Partida Rol por web

Kaori estaba asustada y empezaban a correr lágrimas por sus mejillas

Esto es una broma no? Yo estaba dormida, vi una imagen en la tv y creía que era un sueño y seguí durmiendo , pero luego alguien puso un ruido y ya me desperté y vi que era real...

Esto no puede estar pasando, tengo un concierto en tres días y no quiero matar a nadie y tampoco quiero morir 

Natsuki escuchó atentamente con perplejidad todo lo que ocurría y decía el oso bailón bicolor. A todas luces ese oso se había pasado con la lejía por dentro y por fuera.

Cuando acabó su cara de perplejidad había sido sustituída por unos ojos abiertos como platos a juego con la boca y unas lágrimas que empezaban a formarse en sus lacrimales y amenazaban con inundar sus mejillas. Con voz temblorosa dijo:

Pe... pe... pero eso es... ALUCINANTE

¡Ha dicho que estamos encerrados en una mansión gigante pudiendo deambular libremente por ella y esperando a que desvelemos sus secretos! ¡Es un sueño hecho realidad!

Se giró hacia la chica que le había invitado a té antes.

¿Crees que habrá joyas? ¿Nos las podremos quedar?

Por su cabeza ni se pasaba la posibilidad de no encontrar joyas si las había. Tampoco se pasaba la palabra matar. Esa deambulaba alrededor sin entrar a su cerebro.

Al ver al oso me quedé perpleja por la grandiosidad del mecanismo, apenas escuchaba sus palabras, solo era capaz de imaginarme la máquina que habían podido construir dentto de él. Sus piruetas y su forma de hablar con el movimiento....todo me resultaba asombroso. En cuanto se marchó volví a la realidad y escuchaba a mis compañeros algo sobre matarnos entre nosotros Queeeeé? Salió de mi boca en un grito ahogado No...eso no puede ser....Miro atónita a todos cuando de repente me dan una PDA y mi mente vuelve a fluir y relajarse ante la tecnología que había en mis manos. Me quedo en silencio mientras investigo el aparato y trato de entender todo.

¿Eh? ¿Qué es esto que me dais? ¡Ah! Una PDA. ¡Anda! Pero si tiene mis datos. Mira, aparece todo. Mi peso, mi altura... mi género.

De pronto se le ocurrió una cosa nada relacionada con lo anterior. No sin pruebas.

Tafuna-san, ¿me dejas ver la tuya un segundo?

Bueno creo que Tafuna-san tiene razón, si vamos a pasar aquí una temporadita, lo mejor será ver si hay comida y agua. - miró la PDA en la cual había bastante información sobre si mismo, pero también un mapa con las zonas que podían explorar - No creo que haga falta que vayamos todos a ver la misma cosa, así que con que vayamos cuatro o cinco a investigar la cocina sobra. Me agradaría que me acompañara Anata-san y me sirviera el té prometido. - dijo ya pensando en tomar un delicioso té calentito, se le hacía la boca agua - Bueno, voy haciendo marcha ¡nos vemos! - se despidió mientras salía por la puerta del gimnasio.

Dado que nadie intentaba matarme, cosa que de verdad apreciaba me limité a tomar mi PDA, no entnedía como sabían mas datos de mi persona que yo, pero ahí estaba registrado.

-Bueno si hay comida y agua no hay problema, recuerdo que en cierta serie había una chica obsesionada con un tipo y tenía un perro llamado Menchi que era la carne de reserva, pero espero no llegar a ese punto- la verdad es que mi memoria en series era buena, así como en química y matemáticas, pero en reconocimiento de animales de peluche era  bastante mala, todos decía que aquel peluche tan raro era un oso y yo solo veía un castor, pero bueno no entraría en discusión sobre eso.

-¿Por cierto somos 16 y el peluche quiere un asesinato? y si lo que de verdad quiere decir es que lo matemos a él-medite por un momento, aunque dudaba de si los peluches tienen vida de verdad.

¡Que divertido! ¡A explorar!

Natsuki sale corriendo del gimnasio adelantando a todos.

¡Nos vemos, chicos...!

- Ehm... bueno, no creo que haya daño en investigar un poco este lugar. Además, si nos vamos a quedar aquí, ya que dudo que haya gente capaz de asesinar entre nosotros, es mejor que vayamos viendo las provisiones que tenemos...

 Un poco más calmada, aunque definitivamente alerta, Kizoku sale del Gimnasio junto a Obinata. La idea de que pudiera haber un asesino entre los presentes era algo que Kizoku veía improbable, pero por sobre todo no quería considerarlo por el pavor que le provocaba pensar en ello.

- Si este lugar tiene estructura de academia, lo primero que hay que verificar son la cocina y el almacén; que serán vitales para nuestra supervivencia... ¡Luego de eso, veré si preparó un poco de té! Así que, los que quieran ver que comeremos de ahora en más, vengan con nosotros.

Kaori estaba sumida en un profundo lloro y no quería que vieran la fragilidad de una artista con renombre por lo que salió corriendo de la estancia 

Ve a la chica corriendo a esconder sus lágrimas, algo de lo que puede darse cuenta Tadayo por ser el que más cerca estaba de la salida del gimnasio y decide dejarla marchar sin hacer nada. Se dirige hacia los que todavía se han quedado en el gimnasio y juega con su yoyó mientras les habla.

Parece que el anuncio del oso robot le había pillado desprevenido y estaba disimuladamente afectado.

YoYo:

*Tsk* Voy a ver si encuentro una salida por algún lado, nos vemos en el comedor, traed toda la información que podáis.

Yoshida no es un hombre de muchas palabras; pero pensaba que lo mejor era conocernos mejor entre nosotros si vamos a pasar posiblemente mucho tiempo juntos, sin embargo, se reservó de decirlo hasta reunirse todos otra vez, no quería presentarse dos veces.

Todavía girando su yoyó de arriba a abajo, sale de la sala en dirección a la entrada.

Escuché todas las tonterías que decía aquel espantoso oso bicolor observando en silencio desde detrás de mi abanico. Cerré los ojos y me puse de pie cerrado de golpe el abanico contra mi mano.

- Esta broma es vulgar, fuera de toda lógica y una absoluta falta de respeto, por lo hablar del mal gusto que tiene le que diseñó ese espantoso oso de peluche - mi tono de voz era suave pero severo, me sentía realmente molesta por la situación, algo extraño en mi tranquilo carácter - necesito una taza de té y unos dulces, y después tal vez vaya a buscar al responsable de esta absurda situación.

Viendo que la chica que me había preguntado salía corriendo, se me escapó una ligera sonrisa. Encontraba adorable a aquella chica tan activa. Me guardé la PDA dentro del kimono y salí del gimnasio. Lo primero que quería hacer era asegurarme de que había suficiente té, dulces y setas en el el almacén.

Me di cuenta de que la PDA contenía información sobre el nombre y la especialidad, según la Hope's Peak, de cada estudiante. Bien, bien. Eso facilitaba todas las cosas: yo no tendría que decir mi estúpido y vergonzoso talento, ni ellos tendrían que decir los suyos. En cuanto a las presentaciones, ya había tenido suficiente cuando nos empezamos a conocer.

Sin embargo, tengo que reconocer que fui sorprendida gratamente porque al fin estas personas no solo se tomaron en serio por fin este extraño y morboso secuestro, sino que empezaron a trabajar. Tal vez, y sólo tal vez, este grupo tuviera un mínimo de sentido común, algo de potencial, y mereciera la pena tratar aguantarles.

Sin decir nada más, solo asentir a lo que fueron diciendo, me encaminé hacia la salida del gimnasio. No acompañé al grupo que fue a las cocinas y el comedor, mi intención era buscar una forma de escapar para todos, o al menos hacer una ronda de reconocimiento por el lugar. No me importaba ir sola, de hecho, lo prefería.

Antes de que pueda empezar la conversación  con la secuestra perros, llega la gente que falta a la sale y un oso aparece a dar un discurso de muerte y diversión, que Deán escucha atentamente.

Cuando el oso se va Deán se levanta y aplaude-¿Inspirador verdad?-le dice a los compañeros  que le rodean, cuando les mira puede ver en sus caras algo que conocen bien, el miedo, miedo por lo que han hecho y por lo que harán, miedo por no saber qué va a pasar, miedo por todo, después observa la Tablet recién entregada con información de sus nuevo amigos.

-Chicos tranquilos morir rápido es una liberacion,no tengáis miedo a la muerte, temer como os puedan matar, pensar que uno  de vuestros compañeros, puede sacaros las tripas con un cuchillo en la cocina, o quemaros hasta la muerte en vuestra habitación, quizás ahogaros en la bañera o ahorcaros en el recibidor, vamos chicos no os preocupéis  yo os salvare con mi ayuda superareis todo eso- de repente ve que la rubia que fue la última en entrar sale corriendo como una loca- veis esa es la actitud el primer paso para conseguir superar esto, ella será mi primer objetivo a ayudar- dicho esto Deán sale rápidamente del gimnasio sin mirar atrás buscando a la chica rubia

-Bueno, yo me voy ya al comedor, que tengo hambre...Hasta luego-dijo el encapuchado mientras sacudía la mano de espaldas

-Si esto va de esta forma concuerdo con algunos de ver comida supongo que será bueno no solo saber con que contamos de provisiones si no también de equipo, en especial por si algún idiota de verdad cree que matar es buena idea, por cierto tu te vienes conmigo- Me molestaba esas libertades que Dean se había tomado, por lo que mientras salía de la estancia le grité - No te des privilegios, solo no quiero que le des alguna idea tonta a estos idiotas y tu tienes una boca muy floja sobre estrategias de asesinato mejor te tengo vigilado, así que te vienes conmigo a la enfermería, suficiente van a la despensa y la cocina, también será necesario saber lo que disponemos de medicamentos.

Tafuna suspira mientras ve como la mayoria se estan marchando ya en ese momento se da cuenta de algo que brilla en el suelo, lo recoge y tras darle un pequeño vistazo se lo guarda, tras ello junto al resto se va del gimnasio a investigar este extraño lugar.

Tenia mis cabellos agarrados y pareciera que fuera a romper en llanto en cualquier momento ese oso bi-cromático desapareció cómo llego -¿Enserio espera que nos matemos entre nosotros?- aún tendido en el piso me acerque gateando a tomar la PDA y ver que tenía información de todos los "estudiantes" algo aterrador teniendo en cuenta nuestra situación.

Todos empezaron a marcharse del gimnasio en grupos a explorar y ver nuestras opciones quizás debería hacer lo mismo aunque hay demasiada gente y me sería incómodo pero tampoco podía ir solo aún a gatas me acerque a la única persona que no me aterraba por completo y me senté en el suelo a poca distancia de Yamada-san.

-¿Si vas a salir del gimnasio puedo ir contigo?- tenía la mirada al piso y mi rostro estaba completamente rojo,no me era fácil socializar con nadie y quizás yo fuera una molestia.

El gesto obsceno del chico de cascos me dejó perplejo, pero no le tomé mayor importancia. Estaba bastante cansado así que simplemente cerré mis ojos e intenté dormir. 

No podría decir cuanto tiempo había trascurrido, pero pude descansar un poco antes de escuchar un espeluznante ruido que llamó mi atención.

Ante nosotros hacía su aparición el Panda de ojo rojo, que había solicitado nuestra presencia para esta "Ceremonia de Inauguración", se presentaba él mismo como Monokuma. Un animatronic bastante fuera de lo común, inspiraba sensaciones diversas, pero por sobre todas, reinaba el desconcierto que generaba su apariencia.
Además, decía cosas bastantes incoherentes. Su frase:

Perfecto. Ahora mataos entre vosotros.

Me pareció sumamente graciosa y no podía explicar el por que de ello. -Pese a lo incómoda de la situación, intenté disimular la gracia que me había causado tal frase, y cubrí la sonrisa que se estaba formando en mi rostro. Lo que no pude evitar fue unas pequeñas carcajadas que se me escaparon, pero de inmediato intenté guardar la calma, no quería parecer descortés con quién nos había citado.-

Luego de su pequeño discurso junto con un baile que rayaba lo adorable, desapareció frente a nosotros. El espectáculo que había presenciado era bizarro pero de cierta manera asombroso, desde un número casi humorístico con una broma de mal gusto hasta una desaparición a vista de todos. -¡Wow! - Dije mientras aplaudía muy suavemente mis palmas.

El Panda dejaba bastantes preguntas con su escueta Ceremonia de Bienvenida a Kibougamine Academy. ¿Por qué debíamos matarnos? Ningún ser humano en su sano juicio mataría a otro. Obviamente, mientras su vida no se ponga en juego, nadie podría reaccionar de esa forma. Además, el simple hecho de estar encerrados, como el mismo dijo, no iba a generar un quiebre en la psique de alguien para volverlo completamente loco y generar a un asesino dentro de nosotros.

Nada tenía sentido. La "garantía" de: La única persona que puede salir del cautiverio es el que cometa un asesinato, no aseguraba nada. ¿Por qué desearía salir de la Academia que siempre quise entrar? 
Estuve en el Curso de Reserva, o al menos eso recuerdo, para lograr un cupo en la Clase Principal y ahora me toman el pelo diciendo que será un Battle Royale... qué demonios!?

Era absurdo al menos considerar aquellas palabras como ciertas y muchos de los presentes llegaron a la misma conclusión.
Coincidía con uno el chico de peinado hacia atrás, si por algún motivo todo era cierto, no habría problema de convivir sin tener que matarnos entre nosotros. Detestaba haberme perdido la presentación de todos, pero creo que no hubiese hecho la gran diferencia, ya que soy muy malo para recordar los nombres de las personas que acabo de conocer.

- Vamos nadie tiene que matar a nadie, tomemos las cosas con calma.- Le dije a los pocos presentes, porque mientras divagaba en mis pensamientos la mayoría se había retirado del gimnasio. 

Tomé mi PDA y vi de inmediato una especie de ficha en donde estaban todos mis datos. Lo que llamó mi atención fue el Talento que aparecía. ¿Qué significaban esos signos de pregunta? ¿Acaso nunca tuve un talento?

Mi cara reflejaba lo desconcertado que estaba, pero en ese momento escuché una voz cerca mío, así que no tuve mucho tiempo para cuestionarme lo de la PDA. 

 Uno de mis compañeros estaba sentado cerca mío, no sabía si siempre estuvo ahí o había llegado hace poco. De forma amigable respondí a su pregunta: 

- ¡Por supuesto que puedes acompañarme! -respondí de inmediato. -Tenía pensado dirigirme hacia un lugar en donde pueda prepararme algo para comer. Eso al menos me animará un poco. 

 Iba a seguir hablando, pero me detuve repentinamente: Oh! ¿Dónde están mis modales!? Ni siquiera conozco tu nombre, yo soy Kazuhiko.- Sonreí mientras llevaba mi mano a mi cabeza. 

-Yo me llamo...Takumi si Takumi Akio,es un gusto Kazuhi...digo Yamada-san -mi rostro estaba totalmente rojo y tartamudeaba por el nerviosismo que tenía -Escuche a los otros...decir que buscarían pro-proviciones...yo también creo que debe haber...una co-cocina podríamos buscarla también y ...gracias- me levanté del suelo esperando que Yamada-san saliera del gimnasio para poder seguirlo.

Cuando mirada se alza de la pantalla de la PDA veo que muchos de mis compañeros ya se han marchado del lugar, me regaño mentalmente por mi forma de abstraerme del mundo cuando me encuentro delante de una nueva tecnología y miro a mi alrededor. aún quedaban algunos y escuché que dos de ellos tenían pensado ir a comer algo. Me acerco algo tímida y mirándolos nerviosa les digo ¿Podría acompañaros yo también? me llamo Ainam.

Me asustaba un poco ir sola, sobre todo después de saber que podría haber muertes, y esos chicos parecían amables.

Miro a mi alrededor mientras espero ansiosa a que me acepten.