Partida Rol por web

-3 Katsumoto Obinata 21/03/2019 02:06

-3 Ainam River 21/03/2019, 11:30

Hum... - miró de arriba abajo la estancia, buscando cualquier cosa que le pudiera resultar útil. - Vaya, algunos monocoins más, pero nada fuera de lo normal. - observó que Anata y River le habían seguido hasta la estancia y se alegró bastante de que fueran ellas. - Hola ¿cómo estáis? Este juicio... Ha sido bastante perjudicial para todos... Yo... - se atragantaba un poco, se habían enfadado mucho con él simplemente por descubrir un intento de asesinato e interrogar a las que creía sospechosas de tener información.

Resopló un poco e intentó sonreír. - ¿Os apetece un billar?

Obtienes 3 Monocoins

Al ver la sala de juegos, me imaginaba una llena de consolas, pero al ver los dardos un escalofrío me recorrió la espalda...menos mal que Obinata-cha  elegía el billar, y la verdad es que me gustaba mucho. Vale dije con una sonrisa mientras elegía un taco chicas contra chicos...digo mientras le guiño un ojo a Anata-chan pero te dejamos que empieces tu añado un poco burlona. Después me pongo un poco más seria Te encuentras mejor del estómago? Y por lo del juicio no te agobies, todos lo hemos pasado mal y me da la sensación de que cada vez será peor, tenemos que ser fuertes y tratar de protegernos, al menos, a aquellos que consideremos buenos y a nosotros mismos. Me quedo un poco pensativa y digo algo más triste Aunque yo pensaba que Neku-chan no sería capaz, la desesperación hace sacar lo peor de cada uno y es impredecible...

Obtienes 3 Monocoins

 Kizoku se acerca al billar junto a Ainam, dedicándole una corta pero concisa sonrisa a ambos compañeros. Las preguntas sobre como estaban y si les había afectado el juicio eran innecesarias: se notaba que la sommelier estaba intranquila con toda la situación y que el juicio había sido una pésima experiencia. Sin embargo, parecía dispuesta a jugar con ellos, agarrando un palo de billar y empezando a acomodar las esferas del juego.

- Cuando uno esta conmocionado... consternado... desesperado por alguna situación, pocas veces se realizan decisiones inteligentes. Sakuraba-san ha sido un ejemplo de ello... un ejemplo de algo que tenemos que evitar, manteniendo la cabeza fría y los pensamientos en orden.

 Anata baja la cabeza, evitando mirar a sus compañeros.

- Por eso... creo que debo revelarles algo a ustedes dos, que son personas en las que tengo confianza... aunque tú ya lo debes saber, Obinata-san... una de mis especialidades es el Té de la Esperanza: un mítico brebaje manufacturado por especialistas en al arte de las infusiones. Este té... que ya he preparado dos veces en lo que va de nuestro secuestro... tiene la capacidad de serenar a una persona en niveles nunca antes vistos por otros tés. Es una bendición de la bebida. El primero me lo hice para mi... el segundo se lo dí a Obinata-san...

 La sommelier se gira hacía su compañera, con una expresión de completa seriedad.

- Y quiero que el tercero que pueda realizar hoy con todos mis esfuerzos te lo tomes tú, Ainam-chan. Ya que quiero dejar bien claro que no pienso participar de ningún asesinato...

De buen agrado aceptó la distribución de los equipos y los turnos estipulados. - Muy bien, empiezo yo entonces. - decía mientras preparaba las bolas en la mesa. Se colocó en con el palo en posición para tirar y golpeó todas las bolas, logrando meter una lisa. - Que suerte, suelo ir con las lisas. - sonrió con picardía, pero paró un segundo tras escuchar a Anata.

La miró, apoyándose en su palo. - ¿No se lo has dicho a nadie más? Me parece excelente. Yo obviamente ya lo sabía, solo había que observar como cambié de actitud de "Oh Dios vamos a morir" a "¡Venga chicos! ¡Nosotros podemos!". Así que a lo mejor River-chan también se dio cuenta de las propiedades de tu té en ese momento. Me parece una habilidad bastante chula, pero también podría ser egoísta si la usaras solo en ti Anata-chan... ¡Así que muchas gracias por compartir algo tan importante! - le dedicó una sonrisa bastante amplía, le agradaba mucho la gente tan bondadosa.

Volvió a ponerse en posición para tirar, estaba preparado para meter la siguiente lisa. - Yo estoy bien de momento, cierto es que el juicio nos ha afectado a todos... Pero creo que aguantaré, al menos hasta el próximo... Si es que sigo vivo... - tiró hacia atrás el palo para coger impulso, pero antes de golpear, paró en seco y giró la cara. - Ya que hablamos de nuestras habilidades... Yo soy capaz de presentir algo que delata al asesino, algo así como una prueba, pero no llega a ser una prueba, es algo más abstracto... Algo así como "El asesino debería haber dejado marca" o "El asesino no es del género que todos piensan". - tiró, pero esta vez falló a la hora de meterla. Resopló y levantó la cabeza. - Como veis es útil, pero no tanto como casi todos pensáis... - se rascó la cabeza, pensativo.

Miró a las chicas, con esperanza en sus ojos. - ¿Qué os parece si hacemos algo para reunirnos a todos y calmar los nervios? Tengo en mente bastantes ideas... Pero creo que hay una que me llama la atención, después de todo los compañeros que hemos perdido son músicos. ¡Hagamos una canción! Yo podría escribir la letra, necesito a River-chan para hacer algo con los instrumentos de las habitaciones de Sakuraba-kun y Miyazono-chan, quizá los podrías grabar y sintetizar para hacer una base... ¡Pero me faltaría una vocalista! Alguien con una voz aguda... Había pensado en Suzuki-chan, pero si a Anata-chan no le da demasiada vergüenza, también podría hacerlo. - apuntó con su palo a River. - ¡Te toca tirar!

Miro atentamente a Anata-chan mientras cuenta como funciona su poder y otra vez las lágrimas resbalan por mi cara Gr...gracias....de verdad, no sabes hasta qué punto te lo agradezco...Pero quiero que sepas algo...si en algún momento, como podría ser ahora, cayera en la desesperación ten claro que no iba a dejar que te influyera de ninguna manera. La miro directamente a los ojos mientras me acerco y la abrazo, aunque no me dan los brazos para estrecharla del todo. 

Con ánimo cojo el taco y empiezo a jugar JA! Miro a Obinata-chan con socarronería No podrás con nosotras....chico... Jeje.

Podrías hacerme este te ahora y así lo tomo mientras veo como pierde nuestro querido escritor??? Y por cierto... Mi poder me permite poder comprar en la tienda más barato...si en algún momento queréis que os haga un "recado" no dudéis en pedírmelo, a mi me cuesta 6 monocoins comprar.

Ve con cierto nerviosismo como River mete las dos bolas sin muchas dificultades. - Grr... - gruñía por lo bajo. - Venga, venga, no te pongas te chulita ¡a todo cerdo le llega su San Fermín! - pronto se tragó sus propias palabras al ver que fallaba una vez más. - Ugh... - pero no iba a dejar que eso acabara con él. - ¡Vamos a hacer esto más interesante! ¿Nos apostamos algo? ¿Qué tal un masaje? Después de pasar la noche como la pasé tengo los riñones y la espalda en general hechas una mierda... - le dolían algo, tampoco se moría del dolor, pero siempre estaba bien un masaje relajante. Y si queridos lectores, Obinata fue incapaz de darse cuenta del chiste fácil que acababa de hacer. - Si gano yo, me hacéis un masaje de cinco minutos cada una, si ganáis vosotras, os hago un masaje de cinco minutos a cada una. ¿Os atrevéis? - dijo esta vez mirando a Anata, pues le tocaba tirar a ella.

 El corazón de Kizoku se ablanda ante las palabras y el abrazo de Ainam. Parecía que la chica estaba soportando un gran estrés que se escondía detrás de una actitud simpática. Ahora entendía mejor que su dolor por el juicio y sus consecuencias era compartido con los demás. Sería irónico que esa pena sea la que los terminara uniendo. Justicia poética contra Monokuma, sin lugar a duda.

 Devolviendo el abrazo y alegrándose de estar en el equipo ganador, la sommelier toma el taco y con habilidad lográ meter una bola, aunque fallando el segundo tiro. Si bien no era una jugadora usual de aquel juego, el pulso que tenía en sus manos producto de quemarse con agua caliente por años le estaba rindiendo frutos.

- Entonces tenemos una persona que puede calmar a los demás, una persona con intuiciones en el juicio y otra que puede comprar objetos por menor precio. Me alegra que podamos confiarnos estas cosas... en especial porque es más difícil salirse con la suya con los demás sabiendo tanto de ti. Aunque revelar cosas de la privacidad ajena... eso si que no ha gustado nada.

 Kizoku termina su turno, con una mirada conflictuada en su rostro. Por un lado disfrutaba del ameno momento con sus amigos, pero por otro no se iban de su cabeza los sucesos de hace unas horas.

- Te puedo hacer el té sin problemas, River-chan... una sommelier siempre esta lista para hacer té en cualquier circunstancia...

 Diciendo esto, Kizoku saca una pequeña taza de té del as de su manga. Como si fuera una ilusionista (¡o incluso una maga!). Mientras espera nuevamente su turno, se dedica a la preparación del té.

Yare yare... - decía como su amigo YoYo al ver que una bola más de las rivales entraba en el agujero, se le había pegado la muletilla de pasar tiempo con él. - ¡Hora de ponerse serios! - con su taco empezó a disparar como un poseso, rápida y calculadamente, fallando solo en el tercer tiro por un poco. - Eso está mejor. - dijo ahora con más tranquilidad al haber logrado el empate.

Sonrío al ver que Anata-chan consigue meter la primera bola, mientras Obinata-chan se prepara para su turno me fascino al ver como la sommelier hace el té, con destreza y delicadeza, solo con verla ya transmite calma. Cuando termina cojo la taza algo temblorosa y bajo la cabeza con respeto Muchas gracias, jamás olvidaré esto. Eres una buena amiga, y lo que aprecio más, una mejor persona. Cierro los ojos mientras doy sorbitos al té, un leve calor recorre mi cuerpo y me hace suspirar aliviada, noto como la tensión disminuye con cada trago, que parece de un sabor distinto, pero cada uno más agradable que el anterior. Sonrío, pero esta vez abiertamente, como si fuéramos libres y estuviéramos en un festival mundial de tecnología. Veo que mientras me bebía el té Obinata-chan nos empataba en la partida. Muy bien!!! Digo dando saltitos hacia la mesa y cojo el taco. Apunto y miro hacia Obinata-chan mientras le doy a la primera bola y meto, le guiño un ojo y le echo la lengua. Me coloco para la segunda bola y miro hacia Anata-chan, Te la dedico!! Le digo mientras le doy y la bola hace un giro inesperado para darle a otra bola que meto con mucho estilo. Me siento en la mesa y coloco el taco por mi espalda para darle a la tercera bola, que también entra límpiamente. Me vengo arriba y para la siguiente trato de que la bola salte por encima de otra para darle a la quebtiene detrás...pero ya es demasiado... Pongo la mano en la cabeza riendo Ya me estaba imaginando en unos campeonatos!! Ese té es realmente bueno!!! Jajajajaja...

Obinata mira con estupefacción como River mete un mogollón de bolas y no solo eso, con mucho estilo también. No podía evitar imaginar encima de la cabeza una triple S, típicas de juegos de acción cuando hacías combos alucinantes y con mucho estilo.

Pero... ¿Qué llevaba ese té? ¡El que me diste a mi no me convirtió en un maestro del billar! Ni de nada en general... - completamente superado por las tiradas que acababa de hacer River, tiró y falló catastróficamente, haciendo que la bola a la que había golpeado con la blanca volara de lado a lado y golpeara mogollón de bolas por en medio, de hecho casi mete una del equipo rival... Suspiró y con resignación, volvió a pasar su turno. Le molestaba un poco perder, pero en el fondo no pudo evitar sonreír al ver a River y Anata tan animadas jugando.

 Las chicas avanzaban, y el escritor se quedaba atrás. Ya podía sentir esos masajes prometidos; le daba un poco de pudor pensar en ello pero no iba a dejar pasar la oportunidad de sacarse un poco de estrés de encima. Alentando vigorosamente a su compañera y dedicándole un sonrisa burlona a Katsumoto luego de su pobre tirada, la sommelier se hace nuevamente con el taco y se posiciona para tirar. Intentando imitar a Ainam en su tirada en sus estilos de tirada, Kizoku le da fuertemente a la bola blanca, que rebota un par de veces por las paredes hasta acercarse suavemente a una bola y empujarla hacia un hoyo.

-¡Así es! ¡Girl Power! Le dejo los honores a mi compañera... y si mi Té de la Esperanza tiene algo que ver con estas habilidades, cuando salga de aquí voy a tener que llevar a cabo un par de investigaciones ...

 Kizoku le dejaba los honores a Ainam, que era otra forma de decir que había fallado la tirada. Pero ya estaba subida al carro de la soberbia, así que no admitiría eso.

Nada más tocar con el taco de billar a la bola blanca y esta impactar contra la bola negra; la bola 8 sufrió una descompostura en forma de grieta a lo largo de su superficie; dejando un líquido de color morado por la mesa de billar mientras esta giraba sin parar hasta chocar irremediablemente contra una de las paredes, expulsando ese misterioso y pegajoso líquido a los jugadores de este juego.

Pero que coñ... - dijo mientras dejaba el juego de lado para investigar que demonios le pasaba a la bola ocho. - Habéis ganado chicas, así que vamos a ver que demonios es esto... - le daba un poco de asco estar así manchado y más aún si la sustancia era desconocida y pegajosa, en cuanto acabara con aquello, se ducharía y cambiaría de ropa.

Al comprobar aquella bola, Obinata raspó con sus uñas la superficie, desprendiendo de esta una pequeña y fina capa de color negro; entonces comprendió perfectamente cual era el secreto de la bola 8; un secreto bien guardado y hasta ahora no descubierto por nadie... probablemente; algo que no era demasiado a extrañar, pues la habitación había sido desbloqueada hacía poco tiempo.

Sea como fuere, el secreto de la Bola 8 es el siguiente:

Curioso descubrimiento. ¡Me gusta! Aunque esté un poco rota, parece que funciona. - la miró contento, pero primero preguntó a sus compañeros. - ¿Os importa que me la quede? A no ser que River-chan la quiera para algo en especial, claro está, después de todo se te dan mejor que a nadie estos chismes. - la miró con ojillos de cachorrillo triste esperando una positiva por su parte.

Respecto al masaje... Bueno, aquí hay algunos sofás que parecen bastante cómodos, pero antes vamos a limpiarnos un poco. - del armarito donde había sacado los tacos y las bolas para montar el billar, sacó también un paquete de pañuelos húmedos. No era extraño encontrarlos allí, después de todo mucha gente se manchaba los dedos e incluso las mangas con el polvillo de los tacos y usaban eso para limpiarse. Repartió algunas entre sus compañeras y se limpió a si mismo, para finalmente estirar y crujir sus dedos. - Bueno ¿quien hace los honores de ser la primera en probar mis masajes? Preferiría que os quitarais la camiseta, porque con la tela es un poco difícil hacerlo, pero si os da vergüenza tampoco pasa nada, puedo apañarme. _{Aunque bueno, es como ir en bañador...} - murmuró esto último, haciendo un gesto con las manos hacia el sofá, invitando a alguna de sus compañeras a acomodarse en él.

Miro la bola y arqueo la ceja...pero que...Puedes quedártela, pero si descubres algo cuéntanoslo vale? En cuanto Obinata-chan habló del masaje me saqué la camiseta y me limpié con las toallitas. Me tumbé en el sofá y esperé ansiosa.