Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Primero.

La Negra Esperanza.

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18/03/2010, 16:55
Lazerus-20-Silon.

Lazerus observó a la hermana Scythia hacer acopio de alimentos, lo que consideró una idea acertada. El adepto se acercó hasta otro de los servidores y se comunicó con él con un extraño patrón de chasquidos mecánicos y ruidos estáticos.


[Suministra raciones alimenticias a todos los miembros de la expedición, servidor]

 

Tras ello, dejó al autómata completar su tarea, seguro de que todos tendrían así sus suministros necesarios para la futura tareaa encomendada.

Tercio se dirigió a él entonces. Lazerus simplemente asintió, siguiendo al joven Guardia de Hierro hasta su celda, para revisar su equipo de combate. Después acudiría a su propia celda para recoger sus pertenencias, escasas pero muy valiosas para él.

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18/03/2010, 22:16
Tercio Veridio.

Tercio sacó ceremoniosamente su pistola y su rifle de sus estuches y estaban listos para revisión cuando Lazerus llegó. Juntos estuvieron un rato, Tercio prestando atención y siguiendo el rito de Lazerus. Tercio no era muy supersticioso, pero era mejor estar preparado y no le costaba nada.

- Gracias, amigo. Seguro que esto agradará a los espíritus. Y gracias también por lo de las raciones, ha sido buena idea.

Cuando se quedó solo, preparó el resto de su equipo, que no era mucho, pidió una varilla de lho a un servidor y se la fumó relajadamente hasta que le entraron ganas de dormir. Quizá fuera la última que podría fumarse, no sabía qué podría pasar ahí abajo.

- Eh, servidor. - Llamó la atención a uno de ellos. - Dame otra. Y dale de mi parte una varilla a Tauron, por si le ayuda a descansar.

La que el servidor le trajo la guardó junto con sus raciones y su equipo y después se durmió.

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18/03/2010, 22:59
Arlesha Rais.

Despues de un reparador sueño, Arlesha se despertó. El dolor de cabeza habia desaparecido.

-Sepheris Secundus...menuda situación, es un marrón de mucho cuidado... No nos conocemos, no hemos entrenado juntos...la mayor parte de ellos se podría decir que destilan odio hacia otros...y estoy segura de que por muy poco que nos encontremos ahi abajo, habrá problemas, sobre todo provenientes de nosotros. Es imposible trabajar como un grupo sin ser conscientes de ello.

De un salto se levantó de su cama y se dispuso a preparar sus cosas, mientras intentaba hacer memoria de alguna información relacionada con Sepheris Secundus.

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18/03/2010, 23:50
Novicio Tauron Faith.

Me levanto de mis meditaciones y me dirijo a la cocina. Una vez ahi noto como varios de mis compañeros se han reunido y alcanzo a escuchar el ultimo comentario de Tercio, le respondo:

 - "Muchas gracias, Tercio. Estoy seguro que esa varita me será muy util en lo que nos espera. Denme mis raciones, morir de hambre no es el fin digno para un miembro de la Inquisicion."

Espero del servidor lo que me corresponde para estar preparado.

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19/03/2010, 10:54
Hermana Scythia.

Scythia toma las raciones de viaje y al girarse para volver a su celda, ve que la han visto e imitan su conducta. Sonríe, parece que en cuanto a comida y varas de Iho se refería, todo el grupo estaba muy unido.

Se marcha a su celda, para rezar un poco, pidiendo fortuna en la empresa, y para dormir las horas que le resten antes de "soltar la carga" como dijo el inquisidor.

Antes de cerrar los ojos pone una alarma a exactamente una hora antes de aquella en la que saldrán de la nave. Aun así, Avisó a su compañera Rachael, de que si necesitasen algo de su presencia la despertase para llevarlo a cabo.

 

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19/03/2010, 12:12
Servidor.

Siguiendo la orden de Lazerus-20-Silon, el servidor entrega una caja con siete raciones de campaña estándar a cada uno de los acólitos.

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19/03/2010, 14:02
Arlan Hex.

Itsua recogió de manos del servidor la caja de raciones con cierta sorpresa. No dijo nada ni agradeció la acción de este. Tan solo era un trozo de carne semoviente, carente de emociones.

- ¿Quién habrá organizado esto? - se preguntó con cierta sorpresa. Era de suponer que en Sepheris les proporcionarían cuanto necesitaran de cara a su estancia en el planeta. Con un encogimiento de hombros, guardó la caja en su petate y siguió con lo que estaba haciendo antes de la llegada del servidor. Tomó un paño con aceite y limpió su hacha, previniendo el óxido y después afiló la hoja. Después, hizo lo propio con su puñal. Revisó el bastón, así como las piezas que constituían su armadura protectora. Repasó su ropa y la guardó en el petate. Su túnica colgaba cerca. Su aspecto raído era algo contra lo que no podía hacer nada. Finalmente, centró su atención en su arma y contó cuidadosamente la munición. Satisfecho, se sentó en la cama con el Santoral Imperial en sus manos. Su mirada mecánica se perdió en algún punto al frente y se mantuvo concentrado durante largo tiempo.

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19/03/2010, 12:42
Vladymir Ostrogov.

La Nave Negra seguía su curso, y las horas se desgranaban entre entrenamientos y charlas. Tentativas, poco profundas, pero poco a poco los seis se iban conociendo. Vladymir no podía pedir más de sus compañeros, que el psiónico y el adepto no se hubieran matado durante la conversación ya era mucho, y el que hubieran aceptado no molestarse parecía un milagro digno del Dios Emperador.

Todo parecía avanzar quizá en el tiempo que les tomara llegar a destino conseguirían formar una unidad, si no cohesiva, al menos sin grandes grietas. Sin embargo el destino tenía otros planes, Sepheris Secundus, una asignación imposible en el peor momento, era claro que el peso de la misión recaería en principio sobre los hombros de la arbitradora y el Acólito, los únicos con la suficiente preparación política para desenvolverse con el comisario. Confiaba en ellos, creía que al menos sabrían no decir cosas incorrectas, el problema era que no estarían solos, y dudaba que Tercio o Itsua mantuvieran sus bocas cerradas.

- Una mente en blanco es la mejor manera de enfrenter lo desconocido - dijo repitiendo el adagio de uno de sus maestros. Claro que se refería a esntrar en combate sin prejuicios, pero se aplicaba perfctamente a esta situación. No sabían a que se enfrentarían, ni que tipo de recepción tendrían, adaptarse sería su mejor opción.

Tomó las raciones y agradeció a todos, y luego se retiró a su cuarto a preparar sus armas y su armadura y a dormir un rato. Lo último que quería era pensar en lo que les esperaba, si habían desaparecido varias escuadras, poco podrían hacer ellos. Lo cierto era que no sabía si el entrenamiento en Scintilla los prepararía para ser mejores que otros, o si eso era lo que cualquiera fuera de la Inquisición creía. Fuera como fuera él no era un mejor Vladymir que aquel que dejara Vostroya, pero al menos tampoco era peor, y eso era bastante. - Despertadme dos horas antes de la llegada - pidió a un sirviente, necesitaba prepararse, y eso implicaba un tiempo prudencial para revisar sus armas con el Adeptus.

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19/03/2010, 15:13
Nave Negra.

- Transcurren ocho horas y la Negra Esperanza sale del espacio disforme.

- Inmediatamente, todo el mundo a bordo se siente ligeramente mejor, como si desapareciera de repente una sensación de presión, o de estar a gran profundidad.

- En las siguientes cuatro horas, la Negra Esperanza se dirige a máxima velocidad de motores por el espacio normal hacia el planeta Sepheris Secundus.

- La Arbitradora Arlesha Rais ha estado recordando lo que conoce sobre ese planeta.

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19/03/2010, 15:18
Servidor.

Un servidor despierta a Vladymir Ostrogov dos horas antes de que la Nave Negra llegue hasta la órbita del planeta minero Sepheris Secundus.

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22/03/2010, 12:39
Nave Negra.

- Menos de media hora antes de llegar a la órbita, los acólitos son acompañados por las Sororitas a un transporte ligero en el vientre de La Negra Esperanza. Llevan todo su equipo y están tan preparados para la misión como puedan estarlo, dadas las circunstancias.

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22/03/2010, 17:53
Arlan Hex.

Itsua había vivido las últimas horas a bordo de La Negra Esperanza en total recogimiento y silencio. Tal vez fuera la última oportunidad que tuviera para poder disfrutar de algo parecido. Y cuando las sororitas le guiaron, junto al resto del grupo, al transporte ligero que habría de trasladarlos al planeta siguió manteniendo su mutismo. Solo una vez sentado y asegurado en su asiento, habló.

- Tan solo espero que el nombre de esta nave no sea un mal augurio. Negra esperanza. No negaré que pese al incierto destino que nos aguarda en Sepheris Secundus, siento cierto alivio ante la idea de abandonarla. No sé si tendré ocasión de hacerlo más tarde, así que prefiero hacerlo ahora. Suerte a todos en esta misión. Y que sobrevivamos.

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22/03/2010, 18:05
Celadora Sachitel.

La Celadora Sachitel se encarga de que los seis acólitos y la Hermana Scythia vayan bien sujetos en sus asientos de desembarco, que cuentan con una estructura metálica bastante incómoda que inmoviliza el cuerpo.

El espacio de pasajeros en el transporte ligero es muy reducido, apenas un pasillo con cinco asientos a cada lado, pegados unos a otros.

- "Por el Emperador." -

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22/03/2010, 18:08
Hospitalaria Eulogis.

La Hospitalaria Eulogis realiza el saludo del Aguila a modo de despedida.

- "¡El Emperador Protege!" -

Poco después, la compuerta estanca se cierra y se presuriza.

Al rato, la pequeña navecilla de transporte comienza a sufrir fuertes sacudidas y choques mientras es desenganchada de la Negra Esperanza.

Algo después comienza la caída libre hacia el planeta...

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22/03/2010, 18:10
Hermana Scythia.

Como había pensado, una hora antes de partir Scythia estaba despierta y ultimando los últimos detalles. Volvió a revisar su equipaje, viendo que estaba todo, y se arregló ella misma. Hizo un rezo demasiado pequeño para su gusto antes de que los llamaran.

Siguió a sus hermanas hasta el lugar donde les esperaba el transporte ligero

- El Emperador es sabio, si debemos morir, o así lo quiere él, lo haremos, y si hemos cumplido en vida, nos uniremos a él. Eso es motivo de alegría. Si no...que alguien se apiade de tu alma. Aun así, no hay que temer, solo hacerse fuerte.

Sonrió mientras era atada a la silla de inmovilización de aquel cómodo transporte, esperando el momento inminente.

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22/03/2010, 18:33
Vladymir Ostrogov.

Despertar había resultado extraño, y no pue hasta pasados unos momentos que descubrió qué le faltaba. La opresión había desaparecido, la horrible sensación de encontrarse sumergido en sangre se había esfumado, y se le hacía más deprimente ahora que experimentaba su ausencia. De mucho mejor humor se vistió, se colocó la armadura, y preparó sus armas para el descenso, y fué un Vladimir expansivo y rubicundo el que se encontró a sus compañeros frente a la entrada al transporte.

Entró de buen humor y acomodó sus armas en los soportes para luego dejar que las Sororitas ajustaran la estructura metálica a su cuerpo. - No te preocupes Itsua, si algo sale mal en el descenso no te enterarás, pero brindo contigo por una frase muy cierta, no veía el momento de salir de la nave negra. - Luego saludó a las hermanas con el mismo saludo y cuando se sintió que la nave se soltaba sonrió como un lobo - Por el Emperador

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22/03/2010, 21:20
Arlesha Rais.

-Los males augurios son cosas de viejas, Itsua. Si piensas en que tiene poder, te predispondrás a que te pase lo que el augurio dispone y serás tu mismo el que lo provoques. El nombre de la nave solo es eso, un nombre, dos palabras. Fíjate en la segunda “Esperanza”, tal vez así veas con mejores ojos lo que nos espera ahí abajo –dijo la arbitradora al entrar en el transporte con sus cosas y escuchar la conversación de sus compañeros. Situó todas las cosas en su sitio y se sentó en uno de los asientos que quedaban aún libres.

Con un suspiro recibió las palabras de la Hermana Scynthia y las de Vladimir –Que manía...al final algo saldrá mal....tanto llamar a la puerta al final alguien abrirá....Gracias Celadora –se dirige hacia la mujer que en ese momento terminó de asegurarla al asiento.

-Espero que os hallais abrigado bien, ese planeta tiene fama de frio –les dijo con una sonrisa socarrona justo cuando la nave comenzaba a moverse en su camino hacia la caida libre que les llevaría al planeta.

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22/03/2010, 21:31
Tercio Veridio.

A Tercio le costó despertarse. Había dormido muy bien, señal de la salida del espacio disforme, así que apuró el tiempo que le dieron.

Una vez con los demás en la nave de descenso, se mostraba descansado y animado por la salida de la nave a pesar de los riesgos que podría entrañar la misión.

- Por el Emperador. - repitió. - Buena oración, Hermana. - terminó, con más convicción de la que realmente tenía.

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22/03/2010, 22:37
Arlan Hex.

- Abrigarnos. Por lo visto sabes algo que nosotros no, arbitradora - dijo Itsua clavando sus mecánicos ojos rojos en la mujer -. ¿Eres acaso de este sector? De ser así, estarías familiarizada con el planeta. Y tu sonrisa socarrona me demuestra que no me equivoco - apuntilló con una sonrisa idéntica -. Crees contar con una baza y que esta te proporciona ventaja. Déjame pensar. A fin de cuentas, soy un psíquico, ¿no? Y constituimos un equipo, ¿verdad? Es lo que se ha venido defendiendo en estas últimas jornadas. Veamos. Si sabes que nos enfrentamos a un planeta frío, lo lógico es que nos hubieras informado de antemano y no mientras descendemos a Sephiris para de ese modo pertrecharnos de modo adecuado, con ropa de abrigo. Hemos contado con tiempo suficiente para ello. Doce horas para ser más exactos. Sin embargo, no lo has hecho. Eso me hace pensar que pretendes demostrarnos algo. Tal vez nuestra inoperancia por no haber demandado información sobre esa roca helada. Tal vez, nuestra confianza en que se nos suministraría cuanto necesitáramos para el desarrollo de la misión - dijo con un tono neutro -. En cualquier caso, te habrías asegurado de que gozáramos de tales pertrechos, aunque nos los proporcionarías una vez reconociéramos haber cometido un error importante, tal vez capaz de hipotecar la misión. Una carta triunfal, justo en el momento adecuado. Y que te situaría como cabeza pensante. No está mal, arbitradora Arlesha, no está nada mal - afirmó con reconocimiento -. ¿Me equivoco? Espero que no sea así. Pues si aun sabiendo cuáles son las condiciones del planeta, no nos has informado, ni has hecho nada para conseguir el material de abrigo que intuyo es necesario, lo de cabeza pensante quedaría bastante devaluado. Casi hasta por debajo de nuestro escasamente profesional comportamiento.

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22/03/2010, 23:27
Arlesha Rais.

La expresión de Arlesha se volvió fria e inexpresiva al escuchar las palabras del psíquico. Cuando este terminó de hablar Arlesha se mantuvo en silencio sin dejar de mirarlo durante unos instantes.

-Cierto, sé algo que por lo visto, vosotros no. Ese planeta es frio en su superficie. Mucho- habló lentamente y en un tono de voz solo lo suficientemente alto como para que la escucharan, pero teniendo que esforzar el oido.

-No conozco el planeta directamente, no he estado en el nunca
- su voz era cada vez más fria y distante -y en ningún momento he intentado ni ponerme por delante de ninguno de vosotros ni confabular a vuestras espaldas. Viste claramente que postura de grupo defendia en el comedor, y te diré una cosa Arlan, para hacerme cambiar de opinión tengo que tener una razón muy válida. Y esa razón este grupo aún no me la ha proporcionado. Si no os comenté el tema de la temperatura ambiente en ese planeta ha sido solo por tres razones. La primera, pensé que al ser tan duras las condiciones en la superficie os lo habían comentado cuando os informaron sobre la misión. Esa reunión en la que yo no estuve porque me dejasteis sola en la enfermeria. La segunda, porque desde esa reunión en ningún momento nos hemos reunido para planear, comentar o hablar simplemente de ...nada, absolutamente nada. Y la tercera, porque pensaba que la logística necesaria, aparte de nuestras propias pertenencias y armas, nos sería proporcionada por las sororitas. Pero me acabo de dar cuenta que ni si quiera en ellas se puede confiar.