A la altura de su puerta, efectivamente, pudísteis comprobar que las puertas estaban cerradas

Uno de los contratados por el noble sacó un par de ganzúas, una de gran tamaño, y la introdujo en la prominente cerradura que clausuraba el portón doble de madera. No tardó ni diez segundos en hacer restallar los resortes y pudísteis escuchar un "clac". Entonces la puerta se había abierto. Nada más abrir un poco el portón, notásteis el calor que emanaba del interior del templo, debido a la diferencia de temperatura con el exterior.

El noble, entonces, desenvainó su espada (la primera vez que lo hacía en su vida dentro de un templo santo), y los tipos también sacaron algunos cuchillos. En el templo reinaba oscuridad, en aquella especie de zaguán diminuto. La iglesia se alzaba detrás de aquella pequeña sala de entrada, y nada más asomaros vísteis un terrible espectáculo: allá en el fondo, en el ábside de la iglesia, justo debajo de la imagen crucificada de un cristo románico, y detrás de un altar de piedra, se hallaba un hombre de aspecto canoso, vestido con una túnica completamente blanca. Entre él y vosotros, también cerca del ábside, diez figuras también vestidas de blanco hacían un círculo. Todos ellos llevaban capirotes también blancos, alzados en punta, y una antorcha ardiente en su mano. El altar tenía velas negras y cirios de cera con colores de varias tonalidades, todos ellos encendidos. Al lado del altar había seis personas más, desnudas y maniatadas, que estaba sentadas en el suelo de cualquiera manera, cabizbajas, como apresadas (tal vez inconscientes, pues no lo apreciábais desde la distancia). Podría decirse que aquellos personajes parecían estar formando algún tipo de aquelarre, pues parecía que la figura solitaria instruía en cánticos o extrañas palabras a los demás, quienes parecían repetir lo que decía.

Cargando editor
27/01/2023, 10:36
Lope Girón Fernández

No tengáis piedad con ellos -decía don Lope, agachado en la entrada de la iglesia, oculto aún en la oscuridad-. Eleazar habrá de quedar con vida para que confiese -añadió, lo cual ya sabíais-. ¡A la carga!

Y en tales momentos el noble y los secuaces, junto a vosotros, irrumpísteis en la sala, armas en altos, con cierto griterío. Las figuras encapotadas en blanco color nieve se giraron y se dieron cuenta de que era un asalto.

Cargando editor
27/01/2023, 10:36
Eleazar ben Jonás

Y en tales momentos el noble y los secuaces, junto a vosotros, irrumpísteis en la sala, armas en altos, con cierto griterío. Las figuras encapotadas en blanco color nieve se giraron y se dieron cuenta de que era un asalto.

¡Matadlos! ¡Matadlos a todos! -gritó la figura que comandaba aquel grupo-. ¡No detendréis mis grandes hazañas! -entonces sacó un cuchillo de entre sus ropas y caminó unos pasos hacia donde estaban los hombres y mujeres desnudos, con la evidente intención de acabar con ellos-. El resto de secuaces hicieron caso y cargaron contra vosotros. Todos portaban un cuchillo, quienes no dudaron en echar mano de él.

Cargando editor
27/01/2023, 10:44
Súbditos de Eleazar

Aquellos tipos con el capirote en la cabeza cargaron contra vosotros. Tenían el rostro cubierto excepto en las aberturas de los ojos.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Es un combate. (es el momento final de la aventura)

Iniciativas:
Pablo 24:
Enemigo Pablo: 19
Julia: 18
Enemigo Julia: 16
Ignacio: 18
Enemigo Ignacio: 17

Cada uno de vosotros luchará contra uno de los secuaces del judío. Como hemos hecho hasta ahora, declarad 2 acciones normales o 1 extendida. Para llegar a Eleazar, tendréis que vencer, al menos, a uno de los secuaces (para romper el perímetro que hay en torno a él).

En el caso de Ignacio, en vez de aceraros, puedes invertir tu turno en disparar desde lejos (distancia normal), y comenzar el segundo turno cara a cara. Si decides acercarte como tus compañeros, lucharas cara a cara con distancia corta (+20% por tu arco). Como tú elijas.

Se supone que todas vuestras armas ya están desenvainadas/listas para este primer turno. Os toca declarar ;)
 

Cargando editor
28/01/2023, 14:24
Ignacio Durango

Pronto vieron donde estaba Eleazar con sus secuaces, parecían en medio de algún demoniaco ritual en el que iban a sacrificar a algunas pobres gentes que hasta allí habían llevado. Matar en una iglesia, era algo muy serio, un gran pecado, por el que tendría durante mucho tiempo que rezar y tratar de buscar el perdón de su alma. Pero aquellos eran seres malvados, que acababan con inocentes y que tan solo hacían traer el mal y el dolor al mundo, por lo que tratar de acabar con ellos, era hacer el bien, aunque para ello tendrían que derramar sangre en un templo. Tras rezar un padre nuestro y hacer la señal de la cruz se preparó para el inminente combate. 

Nacho no avanzó, sino que una vez los tuvo a la vista, disparó dos veces contra el enemigo que venía contra el. 

- Tiradas (6)

Notas de juego

Las dos acciones normales son dos ataques a distancia con el arco. 

Cargando editor
28/01/2023, 16:02
Director

Notas de juego

Buenas. No pueden ser dos disparos en un turno. La primera acción si que puede ser disparo, pero la otra habría de ser recarga antes de volver a disparar (la recarga de arco requiere una acción normal). Ignacio, ¿Lo quedamos en disparo y recarga?

Cargando editor
28/01/2023, 16:15
Ignacio Durango

Notas de juego

Perdón por el error, disparo y recarga. Y solo sirve lo del primer disparo. 

Cargando editor
28/01/2023, 18:24
Julia Brito

Antes de entrar, me concentré en activar una llama en uno de los puntos donde había dejado el día anterior gotas de salamandra. Eso podría distraer algo a los maleantes y darnos ventaja. Cuando la llama emergió de uno de los bancos de madera, sonreí satisfecha. Los demás entraron en tromba, cargando contra los acólitos de puntiagudo gorro. Yo me quedé de los últimos, ya que no quería estorbar, pero finalmente entré cuchillo en mano. Uno de los tipos vestidos con capirote se abalanzó hacia mi, por lo que tuve que defenderme. Traté de parar su estocada y devolvérsela.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Activo el hechizo antes de entrar.

Acción 1: Parar su ataque.

Acción 2: Intentar acuchillarle.