Partida Rol por web

Das Boot (DM 02/20)

CAPÍTULO 1: LA ROCHELLE

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08/02/2020, 10:11
Prostituta

En la habitación, la chica sonrió como nunca y empezó a desvestirse como siempre. No te quitaba ojo de encima, pero tampoco tardó demasiado en quedarse completamente desnuda. Estaba tan habituada a ello, que ni siquiera se preocupó por que tú estuvieses aún vestido o por que no hubieras cerrado bien la puerta.

-Supongo que has venido en ese submarino que hay en el puerto. Debes estar cansado -te dijo, con melancolía y el tono de quien está en otra clase de guerra, la que te permite sobrevivir a cualquier precio. Con desgana, una vez se quitó toda la ropa, se echó en la cama -. Está bien. Dime cómo lo quieres.

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08/02/2020, 15:21
Peter von Agstein
Sólo para el director

En ese momento, la indignación recorrió la mente de von Agstein. -Mein Kapitän, si tiene la más mínima duda de mi, dígalo. He servido a nuestro país en las dos guerras, y eso no es verdad. Nuestro submarino puede servir mejor al Führer si no se hunde y dispara torpedos, y puede ir a velocidad adecuada, pero mañana, a las nueve, estaremos dispuestos para partir. Esperó que entienda que no podemos darle fecha de llegada.  En un par de horas les haré llegar las cartas a las familias de los marineros, y a mi familia. Igualmente, espero que en la medida de lo posible, el U-2004 sea reparado en estas horas. Si no me necesita para nada mas., Capitán...

En aquel momento, le podía más el orgullo de alemán que la pena que tenía de no ver a su familia, o incluso, que ese cansancio que tenía. Se dio cuenta de que había sido un truco de su interlocutor, por lo que se maldijo por haber caído, pero la cuestión parecía importante... Y además, no tenían opción de negarse. Quizás, estando en el Atlántico Sur no habría tantos enemigos... Y podrían tener un viaje tranquilo... En lo que parecía, y quizás, podrían reparar bien la nave. 

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08/02/2020, 16:52
Oberstabsbootsmann Johann Martin
Sólo para el director

Echó otro trago a la botella, antes de dejarla en la mesita con espejo que había al lado de la puerta; después, mientras ella preguntaba por el tipo de servicio que deseaba en esta ocasión, él cerró la puerta; en el ambiente claustrofóbico de un submarino, te acostumbras a que no haya prácticamente ningún momento de intimidad... por eso se preocupó por cerrar, porque quería poder disfrutar de la sensación de... eso, de que no tenías a nadie mirando qué hacías, ni esperando a que terminases de plantar el pino de rigor... Esto no tenía precio para él, estos pequeños momentos de placer...

-Si... acabo de llegar; solo me ha dado tiempo a darme una cucha, cambiarme, y medio emborracharme...

Miró al interior de la habitación, recorriéndolo con la mirada... echaba de menos estas cosas, y un suelo que no se moviese bajo tus puñeteros pies... Si, obviamente, reparó en que ella estaba completamente desnuda... piel blanca, labios carnosos, pechos no muy grandes, pero bien puestos, y con los pezones alegremente enhiestos... y una mata de pelo que cubría aquello a por lo que venía... bueno, no solo quería desfocar... había otras cosas sutiles, como el olor a una mujer, y además limpia, que echaba de menos... Si es que conseguía atravesar el tapón de olor a grasa que siempre tenía en la nariz, claro..

Señaló a algo que asomaba tras la puerta entornada del cuarto de baño...

-Eso de ahí... ¿no será.... una bañera?

No esperó confirmación... asomó la cabeza y se aseguró de ello.. la dentatura asomó en su cara en una sonrisa que hacía tiempo que no exhibía...

-Dios... existes, ahora se que existes...

Sin pensárselo, se desnudó, rápido y descuidadamente, dejando la ropa de cualqueir modo por ahí; tenía algo en mente... Solo se quedó con la gorra puesta; y después, como experto en manejar tuberías, mejor que el más avezado fontarnero, abrió los grifos... y el agua caía, caliente, a la bañera... Se volvió sonriendo a la chica, que deberia empezar a pensar que este tío raro se estaba olvidando de ella, pero no... no era así....

Extendió la mano hacia ella, en claro gesto de invitación para que se acercase; se sabía de cuerpo de carnes escasas, rojas por el recocimiento contínuo de su oficio, y... bueno, normalito en todos los sentidos, y ella... estaba estupenda; cualquiera pagaría lo que fuese por un rato con ella.... Por fortuna los precios aquí eran ajustados, así que podái disfrutar de esta diosa el tiempo que desease... y a la mierda la paga

Ella tomó la mano que él le ofrecía, y tras cruzar miradas y señalar a la bañera, soltó una risita y metió primero un pié, caliente, pero agradable... entró y se sentó; y Johann se sentó ante ella, dándole la espalda, entre sus piernas, para luego, echarse, despacio, hacia atrás, hasta sentir los pechos de la joven en su espalda... delicioso...

Cerró el grifo cuando ya estaba medio llena la bañera; y suspiró... este momento de paz era mejor que meterla; ella le acariciaba los hombros y el pecho pasando los brazos por encima de sus hombros; él... recorría las piernas de ella, hasta que en un momento dado, se llevó la mano a los riñones, pero no buscaba eso... buscaba acariciar con los dedos el pubis de ella...

... La hizo gracia como lo hacía, y soltó una carcajada, tras lo cual le susurró...

-Vamos a la cama, antes de que se te encoja... que no se como tienes ganas de más agua....

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08/02/2020, 18:13
Max Weitzmann
Sólo para el director

Max no se espera un recibimiento caluroso. Bueno a decir verdad no sabia que esperarse de aquella chica y eso la hacía tan interesante. Esa piel blanca como la leche, ese pelo negro. Era hermosa. Ya con solo verla, el ir hasta allí había merecido la pena.

El joven la persigue a ella mientras hace su trabajo, no la estorba solo se mueve frente a ella para hacerse notar mientras la mira fijamente y le sonríe, esperando quizá una sonrisa de vuelta. -Y esa cara tan seria. Tu Max ha vuelto. La molesto de manera cómplice y espero a ver por donde le salia Renée.

 

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08/02/2020, 19:11
Renée

Sin dejar de servir de una mesa a otra, Renée te miró y cuando te colocaste delante, simplemente te esquivó con rapidez, echándote únicamente un vistazo rápido.

-Sí, ya te he visto. Max está aquí. ¿Y qué quieres que yo haga? Tengo trabajo -te dijo, sin variar el gesto y dando la sensación de que no entendía a qué venías. 

Cuando pasó un rato y por fin pudo detenerse, aunque fuese un instante, dejó la bandeja en la barra y se acercó a ti.

-Mira, no saldré de aquí hasta dentro de un par de horas. No sois los únicos que habéis vuelto o van a salir de nuevo por la mañan -te explicó.

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08/02/2020, 19:15
DIRECTORA

Efectivamente, el oficial no tenía nada más que añadir, así que te dio carta blanca para que te marchases y aprovechases las pocas horas que aún te quedaban antes de volver a partir.  No te aseguró que la nave estuviese reparada por la mañana; de hecho, lo único que hizo fue volver a repetir que el destino del Reich podía depender de aquella misión y que encontrarte con aquel agente era primordial.

Cuando saliste de su oficina, el cansancio había hecho mella en ti. El cansancio no solo físico, sino mental. ¿De verdad el destino de toda Alemania dependía de que vosotros cumplierais vuestra misión? Esperabas que no fuese así en verdad.

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08/02/2020, 19:18
Prostituta

El baño. Tenía que haber pensado que cosas tan simples como un baño, constituían precisamente aquello por lo que los hombres venían allí. No se trataba solo de follar, sino de recuperar una parte de su vida para poder recordar la razón por la cual intentaban sobrevivir.

Se sentó detrás de él, en la bañera, apretando sus piernas junto a las de Johann, dejando que este se recostara sobre ella y acariciando su rostro con las manos calientes por el agua. El goteo del grifo era una invitación al descanso, y aunque tenían órdenes de no perder demasiado tiempo, ella también comprendía a la perfección lo que era necesitar sentirse humanod e nuevo, así que no le metió demasiada prisa.

Cuando por fin pareció que estaba más tranquilo, y sintió sus manos en su sexo, supo que se había acabado el momento de paz.

-Sí, será mejor que vayamos a la cama, marinero, porque la bañera no da para tanto.

Tras secarse fugazmente, se echó de nuevo en la cama y abrió las piernas, separándose un poco más los pliegues de su vulva para facilitar la penetración. No es que necesitara demasiado. Aquellos jóvenes estaban tan necesitados, que sus erecciones a veces no bastaban ni para contenerles antes de entrar. Muchos se corrían entre los mismos muslos; otros, en cambio, no podían, por mucho tiempo que echaran; sus nervios estaban más destrozados de lo que podían reconocer. En esos casos, ellas sabían cómo extraerles hasta la última gota, de forma que pudieran irse satisfechos y seguir manteniendo su hombría ante los compañeros.

Ahora tocaba ver de qué clase era aquel muchacho de barbas espesas y descuidadas y cuerpo medio desnutrido. Su polla parecía tener hambre, pero no por eso su cuerpo iba a responder necesariamente como él esperaba. 

Daba igual. Fuera como fuese, ella se encargaría de cuidar de él.

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08/02/2020, 19:29
DIRECTORA

Te despertaste en mitad de la noche por los gritos y las canciones de borrachos caminando por la calle y dando patadas a los contenedores de basura. Era lo mínimo que se esperaba en situaciones así.

Al mirar por la ventana los vistes. Eran parte de tu tripulación.

Uno de ellos se bajó los pantalones y se puso a defecar allí mismo, al lado del portal de enfrente, mientras no muy lejos, otro parecía estar follándose a una prostituta que estaba apoyada contra la pared. Seguramente el pobre bastardo ni siquiera se la habría metido, sino que estaría restregándosela entre los muslos; un viejo truco entre las mujeres de la profesión. ¡Pobres y sucios bastardos!

Aquella demostración de bajeza no iba contigo, pero había muchos más en tu Alemania a los que sí merecía la pena salvar. Cuando amaneciera, debía recordar dar parte de ese grupo. Si de él dependiese, todos serían severamente castigados por dejar en mal lugar el estandarte del Reich.

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08/02/2020, 20:29
Peter von Agstein
Sólo para el director

von Agstein se retiró, con cierto enfado, consigo mismo, con el capitan... Y sobre todo, cuando llevaba ya unos pasos por el pasillo, se dio cuenta de que quería olvidarse de todo. No podía ser... Algo de tanta importancia... Y el era el responsable... Si en ese momento se sentía agobiado por lo que era ser responsable de su gran tripulación... ¿Ser responsable de Alemania entera? No, por favor... Negaba con la cabeza, y se le nubló el ojo derecho... Y comenzó a cojear, de su vieja herida. Cerró los puños, y se vio impotente... Agobiado... Agotado...

Se dirigió al hotel, y allí se alojó en una buena habitación. Terminó las cartas, las entrego en la recepción indicando que debían hacerse con ellas, y se fue al restaurante, donde Tomó una buena cena, cogió un buen libro, y saboreó una copa de buen licor francés. Parecía que alemán no había. Intentaba... Olvidar su cansancio...

Notas de juego

¿Como doy aviso a la tripulación? ¿O se presupone dado?

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08/02/2020, 20:38
DIRECTORA

Notas de juego

A la mañana siguiente deben estar de regreso en el barco, pero en cualquier caso, sabes la dirección del apartamento de Derek y también el burdel al que suelen ir los demás.

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08/02/2020, 21:45
Max Weitzmann
Sólo para el director

Ante la actitud Renée y sus palabras Max se lleva una mano al pecho y puso una mueca de dolor. -Oh! esas palabras me rompen el corazón. Continuo. - Querida Renée... Podrías hacer tantas cosas que me hicieran feliz... Dijo contestando a su pregunta sin dejar de sonreír.

El joven la dejo trabajar tranquila y al cabo de un rato ella fue en su busca.  -Lo sé. Puedo esperar el tiempo que sea, solo quiero pasar un rato contigo. La miro a los ojos y continuo. -Podemos dar un paseo luego. Te acompaño a casa.

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09/02/2020, 05:50
Derek Strauss

- Cerdos de mala sangre... - Pensó Derek mientras esbozaba una amplia cara de asco. - Gente como esta son la deshonra del Reich. ¡Por su culpa la guerra va como va!

Derek trató de reconocer los rostros de aquellos tripulantes.  Como primer teniente era su deber el de poner aquellos hechos en conocimiento del capitán.  No dudaba que si su superior jerarquico tenía lo que tenía que tener, los sancionaría por su comportamiento. De no haber estado ya destinados en un submarino,  hubiera sido bien castigo enviarlos a uno, pero von Agstein tendría que ser más ingenioso. 

Cuando por fin se marcharon , el teniente Strauss regresó a su cama. Trató de dormirse de nuevo,  pero no lo consiguió. Estaba enfadado y asqueado y aquel incidente le había quitado el sueño. No era para menos desde luego.

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09/02/2020, 08:32
Peter von Agstein

Tras la cena, subió a su cuarto en el hotel. Allí intentó calmarse, pero Peter estaba realmente desolado. Esa era la palabra, aquella misión le hacía muy poca gracia, sobre todo, por el peso que suponía para su mente, por la importancia que tenía para el Reich... Y tenían que hacerla ellos. Tras un par de horas, estimó que Derek seguiría despierto, pero que estaría ya recogido en su pensión, por lo que se decidió a ir a hablarle. Aquel hombre se mostraría entusiasta del encargo, y quizás eso le anímase. En aquel momento, envidiaba su juventud, su ánimo y su entrega a la causa, cosas que el tenía... Bien gastadas. 

Se enfundó su gabardina y se caló la gorra, se suspiró, maldijo por lo bajo a la Guerra y la misión que los llevaba lejos de su familia, y a la tensión de mantener al Reich...

-Buenas noches, ¿Está el teniente Derek Strauss? -preguntó en la pensión Al llegar

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09/02/2020, 09:31
DIRECTORA

Notas de juego

Vamos a intentar cerrar la noche lo más pronto posible, gente. Así podemos seguir avanzando.

;)

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09/02/2020, 09:31
Renée

Efectivamente, un par de horas más tarde, Renée terminaba su jornada y abandonaba la barra para reunirse contigo en una de las mesas. Eras el único que todavía estaba dentro del bar.

-Está bien, campeón. Vamos. Debes estar muy desesperado si me has esperado todo este tiempo -te dijo, haciéndote un gesto con la cabeza para que la siguieras.

No tuvisteis que andar mucho. A unos cincuenta metros de allí estaba el portal del edificio en donde vivía, un lugar viejo pero que parecía encontrarse en buen estado.

Sacó la llave, abrió y entrasteis, ella guiando el camino, y tú siguiéndola como un buen chico. Tres pisos más tarde, llegabais a su piso.

-Recuerda que no vivo sola, aunque mi compañera de habitación no nos molestará. Si no, cuando llegue su chico seré yo quien le moleste a ella -te explicó.

Era un lugar pequeño y básico, con un pasillo corto que daba a un pequeño salón, desde el que se accedía a dos habitaciones y al cuarto de baño. La cocina estaba en el mismo salón. 

-¿Te apetece algo? ¿Un té? ¿Café?

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09/02/2020, 09:39
Oberstabsbootsmann Johann Martin

...Verla así, dispuesta en la cama, era una invitación a entrar en el Jardín del Edén, así que se decidió a deleitarse con el paisaje antes de atravesar la puerta; lástima haber bebido tanto, pensó... lo habría disfrutado más estando sobrio... pero como estaba acostumbrado a que el mundo se moviese alrededor suyo, tampoco es que lo lamentase demasiado. Ventajas de haber pasado tanto tiempo mecido por las olas... que las borracheras no marean.

Ella, en la cama, con las piernas abiertas, y no solo eso... las manos le abrían el camino... Se acercó a cuatro patas, desde los pies de la cama... blandita y suave... suave como la piel de la joven... Al acercarse, la acarició las piernas... desde los tobillos hacia los muslos, con calma; no quería dejar de disfrutar cada centímetro,... y de paso, se le ponía dura, según fijaba la mirada en el pello púbico de ella, y en lo que se veía según ella lo separaba con los dedos..

Enconces, él se inclinó para besar allí, mientras sentía como ella daba un respinguito; quizá no se esperaba esas delicadezas, pero es que Johann era así, no era lo que cabría esperar... le divertía hacer las cosas de modo distinto. En lugar de seguir besando en rumbo recto hacia la boca, a la vez que la penetraba según avanzaba, se entretuvo; de hecho,... ya que ella le mantenía la vía despejada con las manos, dió un lenguetazo al clítoris, seguido de un chupetón.... un sabor delicioso le hizo olvidar la borrachera, y se dedicó, durante un ratito, a juguetear con ese punco concreto, mientras ella mantenía la posición, jadeando y teniendo pequeñas convulsiones... parecía un motor, que suena con regularidad, pero si aplicabas el oido o una trompetilla, podías sentir cada cilindro... y él la estaba sintiendo a ella... y su polla se estaba poniendo como un ariete a punto de romper una puerta de una fortaleza medieval...

También pensó, que lo mismo es que los pelos de su barba le estaban haciendo cosquillas en esa zona, y eso le divirtió. Finalmente, hizo lo que ella estaría esperando desde un principio; lentamente ir subiendo, besando; tras un postrer lametazo que la recorrió todo su coño, besó el vientre, el ombligo (con lengua), el estómago, sintiendo como subía y bajaba con cada respiración, el esternón, mientras las manos apretaban sendos pechos, y una de ellas pellizcaba suavemente un pezón... la garganta, desviándose al lateral de la misma, para subir en dirección a la oreja, y de ahí, hacia la boca, mientras su capullo empezaba a entrar, despacio, en la cueva que ya estaba más que húmeda esperando acogerle...

... y por fín, se la metió entera, para a continuación, empezar el ritmo, como su del cilindro de un motor se tratase; uno, dos, uno dos, ritmo constante, e... intentando pensar cualquier otra cosa para no correrse; no quería que esto fuese rápido, no.... Querría poder hacer esto durante horas... pero sabía que no podía ser, de modo que, prefirió variar de posición para que el intervalo le ayudase a resistir más.... esto es carrera de fondo, pensó, y mejor poner velocidad económica.

-Date la vuelta, ponte a cuatro patas, por favor

... le susurró al oido... Ella, obediente, no puso objección; por un momento, disfrutó de las vistas; la tenia ante él a 4 patas, con el culito, respingón, invitándole; pero no iba a rompérselo... prefería lo otro, el coño, que estaba más que lubricado, y desde esa posición ...era como menter un torpedo embadurnado de grasa en el tubo por el que saldría disparado; entró fácil: ella se ve que conocía el oficio y puso la posición más cómoda, bajando la cabeza desde como estaba. Johann agarró las nalgas y empezó de nuevo con su ritmo, acariciando de vez en cuando la espalda, desde el coxis hacia donde podía llegar, haciendo que a la muchacha se le pusiese la piel de gallina...

Tampoco es que acuantase poco... tardó poco en correrse desde esa posición, pero no descargó dentro... antes la sacó, y dejó que su semen regase la espalda de la joven; con él, lubricó la espalda de ella, como si estuviese lubricando a mano una gran pieza.

Sin perder tiempo, y tras darle una palmada en la nalga, la invitó a ir al baño a limpiarla... era una manía suya, no correrse dentro, que luego preñas a alguien sin querer, y... era una putada, traer a alguien a esta mierda de mundo nacionalsocista lleno de gente con la cruz gamada en la mirada... No... el quería algo mejor para quien fuese su prole, y "su jugo" no sería responsable de putear a un nuevo ser vivo condenándole a esta era de mierda.

-Al baño, vamos a limpiarte eso...

Camino a la bañera, alargó una mano, y agarró la botella por el cuello, para darle un meneo, antes de pasárselo a ella, mientras la otra mano seguía agarrada al culo de la muchacha... Dios... le encantaría que el tiempo no pasase, y que la eternidad fuese esto.

-Por cierto -mientras ella echaba un trago- se me ha olvidado como te llamas....

La verdad, no, no se le había olvidado, pero las chicas de estos locales, suelen usar otro nombre que no es el suyo...

Notas de juego

A mi como me des carrete, sigo con los relatos porno, que me recuerda los tiempos de Pof o Badoo, cuando calentaba a las candidatas, antes de tener la primera cita física... jejeje... entonces tenía más fluidez de verbo, y cuando acudían, el calentón ya lo traían puesto...

... joer, que tiempos

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09/02/2020, 09:45
DIRECTORA

Notas de juego

¿Ves por qué hay cerrarlo? Que si no la dejas embarazada virtualmente jajajajajaja

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09/02/2020, 09:50
Oberstabsbootsmann Johann Martin
Sólo para el director

Notas de juego

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Que estoy muy a gustitoooo... y ahora ibaa sentarme con ella en el borde de la cama, a comentar el último programa de Maestros de la Costura...

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09/02/2020, 10:51
Derek Strauss

De nuevo un ruido de la calle le despertó.  Se puso en pie y salió corriendo a la ventana.  ¡Cómo fuera otra vez uno de los marineros de agua dulce que la le habían despertado la última vez...! Pero no. Cuándo sacó la cabeza por la ventana no vio a nadie.  Esperó unos instantes y entonces vio como el capitán,  su propio capitán, se acercaba a su edificio y entraba por la puerta. 

Una visita así era realmente extraña. Algo grave había pasado,  de lo contrario con Agstein no se personaría así, sin previo aviso y a esas horas intempestuosas. O bien podía ser que les hubieran encargado una misión urgente. Eso tendría más sentido.  Derek corrió a su cama y colocó las sábanas y las mantas así como pudo. Luego corrió a la puerta y antes de que el capitán tocara, abrió. 

Buenas noches herr capitán. - Realizó un saludo nazi y le invitó a pasar a su humilde morada. - No esperaba su visita.  ¿Ha pasado algo? - Le preguntó intrigado.  Se acercó a un mueble bar,  extrajo dos vasos de cristal y una botella de licor. - ¿Brandi? - Le preguntó.

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09/02/2020, 11:31
Max Weitzmann
Sólo para el director

Esas dos horas de espera Max las había ocupado para beber por sus compañeros caídos. No estaba borracho, pero si algo "tomado". Aquel tiempo de espera a solas, pensando mientras miraba a Renée. Max reflexiono sobre su vida... Sus padres habían muerto. No tenia más familia que la que formaba con sus camaradas submarinistas. Quizá ese el porque de su temeridad. Realmente poco le importaba morir. El único momento que se sentía vivo era en un submarino, pero porque no tenia nada más.

Mirando el fondo del vaso el joven recordó a sus camaradas Gunther y Lothar. Vosotros si supisteis vivir la vida hasta que os fue arrebatada. Bebió por ellos hasta terminarse el vaso.

Para entonces Max era el único que quedaba en el bar. Se levanta y ayuda a Renée a recoger la mesa que estaba ocupando. -Desesperado no seria la palabra... Si Max le decía la palabra que realmente se le pasaba por la cabeza quizá la chica saliera corriendo. Así que lo dejo ahí.

No tardaron mucho en llegar hasta el piso de Renée. Sus palabras hicieron a Max responder de inmediato. -¿Eso vendría siendo que me consideras "tu chico"?. Le sonrió. El joven estaba rojo, estaba ruborizado, la bebida le causaba ese efecto.

-Un café, por favor. Creo que bebí demasiado. Espera te ayudo. La siguió hasta la cocina. No quería separarse de ella. Ese efecto provocaba en él. No sabia hasta cuando podría disfrutar de su compañía y debía aprovechar cada instante. Procuraba fijarse en esa cara tan hermosa. Guardar cada detalle en su memoria para cuando estuviera fuera poder recordarla.