Partida Rol por web

Lem se adelanta con semblante apesadumbrado:

-Padre Sarrak, saluda con una leve inclinación de cabeza. Antes que nada permítame transmitirle, en nombre de la Sociedad, mis compañeros y mío, nuestro más sentido pésame. Kasadei ha tenido a bien explicarnos lo sucedido y no soy capaz de expresar lo terrible que resulta que fieles de una fe con valores tan nobles hayan sufrido ese final. Si puedo ser tan atrevido, no me cabe duda que seres tan cobardes no merece más que el filo de la cimitarra.

Fija sus ojos en los del anciano y habla con firmeza. Pero se asegura que su lenguaje corporal sea lo más amigable y abierto posible, con los hombros relajados, los brazos ligeramente separados de su toso y las palmas de sus manos hacia el padre.

-Le aseguro que haremos todo lo posible y más para proteger a sus fieles y atrapar a los responsables. Para ello, cualquier detalle, por nimio que sea, que nos pueda brindar sería de gran ayuda. Entendemos lo difícil de las circunstancias, pero le estaríamos enormemente agradecidos si pudiera contestar a unas pocas preguntas.
En particular, ¿le resulta familiar un símbolo compuesto por una pluma blanca teñida de sangre? Sabemos que pertenece a un culto maligno pero tal vez se nos esté escapando algún tipo de relación con la fe de Sarenrae. Así mismo, tal vez sea capaz de recordar si las víctimas siguieron alguna pauta común antes de ser atacadas, como visitar algún lugar en particular, frecuentar alguna taberna concreta o alojarse en el mismo lugar. Incluso si tuvieron contacto con las mismas personas.
Por último, ¿hay algo en especial que haya llamado su atención en las últimas semanas o meses? ¿Tal vez algún nuevo miembro de su congregación, pintadas o marcas en la zona alrededor del templo, o algún fiel que le haya comentado sentirse observado o algo similar?

Girándose hacia el resto del grupo:

-¿Puede que alguno de mis compañeros quiera añadir algo?

- Padre Sarrak en nombre de los paladines de Iomedai os damos el pésame por los caídos y juro por mi diosa que tendrán justicia, eso os lo aseguro. En respecto a lo que ha dicho mi compañero Lem solo añadiría una cosa, ¿Ha pasado esto alguna vez? 

Ante el gran discurso del Bardo Ryo lo único que hace es mantenerse firme, serio y asiente con la cabeza uniéndose al comentario de Seelah respecto a los paladines de Iomedae.

Ante el discurso de Lem, lo único que hago es mantenerme impávida mientras pregunta. O lo intento al menos.. algún movimiento de ojos y mi respiración traiciona que me ha impresionado la capacidad oratoria del bardo. Nota mental, tener cuidado si empieza a hablarme dulce...

Por lo demás miro al padre Sarrak y a la casa, buscando algún detalle que pueda dar información. Nunca te fíes de nadie.

El sacerdote os responde, quejandose de la falta de seguridad y de lo importante que es la tarea de los suyos en la ciudad ...

Tras pedirle a Merisiel que no toque nada ("algunos de esos objetos han estado expuestos a exorcismos"), el sacerdote Sarrak murmura:

- Cuan descorazonador es que los adoradores de Sarenrae aún sigan siendo tratados de forma perversa por los
criminales de Magnimar tras estos ochenta años.

En serio señorita no toque eso, es peligroso ...

Coloco las dos manos detrás de mi espalda y me giro hacia el sacerdote. Mientras siga aportando información hay que tratarle bien.

-¿Criminales de Magnimar? Vaya, eso puede ayudarnos. ¿Podría decirnos qué pasó hace ochenta años? Me temo que yo era demasiado pequeña entonces como para acordarme...

Una media sonrisa asoma a mi cara. Siempre me divierte ver cómo los humanos reaccionan cuando les recuerdo mi élfica edad.
 

El sacerdote mira a la elfa, con gesto sorprendido.

- Todavía no me he acostumbrado a las largas vidas de otras especies.

Hace 80 años tuvo lugar el unico intento de establecer un santuario adecuado en Magnimar. El padre Vosten y sus
dos acólitos fueron asesinados por matones; el santuario inconcluso ha permanecido abandonado desde entonces.

Una trsite historia que nos recuerda los riesgos de las grandes ciudades para gente de buen corazón.
 

- Es muy triste la historia que nos cuentas padre Sarrak, ¿no se llego a saber quienes eran los matones ni si estaban comprados por un tercero?

- Al parecer fue un acto perpetrado por delicuentes comunes, o eso decian mis maestros.

Si me perdonais, debo reanudar mis tareas.

El sacerdote se excusa mientras retoma sus tareas.

- Vale, ¿que hacemos ahora visitamos a los vecinos de la zona?

-Me parece buena idea. Respondiendo a Namine.

-Pero me preguntaba, Kasadei, si sería posible obtener más información sobre el asunto de hace 80 años. ¿Tal vez la guardia tenga algún registro de lo acontecido?

- Lamentablemente la guardia de la ciudad no posee un archivo los delitos. Hacemos lo que podemos con pocos medios.

Tras responder a Lem, comenta la sugerencia de la semielfa.

- ¿Os llevo al barrio de la Sombra?

- Si sigamos investigando antes de que anochezca. Hay que actuar con rapidez.