Partida Rol por web

El combate en verdad no había sido malo y se organizó mejor el grupo. El asunto es que una vez se redujo a los adversarios, el enano saltó hacia el pozo y detrás Lance fue tras él en cuestión de segundos. Así que Marianne con su lobo también hicieron lo propio, todo era cuestión de salvar al grupo de esa chica y a ella misma. 

—Deberíamos dejar que los chicos vayan delante. Y el lobito también.
Vamos a necesitar más luz, puede que al bajar llegue menos iluminación y esté todo mucho más oscuro que arriba. Pero si esto es así, ¿habrá que mantener fuentes de luz artificiales durante todo el laberinto? A medida que bajemos habrá más y más oscuridad, ¿cómo vamos a hacer? Bah, problema para resolver luego, ahora lo importante es la muchachita.
Doy unos golpecitos al suelo con el bastón y el otro extremo se pone a brillar lo suficiente para como para ver unos cuantos metros a la redonda y añadir otra fuente aparte de la de Gerda, esto es sobre todo por si por tal o cual razón nos acabamos separando.

Y sigo a los demás con toda la rapidez que me permiten las piernas. Me he quitado los tacos, que ceñí a mi cinturón, para no entorpecer mi movimiento. En cuanto pueda me compraré un calzado más adecuado para esto, no sé cómo es que se me pasó por alto este detalle importante ayer. Debe ser porque estoy demasiado acostumbrada a ellos, pero no así a correr. Jolines.

No dijo mucho, simplemente decidió que debía ir detrás de todos los demás, se lanzó hacia adelante con todo por el agujero, una enorme sonrisa en su rostro esperando a que lo que hubiera detrás o bajo o donde sea que fueran a parar fuera algo más desafiante, sabía que los demás esperaban poder salvar al grupo de la espadachin que habían visto pero él solo buscaba sus propios propositos.

La pendiente de aquella abertura hizo que vuestra bajara fuera rápida. Os deslizabais por el inclinado terreno mientras alguna que otra roca se desprendía a vuestro paso. Las luces convocadas parecían iluminar el pasaje y las paredes irregulares de aquel lugar. La caída parecía ser larga, incluso empezasteis a dudar si aquello acabaría en algún momento. Finalmente algo de luz empezó a vislumbrarse a fondo de aquel corredor. Las pequeñas piedras brillantes que habíais observado en el piso superior parecían también adornar el lugar al que estabais cayendo.

Y finalmente la caída finalizo. Saliendo de una de las paredes de la nueva sala que acababais de entrar os encontrasteis con una habitación amplia con tres columnas de piedra gruesa que se disponían de forma aleatoria distribuidas por la sala. Por el techo de la sala había lo que parecía como grandes corales brillando de un color verde tenue. Si no fuera por el olor que había en aquella sala incluso se podría haber considerado un lugar bonito a su manera. Aunque… quizá no era la sala lo único que llamaba la atención.

Allí había casi una veintena de goblins contando a los que aun sostenían a la aventurera inconsciente, pero había uno mucho más grande en el centro de la sala que llamo vuestra atención. Un goblin de casi la altura de un humano promedio y con la corpulencia de alguien a quien le sobran muchos kilos, se encontraba sosteniendo levantado a lo que parecía otro aventurero.

Con nariz ganchuda y una panza prominente cuyos excesos de grasa parecían rebosar haciendo varios pliegues en su abdomen y papada, aquel goblin era el más grande, gordo y feo que habíais visto nunca. Sus dientes amarillentos se exhibían mientras miraba a su presa. La que parecía ser la compañera de la aventurera que habíais venido buscando estaba siendo sujeta por tobillo mientras estaba inconsciente. De cabellos grisáceos y portando ropas ligeras con una armadura de cuero liviano, tenia aun su arma enfundada en la cintura.  Por su frente discurría un reguero de sangre y en algunas partes de su cuerpo se podían ver diversos cortes.

Vuestra presencia no pasó inadvertida. Las luces que portabais y el sonido deslizando la pendiente habían llamado la atención de varios de los muchos goblins que había en aquel lugar, algunos de los cuales empezaron a chillar cuando os vieron caer.

El gordo goblin que por su estatura si parecía ser el jefe real de todos aquellos miro a vuestra dirección y después de relamerse los dientes como si hubiera visto un suculento plato de comida, sin soltar el tobillo de la aventurera con su mano izquierda, elevo con la derecha lo que parecía ser un gran y ancho cuchillo de piedra hacia vosotros antes de gritar y hacer que muchos de los goblins empezaran a correr hacia vosotros con intención de atacaros.

La escena era, cuanto menos, extraña. No imaginaba que, por como había escuchado presentar siempre estas tierras, pudiera presentarse ante nosotros una especie de grupo socializado de monstruos. Quizás eran criaturas acostumbradas a seguir al fuerte o tuvieran un instinto de servidumbre parecido al de las hormigas que les influyeran a juntarse de aquella manera. Si derribábamos a los líderes es posible que el resto no supiera que hacer pero aquellos números parecían mucho más peligrosos que la posible poca organización que pudieran tener... Fuese como fuese allí estábamos la casa Eris enfrentándoles y solo había una cosa que ocupaba mi mente: 

A Repartir martillazos... espeto mientras dejo caer mi martillo sobre uno de los goblins que sujeta a la aventurera.

Observando el panorama con detenimiento, creo que la mejor forma de actuar es como lo venimos haciendo. El feote parece ser algo más inteligente que los demás, así que no habría que subestimarlo, pero de cualquier manera, si la cosa sale bien, no le dará tiempo de pensar mucho.
—Cuento diecisiete y el grande. ¡Hay que reducir el número lo más rápido posible! Empezando por...
Cargo otra bola de energía crepitante en mi mano, que impacta en forma de descarga sobre ls goblin que se venían llevando a la aventurera que nos cruzamos, con cuidado de apuntar el relámpago a sus pies para no darle a la pobrecita.

—¡Mari! Lo que has estado haciendo hasta ahora ha funcionado siempre, ¡pues que funcione una vez más! ¡Fíjalo al suelo con tus flechas!

A King no tengo ni que decirle que entretenga al gordo mientras vamos bajando cantidades.

—Su fuerza depende de su número, cuanto más rápido merme, más rápido ganaremos. ¡Animo! Y no olviden hacer bastante destrozo, así el entorno no podrá crear más enemigos porque deberá regenerarse primero.

Y voy a asumir que a partir de ahora ya estamos en el segundo piso, considerando todo lo que bajamos. Me pregunto si podremos subir por ese lugar o si habrá que buscar otra manera para poder irnos.
—Es probable que tengamos que buscar una forma de subir y eso implica recorrer este piso nuevo, que es más duro que el anterior. Por eso tratemos de no cansarnos demasiado, habrá más peleas como esta antes de que podamos irnos de aquí.

Al llegar abajo la situación se planteaba tal como Lance se la había esperado, y con solo ver el primer grupo de goblins que los amenazaba ya estaba lanzandose al ataque incluso antes de entender el resto de la situación o de contar enemigos. Las instrucciones de Vivienne llegaban tarde y de forma innecesaria, el arma del joven ya estaba describiendo un gran arco buscando la cabeza del jefe goblin frente a él y a aquel que se pusiera en rango.

—Cuidado, me da la impresión de que esta estancia es... es especial, en cierto modo.

En la posada en que me alojaba antes de entrar en la familia oí algunas conversaciones entre aventureros, otros fueron tan amables de explicarme cómo funcionaban algunas cosas, pero no hay tiempo de contar todo, no debo irme por las ramas.
Continúo diciendo entonces:
—Miren —señalo la hilera de pasadizos—. Están todos en la misma pared, eso puede significar que esta sala está en un borde del piso.
Aún no estoy segura de si seguimos en el primero o descendimos al segundo por la rampa... Lo descubriremos pronto, supongo.
—Y si esto está por fuera, digamos, podría tratarse de una "reserva de monstruos" —continúo—. Pero no tengo muy claro lo que significa. ¿Será aquí donde el laberinto los "guarda"? O puede ser una especie de nido. Sospecho que si tenemos las fuerzas suficientes como para acabar con los de aquí, que es donde hay mayor concentración, quizás no nos resulten tan difíciles el resto de los combates.

La situación era límite en todos los sentidos y Marianne era demasiado consciente, así que hizo caso omiso a las órdenes de Vivienne porque consideraba que no había un líder allí y todos eran iguales. Así que por esa razón se mantuvo con el lobo muy cerca suyo con el pelaje erizado mientras preparó una flecha para apuntar al jefe goblin. 

Ya Lance se había lanzado lo mismo Gerda y Viví, ahora le tocaba a ella. No hay duda alguna, buscó de alguna manera ralentizar al jefe así era más fácil de atacar. 

No iba a tomarse muchos reparos en cuantos Goblins había, hubieran 3 o 100 igualmente se lanzaría a por todos ellos poniendo pecho a las balas o más bien a las flechas en este caso. Su sonrisa amplía mostrando los enormes dientes afilados que poseía intimidaban a cualquier bestia que se le pusiera en frente, necesitaba acabar con el más grande de ellos, uno raro que se encontraba a lo lejos, resguardado por todos los demás Goblins así que debía acabar con un par de ellos antes de poder enfrentarlos. 

-¡Jajajajaja! ¡Dejenme a los Jefes a mi, si los mató entonces los demás no sabrán que hacer! ¡MUERAN MUERAN MUERAN! -Pronuncio como una bestia desbocada quitandose con una estampida a los más pequeños y enfocandose netamente en el lider cercano que estaba dispuesto a pelear con él. Su enorme garrote pasaba la mayor parte del tiempo en su mano derecha demostrando la enorme fuerza que poseía pero en los ataques realmente serios casi siempre pasaban a ser llevados por ambas manos, precisamente aquello permitía que su arma fuera considerada como un objeto contundente y pudiera golpear a más de un objetivo a la vez. 

Su sonrisa quedo aún más feliz cuando notó que su arma golpeaba en el cuerpo del jefe de los goblins, sintiendo como el garrote daba en plena carne destrozando músculos y huesos a su alrededor, una gran cortina de humo se esparció a su alrededor y cuando fue disminuyendo, la enorme figura del monarca de las bestias se irguió con varios goblins a su alrededor y el brillo de sus ojos demostraban sus intenciones malvadas.

La reacción del grupo fue rápida al verse rodeados. El primer objetivo del grupo habían sido los goblins que trasportaban a la aventurera. Un golpe de martillo provoco que uno de ellos callera a plomo mientras el exceso de la carga desestabilizaba a sus compañeros, quienes no tardaron en ser fulminados por el serpenteante rayo que la maga había conjurado.

Dejando de estar sujeta por las criaturas la aventurera cayo a plomo sobre el suelo. Quizá el golpe sobre la roca irregular del terreno hizo que la joven despertara del trance en el que se haya sumergida, pues tras un mudo quejido de dolor y llevarse la mano a la frente, empezó a inspeccionar donde se encontraba. Su primer movimiento fue buscar su espada ne la cintura, pero claramente no estaba allí.

Por otro lado, la primera oleada de goblins parecía haber sido repelida por la línea delantera. Lance y King trazaron una defensa magnifica mientras las flechas de Marianne volaban sobre sus hombros bloqueando cualquier avance.

La lanza del guerrero había cortado sobre el pecho de uno de los cabecillas de los goblins pero sin infringirle la muerte por desgracia. Por otro lado el mazo de King trazo un arco sobre los enemigos cercanos barriéndolos como si fueran simple hojarasca. El primero de los impactados desaparecio en cenizas negras antes de que le mazo alcanzara a un segundo y posteriormente a al jefe goblin quien aparte de su herida, acababa de recibir un flezado certero por parte de la arquera del grupo.

Sus líneas de ataque habían mermado en gran medida, en un solo asalto habían desaparecido seis de los enemigos y el que parecía el goblin más fuerte del lugar no iba a dejar pasar aquella carnicería. Con una risa tan gutural como grave avanzo corriendo con toda su corpulencia hacia el bárbaro mientras su mano derecha agitaba aquello que pensaba usar como arma.

Efectivamente, aquel gordo goblin no había soltado a la aventurera desmayada que hasta hacia unos momentos sostenía en alto y ahora parecía agitarla  sujeta por el tobillo como si el cuerpo de la aventurera se tratara de un arma. Sin reparo alguno por la vida de aquello que sujetaba balanceo de arriba abajo su “arma” intentando golpear al bárbaro mientras gritaba dando la orden de atacar al resto de la sala.

Los chillidos de las criaturas empezaron sucederse por la sala mientras los más cercanos se lanzaban a la carrera a acompañar a su jefe y los lejanos empezaban a arrojar piedras por el aire.

"Las piedras no parecen hacer excesivo daño individualmente pero sus números podrían ser un problema."

Suelto la espada que recogí antes de saltar al túnel a los pies de la aventurera para que pueda recogerla fácilmente. "Por sus heridas, no creo que pueda lanzarse al combate pero al menos, con su arma en mano, podrá defenderse" 

Antes de lanzarme al ataque, le digo: Esto no ha terminado, defiéndete como puedas, nosotros nos ocuparemos del resto.

Tras lo cual, agitando mi martillo, cargo contra aquellos goblins que me parezcen tener a Vivianne como objetivo, intentando cumplir (aun que sea un poco) con mi papel de protector de las dos luchadoras de larga distancia.

—¡Ay no, la va a usar para pegarle a King! —grito con una buena cantidad de susto—. ¡Y al grandote no parece que vaya a importarle!

Esto está mal. Mal en tantos niveles que no sé ni por dónde empezar. Encima nos están apedreando a más no poder, apenas me da el cuerpo para cubrirme con los brazos.

Todos ocupados peleando, pero no puedo meterme yo a quitarla de ahí, es demasiado peligroso.

—¡Mari! ¡Te ruego que al menos esta vez sí me escuhes! —le imploro desesperada a mi compañera—. Dispárale a la mano para que la suelte. Lo haría yo, pero mis conjuros no tienen esa clase de precisión.

Mientras tanto intento moverme hacia donde está la aventurera que ha caído al suelo para ponerme delante de ella y protegerla con más fuego de contención.

—¡Magic shot! —grito para hacer salir más disparos en todas direcciones—. Quédate detrás de mí, corazón, no estás en condiciones ahora mismo de pelear —le digo a la pobrecita, poniendo mi mejor sonrisa, que entre el cansancio, el dolor y la mugre, como que no me sale muy bonita.

La escena era impactante cuanto menos, no importaba cuanto lo pensará Lance o cuanto suplicará Vivienne era poco probable que aquella aventurera que estaba siendo agitada contra King fuera a salir viva de allí, al igual que era poco probable que la que acababa de despertar fuera a ser de mucha ayuda.

-Tsk-Apretando el agarre de su arma el joven  cargó contra los goblins al frente, si King se encaraba con el jefazo su labor sería la de llamar la atención al máximo. Con el arma en ristre se dispuso a cargar contra los goblins de la primera línea.

Al fin el jefazo final se acercaba a él, ni siquiera tuvo que dedicarle algún tipo de intimidación o llamar demasiado su atención, aunque el solo hecho de basicamente destruir a uno de sus generales, la sonrisa tetrica en el rostro de King se volvió una constante a pesar de estar en cierta desventaja númerica y armamentistica, ellos no tenían el cuerpo de un aventurero que utilizar para enfrentar a los demás goblins. Aún así no se iba a quedar atrás, los gritos y acciones de los demás solo causaban que se molestará debido al ruido. -¿Me entregas a tu exclava? Lo lamento pero no me gusta follar con lacayas ajenas. -Pronuncio mientras daba un leve movimiento hacia la derecha intentando esquivar por un momento el golpe creado con la aventurera, tal como decía la maga, lo más seguro es que si hubiera sido en otra ocasión habría puesto el cuerpo enfrente y que el cuerpo de la chica fuera destruido en el camino, sin embargo, ahora debía salvarla de alguna forma u otra. 

Con una concentración tremenda el Barbaro se lanzó hacia adelante para bloquear de mejor manera el golpe que estaba realizando el enorme jefe Goblin, le bloquearia con su propio cuerpo si era necesario y entrar en una contienda de Fuerza si era necesario para que le soltará, no le interesaba que hubiera otros goblins pequeños cerca, los demás se harían cargo de ellos y si llegaba a soltar a la aventurera también le salvarían de alguna manera, él solo debía enfocarse de enfrentarse directamente con los lideres, recibir el daño de todo lo que viniera en frente y salir victorioso de ello, era el monarca de las bestias, ningún ser vivo sería capaz de doblegarle en una lucha de determinación.

—¡Calla Vivienne! No eres mi líder. 

Aquello no le gustaba, ella sabía dónde disparar y le fastidiaba que la peliblanca esté constantemente diciéndole que hacer. Había tantos frentes y Marianne sabía manejarse bien, solo no quería escuchar a la voz chillona esa para centrarse y ver dónde era mejor atacar. 

Por ello, antes de que King siquiera vaya a por el líder, cogió una flecha más y le apuntó a la cabeza, dando por sentado que no fallaría esta vez. 

La joven aventurera aun parecía algo aturdida por el golpe, aunque al menos parecía ser capaz de moverse. Estaba levantándose cuando abrió sus ojos sorprendida ante la situación.
—¿Gisela?— Murmuro mientras su mirada estaba fija en el gran goblin que había allí o mejor dicho en la mano del goblin.—¡No!.—Su voz se elevó cuando el brazo de la criatura se balanceaba intentando usar el cuerpo de la aventurera para golpear a King.

La situación se había puesto peliaguda, como si el tiempo se ralentizara, las acciones de los aventureros de la familia Eris se sucedieron. Evitando el golpe de aquella criatura King alzo una de sus manos y paro el movimiento del gran goblin cogiéndolo de la muñeca. Aquella parada en seco evito que la cabeza de la aventurera golpeara contra el suelo de roca a gran velocidad. Su cabello se arrastraba por la piedra, demostrando lo cerca que había estado de impactar contra la dura roca.

Por desgracia, hubiera sido anteriormente o en aquella abrupta interrupción del ataque, ahora podíais ver como la pierna por la que el goblin sujetaba a la aventurera no tenía una posición natural, en el mejor de los casos estaría dislocada. Un cruce de miradas ocurrio entre King y aquel goblin, parecían bestias deseosas de enfrentarse. Mientras aquella mirada tenia lugar una flecha silbó por el aire en dirección al caudillo de aquellos goblins. En una persona, aquella fecha habría sido capaz de matar de forma certera, pero en aquel ser únicamente se hundió varios centímetros en su papada.

Los ojos de la criatura ojos se abrieron sorprendidos. Su mano soltó a la aventurera mientras tiraba hacia atrás para soltarse del agarre de King. Sus pesadas pisadas retrocedieron tanteando con su mano para sacarse la flecha que tenía en el cuello mientras respiraba ahogado. Si bien parecía que aquella flecha le cortaba la respiración, no parecía ir a caer por aquello y tampoco parecia que fuera a tardar mucho en sacarla.

Mientras tanto, Gerda había comenzado a correr hacia la línea de goblins trasera, la misma que armados con piedras empezaban a lanzarlas a vuestro grupo. Su maza se alzó propinando un fuerte golpe en la cabeza de uno de aquellos goblins mientras que simultáneamente una réplica dorada e incorpórea del arma aparecía justo al lado de otro de los enemigos, lanzando un golpe de igual envergadura haciendo que ambos enemigos heridos se desplomaran en el suelo y no tardaran en estallar en cenizas haciendo que sus piedras tintinaran contra el suelo.

Aun así, las piedras ya habian sido lanzadas y, si bien sus lanzamientos eran torpes, una de las piedras tomo una trayectoria desafortunada impactando en el abdomen a la maga del grupo. No eran piedras realmente contundentes, pero un impacto fuerte seguía doliendo y haciendo daño, más aun en el cuerpo de una maga poco versada en la resistencia de golpes.

Y parecía que el peligro no había terminado para la maga. Pues si bien los rayos que había lanzado habían conseguido eliminar a uno de los goblins y dejar ciertamente chamuscado a otro, aquella luz brillante habia llamado la atención de varias de las criaturas, dos de las que estaban cerca de la pelea con Lance dejaran su posición y corrieron hacia la maga, ignorando al guerrero que, si bien había intentado entretener a todos, no encontraba una buena oportunidad para trazar un ataque a aquellas criaturas.

Para sorpresa de todos uno de los goblins que corría hacia Vivienne fue interceptado por la misma persona que la maga intentaba proteger. Si bien aún aturdida y con evidentes miradas de preocupación hacia su compañera, la cual yacía ahora en el suelo sin moverse, había conseguido trazar un intento de ataque a uno de los goblins deteniendo su avance.

El reproche entre compañeras me resulta alarmante, Marianne y Vivienne deberían que resolver sus problemas después de esto pero ahora la prioridad es terminar pronto con los enemigos y, aun que parece que todo marcha bien en ese sentido, podría torcerse si nos distraemos.

Algo sorprendido de que la aventurera se valiera por si misma para lidiar con el enemigo delante suya estando en ese estado y confiando en que Vivienne pueda manejar al goblin restante que pretende atacarla sin problema, me lanzo al ataque del "jefecillo" que viene a mi encuentro dispuesto al intercambio de golpes con esa criatura. "Al menos lograré entretenerle mientras el resto de sus secuaces cae"

-¡JAJAJAJA! Me habeís sorprendido. -Pronuncio al notar la flecha en el cuello del Goblin enemigo, lo que estuviera a su alrededor no le importaba demasiado, al parecer una de las chicas que había estado en problemas ya había podido levantarse así que podía cuidarse sola. 

Ahora tenía via libre para poder atacar al goblin lider, sus movimientos eran rápidos a pesar de su enorme tamaño, su mano derecha sostuvo con fuerza el garrote mientras se acercaba hacia el Goblin. El enorme cuerpo del barbaro ignoraba todo tipo de impedimento en su camino, realmente era una especie de vehiculo blindado mientras un grupo de pequeños animales como perros o gatos se intentaban lanzar encima de él para detenerle, aunque un simple movimiento de su cuerpo creaba el impulso suficiente para alejarlos de él. -¡Te llego la hora Puerquito! -Lanzó un enorme golpe en diagonal, el garrote vino desde la parte más baja del cuerpo del Barbaro y luego golpeo con fuerza la cabeza del Lider Goblin, intentando destrozar por completo la cabeza de la criatura.

-¡Mierda!- Al igual que con los Kobolds, los Goblins decidían ignorar su superioridad numérica frente a él y cargar contra las líneas traseras asumiendo el quedar rodeados, parecían apuntar a la debilidad física de la maga sin duda y a su capacidad de disparar desde lejos, era realmente molesto- ¡Ni se os ocurra ignorarme!

Si aquellos goblins seguían ignorándole y dándole la espalda, él iba a tomar el ofrecimiento para cortarlas en dos independientemente de algo de daño. No había olvidado el peligro frente a él, pero en aquella situación aguantar un par de garrotazos por el bien de mantener la formación era algo aceptable. Aprovechando el alcance de su arma, Lance giró  dando un lanzazo hacia la línea trasera para llevar a cabo su rol protector y se preparó para el impacto que recibiría en consecuencia a su espalda descubierta.

Mientras su arma cercenaba la carne, los impactos de garrotes llegaron a su espalda tal como había esperado pero...¿no había sido un impacto demasiado flojo?