Aquí podréis gastar vuestros Monocoins por maravillosos premios. Conseguirás Monocois explorando habitaciones, resolviendo misterios y posteando frecuentemente.

Precios

3 Monocoins: Semilla de la esperanza (Reduce tu desesperación)

3 Monocoins: Semilla de la desesperación (Aumenta la desesperación de algún jugador)

3 Monocoins: Llave del armario de venenos del laboratorio de biología.

5 Monocoins: Guantes de boxeo (+5 en tiradas de combate cuerpo a cuerpo, uno por persona)

5 Monocoins: Antídoto (Te protege de envenenamientos una vez)

10 Monocoins: Manga sobre Hope's Peak. (AGOTADO)

Así que esto es la tienda... - dijo mirando la habitación de arriba abajo - ¿Y quién se supone que es el vendedor? ¿Hay más personas aparte de los alumnos aquí? - se preguntaba a sí mismo dubitativo - Bueno a ver que se cuece por aquí. - se remangó y empezó a explorar por cada esquina de la habitación en busca de algo que pudiera resultar útil para su estancia en Hope's Peak.

Explorando la tienda podéis encontrar que tiene cámaras, televisión y altavoces como en todas las otras habitaciones. La tienda está llena de objetos de toda clase, desde armaduras del siglo XVII hasta teléfonos de última generación que sabéis que no os van a ser de ninguna utilidad. En el centro de la sala, encima de un mostrador se encuentra una extraña máquina tragaperras accionada con un engranaje, metéis la mano buscando algo de cambio y encontráis tres monedas con la cara de un oso impresa.

Obtenéis tres Monocoins, vosotros decidís cómo os los repartís. Estáis agotados después de tanto ejercicio físico.

Voy inspeccionando la tienda en busca de algo.

- Raro verdad. Quiza haya mas gente aparte de nosotros que haga la comida, que lleve esto...

Hasta que dentro de una máquina expendedora aparecen tres monedas con la misma cara que ese oso, me preguntó si estás monedas serán útiles.

Mira tres monedas ¿cómo nos las repartimos?/B]

Revisó la lista de objetos que se podían comprar en la tienda y el dinero que habían encontrado. - Lo mires por donde lo mires, no hay forma de repartir el dinero y que podamos comprar algo, así que quédate tu con los tres Monocoins y si necesitas comprar algo lo puedes comprar, la próxima vez que exploremos y encontremos dinero me quedaré yo con un poco más y solucionado. - dijo entregándole las monedas en la mano y cerrando el puño de la chica, a gesto de no querer hablar más sobre el tema.

Empezó a acariciar su mentón mientras echaba un vistazo más - Mmm... Parece que no hay nada más en esta habitación, quizá deberíamos volver con los demás para ver que han encontrado. - pero le preocupaba algo y ya que estaban ellos dos solos en la habitación, aprovechó para comentarlo - La verdad es que no quería comentarlo para que no cundiera el pánico, pero antes de venir aquí me informé de todos los alumnos que iban a venir conmigo a clase, después de todo somos conocidos en casi todo Japón por nuestros talentos, pero hay tres de los cuales no tengo ni la menor idea de quienes pueden ser. - se rascó la cabeza con el puño mientras intentaba recordar las caras y nombres de cada uno. - Esos tres alumnos son Ichida-san, Kurozen-san y Hyudo-san, lo que me preocupa es que alguno de ellos pueda ser el que haya organizado todo esto... O quizá simplemente se han visto metidos en esto al igual que nosotros y no tengan culpa de nada, pero aun así... - la miró directamente a ella - No quiero preocuparte ni hacer que desconfíes de ellos, pero al no conocer sus talentos ni su forma de ser me preocupan un poco y más después de las normas que acaba de enunciar ese oso tan macabro... - miró ahora al suelo por pura preocupación. No sabía como iban a comportarse el resto de alumnos o si intentarían matar a alguien para intentar escapar de aquella prisión que debía ser su escuela.

Se intentó recomponer lo más que pudo, para no preocupar a su compañera - Lo siento Hikari-san, no quería meterte un miedo innecesario, a lo mejor son personas majísimas, además debemos colaborar entre todos si queremos salir de aquí. - dijo eso último con determinación. - Si no tienes nada más de lo que quieras hablar, creo que deberíamos ir con los demás, aquí no parece haber nada más que nos sirva de utilidad.

- Pero no me parece bien...- Intento discutir pero cierra mi mano con las monedas, no me puedo creer que me las haylaregalado, me alegro de haber coincidido con él en la tienda este chico súper majo por lo menos ya conozco a alguien tenía miedo de no encajar y no ser capaz de juntarme con nadie bien pero te debo una la próxima vez serán para ti pues me vale hablamos con los demás ¿Donde dijeron que nos pero iríamos cuando acabáramos la investigación?

Cuando nos disponíamos a irnos y me cuenta que ha estado investigaquínos y que hay gente que no le cuadra que esté aquí ya que nose sabe nada de ellos ni de sus talentos.

Pues ahora que lo dices me cuesta mucho creer que alguno de nosotros está detrás de todo esto, tambien es cierto que tiene que haber alguien que maneje ese bicho. Pero es difícil imaginarlo, no sé qué pensar de todo esto. Encima que comparte sus teorias se disculpa cuando soy yo la que tendria que estar agradecidatranquilo tienes todo el derecho a hacer tus oposiciones igual quieras estamos haciendo todos me alegro de que hayas querido compartirlo conmigo yo la verdad no sé muy bien qué pensar de todo esto es como una pesadilla no hago más que pensar que mañana me despertaré y estar en mi cuarto pero sé que no es así y por ahora me gustaría confiar en todos vosotros por algo somos compañeros, pero si que es verdad que es raro que no haya datos de esos 3

Se alegró de que la chica comprendiera sus miedos y le dedicó una ligera sonrisa - Gracias por entender mis miedos Hikari-san, pero no podemos dejar que el miedo nos reine, así que vamos a reunirnos con los demás en el bar e intentemos buscar entre todos una forma de escapar de aquí. - cogió de la mano a su compañera y salió de la habitación con un poco más de confianza hacia la Ultimate Karate Master y partió hacia el bar.

Kawamoto llega a la tienda

Solo tengo una moneda

Vaya timo

Enséñame lo de la pda

Lo da la pda 

Entra Fukumori en escena.

Tu Mimblewimble se ha hecho una planta enorme y ahora puedes usarla.

- Monokuma sensei.  Quiero comprar la semilla de esperanza, tengo las tres monocoins.

   Monokuma

Hai, tomaré tus preciadas monedas. Aquí tienes tu compra, si te la comes te sentirás mucho mejor.

El director te da una semilla que parece completamente normal. 

¡Obtienes semilla de esperanza!

- Si, ese es mi plan. 

Maxwell llega a la tienda, allí está la máquina expendedora que acepta monomonedas.

Maxwell compra por 10 Monocoins el Manga sobre Hope's Peak. (Sólo queda uno)

Maxwell se impacienta e intenta mover la máquina para que haga algo.

-!Muevete, maldito trozo de chatarra apestoso¡

Al echar las diez monedas y pedir tu producto, la máquina hace un ruido metálico, como si estuvieran rompiendo el cuello a un robot varias veces. El producto deseado se deja caer hacia la bandeja y lo recoges. Es una simpática revista del corazón que por las pintas, no tienes muchas ganas de leer; pero algo llama tu atención, es una foto de tu compañera de clase en la portada.

Saltas todas las páginas de amarillismo barato hasta llegar a la importante, la entrevista, de la que sacas este extracto:

E(Entrevistador): Entonces, Risu, ¿cómo se siente ser la profesora más joven de Hope's Peak?

R(Risu): Bueno, han sido muchos esfuerzos seguidos; pero después de terminar los estudios no quería abandonar la academia.

E: ¿Podrías desvelarnos algo de lo que está pasando dentro de la escuela?

R: Lamento decir que no tengo muchos detalles de la operación, además de que no puedo hacerlos públicos.

E: ¿Qué puede tener que ver el talento de experta en robots con educar a jóvenes alumnos?

R: Más de lo que imaginas, los humanos también seguimos rutinas y procesos lógicos comunes. Si es cierto que en nuestro caso tenemos mucha más irregularidad que una máquina; pero al final, todos siguen un estereotipo: el motero, el 'edgy', el positivo, el deportivo...

E: Cuéntanos, ¿hay algo que te preocupe de tu nuevo trabajo?

R: Está mal que lo diga; pero tanto secretismo es un poco agobiante.