Partida Rol por web

Shiro Arakawa y Tsumiko Komachi llegaron sin problemas o inconvenientes a la Zona de Habitaciones del Hotel, al parecer la estancia estaba igual que siempre, eso sí, con una puerta reparada en lugar de completamente rota. Pero por lo demás, la situación parecía ser normal.

Al llegar a la zona de las habitaciones, revisé uno a uno los buzones, buscando el que señalara cuál era el de Akemi Eiji. Fue aquí donde, de no ser por la muerte de Joshira Rukajo, Akemi Eiji me habría ahogado tal cual en la jodida piscina. Aparentemente, ella habría sido la segunda vez que me mataba... "...Eh, Arakawa-kun."  le llamé. "Dime una cosa... Suigin Shita dijo algo así como que... este no fue el primer Juicio Escolar que tuvisteis. También dijo que Akemi Eiji ya me había matado antes. ...Y sin embargo estoy viva. ¿Qué piensas de ello? ¿Alucinación colectiva, o...?"

Cuando Shishio Uke salió de su habitación, se encontró de cara con Tsumiko "Virus" Komachi, investigando muy de cerca lo que parecía ser el buzón de correo del propio Shishio Uke, o aunque no le perteneciera o hubiera pagado por él, seguía teniendo ahí su nombre, por lo que bueno... eso... por otro lado, Tsumiko "Virus" Komachi estaba armada con una katana.

Y detrás de ella estaba Shiro Arakawa...

Tsumiko "Virus" Komachi comenzó a investigar los buzones de correos del ala de los chicos, pero por desgracia para ella, aún no había encontrado el que estaba catalogado como de "Akemi Eiji" cuando, investigando uno de ellos, la puerta de detrás se abrió mostrando un, confuso/asustado, Shishio Uke.

Imagínate, estás tan tranquilo en una isla de asesinato mútuo, y te encuentras con una "amenaza" dicha por todos, examinando con cuidado y detalle tu buzón de correo... Al menos Tsumiko Komachi no estaba portando un arma filosa... o... espera...

"Anda, mira quién aparece. El pequeño señor chivato." mi mirada no fue para nada amistosa. "Es una pena que tu amiguito Akemi Eiji ya no esté aquí para mancharse las manos por ti como intentó anoche. ¿Qué te prometió para que me vendieras, huh? ¿Un pase de salida gratuito? ¿O es que acaso trabajabas para él desde el principio?" ese maldito crío ayer consiguió que yo bajara la guardia pensando que era alguien decente en medio de hienas. Pero no, resultó ser tan buitre como los demás, revelándole mi posición al enemigo.

No sé ni por qué me molestaba en hablar con él. Continué mirando los buzones uno a uno. Tarde o temprano encontraría el de Akemi Eiji.

Tsumiko Komachi continuó investigando todas las habitaciones y antes de encontrarse con la de Akemi Eiji, esta se encontró con un nombre similar, en concreto, con el de Katsumoto Obinata, lo cual, por otro lado, parecía ser algo extraño, puesto que este no había "participado" en el juego, al menos no como uno de los "originales".

"Khh..." apreté los dientes ahogando mi exclamación de absoluta sorpresa, pavor y dolor. ¿¡Qué diantres!? ¿¡Por qué había una habitación aquí para Katsumoto Obinata!? ¿Significaba eso que desde el principio Akemi Eiji sabía que ibamos a aparecer? ¿Pretendía quizás matarme y torturarle a él en el Juego de Muerte? ¡¿Entonces por qué lo mató?! Inspiré y espiré hondo antes de hablar, calmándome y tratando de recuperar la compostura. "...Aquí hay habitaciones que no deberían existir y faltan habitaciones que sí deberían estar. Ultimate Hacker." me giré hacia Shiro Arakawa. "Después de que miremos la habitación de Akemi Eiji...." señalé con el pulgar el siguiente buzón en la fila por detrás mía, ya había visto de lejos que esa era la habitación que buscábamos. "...¿Me harás el favor de abrir esta también?"

-¿Q-qué? ¡No, no me ha prometido nada de eso! ¡Quiero decir, no me ha prometido nada! ¡QUIERO DECIR, NO SOY UN CHIVATO!- Ahora sí que estaba temblando, Shishio Uke. Apoyado sobre la puerta que acababa de cerrar, si daba un paso en falso, le matarían. Tsumiko Komachi era la única persona que iba armada en esa habitación. Al menos, que pudiera ver.

-¿Cómo... cómo puedo haberme chivado? ¡Estábamos los dos juntos cuando Akemi Eiji te encontró! ¡Y no me viste usar la, um, el Monopad, en ningún momento!- No la miraba a su cara. Solo podía fijarse en esa afilda espada que llevaba encima.

Sí que mantuvo la atención suficiente como para darse cuenta de ue estaba rebuscando en los buzones. Buscando el de Akemi Eiji, según parecía. Y con Shiro Arakawa, una persona que no conocía realmente. No había hablado con ella en absoluto, aún.

-Em, ¿las habitaciones? Sí, cambiaron tras el primer juicio. Apareció la de Katsumoto Obinata... Y, bueno, em... _{eso no es lo único...}-

Comenzó a alejarse de la puerta de su habitación. Lentamente, paso a paso. Y nunca apartando la mirada de la katana.

Se acercó a Tsumiko y le presentó una PDA.

-Esta... es la PDA de Katsumoto Obinata. Barbara, um, la lanzó a través de la ventana de mi habitación tras usarla. ¿Pero la foto no se parece? De todas formas, quería que la tuvieses tú, si la aceptas. _{Así al menos tienes una habitación, supongo...}-

Esperó unos segundos incómodos, con los brazos extendidos y la PDA en sus manos.

-._{..Ah, y he dejado un mensaje escrito en el chat... Aunque no lo he enviado aún. Deberías mirarlo nada más tomarla.}-

—Suigin Shita tenía una... sospecha—explicó el peliblanco, en voz baja—. ¿Te has planteado el cómo te llaman? Virus. ¿A qué te suena eso? —Dejó un momento para que lo pensara, pero no esperó a que respondiera antes de seguir hablando—. Ella piensa que estamos encerrados en algún tipo de simulación, una realidad virtual. Si es así, que hubieran alterado nuestros recuerdos no sería nada imposible, ¿verdad?

Se rascó ligeramente una mejilla.

—No sé si esa es la verdad, pero encaja con la situación en la que estamos.

Shiro revisaba los buzones junto con Tsumiko, fijándose en quién tenía cada habitación, cuando se crucaron con Uke. No podía decir que le conociera, pero sí que parecía que no se fiaba de él, por la mirada que le dedicó. En cualquier caso primero respondió a la petición de abrir la otra puerta.

—Probaré suerte —asintió con la cabeza, mientras se hacía un mapa mental con el que había sido el reparto de las habitaciones.

Claro, que el tema de las habitaciones de más y de menos también tenía su propio interés.

—¿Antes de pasar a ser de Katsumo Obinata, estaba vacía, o había otro nombre? —miró el monopad que estaba ofreciendo a Tsumiko, y entonces comentó, cabeceando un poco—. Con eso, no hará falta ninguna magia para abrir esa puerta.

Dicho todo eso, habían ido allí con una intención, y Shiro quería probar suerte. No se había ganado el nombre de su talento en un sorteo, pero dependería de que tuviera alguna forma de colarse en el sistema que controlaba las puertas, bien fuera físicamente si había alguna forma de acceder al cableado, o digitalmente si las Monopads resultaban tener alguna vulnerabilidad. Y empezaría por la puerta de Akemi Eiji.

Si no fuera porque el que me susurró aquello fue el Ultimate Hacker, le habría tomado por loco. Pero, por el contrario, por loco y absurda que sonara, su teoría era hasta deseable para mi. Implicaría confusión y preguntas, pero al menos cabría esperanza...

...

¿Paranoia mía, o verdad más que obvia? La reacción de Sishio Uke fue cuanto menos sospechosa. Me preguntó que cómo podría haberse chivado si estabamos juntos. "No, solo estuvimos juntos en la cocina. Además, no te hagas el tonto, no necesitaste un Monopad." saqué de mi bolsillo para enseñárselo el Walkie-Talkie que había encontrado, todavía tenía restos de cinta pegada. "Usaste un Walkie-Talkie como este, probablemente este mismo, pero cometiste el error de dejártelo allí mismo en la oficina de la cabaña." me lo guardé y le di la espalda, enojada. Fue en aquel momento entonces cuando me alejé del retaco y empecé a rebuscar uno a uno los buzones. Cuando me paré aquel instante delante del buzón de Katsumoto Obinata, respirando hondo para calmarme, Sishio Uke me acercó algo que me dejó totalmente descolocada. "¿Huh?" tomé la PDA con incredulidad. "¿Pero qué...?" una PDA... ¿¡de Katsumoto Obinata!? Quizás debí esperarme a estar a solas, pero aquello era demasiado importante como para no encenderlo ahora mismo. Mientras que el hacker se ponía a hacer su magia en la puerta de Akemi Eiji, decidí hacer caso a Uke y encenderla ya. "No entiendo por qué me das esto si me querías muerta..." supuse que ahora que el pase Komachi a la libertad había caducado, y que su protector Akemi había desaparecido, ya no le interesaba ser mi enemigo... Cuales fueran sus intenciones, Sishio Uke me había entregado algo valiosísimo para mí y de verdad, de verdad tenía que darle las gracias. "...Gracias. Supongo que te debo una disculpa... Tal vez, y solo tal vez, no fuiste tú el que dejó ese Walkie-Talkie en la oficina." ...aunque las pruebas seguían apuntándole a él.

A parte de ese, en el chat hay un mensaje pregrabado sin enviar.

• Uma Yugana es cómplice de Akemi Eiji.
• Uma Yugana puede localizar PDAs
• Joe Jonstar era cómplice de Akemi Eiji.
• Ízan Pasternak era cómplice de Akemi Eiji.

-¡No te quería muerta! ¡No quiero a nadie muerto!- Ugh, Shishio no sabía por qué se molestaba en levantar la voz. Si ya sabía la repsuesta que iba a recibir. Algo edgy sobre cómo todos fingen que son civilizados, pero en la oscuridad de su corazón no se qué más. Al menos Tsumiko ya parecía más dispuesta a escuchar.

-No... no me acuerdo bien de lo de las habitaciones. Pero ocurrió después del reset, cuando vine a recuperar mi Monopad. La habitación de Ryoko Minami pasó a ser de Kaori Hamasaki. Y, ¿creo que la antigua de Kaori pasó a ser de Katsumoto? _{Puede que me esté olvidando de algo...}-

Ahora, Shishio también tenía unas preguntas quemándole en la mente.

-Tsumiko, viniste en barco, ¿no? Desde la Hope's Peak. Podrías, um, ¿dar más detalles? ¿De qué puerto salisteis? ¿Cuánto duró el viaje? ¿Cómo es que vosotros dos sabéis navegar un barco? Si no había nadie en la ciudad, ¿de dónde sacásteis la comida para aguantar hasta aquí? Estoy... barajando una teoría... _{Aunque no se si me la creo...}-

Esa era obviamente una continuación de una conversación anterior. Shiro no se estaría enterando de nada. Pero, ¡anda! ¡Shiro estaba ahí! ¡Podía aprovechar para comentarle una cuestión que había estado fermentando!

-¿Por qué tienes un conejo rosa en tu habitación, Shiro? Ese que encontró Arai. Es... ¿algo que has construido? _{Yo... em... bueno, también he hecho un Monokuma... Es difícil pensar en otra cosa...-}

La curiosidad pudo a Shiro, así que él también se acercó para ver con qué se encontraban en la MonoPDA. Sus cejas se alzaron y giró levemente la cabeza.

—El Katsumoto Obinata de la playa... —No tenía ese aspecto, pensó sin decirlo.

Leyó también el mensaje del chat, frunciéndo el ceño, y después volvió frente a la puerta de Akemi, aun investigando si podía abrirla.

—Ese mensaje no prueba mucho, en realidad —murmuró—. Los mensajes sin enviar no tienen fecha, por lo que puedes haberlo escrito tú ahora mismo, escogiéndo los nombres al tuntún. Dos están muertos, y la tercera no le cae bien a nadie, así que es más fácil convencer a todo el mundo de que está en el bando enemigo. No digo que no puedan ser verdad, pero los cogería con pinzas.

Por último, respondió a la pregunta de Uke.

—No, no lo hice yo. Que sea el Ultimate Hacker no significa que sepa hacer de todo —respondió, sin mirar a Uke—. Sé programarlo, pero no tengo ni idea de cómo se fabricaría una cosa así desde cero. El cacharro ya estaba en mi cuarto cuando llegué, y de hecho, ya no está ahí. Puedes comprobarlo tú mismo.

Suspiró.

—¿Por qué no dices tu teoría, por increíble que sea?

-Quiero decir, sí. Acabo de escribir el mensaje ahora, en mi habitación. Pero vi antes a Uma antes del juicio, en la playa, buscando a Ízan. Y, bueno, ¿sabes cómo se descubrió el documento ese que decía que Uma no era alumna de la Hope's Peak? Creo que, um, es algo sospechoso.-

Señaló la PDA que llevaba Tsumiko.

-Ahora, um, me dedico a decírselo a todos con los que me cruzo. Iba a enviarlo por el chat, pero me preocupaba que quedase algún otro aliado que quisiera vengarse. De todas formas, ya lo sabe media isla. Así que si, um, si alguien es aliado de Akemi Eiji, pues, um, ¿no hace falta que me mate? Porque ya lo sabe todo el mundo.-

Empezó a rascarse la mejilla. Alternó enre mirar a Tsumiko y a Shiro.

-Em... mi teoría es un poco estúpida. Muy... absurda, tal vez. Pero, digo yo, que, um, ¿nada de lo que ha pasado estos últimos días parece muy real? Quiero decir, con eso de que todo aparezcamos de repente en medio del Pacífico, y el reset, y el "protocolo 11037".- Miró a Tsumiko. -...Y el hecho de que Akemi Eiji llamó a Tsumiko "virus". Todo esto... es muy absurdo, ¿no? No tiene sentido.

Me pregunto si... si no todo lo que hemos visto es real.-

"Según mis propias pesquisas allá en la Hope's, tanto Uma Yugana como Joe Jonstar eran uno de los amiguitos cómplices de Akemi Eiji... pero esto de Pasternak me pilla de sorpresa."

Seguía pensando que casi todos aquí fingían ser civilizados, pero que eran asesinos en potencia, con un corazón podrido y oscuro. Después de todo ya lo había visto pasar una vez, en la Hope's Peak. Pero empezaba a darme cuenta, muy a mi pesar, que igual que en la Hope's entre tanta basura había tal vez gente decente. Y quizás, solo quizás Sishio Uke y Shiro Arakawa eran gente decente. Gente que no apoyaba este Juego de Matanza mutua. Gente con dedos de frente y un mínimo de decencia humana. Sólo quedaba ver cuánto tiempo podrían mantenerla sin caer en la desesperación. Porque no era fácil. No era nada fácil. Y tampoco era fácil para mi encontrar gente decente: es más fácil blindar tu corazón cuando no sientes ningún tipo de aprecio por los que uno a uno van a intentar asesinarte, asesinar a otros, morir...

"¿Kaori Hamasaki no tenía habitación al principio? ¿Y dónde dormía? ¿Qué me dices de la habitación de Joe Jonstar? ¿Dónde está?" me llevé la mano a la barbilla en actitud pensativa, y murmuré una serie de preguntas en voz alta que imaginaba ninguno aquí tendríamos respuesta. "¿Por qué cambiarle la habitación a Kaori y poner a un muerto de dueño? ¿Qué sentido tiene? Y no solo eso, aún suponiendo que fuera una improvisación loca de Akemi Eiji, la MonoPDA tiene su foto original de la Hope's... lo que me hace pensar que no están relacionadas... y me abre nuevas preguntas..." negué con la cabeza, no ibamos a llegar muy lejos con estas preguntas de momento, pero también era importante tenerlas en cuenta.

Sishio Uke también tenía sus propias preguntas, que seguían la línea de lo que me preguntó ayer. Parecía que desde entonces le había estado dando al coco. Eso era bueno. Traté de responder las preguntas dándole un mínimo de contexto al Ultimate Hacker.  "Como ya te dije ayer, fue un grupito de alumnos rechazados de la Hope's Peak quienes organizaron el primer... no, concretamente el segundo Juego de Asesinatos Escolares. Este de aquí es, que yo sepa, el tercero. Encontramos allí en la Hope's información de que estaban organizando otro juego en este complejo de islas, así que la brillante idea de mi novio fue intentar detener el juego antes de que empezara. Y yo, como una estúpida, le apoyé en lugar de decirle lo estúpidamente estúpida que era la idea." suspiré y negué con la cabeza. "En fin, la Hope's Peak está en el centro de una ciudad costera¹ así que supongo que no debería haber sido difícil encontrar un puerto del que salir. Además que como ya te dije ayer, la ciudad estaba completamente vacía, no había ni un alma, ni siquiera cadáveres. Pero el problema no es ese... es que ahora que lo dices, no lo recuerdo exactamente. Aprovisionar el barco tampoco debería haber sido problema, teníamos para dar y tomar, tanto en la Hope's Peak como en la propia ciudad. Y aprender algo nuevo como navegación no debería haber sido difícil, eramos ex-estudiantes privilegiados después de todo, y yo llegé a trabajar de mecánica automobilística así que tengo cierta base... Pero una vez más, ¿por qué diantres no me acuerdo de nada? Sé cómo manejar un barco, pero no recuerdo cómo aprendí... las horas de estudio que habría necesitado..." tan preocupada y ofuscada que había estado en el presente intentando no recordar un ahora doloroso pasado feliz con Katsumoto Obinata... que no me había dado cuenta de lo sospechosamente borrosas que estaban mis memorias. "...Creo que has dado con algo. Debería recordarlo. Ni siquiera recuerdo el viaje, solo abrir los ojos, estar donde se suponía que tenía que estar... ...¿Es posible que me hayan vuelto a borrar la memoria? Ya me ocurrió una vez, me arrebataron todo un año en la Hope's Peak... Si los rechazados de allí tenían acceso a esa tecnología, podrían haberla usado otra vez aquí... También con vosotros... ¿recordáis cómo llegasteis a esta isla?" le pregunté a los dos.

...

Espera, ¿cómo que un conejo rosa en su habitación? ¿ESA conejo rosa?  ¿La había montado él y se hacía el tonto? Era improbable, como él mismo dijo podría haber programado una IA, pero el armazón de conejo y sobretodo, el hardware... No es tan facil. Lo sabré yo, yo misma podría improvisar un armazón robótico, ¿pero programar una IA o fabricar las placas base?... Ni de coña, y con él debía ser lo mismo. Si lo fabricó él, alguien le ayudó... O bien hackeó uno ya existe-... "...Un momento." abrí los ojos como platos al darme cuenta de esa posibilidad. "Arakawa-kun. ¿Crees que podrías hackear a Monokuma o a Monomi? ¿Tal vez detener así este juego de locos?" Mi mente me gritaba: no te ilusiones, no va a pasar. Pero mentiría si no dijera que un pequeño y peligroso brote de esperanza comenzaba a brotar en mi corazón, sobretodo después de escuchar la teoría de Shiro antes. Y ahora cuando escuché la de Sishio, asentí. "Sí, es muy raro. Podríamos excusar el control de nuestros cuerpos como marionetas y el reseteo con una alucinación e hipnosis colectiva... pero ni siquiera el Ultimate Hipnotist podría traer a los muertos de vuelta. Primero pensé había sido yo imaginándome la peor de las situaciones, pero no... Desembarqué una primera vez, maté a Katsumoto y... .... y morí ahogada. Recuerdo morir ahogada. ¿Por qué hipnotizarme para mantenerme viva si me quería más que muerta? Tan pronto me vio anoche intentó volverme a ahogar. No puede haber sido cosa de Akemi Eiji. Al menos, no mi... 'vuelta a la vida'. Pero si tras hacer un 'reset' yo y Katsumoto volvimos supuestamente a la vida... ¿por qué no lo hizo la primera de las víctimas? Dijisteis que tuvisteis un primer juicio. ¿Quién era la víctima? ¿Kaori? ¿Ella no revivió?"

-..La habitación de Kaori estaba antes en el lado de los chicos, y pasó a ser habitación de Katsumoto. La habitación de Ryoko Minami, en el lado de las chicas, pasó a ser la nueva habitación de Kaori.- Aclaró. -¿No se si hay mucho misterio acerca de ese cambio? Creo que simplemente alguien se confundió sobre el género de Kaori. En cuanto a ese tal Joe Jonstar... no se quién es. Solo lo incluí en el mensaje porque, um, porque lo mencionaste en la cocina.-

Se llevó la mano a la boca e intentó recordar exactamente qué había pasado. Recordaba que ya le había hecho un resumen bastante claro a Tsumiko, ¿pero a lo mejor no había dado todos los detalles?

-La primera víctima fue Ryoko Minami, golpeada por Kaori. El juicio no terminó como Akemi se esperaba, porque, em, entró en un pánico, y casi nos ahoga con unas cadenas. A todos, excepto a Uma Yugana y Yoshimatsu Arai. _{Mi teoría actual es que esos dos se suponía que iban a ser la asesina y su víctima, respectivamente, ¿pero eso no es relevante ahora mismo?} ... Se reseteó la isla, y despertamos todos (excepto Ryoko), por segunda vez, en la playa. Incluida Kaori, que intentó apuñalar a Akemi Eiji pero fue asesinada por... Katsumoto, accidentalmente. Luego Monokuma le mató a él, por asesinar a uno de los alumnos. ¿Creo que el tener una habitación era solo una excusa para tratarle como "alumno"? ¿Y que las reglas se aplicaran a él? _{Ni idea.}-

Ladeó la cabeza. Esa parte tal vez fuera a doler un poco más de lo que quería.

-Lo que quiero decir es que... si la isla se ha reseteado una vez y vosotros dos habéis "revivido"... ¿tal vez pueda ocurrir de nuevo?-

Tal vez no fuera una buena idea darle esperanzas a Tsumiko. No solo porque podría resultar cruel si no se cumplian las expectativas de la chica... sino porque ella podría culparle a él, de su decepción. Sí, Shishio aún no había dejado de fijarse en esa espada.

-Yo... no sé. No se que hacer. No parece haber salida. _{No parece...} Voy a... intentar distraerme, de alguna forma. _{A lo mejor consigo encontrar alguna forma de protegerme...}- Siguió murmurando, mientras comenzaba a caminar. -_{Em... ¿adiós? Decidle a los demás sobre Uma, y sobre Ízan.}-

Shiro sonrió un poco al escuchar la teoría de Uke sobre la verdadera naturaleza de la situación en la que estaban. Parecía que, por imposible que pareciera la premisa, era una que más de uno se había planteado, y a esas alturas no quería ni esforzarse en negar que tenía sentido. Justificaba, con sus más y con sus menos, todas las lagunas que tenía. También escuchó después la explicación de Tsumiko sobre lo que había ocurrido, frunciéndo un poco el ceño.

—Yo no recuerdo cómo llegué aquí, y tampoco recuerdo haber participado ni escuchado nunca antes sobre ningún juego como este —intervino Shiro, negando lentamente con la cabeza—. Tampoco conocía a nadie antes de llegar, ni parece que nadie me conociera a mi. No son el tipo de cosas que pueden olvidarse fácilmente, pero si están jugando con nuestras memorias entonces eso no significa nada. ¿De verdad se supone que esto ha ocurrido dos veces ya?

Ante la pregunta que vino después, ladeó ligeramente la cabeza y se paró a pensarlo durante unos minutos largos.

—Es difícil decirlo —murmuró al fin, dejando caer un poco los hombros—. Depende de muchos factores. En primer lugar, ¿qué son exactamente Monokuma y Monomi? ¿Son inteligencias artificiales, o están siendo manejados por control remoto? En ambos casos, ¿ambos están en el mismo bando?

»Si son inteligencias artificiales, y no reciben órdenes de manera remota, supongo que la única manera de hackearlos sería con acceso físico a ellos. Monokuma seguramente no estará por la labor de dejarme hurgar en sus circuitos.

»En cambio... si resulta que sí que reciben órdenes de manera remota, de saber por qué frecuencia lo hacen podría empezar a probar. Aun así... por mucho que, modestia aparte, sea de lo mejor que hay en mi campo, el hackeo sigue sin ser magia. No creo que algo tan delicado no tenga medidas de seguridad elaboradas, así que necesitaría tiempo... y también un poco de suerte.

Se quedó en silencio un momento y añadió.

—Pero si resulta que estamos en una simulación... la cosa se vuelve más enrevesada. Quizá atacar al sistema desde dentro es directamente imposible, y lo único que está a mi alcance son los juegos que el que haya diseñado esto quiere que resuelva —planteó, ladeando la cabeza ahora en la otra dirección—. Excepto si ha tenido algún descuido y sí que hay alguna forma de acceder a las entrañas. Pero una vez más... eso va a requerir de un poco de tiempo y un poco de suerte.

Le habría encantado ofrecer respuestas más concretas, pero verdaderamente no las tenía. En ese momento, Uke comentó que tenía intención de seguir su camino, y Shiro lo miró de reojo.

—No sé dónde se habrá metido el resto, pero ten cuidado.