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Monocoins: 6

-4 Yoshida Tadayo (06/01/2019, 21:59)

YoYo llega al Hall desde el Gimnasio, recorriendo los pasillos con sus yoyós buscando que alguna ventana tenga el refuerzo de metal que la bloquea más suelto, prueba golpeando un par de las enormes tuercas; pero sin una herramienta mejor, el esfuerzo es inútil, la ventana queda fuertemente sujeta a la pared como un baluarte del fracaso del joven Maestro del yoyó.

Una vez que se dio por rendido intentando encontrar un punto débil a las ventanas, se dirigió al Hall de Entrada para examinar la puerta, sabía que no podía ser tan fácil; pero tenía que intentarlo antes de resignarse a quedar atrapado, la puerta parece estar reforzada como un refugio antinuclear, con sendas ametralladoras apuntando al chico cuando se acerca. Parece que están bien vigilados por el que sea que controle la mascota del colegio, la búsqueda de Yoshida por tanto, había sido infructuosa.

Por suerte mientras investigaba el Hall de entrada, dentro de una de las cajas había un montón de monedas brillantes con la cara del oso grabada en dorado, viniendo a esta sala había pasado por una tienda, así que pensó que podrían ser útiles y las guardó con cuidado.

Al rato llega Tsumiko Komachi y ve a Yoshida leyendo el tablón de anuncios con su yoyó en mano en busca de cualquier pista que pueda encontrar allí, sin embargo, el gigantón no escucha a Tsumiko llegar, absorto en la lectura.

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Fui mirando en derredor mientras recorria de vuelta el pasillo que me había llevado hasta el Gimnasio. Durante el camino me había fijado en que las ventanas habían sido tapiadas con sendas placas metálicas. Concienzudamente. Jamás había visto un nivel de obsesión y dedicación semejante en un secuestro. No es que yo fuera precisamente una experta en el tema, pero al menos no tenía constancia de que se hubiera producido un secuestro a semejante gran escala en una institución tan famosa e importante como era la Hope's Peak Academy. ¿En qué cabeza cabe imaginarse una operación de taponado de todas las salidas semejante, y a escondidas? Aun siquiera con madera y clavos, la prensa, el personal de la escuela, los propios alumnos... No habría habido manera alguna de tapiar todo esto en secreto.

Intentando ignorar el terrorífico hecho de que en la puerta de seguridad había dos jodidas metralletas que apuntaban a todo aquel que se acercara, me acerqué a una de las ventanas tapiadas, la misma que el chico del yoyó había estado examinando antes. Tras un minuto o dos, giré la cabeza hacia él.

"...¿Cuán fuerte dirías que eres, grandullón?"

Yoshida cree tener al captor a su espalda cuando oye una voz femenina que no reconoce detrás de él, rápidamente se gira blandiendo su yoyó con una pose acusatoria, preparado para pelear por su vida.

Se relaja aliviado al ver a la, en perspectiva, pequeña Tsumiko cerca de la ventana que acababa de examinar, poniéndola bastante lejos de él, que estaba al otro lado del pasillo ahora.

YoYo:

*Humpf* Eres tú, no te he oído llegar.

Yoshida gira la cabeza decepcionado sobre lo siguiente que va a decir, sujetándose la gorra con la mano libre.

YoYo:

Ya lo he intentado; sin una herramienta, la fuerza bruta no sirve de nada contra esas ventanas.

No esperaba la reacción violenta del compañero al escucharme. Su alerta me puso en alerta a mi, aunque de haber sido este un asalto real habría reaccionado de una manera demasiado lenta. Su yoyó podía ser un arma letal, siendo él un estudiante definitivo y siendo tan forzudo bien que podría usarlo como proyectil un proyectil letal y preciso contra la cabeza de alguien. Deslizé el pie hacia un lado con la intención de agacharme si 'disparaba', pero ¿y si el 'tiro' venía como un péndulo y desde abajo?

Por fortuna, aquello fue tan solo un susto mutuo, y relajé mi postura tan pronto como él hizo lo mismo. Suspiré. "...Sigh. Tú y yo deberíamos intentar relajarnos un poco, o el personal va a empezar a ponerse nervioso también." Y eso era justo lo que quería el oso.

Volvi a centrarme en el tema de las ventanas cuando él me contestó que sin una herramienta no podría hacer nada. "Pero, ¿y si te fabricase una?" inquirí, dándole la espalda para mirar las tuercas, exponiéndome con imprudencia, pero confiaba en que el tema fuera suficientemente interesante como para que él abandonara cualquier pensamiento de asesinatos y víctimas. Además, tenía que aplicarme el cuento de relajarme.

"Las tuercas, los tornillos... Son bastante grandes, estamos hablando de herramientas a nivel industrial. Estas se usarían, qué se yo, en un puente, en algo que no está pensado para ser desmontado sin más. Una llave inglesa normal no es tan ancha... pero a lo mejor podría apañarnos una..." saqué la PDA para consultar el nombre de aquella chiquilla, la experta en tecnología. "...Ainam River es una experta en tecnologia. Seguro que entre las dos podríamos montar un taller, fabricarnos alguna llave..." levanté la cabeza de la tablet para mirarle de vuelta. "Pero de nada nos serviría una herramienta si no tenemos la fuerza para mover estas cosas..."

El tablón escolar contenía como cualquier otro tablón, información básica acerca de la escuela y las clases que se impartían en el, tales como horarios, listas de alumnos, y un largo etcétera de elementos que pese a mucho revisar, no había nada que llamase la atención; ni siquiera ves tu nombre en ningún lugar.

Por otro parecía que algunos alumnos también se habían adueñado de una parte del tablón escolar, algunos subieron invitaciones a grupos de estudio, otros ofrecían material semi-nuevo, y otro incluso parecía que quería vender un Opel Corsa. Sin lugar a dudas, el tablón era un lugar lleno de energía, en contraste con lo que parecía estar ahora mismo la academia.

Por último, siendo la última cosa que en verdad llamó la atención, fue una pegatina de Monokuma encima de la firma en uno de los documentos que había ahí pegados con una chincheta. Lo que parecía ser una carta de bienvenida del Director de la Academia.

Yoshida vuelve a girar la cabeza hacia Tsumiko, enfrentándola cara a cara antes de continuar hablando

YoYo:

Encontré un plano del primer piso en el tablón de anuncios, parece que hay un almacén cerca del comedor, en la residencia para alumnos.

Hace una pequeña pausa para mirar hacia el muro a su izquierda.

YoYo:

Detrás de este muro está la sala de audiovisuales. ¿Crees que en alguno de estos sitios podríamos encontrar algo con lo que puedas trabajar?

Además de acercarle el plano de la primera planta, le da una hoja de papel con algunas arrugas y marcas de doblaje, esto para alguien que se dedica a trabajar con papel y otros materiales de manualidades puede verlo perfectamente y entender que es un papel que lleva tiempo colgado, en éste puedes ver la listas de alumnos.

Yoshida también muestra la pegatina de Monokuma despegada y la carta de bienvenida del Director de la Academia; pero se queda ambas dos.

YoYo:

Antes de que llegaras encontré algunas cosas interesantes en el tablón, he leído lo que te he dado; pero no le encuentro sentido, te lo encomiendo a ti, no soy, *ejem*, bueno con estas cosas...

Aunque era una mole enorme de 90 kilos y 2 metros de altura, Yoshida no era bueno en todo y a veces mostraba un lado más humano.

La carta del director no era más que un discurso largo y aburrido que apelaba a los buenos deseos de enseñar, de aprender, y de hacer un mejor futuro todos juntos, así como ensalzar los valores de la academia y promover a los estudiantes de usar de la mejor forma sus habilidades, así como tratar de mejorarlas aún más.

Un discurso típico que podrías encontrar en cualquier academia con un mínimo de interés en decir cuan grandiosas son, y cuan importante es estar en la lista de los estudiantes aceptados a la misma. 

Por otro lado, al separar la pegatina de la hoja, en vez de revelar al nombre del director en cuestión, reveló un hueco que la pegatina estaba cubriendo. Pese a ello, obtuvieron la pegatina en cuestión, que ahora ya ni pega ni probablemente tina.

Examiné los documentos que el grandullón había visto en el tablón de anuncios. Un listado de carta de bienvenida del director de la escuela, una listado de alumnos, una pegatina del oso... ¿Huh?... ¿Qué? ¡Jajaja! No pude evitar soltar una corta carcajada al ver la pegatina. "Ju...¡hahaha! ¿Te imaginas que vendieran pegatinas como estas? Yo compraría una para cada estudiante de aquí." sonreí ampliamente divertida. Pero no dejé que el sentido del humor de nuestro secuestrador nos distrajera demasiado de la situación realmente seria en la que nos encontrabamos. Con un tono de voz que había vuelto a la normalidad y seriedad le comenté lo raro que me parecía este pequeño detalle:

"El papel de la lista de alumnos está amarillento. Eso es raro. Estas cosas son renovadas cada año ¿no? ¿Se ha molestado alguien en colgar este listado referente a otro año? ¿Y por qué? De todas formas que no sea actual explicaría el por qué no le encuentras sentido: teoricamente deberíamos aparecer nosotros por algún lado si fuera de este año." curioso... Muy curioso. "Será mejor que guardemos lo que has encontrado: también es muy raro que el nombre del director haya sido borrado por la pegatina... Si conseguimos salir de aqui, podrian ser pruebas contra nuestro querido secuestrador."

"Voy a ir entonces a revisar ese almacén que decías. Con suerte no pasará mucho tiempo antes de que salgamos de aquí. Oh y... ¿puedo quedarme la pegatina? Se la pienso pegar en la frente a Dean en cuantito le vea."

Natsuki puede ver al llegar a Yoshida sujetando el brazo de Tsumiko antes de que se fuera, como un amor no correspondido y un chico que no lo acepta, ella se da la vuelta y ambos se miran a los ojos, parece de el chico le había dado la pegatina en la mano a la muchacha sin decir nada; pero la carta al director no estaba ahí.

YoYo:

Espera, has dicho que hay alguien que sabe de tecnología, ve al comedor y reúnete con ella primero, las dos seréis más útiles si vais juntas.

Nos veremos allí, cuando acabe mis asuntos.

Tadayo suelta el brazo de la Ultimate Artsy Crafty con la promesa de verse en el comedor con los demás, él estaba seguro de que compartir la información con los demás y actuar en común sería lo mejor en esta situación, aunque aborrecía la gente ruidosa, aborrecía más estar secuestrado.

¡Oh, Vaya! - Interrumpe Natsuki a la pareja - No sabía que os conocierais de antes.

Dijo como ai esa fuese una conclusión lógica a lo que no había alcanzado a ver por completo.

Pero como si careciese de verdadera importancia, se puso a observar la sala deambulando por ella y fijándose en sus paredes.

Una puerta de metal sellada. ¿Aquello eran ametralladoras con cráneos? Una estantería y un cuadro de pared a un lado y una mesita con un aparato electrónico y un mapa de la academia en el otro.

Natsuki se detuvo a examinar con atención ese escaso mobiliario parándose frente a cada objeto e inclinándose a mirarlo con las manos enlazadas a la espalda y los ojos a la altura de cada objeto.

A donde no se acercó fue a la puerta ni a las ametralladoras.

Estuve tentada de pegarle la pegatina a Miss Chismosa, pero la tenía reservada para el más estúpido de entre los alumnos. Pero estaba de buen humor, teniendo un plan de escape todo te parece mucho más esperanzado. "Si por 'antes' te refieres a hace menos de diez minutos en el gimnasio, sí." fue lo que le respondí a la, según la MonoPDA, 'Allanadora Profesional'. De hecho, ahora que recordaba su título... "Ah, por cierto. Natsuki ¿no?" me detuve, girando la cabeza hacia ella. "Imaginate por un momento que esas metralletas no están. ¿Crees que podrías forzar esa puerta con tu talento?"

"Échale un vistazo. Ya nos contarás." dije, antes de salir en dirección al comedor, a ver si encontraba a esa chica.

La MonoPad comienza a vibrar; cuando vas a comprobarla ves que alguien te ha mandado un mensaje; ese alguien es "Nagory Zinc". Al abrir el mensaje puedes leer lo siguiente:

Estamos todos en el Comedor; compartiendo la información que hemos encontrado. Ven rápido o serás considerado sospechoso de habernos encerrado o de querer planear un asesinato en nuestra contra.

La MonoPad comienza a vibrar; cuando vas a comprobarla ves que alguien te ha mandado un mensaje; ese alguien es "Nagory Zinc". Al abrir el mensaje puedes leer lo siguiente:

Estamos todos en el Comedor; compartiendo la información que hemos encontrado. Ven rápido o serás considerado sospechoso de habernos encerrado o de querer planear un asesinato en nuestra contra.

Natsuki iba a contestar cuando la PDA empezó a vibrar.

Mientras sacaba la PDA para consultar por qué vibraba, contestó a la chica, aunque la chica ya no estaba, pero al menos lo oiría el chico.

Normalmente no me dedico a abrir puertas blindadas. Por lo general lo que sí que suele ocurrir es que si una puerta blindada separa dos estancias, no es la única forma de acceder. Otra cosa sería si fuera una caja fuerte. Teóricamente alguien con determinados dotes podría ser capaz de abrir una caja fuerte. Sobre todo si dentro hay joyas. Pero oficialmente yo no sé nada de eso.

Entonces leyó el mensaje de su PDA

¡Vaya! Será mejor que nos movamos. Parece que están todos en el comedor.

Y dicho lo cual, se fue de allí.

Yoshida aprovecha que nadie está para sacar una pequeña libreta y apuntar todo lo que ha ocurrido durante su investigación de ¿por la mañana? no podía saber si era de día o de noche con todas las ventanas cerradas a cal y canto y con las del gimnasio tapadas de igual manera, cuando termina, arranca la hoja y la guarda con su libreta.

Si Natsuki se queda espiando como buena ladronzuela, puede ver que Yoshida guarda ésta en el bolsillo interior de su chaqueta y se dirige al Comedor.

Los cuatro alumnos llegaron a la puerta entreabierta, al parecer un pequeño contingente de "Basura-Kumas" se habían suicidado en los engranajes para impedir que esta continuara abriéndose, aunque tampoco lograron cerrarla; lo cual dejaba la situación de la puerta en un punto muerto.

Hablando de punto muerto, en el suelo se encontraba aún el charco de sangre que perteneció a Natsuki Mei, aunque su cadáver ahora mismo se encontraba desaparecido. Al parecer los "Basura-Kumas" o "MonoKubs" se hicieron cargo de esta.