Partida Rol por web

Los mercaderes están asustados delante del semiorco y no saben que hacer ante las amenazas. Miran a su alrededor y luego se miran entre ellos dos. Cuando uno niega con la cabeza el otro realiza el mismo gesto.

Discul... Perdona... pero sal no... y vendas... no tenemos. El car.. (traga saliva) el carro s...si.

Uno de ellos tiembla tanto que se pueden oír pequeños golpecitos de sus pies contra el suelo de madera. El otro simplemente habla con el rostro blanco y la garganta absolutamente seca. 

Mercaderes sin mercancías, guerreros que mueren en una disputa de taberna, sin duda alguna he bebido mas de la cuenta y no percibo bien la realidad.

Me levanto exasperado del taburete, recojo mi hacha y el corazón, el cual le llevo al novio del elfo.

Guarda esto esto hasta que vuelva,

le digo mientras le doy el corazón.

e intenta no desmayarte, solo es un corazón y esta fuera del cuerpo de origen por tu culpa.

Dicho esto voy hacia la puerta y confío en que alguien de la troupe que llevo como compañeros sea capaz de conseguir un medio de trasporte para mañana, si no se tendrá que coger prestado.
Me dirijo hacia la puerta.

Volveré

digo a mis "compañeros" de grupo antes de salir.

Salgo fuera y busco algún sitio donde poder conseguir sal, vendajes y una bota para almacenar las provisiones que amablemente me vana dar después en la taberna.

El monje también está algo nervioso y cuando le dan el corazón ensangrentado lo suelta en una milésima de segundo con asco y repulsión. No sabe porque uno le presta ayuda y el otro es tan tajante.

Se que tenéis otra misión, pero si... si pudierais ir... El templo está más allá de Nubelon, antes de llegar a Valleoscuro. Espero que vuestros pasos os guíen alguna vez y podáis sernos de ayuda. Yo he de partir ya. He abandonado por mucho tiempo a los míos. 

Al salir de la taberna ves una tienda que cuenta con todo tipo de productos a unos 50 metros al este. Fuera tienen muchos materiales y posiblemente lo que busques. Está oscureciendo y cae un fino polvo de nieve.

Voy a la tienda e intento comprar: cuerdas, bastante sal, trapos o vendas (también en cantidad), dos botas de piel (de las de beber), un pedernal (silex) y si no tengo mochila o saco de serie, mochila o saco.

Al mercader le digo que si no es un precio justo para ambas partes me parecerá un insulto y todo eso, compro lo que tenga de la lista sin regatear y lo que no tenga me voy a buscarlo.

-Muy bien, Gar, el precio convenido te lo pagaran nuestros jefes al llegar al destino. En cuanto al explorador, ofrezco mis servicios a la caravana. Mi precio sera el alimento diario, el jornal lo ganare con lo que me den por la escolta de la carreta. Ya solo quedaria que me dijeras lugar y hora a la que juntarnos para partir, y asi avisar a mis compañeros para que esten preparados para la hora convenida.

Antes de que se marche el monje le digo:

No te preocupes buen hombre, aunque sea los intentaré convencer de pernoctar en vuestro monasterio, con un poco de suerte atacan cuando estemos nosotros!!!! jijijiji (risa femenina)

Con un poco de suerte se envalentonan y se atreven a asaltar un carromato con armas y suministros "desprotegidos".

Y ahora os deseo un buen viaje y todas mis bendiciones.

Me acerco al explorador:

¿Has llegado a algún acuerdo con algún mercader? ¿Cuánto nos va a costar? Dile que cargue las provisiones para el viaje para el resto de nosotros, al ser mercader sabrá la cantidad que necesitamos para llegar a nuestro destino y las paradas en pueblos que haremos para que esta no se estropee.

El mercader de la tienda te ve entrar y mira por la ventana.

Un poco tarde para que entren clientes...

Durante tu petición ves como asiente. Parece que tiene de todo o que al menos entiende lo que le dices.

Creo que tengo de todo a excepción del sílex... ¿Has probado a cogerlo por el campo? ¿O es que quieres que esté tratado de alguna forma? La sal, la tengo en sacos de Kilo o en bloque para animales. Y la cuerda ya me dirás cuantos metros quieres, 5pp por metro es el precio. 

Mientras te habla coge algo parecido a una bota y un puñado de vendas y las pone sobre el mostrador de madera.

Claro que si, he buscado el puto pedernal en el campo y por eso vengo a darte el dinero que me pidas por unas piedras.

Eh... no, no lo he buscado en el campo

le digo al mercader.

Dos cuerdas de veinte metros cada una estará bien, y cinco kilos de sal.

Respondo, y me fijo que solo ha sacado una bota.

Te he dicho dos botas.

Le digo de manera no muy brusca y espero a ver que materiales me trae.

Tras un par de minutos en el almacén el mercader coloca las cosas sobre el mostrador. 

Lo siento amigo. Sólo me quedan 20 metros de cuerda... El resto está podrida. De todas formas todo esto hace un total de... 1po por la cuerda, 50pp cada bota, 60pp las vendas y... ¡Ah si, la sal! Puedes cogerla tu mismo de ahí detrás -dice señalándote una esquina de la tienda - con la sal será un total de... 3po y 85pp.

El hombre termina de hacer las cuentas y espera a que le pagues mientras te organiza todo sobre el mostrador.

Voy a por la sal, cuando caigo en la cuenta de que prefiero tener 20 metros mas de cuerda podrida que quedarme corto, aparte siempre puedo usarla como yesca.

Véndeme también viente metros de cuerda podrida, es posible que le termine sacando utilidad.
¿Te parece bien un redondeo a cuatro monedas de oro si añadimos los veinte metros de cuerda podrida?

Comento mientras voy sacando el dinero esperando una respuesta afirmativa.

De acuerdo. Si no necesitas nada más, serán 4po.

Una vez dicho esto y cogido el dinero el mercader comienza a guardar los materiales que tiene por en medio de la tienda para ir cerrando el puesto. Se acerca la noche y va a ser muy fría. 

De momento no me habéis explicado mucho cual será la carga, ni donde, ni cuando hemos de juntarnos y tampoco hacia donde nos dirigimos. ¿Donde tenéis la carga por cierto? Es por intentar calcular que carro llevar.

Salgo sin despedirme.

¿Como coño enciende el fuego en su casa sin pedernal?

De camino a la taberna, busco a ver si encuentro alguno.

Huy que suerte, pedernal gratis tirado en el suelo.

Me agacho a recoger una piedra en ocasiones de valor incalculable y me dirijo a la taberna.

Shogie, el semiorco, ha vuelto a entrar en la taberna. Volvéis a estar los cinco para terminar vuestros asuntos...

¿Tenemos ya trasporte para mañana?

Pregunto antes de sentarme.

-Se trata de pertrecho y suministros para la guarnición, mercader, puesto que nuestro empleador es la Guardia Roja. En principio no hace falta que nos dejeis espacio en ningun carromato, lo pone la guardia. Nos dirigimos a fuerte Farar a hacer la entrega, y partiriamos desde la guarnición de este enclave.