Partida Rol por web

¿¡Se puede saber qué estáis haciendo aquí!?

¡Mañana hay algo muy importante y no permitiré que no estéis al 100% de vuestras capacidades!

¡Cada uno a su habitación! ¡Es una orden!

Y tan rápido como Monokuma entró a la habitación, este salió de ella. Al parecer era cierto que aquel oso bi-color tenía prisa y estaba entusiasmado por lo que pudierais hacer o dejar de hacer en aquel encuentro entre la vida y la muerte que estaba preparando como motivación del siguiente día.

Sin demasiado que hacer por el momento, y temiendo incumplir las normas, el grupo hizo lo que el oso había indicado, moviéndose cada uno a sus habitaciones, en donde encontraron en el buzón de sus respectivas puertas, sus queridas PDAs que al parecer no tenían... nuevamente. Y ahora las habían recuperado.

Shishio Uke entró como Pedro por su casa a la Cocina de aquella vieja cabaña. La cocina había cambiado para quienes lo habían visto en el día anterior, si es que hubo semejante día; puesto que a diferencia del día anterior había muchos menos aparatos de cocina.

Um, Este es un anuncio del Viaje Escolar del Comité Ejecutivo de la "Hope's Peak Academy"

Ya es la hora, ha comenzado el Horario Nocturno.

Al parecer a Shishio no le molestó lo más mínimo y, aún con la falta de materiales, este como pudo, se preparó una comida. Aún con algún que otro problema por allí y por allá, este logró terminar su comida sobre la medianoche. Al menos eso era lo que marcaba el reloj de la pared.

Shishio estaba tranquilamente comiendo cuando un fuerte golpe se escuchó en el interior de la cabaña. Uno tan fuerte que este muchacho pensó que aquella vieja cabaña quizás estuviera a punto de derrumbarse sobre su cabeza. Un golpe tal que incluso este comenzó a atragantarse levemente con el trozo de comida que se había metido en su boca... ¿Acaso la situación podía empeorar?.

La respuesta es sí.

Llegando corriendo con el rostro medio cubierto de sangre, llegaría Tsumiko Komachi, katana en mano, para ver en el interior de aquella cocina a un pequeño, asustado y comedor de espaguetis, Shishio Uke. El cual se había encontrado cara a cara con todo aquel percal de ver al "Virus" cubierto de sangre y armada frente a él.

...

-...-

Shishio se olvidó de masticar durante un segundo. Comenzó a toser. Un poco de tomate salió de su nariz. Era un espectáculo algo repugnante de contemplar, la verdad.

-_{No... no, no, no, no...} - Comenzó a repetirse, como si prefiriese no prestar atención a la mujer del momento, cubierta de pies a cabeza de su última víctima. Era de noche y estaba solo con una asesina. Tsumiko Komachi bloqueaba la única salida. Su última cena serían unos espaguetis.

-¡No!- Dijo una última vez, y, de espaldas, comenzó a manotear la mesa sobre la que estaba comiendo, buscando algo con lo que defenderse. Empezaron a caer trastos al suelo.

-¡A-alto ahí!- Dijo, finalmente blandiendo una cuchara de madera a su posible atacante. -¡No, em, no te acerques más!-

Maldita fuera mi suerte. ¡Maldita fuera! Lo que me faltaba: un testigo. Con la sangre recorriéndome el rostro con suma lentitud, le miré en silencio no ocultando la mueca de absoluta molestia, apretando los dientes tan fuerte como también apretaba el mango de mi espada. Habiendo un espléndido hotel con cocina y buffet libre, ¿por qué tenía el hombrecillo este que venir a comer a la cabaña vieja y destartalada? Yo, y mi maldita suerte.

Según los informes, la habilidad de este tipo era hacer construcciones de lego. Nada de lo que preocuparse. "¿Qué vas, a tirarme un brick de lego?" le espeté, mirándole con frialdad. "Suelta eso y cierra la boca. No grites. No te muevas." instrucciones fáciles de cumplir hasta para uno de los rechazados de la academia. "No me la líes y no tendré que matarte."

"Necesito reponer fuerzas..." murmuré hablando conmigo misma en voz baja de nuevo. Miré a todos lados en aquella cocina, buscando comida. El chico había estado comiendo espagueti. No prestándole más atención que la suficiente, me acerqué a él, y con la mano derecha aún firmemente aferrada al arma, le dije un... "Lo siento." ...justo antes de quitarle el plato de espagueti con la mano que yo tenía libre. Tomé otro cubierto, me aparté de vuelta y empecé a comer, mirándole de reojo. Quitarle la comida a una persona no es agradable, pero no tenía tiempo. Debía reponer fuerzas y salir pitando de allí.

-Oh, em. Sírvete. _Supongo...-

Vaya por dios, Shishio. Estás en una cocina, llena de objetos metálicos afilados, ¿y decides defenderte con una cuchara? Ya has hecho el ridículo dos veces delante de la enemiga pública nº 1 de la isla.

Y vaya con ella, también. Era más o menos lo que Shishio se esperaba de una persona en la mirilla de Monokuma. La frialdad. Las amenazas. Los insultos (¡A lo mejor sí que le iba a lanzar un bloque de lego! ¡¿A que eso no se lo esperaría, eh?!). La absoluta falta de modales. Hasta su reciente maquillaje carmesí entraba dentro de sus expectativas. Todos los elementos que aterrorizarían a un enano estaban presentes.

Y, sin embargo, más que terror, y sorprendiéndose a sí mismo, lo que sentía el susodicho enano era más bien... curiosidad. ¿Quién era esta mujer, y cuál era su relación con la Academia?

¡Oh, tantas preguntas que hacer! ¿Dónde estaban? ¿De dónde había venido? ¿A qué venía, ella? ¿Cómo es que Monokuma no conseguía cazarla, si no estaba evitando las cámaras? (Espera, ¿había cámaras, allí?) ¿Qué había sido ese ruido de antes?. Shishio no sabía si Tsumiko Komachi iba a ser más cooperativa que Akemi Eiji o el oso, y tenía todas las razones posibles para desconfiar de ella, pero... no sabía. Parecía... ¿más razonable, de algún modo? Ella era la única persona viva que parecía tener algún interés en acabar con aquél juego horrible.

Había una pregunta que parecía más importante que todas las demás, en ese momento.

-...¿De, um, de quién es esa sangre?-

¿No le había dicho que cerrara la boca? Y ahí estaba, haciéndome preguntas... al menos, me estaba dejando comer en paz. Sin rebeldías estúpidas ni salir corriendo... era un comienzo. Lo prefería así, así que más me valía mantener la situación controlada. Tenía dos opciones ahora. Podía intentar intimidarlo diciendo que la sangre era de quien había matado... o podía decirle la verdad. Se había tranquilizado a si mismo así que... "...Es mía." le contesté. "...Pisé el extremo de un tablón suelto, con la mala suerte de que se levantó y me hizo una brecha." Me importaba bien poco si no me creía, mientras siguiera dejándome en paz. Seguí comiendo, y cuando terminé el plato, con cuidado y vigilancia fui a la olla y eché más espagueti. Volví a apartarme para seguir comiendo, pero antes de continuar, aproveché para preguntar... "Yoshimatsu Arai mencionó que en este... 'juego' hay dos espectadores. ...¿Sabes algo sobre eso?"

-...Ay.- Bueno, era un alivio que no hubiese ningún muerto más.

Aún así. Ay.

Shishio alzó las cejas un poco al oir el nombre de Yoshimatsu. ¿Había hablado con él? Espera, sí. Sí, se acordó. El propio Arai lo mencionó antes, en la reunión.

-¡Oh! Um. ¿Ni idea?- ¿Dos espectadores? A no ser que fuera metafórico, no sabía a quien podría referirse. -Supongo que... ¿Monokuma y Akemi Eiji? Nos ven a través de las cámaras. Y parecen, um, pelearse, de vez en cuando. ¿No deberían? ¿Es eso lo de... em, Avatar y Usuario? _{Lo dijiste cuando... um. Cuando empezamos, vaya.}-

Pensó en Yoshimatsu Arai, y las cosas que le habría dicho. Y las cosas que sabría y no sabría.

-...Yo no me fiaría mucho de Arai, creo. Sobretodo después de que-- Oh, no. Absolutamente no debería mencionar eso. No delante de Tsumiko. No queremos que la mujer con espada se... altere. Y, francamente, al enano solo pensar en ello le daban un poco las arcadas. Así que mejor ni sacar el tema.-_{...Ah, olvídalo...}-

Desvio táctico de conversación. Shishio sacó su Monopad, y le enseñó una imagen. Las reglas.

-...¿Supongo que sabes sobre esto?-

"Monokuma y Akemi Eiji... es la respuesta fácil..." incluso dejé de comer en aquel momento, llevándome la mano libre al mentón en actitud reflexiva.  Podía ser, sí. A veces las preguntas complicadas tienen respuestas sencillas, no lo niego. ¿Pero no era acaso Akemi Eiji un participante? "Avatar y Usuario, sí. Pero también mencioné a sus cómplices. Dudo que Akemi Eiji sólo quisiera 'observar', no habría montado todo esto de esta manera. No necesitaría cómplices que le protegieran, no necesitaría estar dentro del juego. No, yo creo que él lo que quería era participar. Ser el héroe. Ser el protagonista, estar a la altura de los Ultimate de verdad. Tener lo que nunca tuvo como Rechazado. Estoy casi segura..."

Me di cuenta de que quizás había hablado demasiado. ¿Qué me aseguraba a mí que Sishio Uke no fuera uno de los cómplices de Akemi Eiji? Bien que estaba ahi, sonsacándome información... Sin embargo, el gesto que hizo después me pilló de improviso. No, no me refiero al consejo de no fiarme de Arai, sino a lo que vino después. La Regla de la PDA. "...Sí. Sabía de ello. ...Gracias... por enseñarmelo." La PDA con esa maldita regla concreta que me enseñó. Esa regla que decía que si me asesinaban, ganaría de inmediato, se graduarían, sin más, sin juicio. Un jodido billete de salida del infierno con tan solo el precio de la cabeza de una desconocida. Así que, ¿por qué lo hizo? ¿Por qué enseñarmela? ¿Porque quería ganarse mi confianza, o porque... de verdad fue un gesto de bondad genuino?

"...¿Asumo entonces que no quieres 'ganar' y matarme? Es o eso, o que eres uno de esos zorros que intenta ganarse la confianza de una para luego clavarle el cuchillo por la espalda. ...¿Como Yoshimitsu? Dos personas me habéis avisado ya de él, aunque... ninguno ha querido contarme el por qué." comenté, llevándome otro tenedor con espagueti a la boca.

-¡Oh! ¡Oh, no, no, no! ¡Por supuesto que no! Quiero decir, incluso si pudiera... Yo nunca... Por supuesto que no. Dios mío.-

Tsumiko, desde luego, tenía razones de peso para sospechar de él. Casi se había olvidado de que esa regla que había enseñado era un escenario muy real. Era muy difícil, acostumbrarse a pensar en todas las personas que le rodeaban como enemigos potenciales.

Lo que le llevaba a pensar en cuánto tiempo Tsumiko había tenido que vivir de esa manera. ¿Qué había sufrido aquella mujer?

-...La mayoría de la gente no mata. Por eso es ilegal.- Enfatizó la palabra "mayoría". Incluso siendo Shishio un joven tan aislado como era, e incluso solo conociendo a sus compañeros desde hacía un par de días, él ya sabía que ellos eran un grupo de gente particularmente extravagante. Algunos de ellos, diría, a un nivel preocupante.

-Sí, bueno. No te acerques mucho a Arai. Es un sociópata. Incluso se propuso como cómplice. Dijo que, um, tenía algo, ¿"para llamar su atención"?-

Sí que estaba desembuchando, el enano. No era del todo ilógico, pues, según lo que había podido ver, Tsumiko Komachi era la única persona que había conseguido asustar a Monokuma. Pero aún así, ¿no debería Shishio estar mucho más paranoico?

-Uma Yugana tampoco pareció tener ningún problema con la idea. Y... um... ¿probablemente puedes fiarte de Joshua? _{Aunque sí ha formado un grupo para buscarte...} De los demás... ni idea. Algunos parecen más normales, otros menos.-

Le resultó un poco raro a Shishio estar hablando tanto tiempo. ¿Qué era lo que tenía Tsumiko, que le hacía parlotear así? Para ser uno de las "pobres inocentes víctimas" del Juego de la Matanza Mutua, que no sabía dónde estaba ni qué hacía ni qué pasaba, Shishio esaba dando más información de la que recibía.

Pero planeba terminar eso en ese momento.

-...¿Qué es Monokuma?-

Mientras Sishio Uke hablaba yo seguía comiendo. Normalmente la gente de hecho se suele sorprender de todo lo que como cuando de verdad de verdad tengo hambre. Afortunadamente, esta vez no hubo charla banal sobre aquello. Sishio Uke al menos parecía entender la situación en la que estaban... en la que estabamos, supongo.

"Yo diría que es al revés. La mayoría de la gente no mata porque es ilegal. Si eliminas ese factor... es fácil hacer que todo el mundo acabe matándose. Es fácil convertir a la gente decente en monstruos. Y ya no te cuento con la gente sociópata como... Yoshimatsu, por lo que veo. Monokuma siempre, siempre encuentra los hilos de los que tirar. Ya lo has visto con la PDA. Lo normal que de repente se ha vuelto darle caza a una persona para matarla. ¿Grupos para inocentemente 'buscarme'?" bufé ante lo irónico sarcasmo. "¡Venga ya!" 

Bastante tranquila estaba yo para la jodida mierda que se me venía encima. Monokuma me había puesto entre la sartén y el fuego. Si me dejaba matar, game over. Y si mataba en defensa propia, game over. Sishio Uke quizás entendía esta situación. Quizás por eso me hablaba con tanta confianza aun teniendo una katana y siendo también la diana andante que era.

"Monokuma es..." tomé una servilleta para limpiarme no el rostro de sangre, sino la boca del tomate de los espagueti. "...Un oso." concluí, sonriendo con picardía enseñando los dientes. Tras unos segundos, ahora si, después de la broma, respondí de verdad. "Es un oso robótico. Un avatar controlado a distancia por un 'piloto' o usuario a radiocontrol. Una máquina fruto de una mente retorcida y sus igual de retorcidos cómplices.

"La Ultimate Despair..." chasqueé la lengua en molestia nada más recordar a esa loca... Tomé un vaso de agua y bebí. "...Monokuma es su símbolo. El símbolo de la esperanza aplastada en trocitos. El símbolo de la Desesperación. Monokuma es su herencia. Si la Desesperación es un cancer, Monokuma es el tumor."

"Tú es que eras un rechazado con un talento menor y a lo mejor por eso no lo entiendes. Pero los Ultimate somos las personas con mayor talento en hacer lo que hacemos en toda la Tierra. La Ultimate Despair está muerta, pero su pútrida influencia sigue corrompiendo, sigue matando, sigue haciendo sufrir a inocentes. Sin Monokuma, Akemi Eiji no hubiera podido montar este maldito juego de matanza suyo. La inversa también se cumplía... sin Akemi Eiji, sin su usuario... Monokuma por si solo no hubiera podido montar todo esto. Pero ahora que el maldito juego está en marcha..." mi rostro se ensombreció. Le di ligeramente la espalda, dispuesta a marcharme ya, pero le miraba con la cabeza. "...No estoy muy segura de que se pueda detener aunque Akemi Eiji muera."

Esa... era una visión muy cínica del mundo, si tenía que dar su opinión. "¿Es fácil convertir a la gente decente en monstruos?" Eso no podía ser cierto. No... no sonaba bien. No sonaba como el mundo que Shishio conocía. Aunque era él el recluído asocial, así que qué sabría él. ¿Tan irreal era su concepto del exterior? ¿Había sido afectado tanto por películas de héroes y villanos que se había engañado a sí mismo, pensando que podían ser reales?

-Sí... no quiero pensar así...- Se dijo. Más hacia sí mismo que hacia Tsumiko.

Escuchó antentamente la explicación del virus sobre Monokuma.

-...Eso explica bastante. Principalmente, explica por qué estamos siendo acosados por un adorable oso bicolor parlante.- Respondió. -_{...El símbolo de la desesperación...}- Parecía de mentira. Realmente había personas que querían contemplar el sufrimiento de los demás. Más de una, por lo que había entendido. Esa tal Ultimate Despair, quien quiera que fuera, y Akemi Eiji, su sucesor.

...Pero...

-...¡Pero eso no tiene sentido! ¡Está claro que Akemi no tiene un control absoluto sobre Monokuma! ¡Quedó claro durante el juicio! Akemi intentaba controlar la conversación y Monokuma la desviaba. ¡Constantemente! ¡Se negaba a seguir órdenes!- Tuvo que parar un rato para recordar los eventos de aquél juicio. A pesar de que, desde su perspectiva, tan solo habían sido un par de días, ya parecían muy lejanos. -Y... al final...-

Shishio Uke se acordó.

-...Las cadenas. El "protocolo 11037"... Acusamos a la persona correcta, pero el juicio terminó como si no...- Murmuró. -Nada salió como debería. Y luego... todo volvió a empezar. La isla se reseteó.-

"Con un par de diferencias", pensó el enano. Y una de ellas estaba delante suyo.

-...¿Recuerdas cómo llegaste a esta isla? ¿De dónde partiste? Y... ¿lo que ocurrió cuando encontraste la playa?-

Qué bonito. ¿No quería pensar así, huh? Tafuna Iwa y Katsumoto Obinata tampoco querían pensar así. Ojalá el mundo funcionara con idealistas bobos. Pero mira, al final, aunque sobrevivan a un infierno, acaban muriendo descuartizados por osos robóticos. O aplastadas por todo el jodido edificio. Al final, la esperanza no sirve para nada, todo acaba en muerte, y Junko Enoshima siempre, siempre gana incluso hasta jodidamente después de muerta.

"¿El Juicio?" parpadeé sorprendida, empalideciendo al oirle. "¿Ya habéis tenido un juicio?" estuve a punto de acercarme, agacharme y agarrarle de la ropa ante la importantísima revelación, pero me contuve y no me moví. "¡No me jodas! ¿Hemos llegado tarde? ¿Hemos venido hasta aquí literalmente solo para morir?" Y encima Protocolo 11037, no sabía qué mierdas era eso, pero qué graciosillo e irreverente debió sentirse Akemi Eiji con el nombrecito. Pero espera, ¿cómo? "¿Cómo que la isla se reseteó? ¿Que todo volvió a empezar? ¿De qué estás hablando?" Apreté los dientes, ¿pudiera ser acaso esa la razón por la que yo...? Pero eso era imposible. El enano no me contestó la pregunta, no todavía, primero quería saber cómo llegé. De dónde partí y... ...lo que ocurrió al llegar a la playa.

"...Katsumoto y yo venimos de la Hope's Peak Academy.¹ La ciudad estaba destrozada y vacía. No había ni cadáveres, completamente vacía. Tras unos meses después de sufrir nuestro propio infierno, mi novio tuvo la brillantísima idea de intentar evitar que a vosotros os pasara eso mismo. Sabíamos que había un juego en preparación. Sabíamos por la documentación que encontramos en la Academia... y también entre las propias cosas de los Rechazados de la Hope's Peak, los mismos que nos habían hecho sufrir ese infierno... que tenían otro grupo en Jabberwock Island. Así que Katsumoto, el tonto de la Esperanza, dijo que quería salvaros, ¿y qué hice yo?" me tembló la voz. Me mordí el labio en frustración, y si no lloraba era porque ya había llorado tanto que no tenía energías. Tomé un vaso de agua para aclararme la garganta y continué. "Le seguí en el barco. Bajamos, y la palmamos." espeté, escapándoseme que aquella realidad no era esta, ese... déjà vu, aquel mal sueño, mal augurio... ...que nos obligó a cambiar de planes en el último momento. ...¿Y para qué? Al final, la palmó igual, y yo iba a ser la siguiente... ...¿o quizás...?

"Y ahora responde. ¿Qué es eso de que la isla se reseteó?"

Era bueno saber que Tsumiko y Katsumoto habían llegado físicamente a la isla en un barco de verdad y no, qué se yo, poniéndose unos cascos de realidad virtual. Lo cual era una hipótesis que Shishio había estado barajando. Aunque... el hecho de que las memorias de esos dos también se habían reseteado, aunque fuera parcialmente, mientras que al resto de los alumnos rechazados no les había pasado nada... Era sospechoso.

¿Sabía Shishio que "Tsumiko Komachi" era real? ¿Que no era una parte más de la isla, como Monokuma?

No. No lo sabía. Pero si lo era, no sabía la razón de que estuviera allí. ¿Para dar esperanzas a los alumnos, antes de arrebatárselas descaradamente?

No, eso era estúpido. Era demasiado enrevesado para ser cierto. Y además, Tsumiko parecía demasiado... real. Tenía penas, tenía relaciones. La había visto emocionarse al hablar de su compañero. Sería una manipulación muy severa, si eso fuera cierto.

...Eh, presta atención, Shishio. Tsumiko te ha hecho una pregunta.

-¡Ah! Ah, sí.- Respondió. Por algún motivo, Shishio se sentía tranquilo. Había perdido su tic verbal, hablando con Tsumiko.

-La primera vez que nos despertamos en la isla, en la playa, eramos... 16 personas, creo. Yo estuve a punto de ahogarme en el agua y luego llegó el velero. Salísteis vosotros dos de él y...- Pausó un poco. No sabía si continuar con esa parte de la historia. -Sí, moristeis. Akemi Eiji os controló, de alguna manera. Usando marionetas.-

Hizo una mueca, esperando alguna reacción del virus.

-Luego Monokuma nos explicó las reglas, fuimos al hotel y recogimos nuestras Monopads. El día continuó, yo estuve a punto de ahogarme en una maleta y, luego, Kaori Hamasaki asesinó a Ryoko Minami.

Durante el juicio, Akemi Eiji insistió mucho en que Uma Yugana era la verdadera culpable, a pesar de que ella no podía haber sido, porque se había quedado encerrada en el baño. De hecho, alguien (¿creo que fue el pervertido?) sacó que Uma Yugana fue rechazada por la Academia. Y dijo que podría ser ese su motivo, o algo.

Al final del juicio acusamos a Kaori y, cuando Monokuma golpeó el botón... dijo que nos habíamos equivocado. Que otra persona era la culpable. Y luego... cayeron las cadenas. Nos comenzaron a asfixiar... A todos, menos a Uma y a Arai. Yo estuve a punto de ahogarme en una cadena y, luego, Akemi empezó a gritar órdenes. "Abortar", dijo. "Protocolo 11037", también. Y todo se volvió negro.

Nos despertamos otra vez, en la playa. No teníamos las Monopads. Eramos 15. Ryoko estaba muerta. Yo estuve a punto de ahogarme en el agua, y luego Kaori atacó a Akemi con...-

...

-...Con un cuchillo...-

Shishio Uke miró al suelo. Se había dado cuenta de algo.

-...Em... Ah, sí. Kaori le clavó el cuchillo a Akemi en la mano. Aprecieron Monokuma y el velero, otra vez. Katsumoto disparó a Kaori por accidente y...-

Um.

-...Bueno, y eso.-