Cuando Saki Tomoe se acercó a aquella pulsera nada pasó, pero cuando esta tomó la mano de Alexander Sekitan para que tocara aquella misma pulsera, saltó un mensaje en rojo que indicaba cual era su acción prohibida. Al parecer este había muerto envenenado por incumplir la norma. ¿Por que lo haría?.

Revelar tu "Rol" en caso de ser el que más votos tenga en ese momento, o empatado en el primer puesto.

 

- - - Empatado a 0 Votos - - -

Kusuri se hizo un facepalm.

-Creo que el tipo creyo que aquello solo seria en mitad de un juicio, o se tendrian en cuenta el ultimo ranking de votos. Pero, entonces, ¿eso quiere decir que hoy nadie cometio un asesinato?

Preguntaria mientras se quedaba pensativa.

¿Y si, lo suicidaron? - pregunto mientras aún sostengo el brazo de Sekitan facilitando la labor de Saki.

Digo, no sería improbable, quizá alguno de los asesinos pueda hipnotizar a otros para que realicen "x" o "y" comportamiento.

Creo que lo mejor es que a partir de este momento nos movamos en grupos de tres, así evitamos que nos tomen por sorpresa. - sugiero mientras bajo el brazo del desafortunado Sekitan.

Sousuke, necesito tu ayuda con algo, acompáñame por favor. - agrego al tiempo que me pongo en pie y me dirijo a mi habitación.

No es que me interese tanto por la muerte de ese tipo. Hablaba demasiado para mi gusto, casi hasta me siento aliviado al ver que no era ninguna otra de mis queridas compañeras! Pero una cosa estaba clara - No podemos dejar que nadie abuse de estos malditos brazaletes... ¿Se sabe si le dijo a alguien su regla?... yo estoy confuso... dónde estará la pobre desaparecida de Tsujiiii...~ - lloriqueo.

Agachó los brazos con un audible pero breve suspiro ante este payaso estúpido con sus webonadas, y además no reveló el Ultimate de Sekitan, lo que le seguía dejando, a los parámetros propios del Guardián-Portero, como alguien de poca confianza... Si bien no asesino, estrictamente. Lo dejó ser y entonces se dió vuelta para escuchar a Sullivan. ¿Qué carajo pasó con Alex? Menuda mierda toda esta.

- Mis perdones, Vani, por quitarte tu escena. -Dijo sardónco pero no con mala fe, por razones cuales fuesen y por lo demás concordó con los otros, aunque...- Hm, ¿pero entonces...? Tal como pasó con Yumei Nakamori, alguien chafó los votos, de nuevo, y sepa que si le pillo... -Tronó los nudillos.- Mal le irá, mucho.

Así, asintió hacia Sullivan, no sin antes hacer dos cosas, primero, ir con Vanilla y... No sabía si podía tocarla pero se acercó lo más aceptablemente posible.

- Me gustaría hablar contigo, si se puede.

Tras eso, lo segundo sería mirar al gordaco, a Koito Eromochi con un gesto que... Mejor una secuencia que mil imágenes.

Finalmente, haría el pequeño detour que le dijo a Vincent Sullivan y luego le ayudaría en su asunto asuntoso.

La habitación de Vincent Sullivan, al igual que todas las demás habitaciones están cerradas a cal y canto, probablemente para evitar algún otro asesinato mientras están investigando uno. Quizás después del juicio mientras todas las habitaciones están desbloqueadas podrían ir a charlar en privado aquellos dos... 

—Uh... Osea, es terrible— dijo, mirando el cadaver con una mueca entre la pena y el asco— pero al menos nos ha brindado información útil. Si las condiciones de alguien más dependen de la votación, deben saber que fuera del juicio todos estamos siempre empatados en primer lugar con 0 votos... espero que eso nos ahorre alguna otra muerte accidental.

Pero que ingenua eres niña. Nadie en su sano juicio se fiaría de cualquiera de los de aquí. Que propones que votemos todos en blanco y que, si hay empate, no pasara nada. Quien te dice que no nos eliminara a todos por el empate o si alguien se caga de miedo por la posibilidad y vota a alguien solo por el miedo a morir. Deja de vivir en tu cuento de hadas y empieza a pensar. Tu puta vida depende de ello.

Kusuri miro confuso a Ozuru.

-¿Lo dices por lo que acaba de decir Saki? creo que la has malinterpretado, lo que decía es que si alguien tiene una acción prohibida en el que tienen que ver los votos, tenemos claro que antes del juicio estamos todos con 0 votos.

Lo de votar en blanco es una locura, creo que es algo que todos tenemos claro.

Comentaría en un suspiro 

No dijo nada mientras definitivamente salía del lugar, excepto que al menos sus compañeros (Ignorando la chance de que entre estos mismos que hablaban pudiese haber uno de ellos) mostrasen raciocinio y buenas ideas, hasta el mono idiota con armas en su propio modo crudo y carente de humanidad alguna mostraba pragmatismo y a su vez la chica que se esmeró tanto en salvar aquel al que le echó el mal de ojo antes.

Se preguntaba si es que ella también... Oh bueno, toca ir a ayudar a Vincent.

Saki ladeó la cabeza ante las palabras de Ozuru, frunciendo el entrecejo.

—¿Ingenua? Simplemente estoy sacando conclusiones de lo visto. Aunque no haya juicio, el contador de votos sigue funcionando. Y hasta el siguiente juicio, todos estamos en 0. A mi no me sirve, mi acción prohibida no tiene que ver con eso, pero si alguien debe hacer o evitar cierta cosa durante los empates... ya sabemos que fuera de juicio, contamos como empatados. Estoy simplemente queriendo evitar que más gente muera por accidente.

Las pantallas que se encontraban en los pasillos se encendieron, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió a uno estático, esta pantalla se encontraba partida en dos, un lado blanco completamente y el otro lado negro. Y de esta pantalla, una voz en Off habló, la voz parecía ser de alguien que deseaba aparentar pulcreza, elegancia y clase.

-¡El tiempo de investigación ha terminado!. -Exclamó el oso- Ahora, es de obligada asistencia la presencia en el Juicio Escolar, por favor pasad a la nueva zona accesible...

Poco a poco todos los estudiantes que aún seguían con vida se fueron reuniendo frente a las puertas cerradas del ascensor, todos salvo Tsuki Akane, la cual no parecía tener las ganas de presenciarse en el lugar, los minutos pasaban y nada cambiaba, esta compañera no aparecía y las puertas de la estancia seguían cerradas.

Los estudiantes se miraron entre ellos con preocupación esperando que lo que sea que detuviera a aquel hombre no fuera un asesinato nuevo perpetrado por uno de ellos o quizás de la misma persona que había matado a Briona Shin. Sea como sea, la paciencia y los nervios de muchos de los presentes se estaban agotando y a punto de dispararse, respectivamente.

Finalmente las puertas se abrieron. Y sin decir nadie ninguna palabra, todos entraron en el ascensor, pues las puertas se abrieron y comenzaron a subir; el silencio sepulcral no fue mancillado por la voz de nadie, aunque es de suponer que alguien con afán de protagonismo hizo un pequeño poema acerca de la vida, la muerte, la esperanza, la desesperación o cosas así... ¡Pero dentro de su cabeza!.

Las puertas finalmente se abrieron dejando ver a todos los alumnos -excepto a Ízan por obvias razones- un amplio espacio decorado con suelo masónico, largas cortinas rojas, y en el centro de la misma un círculo conformado por 17 atriles, incluso había uno para los muertos en donde eran substituídos por una imagen de ellos, lo mismo pasaba con la desaparecida, aunque con una interrogante nada más.

Aunque lo que más llamaba la atención era el ambiente lleno de engranajes que se mantenían estáticos y la gran vidriera que tan solo daba a la oscuridad con el reloj que marcaba las 10. Aunque parecía estar fuera de hora, pues claramente no eran las 10, sino mucho más temprano de aquella mañana.

Y en una zona ligeramente más apartada, se encontraba unas escaleras de madera que llevaban a un pequeño trono. En el cual se encontraba sentado Monokuma dormitando, a fin de cuentas, los alumnos habían tardado bastante en aparecer y también era bastante tarde.

El oso se despertó, y tras echar un vistazo al reloj de bolsillo que tenía colgado, este daría inicio al juicio escolar pero no sin antes decir algo que quizás pudiera poner algo nerviosos a algunos de los presentes, pero era algo que tenía que hacerlo si quería que todo saliera "bien".

-Vamos a ver que tal ha ido... -Comentó sacando una llave de engranaje y usándola en su atril, como quien daba cuerda a un reloj o a un juguete antiguo, y tras darle un par de veces la vuelta; toda la maquinaria empezó a funcionar, de manera estridente los engranajes de aquella torre del reloj se movieron casi al unisono haciendo que las agujas de este marcaran un nuevo número.

IX

Es decir "9"