Partida Rol por web

Laboratorio de Química

El Laboratorio de Química no era tan impresionante como el de Física, pero aún así tenía su pequeño encanto para los tecnofílicos, con un par de máquinas que servían para sintetizar y analizar compuestos y algún que otro instrumento de medida y de analisis, debería de ser suficiente para un buen uso en alguien conocedor.

Por otro lado; otra cosa que resaltaba era el estante, perfectamente dividido en tres secciones con las letras "A", "B" y "C". En la estantería "A" todos los botes tienen etiquetados una "A" además del nombre del compuesto; parecen ser todos proteínas y vitaminas. En cambio en el apartado "B" son reactivos. En pocas palabras, se utilizan en experimentos para provocar una reacción química; los botes y frascos están perfectamente etiquetadas como "B". Por último, en el apartado "C" hay lo que parece ser venenos, al igual que en "A" y "B" todos ellos tienen sus respectivas etiquetas como "C".

Finalmente, bajo estas estanterías se encuentra un cajón cerrado con llave, parece ser una caja fuerte incrustada en dicha estantería para guardar algo más importante que lo que hubiera en aquella sala. Quizás más frascos con reactivos, venenos, sueros o proteinas especiales...

Otro sonido inundó la estancia, unas campanadas hizo que los presentes se giraran hacia una de las pantallas de la estancia; en la imagen podéis ver el logo de la academia y tras este a aquel oso que ya habíais visto con anterioridad, al parecer quería dar un anuncio importante.

Diiiing - Dooong - Diiiing - Dooong

-Ahem, ¿Puedo tener vuestra atención, por favor?. Ahora mismo son las 10:00 P.M.  Entramos en el "Tiempo de Noche". La Cafetería está fuera de los límites y la puerta se cerrará momentaneamente. Y con eso os deseo buenas noches, que tengáis dulces sueños...

Pese a dar aquel aviso y apagarse la pantalla, nuevamente esta volvió a encenderse mostrando a Monokuma, al parecer aquel robot aún no había dicho sus ultimas palabras a los Alumnos supervivientes, y probablemente tuviera poco que ver con el tema de si era de día o de noche, o qué zonas estaban abiertas o cerradas a los alumnos.

¡Debido a la "interesante" idea de "escapar" de la Academia, yo Monokuma, he decidido ayudaros!

¡Porque sé que el mero hecho de salir por la puerta es algo difícil de evitar...

... y como alguien SEGURO que lo hará durante esta noche!

¡Os he dejado algo bastante interesante a todos en vuestras habitaciones!

¿Queréis saber lo que es?. ¡Apuesto a que sí!

No tenía idea del por que estaba ahí parado frente al Laboratorio de Química en la cuarta planta de la Academia. Tal vez la frustración de encontrar nada en las habitaciones pasadas me hizo deambular por los pisos superiores.

De todas formas entré mirando cuidadosamente los alrededores, no sabía qué podían ocultar estas paredes. Me sorprendí al ver estantes ordenados e inventariados estrictamente, es como si alguien desease que no se confundan con los reactivos más peligrosos. Si los estantes estaban ordenados de esa forma, por seguro debía existir una hoja en donde se detallan todos los reactivos, así que me dediqué a buscar algo así.

El tiempo voló mientras realizaba mi cometido y el anuncio de la noche llegó sin darme cuenta, pero le resté importancia. Aunque Monokuma esta noche estaba más impaciente que de costumbre, porque nuevamente la pantalla de la habitación se prendió, ahora para comunicar otro tipo de mensaje.

Para ser sincero mi curiosidad aumentó al escuchar las palabras de Monokuma, deseaba saber que artefacto dejó en mi habitación. Di unos cuantos pasos hacia la puerta, realmente quería conocer lo que había dejado el Director. Pero antes de salir revisé mis pertenencias, de manera inconsciente, sabía que algo andaba mal, porque no sentía mi PDA en mis bolsillos.

Durante todo el día anduve con ese pensamiento de no tener mi PDA, lo que descartaba de inmediato la posibilidad de ir a mi habitación a revisar el objeto dejado por el Director. Esto también conllevaba un problema, porque no podré dormir en otro lugar. Sólo quedaba una opción, así que me di vuelta y comencé a buscar entre los reactivos algún derivado del modafinilo, para que me quitase el sueño y así poder pasar despierto toda la noche.

La puerta se abrió nuevamente, esta vez no era Monokuma, sino la propia Monoane quien, de forma instintiva y desesperaba cerraba y bloqueaba usando una pequeña llave la entrada, respirando aliviada mientras trataba de recuperar el aliento, o algo similar, teniendo en cuenta que era un robot.

No se percataría de la presencia de Kazuhiko hasta pasados unos cuantos segundos de silencio incómodo por parte del "Ultimate ???", segundos tensos para ambos y que por algún motivo, eran más tensos para ella.

¡¿Mi Prínci-Bleeeeeergh!!

De su boca cayó un líquido extraño de color azulado y consistencia similar a la grasa, aunque olor a gasolina destilada de alto octanage. Esta trató de cubrirse, pero no pudo evitar echar la pota, a juzgar por el estado en el que esta se encontraba, no era especialmente bueno... Al cabo de unos segundos hubo cesado de regurgitar y pudo dirigirse nuevamente a Kazuhiko.

Había revisado arriba y abajo los frascos durante cierto tiempo, por lo que a Kazuhiko no le fue del todo difícil de encontrar lo que andaba buscando, un bote con pastillas de cafeína, con un par de ellas, sería más que suficiente para el organismo del pelirrojo mantenerse en pie durante la larga noche que tenían aún por delante.

 Sin siquiera mediar palabra alguna, esta comenzó a llorar por su ojo, mientras aún tenía cierto líquido cayéndole por la comisura de los labios. Si es que eso fuera posible, a fin de cuentas, seguía siendo un robot, por muy bien hecho que estuviera, no estaba llorando de verdad, tan solo lo imitaba.

-¡Has venido a rescatarme! -Exclamó mientras saltaba a los brazos de Kazuhiko- ¡Hay un monstruo!. ¡Uno más terrorífico que Papi!. ¡Ha acabado con algunos de mis hermanos y hermanas!. ¡No sé quienes quedan con vida!. ¡Cuando iba a entregar tu regalo, él me estaba esperando bajo la cama y casi me atrapa!.

Monoane se movió en los brazos de Kazuhiko, no quería que este la soltara, y ella no iba a separarse por las buenas de su querido príncipe. Entre sus llantos, clamaba por los miembros de su familia que presuntamente ya estaban destrozados a causa de ese monstruo.

¡Tito Kuro, Tita Funa! ¡Nii-Guitar, Nii-Seeker!

Monokuma detuvo su llanto por un segundo antes de separarse de Kazuhiko, el cual no tuvo tiempo para reaccionar debidamente a toda esa repentina y macabra situación que se le hubo presentado sin siquiera mediar palabra y quizás fuera de relevancia para el futuro, probablemente.

-¡S-Si Papi te ha dado algo bueno, qu-quizás podamos ir contra el monstruo!. ¡Pero no le digas a Papi que han matado a los otros! ¡O que hay un monstruo suelto! ¡Si lo llegara a saber me castigaría severamente!.

Tras decir estas palabras, Monoane abrió el compartimento que tenía por barriga, entregándole en mano a Kazuhiko una pequeña caja que, supuestamente contendría su regalo especial para hacer más entretenido su estancia en la Academia... aunque sin darle tiempo al pelirrojo de abrirla el mismo, Monoane la abrió delante de él y se horrorizó del contenido.

MASCARA MONOKUMA

Tras una rápida búsqueda en el organizado Laboratorio de Química, obtuve lo que quería, tenía el bote de pastillas de cafeína en una mano cuando me di cuenta de la presencia del Monokub en la habitación. Como apareció, según mi punto de vista de la nada, no me percaté que esta cerró la puerta de la entrada con una pequeña llave. 

En el mismo momento en que vi a Monoane parada frente a mí, de forma instintiva sonreí y mi actitud cambió, me sentía más animado que hace unos minutos atrás. No entendía bien si me forzaba a parecer amigable frente a ella o si realmente me simpatizaba, lo único que me interesaba es que me divertía con su presencia. Aunque debo admitir que un juguete nuevo siempre es entretenido los primeros días, pero con el tiempo tiende a aburrir, mucho más si este se rompe. 

-¡Has venido a rescatarme! -Exclamó mientras saltaba a los brazos de Kazuhiko- ¡Hay un monstruo!. ¡Uno más terrorífico que Papi!. ¡Ha acabado con algunos de mis hermanos y hermanas!. ¡No sé quienes quedan con vida!. ¡Cuando iba a entregar tu regalo, él me estaba esperando bajo la cama y casi me atrapa!.

Escuché atentamente sus palabras y hasta la refugié en mis brazos sin ningún reproche, intentado protegerla del monstruo que ella describía. Pero algo dentro de mí no comprendía bien la situación. No era que dudase de su palabra, es más daba por hecho que un Monstruo estaba suelto en la Academia, pero algo no calzaba y no sabía qué. 

Tras la escena protagonizada por Monoane obtuve mi respuesta, por el momento me agradaba la presencia de esta Monokub, por el simple hecho que puedo actuar como si fuese otra persona y hasta, por algunos segundos, arrancar de esta horrible realidad. 

-¡Momo-iro!- Enuncié con gran determinación. -¡Por supuesto que he venido a rescatarte de ese monstruo! Es más hasta he venido preparado para la ocasión.- Sin pensarlo mucho y esperando que Takumi Akio hubiese hecho la prenda de ropa perfecta para esta ocasión, decidí probármela. 

De un momento a otro, parecía sacado de una obra teatral, en donde encarnaba a un príncipe. Realmente Takumi Akio había acertado con la prenda de vestir, pensé. Así que había que aprovechar la buena fortuna y torcerle la mano al destino. 

Encarnando al Príncipe que siempre había anhelado, me acerqué a Monoane para tomar el regalo de que esta me ofrecía. Cordialmente lo rechacé como dictamina la tradición, haciendo a un lado la máscara de Monokuma. Intenté que mi acto pareciese lo más educado posible, pero muy en el fondo mis principios me impedían aceptar la ayuda directa del Director. 

De momento no me había percatado de algo, ya que le resté importancia a las muertes de los demás Monokubs, pero muy dentro de mí noté algo peculiar. Miré desconcertado a la Panda Rosa: -Espera Momo-iro, ¿dices que han muerto 4 Monokubs en las manos de ese monstruo?- Guardé silencio por unos momentos, y saqué mi libreta de notas. En un dos por tres, tenía abierta la página que buscaba. -Según las predicciones Tora-Kuma, el que debiese matar a los Monokubs no es más que otro que... Monohiko.- Sin esperar la reacción de Monoane, añadí: -Y por lo que tengo entendido, yo no he matado a nadie de los Monokubs... por ahora.- Una macabra sonrisa, que no tenía nada que envidiarle a la de Monokuma, apareció en mi rostro. Es como si la máscara de este hubiese aparecido fugazmente en mi cara.

De repente y como si fuera un acto divino, la manilla de la puerta bajó y subió repentinamente; era algo más que evidente que alguien, sea quien sea, estaba tratando de entrar a la Sala de Química, por suerte para los dos estudiantes que estaban en el interior de la misma, el que estaba al otro lado no pudo entrar debido a las actuaciones de Monoane.

Monoane impidió de todas las formas posibles que fueras a responder, saltando sobre tu boca y poniendo una de sus pequeñas zarpas de oso sobre ella, a su vez, evidentemente también evitó que fueras a abrir la puerta, a fin de cuentas, hacer eso sería la muerte para ella, probablemente. Y la tuya también.

Pasarían los minutos hasta que otra vez la manilla volvería a bajar, esta vez con mucho más ímpetu que la anterior, y pese a que casi se cae algun tornillo cuando esta trató de ser forzada, finalmente la puerta resistió lo suficiente como para que esta no cayera y mantuviera a salvo tanto a Monoane como a Kazuhiko.

Los minutos seguirían pasando y una tercera vez la manilla de la puerta bajó, una sola vez. Sin poder abrirse. Luego se escuchó un simple y sencillo "Click" y la puerta lentamente se fue abriendo.

¿¡PERO SE PUEDE SABER QUÉ HACÉIS VOSOTROS DOS AQUÍ?!

¡JUNTOS ADEMÁS! ¡NO PUEDE HABER AMOR ENTRE MONOCUB Y HUMANO!

¡ESTÁIS ATENTADO CONTRA NATURA!

Otro sonido inundó la estancia, unas campanadas hizo que te giraras hacia una de las pantallas de la estancia; en la imagen puedes ver el logo de la academia y tras este a aquel oso que ya habías visto con anterioridad, al parecer quería dar un anuncio importante.

Diiiing - Dooong - Diiiing - Dooong

-¡Buenosos días a todos!. Son ahora mismo las 7 A.M. y el "Periodo Nocturno" ha acabado oficialmente. ¡Es el momento de levantarse y saludar al nuevo día con una amplia sonrisa. Upupupu...

Tras eso la pantalla se apaga.

Bueno... dejemos eso para luego...

Parece que ya es de día... ¡Ve a matar a alguien o algo!

Tras echar a empujones al "Principe", Monokuma se encerró en el laboratorio de Química para hablar con su pequeña Monaene, no sin antes lanzarle el regalo de Kazuhiko a este mismo, se lo pusiera o no, lo tendría que tirar en algún lado o llevarlo consigo. Pero era suyo. Monokuma no iba a aceptar un "No".

Laboratorio de Química

El Laboratorio de Química no era tan impresionante como el de Física, pero aún así tenía su pequeño encanto para los tecnofílicos, con un par de máquinas que servían para sintetizar y analizar compuestos y algún que otro instrumento de medida y de analisis, debería de ser suficiente para un buen uso en alguien conocedor.

Por otro lado; otra cosa que resaltaba era el estante, perfectamente dividido en tres secciones con las letras "A", "B" y "C". En la estantería "A" todos los botes tienen etiquetados una "A" además del nombre del compuesto; parecen ser todos proteínas y vitaminas. En cambio en el apartado "B" son reactivos. En pocas palabras, se utilizan en experimentos para provocar una reacción química; los botes y frascos están perfectamente etiquetadas como "B". Por último, en el apartado "C" hay lo que parece ser venenos, al igual que en "A" y "B" todos ellos tienen sus respectivas etiquetas como "C".

Finalmente, bajo estas estanterías se encuentra un cajón con un cerrojo, y en este estaba la llave incluida, parece ser una caja fuerte incrustada en dicha estantería para guardar algo más importante que lo que hubiera en aquella sala. Quizás más frascos con reactivos, venenos, sueros o proteinas especiales...