Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Primero.

FLASHBACKS.

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08/03/2010, 20:31
Director

Escena especial para todo lo que haya podido quedar pendiente. Ya sean diálogos inconclusos o combates no posteados a tiempo.

Para usar libremente.

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08/06/2010, 21:15
Vladymir Ostrogov.

Informe de Actividad Hostil.

Efectivos

Grupo organizado en poco tiempo y con nulo entrenamiento en Tácticas Imperiales y en procedimientos aprobados por el Ministorum competente.
Arlan Hex: Psíquico Imperial
Lazerus-20-Silon: Tecnosacerdote
Novicio Tauron Faith: Clérigo
Tercio Veridio: No disponible
Vladymir Ostrogov: Guardia Imperial
Hermana Scythia: Adepta Sororitas

Arlesha Rais: Arbitradora

Objetivos de la misión
Eliminación de los últimos insurgentes pertenecientes a una revuelta local contraria a los intereses imperiales.

 

Localización de los hostiles: Mina Gorgona.

Consideraciones tácticas anteriores al despliegue

Los efectivos reclutados en la nave de transporte hasta Scintilla no llegaban a los términos que definen una Escuadra Imperial, si bien podrían encuadrarse entre los métodos atípicos utilizados en campañas urbanas.
Los entrenamientos fueron insuficientes ante los dispares orígenes de los efectivos llamados a levas.

Y, en general, la ausencia de un escalafón real y la heterogenia entre los integrantes impide en el corto plazo la aplicación de un régimen de autoridad marcial y de eficacia táctica.



Descripción de la actividad táctica

La zona de operaciones se desarrolla principalmente en un complejo minero que ha abandonado sus actividades productivas al servicio del Emperador y sirve de forma traidora a un grupo de rebeldes como centro de operaciones.

 

Las operaciones en entornos de movilidad reducida, con luminosidad variable y peligro ante las variaciones del terreno requieren de una disciplina adecuada, un movimiento en escuadras acorde a las ordenes de un superior y una coherencia entre los miembros de la Escuadra para evitar que las tropas actúen individualmente (y, con mucha probabilidad, erróneamente) o sucumban a los peligros e ineficiencias de las situaciones con baja moral.

 

Sin embargo, la ausencia de equipo suficiente impidió que todos los miembros del grupo dispusiesen de medios con los que iluminar la zona. Únicamente dos efectivos podían iluminar los angostos pasillos de la mina.
Dada la escasa luminosidad, la inexistencia de un mando coherente y el alto grado de independencia de los miembros de la escuadra, genera un desconcierto impropio en una organización táctica.
En cuanto el ambiente de la mina comienza a ser peligroso para el grupo (situación previsible de una actividad en favor del Emperador) las actitudes de sus miembros comienzan a ser erráticas, sus efectivos se disgregan y dejan de explotar las potencialidades de una escuadra organizada y regida por un solo mando.

Conforme la unidad atraviesa las entrañas de la mina, se hace patente la necesidad de organizar parejas de fuego que se internen en la vanguardia mientras la escuadra forma una base de supresión en caso de encontrar unidades hostiles.

Sin embargo, el despliegue por las múltiples vertientes de la mina es errático, disconforme con la táctica imperial y con poca visión estratégica que explote de forma eficiente las capacidades bélicas del grupo.

 

El avance continua sin novedades (salvo un desafortunado incidente en el que uno de los miembros del grupo cayó victima de alguna clase de ingenio o de mala fortuna fortuita que por poco ciega sus ojos) y sin hostiles hasta que en una de las galerías la unidad hace contacto visual con un enemigo en solitario. Tratase de una bestia abominable que no tardó demasiado en ser reducida y eliminada bajo la voluntad del Emperador.

 

Cabe destacar que la visión de una abominación ante el grupo y sus efectos bien podrían haberse contrarrestado por parte de una figura de autoridad que asegurase la moral del grupo, pero este detalle tendrá efectos mucho mas palpables algo mas adelante.

 

El avance del grupo no se hizo esperar tras cobrarse su primera baja exitosa, e igualmente, como providencia del Emperador, nuevos hostiles se abalanzaron sobre la poco preparada comitiva.

En este caso, se trataron de 4 abominaciones que bien daban el perfil de haber sido mineros o quizás rebeldes antes de sucumbir a la impía marca de los enemigos del Emperador, si bien no es tarea de un servidor decidir tales asuntos.

 

El grupo volvió a adolecer de sus deficiencias antes descritas al enfrentarse a múltiples enemigos, incapaces de establecer una base de fuego unificada, uno de los mutantes escapó en una cobarde huida. Incluso más importante es destacar que uno de los efectivos del grupo fue herido gravemente en el fuego cruzado, dejando su eficacia para el resto de la misión

 

No se puede obviar, sin embargo, que el grupo dio cuenta del resto de los enemigos y demostró una cierta eficacia en combate, comparable al de un Batallón de castigo de presidiarios o al de un grupo de rebeldes que recién han robado sus legitimas armas a los cadáveres de algún honorable Arbitres

 

Quizás animados por sus último éxitos, quizás embriagados por las sensaciones de un combate victorioso, los integrantes del grupo comenzaron a romper aún más la formación, hasta un punto que comprometía la supervivencia del grupo. Fue entonces cuando, quizás para sorpresa de los miembros menos acostumbrados al funcionamiento organizado del Imperio, servidor hubo de intervenir y llamar la atención, indicando que la mejor vía a tomar era donde se intuía la posición de un nuevo hostil para el grupo.

 

El correctivo no pareció surtir efecto entre el resto de los miembros de la particular escuadra, ya que conforme la vanguardia avanzaba (entre la que un servidor del Emperador se encontraba para tratar de responder con la máxima experiencia en combate posible a cualquier eventualidad) la retaguardia se quedaba rezagada mas y mas.

 

El avance hacia el hostil se retrasó cuando el individuo herido anteriormente pareció sucumbir a un ataque de pánico histérico, en el cual no paró de reír. Para cubrir su descompostura, un servidor avanzó acompañado por la servidora del Adeptus Arbitres.

Sin embargo, en un alarde de ingenio individualista (altamente desaconsejado por la táctica Imperial) la arbitradora trato de atacar la retaguardia de nuestro hostil dando un rodeo en el que quedó atrapada durante el combate. Una forma de desaprovechar otra unidad innecesariamente.

 

Nuestro hostil se encontraba en la mitad de una sala rodeada de tanques de Promethium, lo que impedía el uso de cualquier tipo de explosivo, proyectil o láser para el combate. Ante esa tesitura, servidor hizo acopio de su arma de combate cercano y cargó hacia el combate contra la bestia.
Siendo acompañado en la escaramuza con algunos de mis compañeros cuando estos reaccionaron ante lo que ocurría.

El combate, con toda la crudeza que requieren de un soldado del Imperio que asalta a sus enemigos en cuerpo a cuerpo, duró poco y únicamente se cobró la vida de nuestro enemigo.
Cabe destacar la intervención del Psíquico Imperial, que dio el golpe de gracia contra la criatura.

 

Una vez acabado el hostil y con el resto de estancias ya cubiertas, el grupo decidió que el agente conocido como Veridio fuese retirado del frente para evitar su exposición a futuros peligros, y que su vacío fuese cubierto por el Tecnosacerdote que había sido dejado en la reserva.

 

El avance hacia el que resultaría el final de nuestra misión resulto caótico y desorganizado. Los influjos de la corrupción y la baja moran provocaron profundos problemas entre los miembros del grupo, con acusaciones, visiones y alucinaciones que de no ser por la intervención del Tecnosacerdote bien podrían haber costado una baja en forma de ejecución improcedente por parte del clérigo sobre la sorita.

 

La locura cesó en cuanto el combate contra el objetivo de gran valor comenzó, los disparos, ráfagas láser e impactos de granada no parecían ser suficientes para derrotar aquel infecto ser de inmundicia. Por lo que el clérigo cargó contra la bestia en combate cuerpo a cuerpo.
Quizás dicha osadía provoco que el fuego de supresión que el resto del grupo estaba aplicando derribase a tamaño despropósito de criatura.

 

Resulta curioso que el enfrentamiento entre menos de una docena de temerosas almas del Emperador contra una sola aberración se equiparase a la violencia ejercida por millones de rifles láser contra los enemigos de la humanidad.

 

Tauron resulto herido por su valiente asalto, pero había permitido al resto del grupo acabar con la terrible criatura y dar por cerrada la misión en las Minas Gorgonidas.



Consideraciones tácticas posteriores al despliegue
A pesar de la nula coherencia táctica del grupo, los contantes errores achacables a la ausencia de un mando unificado y la incapacidad para siquiera mantener una potencia de fuego uniforme ante los enemigos del Imperio; el grupo ha conseguido mantener la mayor parte de sus unidades en condiciones de continuar las operaciones marciales designadas por la Autoridad Inquisitorial.

 

Los miembros del grupo manifiestan aptitudes heterogéneas que han permitido la supervivencia en una misión que habría cobrado las vidas de otros 7 reclutas cualquiera. Sin embargo, sin una correcta organización marcial y sin siquiera un mando unificado resulta imposible, en virtud de la táctica Imperial, explotar el potencial, eficiencia y capacidad de supervivencia de un grupo táctico.   

 

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06/07/2010, 12:57
Vladymir Ostrogov.

Vladymir comprobaba su rifle láser de cañón largo mientras el resto de sus compañeros recibían sus dadivas.
Se trataba de un modelo de imitación marciana, con cubierta de resina en tonos madera. Llamaba la atención su cargador, de un tamaño similar al de las pistolas láser y que a ojos de un inexperto resultaría energía insuficiente para temible arma.
El truco, solían explicar los sargentos instructores a los novatos, consistía en una pequeña chapa metálica que hacia las veces de fusible para el complejo sistema energético.
En suma, cuando la chapa estaba demasiado caliente (en torno a los 15-20 disparos), se debía accionar una palanca similar a la de los rifles de explosión interna con mecanismo de cerrojo. Y había de intercambiarse con una nueva.

Oficialmente, solo se podían utilizar las chapas o “Sistema de Refrigeración Encapsulado” que suministrase del Adeptus Marte. Pero la tropa comenzó a improvisar creativamente, utilizando sus propios sistemas conductores improvisados.
Desde chapas de identificación de compañeros caídos hasta trozos seccionados de casco de tanque, cualquier elemento conductor de la electricidad con propiedades parecidas al metal servia. Incluso se solían hacer pedidos a los herreros locales de todas sus piezas de escoria o metal devastado sobrante.

Con la lenta recuperación de la maestría en el arte de la construcción de armas láser, el uso de ayudas auxiliares para rebajar el sobrecalentamiento de las armas fue haciéndose menos necesario. Hasta el punto actual en el que un niño de 12 años terrestres podía recibir toda la instrucción de mantenimiento y uso de un rifle láser convencional, y cumplirla eficientemente.

Sin embargo, entre los tiradores de elite, los veteranos de varias campañas o las unidades endurecidas; el uso de este tipo de variantes resultaba aceptado incluso por el Alto Mando. Las rarezas de estos curtidos hombres eran asumidas, por ilógicas que resultasen.
El Alto Mando mantenía una posición homogeneizadora ante el resto de tropas de línea, el fusil convencional era el obligatorio, y bajo ningún concepto se había de utilizar tecnología alienígena o ajena a los Ministorum.

La única explicación que existía ante el uso de estas armas, absteniéndonos del valor sentimental y casi sobrenatural que algunos daban a estos mecanismos, era la capacidad más que sobrada de aguantar condiciones extremas de uso. Existían historias sobre tiradores que habían conseguido abatir a sus objetivos designados a pesar de que la carga de sus baterías marcaba la señal de “RETIRAR Y ABANDONAR” o las anécdotas de las tropas de infiltración avanzada sobre alguna determinada carga donde alguno de sus miembros había conseguido sobrevivir hasta llegar a la siguiente trinchera solo para descubrir que su batería marcaba “MALFUNCIONAMIENTO” desde el principio de la escaramuza.

Vladymir desmontó la bocacha, mas abultada que en los modelos convencionales, y grotesca en comparación con la variante carabina. Y palpó el alargado cañón, haciéndolo chocar levemente contra el cuerpo del rifle. El guardia pareció sorprenderse al no percibir ningún ruido hueco, sino un mero impacto seco.
Se rumoreaba que los rifles largos, por su montaje y juego prismático más complejo y potente que el de los modelos convencionales había requerido de cañones de múltiples etapas, ligeramente huecos por dentro entre sistema óptico y juego de aumentación. Lo que suponía un mantenimiento mas constante y laborioso en caso de que parte de la suciedad del combate consiguiese colarse hasta las junturas.
Este, sin embargo, parecía lucir el juego de cristales de una sola etapa que lucían los rifles láser convencionales.

No existía ningún tipo de apoyo, sujeción ni perno que permitiese el uso de sistemas auxiliares en el arma, como podría ser una linterna o una bayoneta. Sin embargo, el rol de este arma estaba lejos de requerir dichos utensilios.
Si que existía, todo fuese dicho, los pernos necesarios para instalar un bípode en el borde mismo de la cubierta, sin embargo las patas de dicho sistema de sujeción debían haberse perdido junto a su anterior propietario.

El cuerpo y la cubierta estaban ricamente ornamentados en un chapado de madera y con ribetes dorados. El águila imperial lucia en el perfil derecho en un chapado plateado.
Resultaba un detalle innecesariamente lujoso y refinado para el gusto de Vladymir. En cuanto le fuese posible cubriría toda la cubierta y parte del cañón con tela de tienda de campaña para que tuviese el aspecto que merecía un arma de semejante calibre.

La culata usaba la misma textura de la cubierta, pero estaba hueca para aliviar su peso, y contaba con una carrillera. Todo ello evidenciaba su diseño para uso comedido, racional y a distancia; y no como ayuda en una carga frontal contra una trinchera enemiga.

El rail superior de la cubierta mostraba indicios de haber sujetado algún sistema de miras, o quizás haber utilizado sucesivos juegos telescópicos dependiendo de los gustos de sus anteriores propietarios. Las muescas características de una antorcha de fusión de taller de armero, los agujeros rellenados con masilla de haber utilizado tornillos de doble sujeción y la coloración distinta a lo largo de la parte superior indicaban.

En conclusión, Vladymir sostenía un arma de excelente manufactura, que ya había sido empleada con más que evidente éxito por sus anteriores propietarios, y que manifestaba señales de haber sido configurada según los gustos de otros guerreros. Sus mecanismos de aspecto clásico no eran mas que una restauración con los medios actuales de los modelos de hace varios siglos que habían alcanzado ya un grado de misticismo entre los soldados y buscavidas imperiales. Sin embargo, los mecanismos internos y de disparo evidenciaban la sabiduría imperial más actual.
El arma, a ojo y sin haber procedido a desmontar los mecanismos internos, podría tener unos 60 años. Una más que respetable cuantía que aunaba tradición y modernidad en semejante demostración de ingenio y eficiencia.

Notas de juego

Tenia intención de realizar un post mediano hablando de mi rifle, pero hoy me he sentido inspirado y he terminado rellanando bastante mas de lo esperado.
Se puede considerar que esto es lo que piensa mi personaje al recibir su nuevo rifle.

Cargando editor
06/07/2010, 16:15
Director

Notas de juego

Excelente aportación.

- Confirmo que el rifle largo está pensado para llevar una mira telescópica acoplada en su parte superior, aunque actualmente no lleva ninguna.

- Actualmente lleva una batería láser de rifle láser estándar, pero este rifle puede usar las llamadas "baterías sobrecargadas". Son de un solo uso, un único disparo, pero el daño y la capacidad de penetración de blindaje aumentan. Es el tipo de munición empleada por los auténticos francotiradores, que no suelen fallar y que generalmente causan una muerte con cada disparo.