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Danza Macabra. x Cuarto Episodio: El Matrimonio de Iñigo

1. La Masacre

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23/12/2011, 11:55
Director

Con Don Carlos ya recuperado, el grupo avanza todo lo deprisa que puede hasta su próxima parada: El convento de San Antón de Castrojeriz, el cual queda ya camino de León.

El paisaje a las pocas horas de abandonar Burgos se torna agreste y desértico, lo único que rompe que rompe su monotonía son algunas lomas rocosas , o bosquecillos de árboles raquíticos esparcidos casi al azar por la inmensidad.

 

El camino es además sumamente solitario, el tiempo tampoco acompaña, hace uno de esos días de estar junto a la lumbre: lluvioso, gris y muy muy frío. No invita el día precisamente a disfrutar del camino, es un día mortalmente aburrido para todos vosotros.

El único ser humano con el que os cruzáis es una vieja que camina  a través de un sendero en paralelo al gran camino por el que transitáis, siguiendo la misma dirección que vosotros a un centenar de varas de distancia.

 

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23/12/2011, 12:22
Don Antón

Aquel viaje lo estaba agotando. La lluvia era molesta y hacía que, con la armadura, le picase la espalda de manera horrorosa. Además, no paraba de darle vueltas a la cabeza y el desconocimiento sobre lo que podía estar ocurriendo en sus tierras lo consumía por dentro. Trataba de mostrarse alegre y sonriente con los demás pero en su fuero interno el pesar lo agotaba día a día. Por suerte aquel descanso que habían tenido esos dias les había venido bien, no solo a Don Carlos, si no al resto también. El brazo le seguía molestando, pero ya no era un dolor como el de días atrás. Aunque ahora tenía mas claro que nunca que no volvería a usar su mano izquierda.Al ver a la señora caminando por el mismo camino adelanto unos pasos su caballo y se acercó a ella.

Buenos días señora-le dijo Antón desde el caballo- ¿hacia donde se dirige? No es hoy un buen día para caminar por estos caminos. Ni siquiera los hombres habrán podido labrar sus tierras hoy.

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25/12/2011, 12:58
Samuel Sánchez

Me dolía un poco la cabeza porque la noche anterior habíamos dado buena cuenta del vino de la taberna. Me sorprendió comprobar que tanto Don Antón como Aleixo eran como pozos sin fondo, no paraban de beber y estaban como si nada, yo tuve que parar antes de que empezara a perder la compostura. Maldito sea el tal Ramiro que no paraba de invitarnos, claro que tenía intenciones ocultas el jodio, fue un alivio no aceptar el encargo a pesar de que el dinero nos habría venido muy bien, pero a saber en que locos conflictos nos habría metido ese necio.

Al menos me alegré de estar de nuevo en el camino y me dispuse a disfutrar del paisaje tratando de olvidarme un poco del molesto dolor de cabeza. Vimos a una señora que volvía por el mismo camino y Don Antón le dio el alto. Yo no dije nada pero me puse a su lado y miré a la señora de arriba a abajo, por si ocultaba algo a nuestros ojos, nunca se sabe qué nuevas técnicas de bandidaje se desarrollan en otras regiones.

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10/01/2012, 10:12
Aleixo d'Ocampo

Aleixo caminaba... simplemente. El día no era en absoluto apacible pero la humedad del ambiente y la lluvia pertinaz hacían que sus pensamientos se ubicasen en su querida y vieja Galicia. Realmente llevaba mucho tiempo alejado de su tierra y la morriña empezaba a ser un hecho. Y no es que el Caballero fuera un hombre blando pero añoraba el verdor de los pastos, los amaneceres neblinosos y el rugir fiero del Atlántico ante él.

Su gesto no había cambiado ni un ápice pero en su interior las imágenes de su tierra, de sus hermanos caballeros, de su hermano carnal y el legado de su padre... paseaban como un siniestro carrillón que le recordaba cuan fuertemente ansiaba un poco de paz tanto de cuerpo como de mente y espíritu.

Súbitamente el repiqueteo de los cascos del caballo que montaba el señor de Muel le sacó de su ensalmo al aumentar el ritmo con el trote. Según parecía se adelantaba para atender a una anciana que caminaba a poca distancia del grupo.

- Ya estamos... - murmuró con notable fastidio. 

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10/01/2012, 11:54
Director

Don Antón intenta acercarse a la vieja, pero por mucho que espolea a su caballo , no reduce distancias con ella que siempre va unos metros por delante. Parece... ¡ magia!

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10/01/2012, 18:36
Roderigo

Roderigo vio la imagen con curiosidad, como podía ser que una viejecita a pie fuese más rápido que alguien a caballo. Miró para las caras de sus compañeros, todos parecían estar o totalmente distraídos o con curiosidad/miedo hacia la escena. Su mente empezó a volar, y recordó a aquel moro que había compartido primero penurias y luego buena suerte y riquezas hacía ya un tiempo en Lorca. Aquel, a pesar de ser moro y usar la magia, era un buen hombre, no tenía por que ser diferente con esa vieja, pero también podía serlo... En su Galicia natal eran muchos los relatos sobre viejas practicantes de la magia, las meigas, y ellas si que nunca se traían nada bueno entre manos.

Llena su cabeza de dudas y contradicciones decidió hacer caso a su instinto de conservación:

-Don Antón, será mejor que dejéis a la señora...

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10/01/2012, 19:29
Don Antón

Don Antón escucho el aviso de Roderigo y retuvo al caballo. No le gustaba que le dieran ordenes ni estaba acostumbrado a ello pero... ¿Como era posible? Su caballo no podía estar tan cansado como para que esa anciana lo sacase unas varas de distancia. Trató de no pensar en ello, pero aún así el tono de voz usado por el gallego lo intrigaba aún más. ¿Quien era esa anciana?

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10/01/2012, 23:11
Hernán Duarte

Hernán se encontraba cansado, frustrado y enfurecido. El día era muy caluroso y la solana le hacía daño en la vista. Odiaba el calor, a él le gustaba el frío del invierno, la escarcha. Esto no ayudaba en absoluto a apaciguar el hecho de que levaba varios días sin satisfacer una necesidad peculiar y bastante importante para su estabilidad, por lo tanto estaba algo nervioso. Únicamente tenía ganas de llegar a un pueblo, que se hiciera de noche y acabar de una vez, pero esa posibilidad parecía bastante lejana, acababa de estar en una gran ciudad como era Burgos y había conseguido más bien todo lo contrario.

-¿Por qué me uniría a esta comitiva? -Se dice a sí mismo-. En el Monasterio tenía todo lo que quería, no necesitaba nada más. ¡Maldita fuese mi idea en aquel momento!

En esto se encontraba pensando el barbero cuando divisó a lo lejos una anciana de avanzada edad. Le daban ganas de ir corriendo hacia ella cuchillo en mano... Pero no lo haría, no era su estilo ni le parecía coherente a plena luz del día con sus compañeros de viaje al lado. Se limitó a cerrar lo puños y apretar los dientes con fuerza.

Pasado un tiempo se dio cuenta de que algo no le encajaba, pero no sabía de qué se trataba. Al cabo de un tiempo de mirar al único ser que divisaba que no era de su comitiva cayó en la cuenta.

-Llevamos demasiado tiempo andando, y a buen ritmo. ¿Cómo es que no hemos alcanzado a esa anciana? -Pensó-. Esto me da mala espina...

Al poco tiempo de caer en ello, vio que Don Antón había intentado acercarse a ella, pero sabiamente (al menos según pensaba Hernán), Roderigo había aconsejado a su amo que retrocediese y este hizo caso de su consejo.

-Sabia decisión... -Dijo Hernán con un susurro.

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11/01/2012, 11:29
Samuel Sánchez

Parpadeé efusivamente por lo que creía que estaba viendo, porque tampoco estaba seguro, a veces el calor y te juega malas pasadas y te hace ver cosas que no están donde tú crees que están. Pero la vieja seguía estando allí, más o menos a la misma distancia, claro que ahora no estaba seguro de si se movía o no o si iba hacia nosostros o en contra.

- Va a ser que está más lejos de lo que parece - dije usando la mano como visera

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11/01/2012, 16:56
Director

Durante el resto de aquella mañana anduvísteis detrás de la vieja, que seguía impertérrita a un lado del camino y por más que intentábais acercaros ella seguía a la misma distancia: unas decenas de varas por delante siempre. En un momento dado, a media tarde...

 

Notas de juego

tirada de Otear o Escuchar el que quiera.

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11/01/2012, 16:58
Samuel Sánchez

- Joder con la vieja - dije en un susurro

Al principio no le había dado importancia al asunto pero ya como que me inquietaba la velocidad de la señora. El caso es que desde aquella distancia parecía que siempre movía las piernas despacio, y nosotros íbamos a caballo. Había algo allí que no cuadraba ( a pesar de que yo había visto con mis propios ojos algunas señoras que andaban verdaderamente rápido) pero, yo al menos, no podía dejar de mirarla.

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11/01/2012, 17:01
Samuel Sánchez
- Tiradas (1)
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11/01/2012, 17:37
Director

Escuchas el inconfundible sonido del entrechocar de aceros, los gritos de los hombres y los lamentos de los heridos, todo proviene de algún lugar más adelante en el camino.

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11/01/2012, 17:48
Roderigo
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

SIIII

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11/01/2012, 18:04
Aleixo d'Ocampo
- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro por Descubrir que Otear no tengo...

Da igual... fracaso total. :(

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11/01/2012, 20:22
Director

Escuchas el inconfundible sonido del entrechocar de aceros, los gritos de los hombres y los lamentos de los heridos, todo proviene de algún lugar más adelante en el camino.

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11/01/2012, 20:23
Director

Notas de juego

Perdón es que en el manual de la aventura viene con las habilidades de la primera edición. Otear= Descubrir sí.

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11/01/2012, 21:59
Don Antón
- Tiradas (1)

Notas de juego

Aunque ponga fracaso es un exito. Es que no has configurado los dados y no me he dado cuenta :)

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11/01/2012, 22:44
Hernán Duarte
- Tiradas (1)
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11/01/2012, 22:46
Samuel Sánchez

De repente los sonidos del acero y la batalla me sacaron de mis pensamientos, dejé de prestar atención a la misteriosa vieja para mirar al horizonte, tratando de ver qué era lo que había delante que hacía tanto ruido.

- Don Antón, escucho ruidos de espadas y... si, son gritos de hombres - dije alarmado - Mi señor, más adelante hay una batalla, estoy seguro... ¿Qué hacemos?