Partida Rol por web

[D&D 3.5] El Destino de Lucarrion

Capítulo 9. Liadrel.

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02/11/2019, 17:08
Innos Tharan

- No os preocupéis... - Intervino entonces Innos quien portaba entre sus manos una maza de carpintero. - Yo me encargaré de que no responda con evasivas. - Y golpeó con la maza sobre la palma de su mano mientras miraba con desprecio a Liadrel.

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02/11/2019, 18:04
Niren

¿Y si simplemente NO responde como viene haciendo hasta ahora?—recordó Niren que tenía la impresión de que lo que acababan de decir tanto ella como Haldir hace segundos hubiera sido escuchado por las paredes—. Precisamente por eso estamos esperando a Gambrinus.

Que tuviera que decir la verdad al hablar gracias al conjuro no le quitaba de... bueno, simplemente no hablar.

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02/11/2019, 18:40
Innos Tharan

¡A eso me refería! - Dijo entonces el enano que golpeó con fuerza sobre la mesa con la maza haciendo un ruido atronador. - Contestará... - Afirmó. - Tengo mis métodos. Solo tenéis que pedírmelo...

No sabían si hablaba en serio. Tampoco sabían si Sir Alois permitirá aquellos métodos, pero en ausencia de Gambrinus era lo mejor que tenían o quizás lo peor... Dependía evidentemente del resultado.

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02/11/2019, 19:08
Niren

Niren se quedó mirando largamente al enano como si dudara de que le estuviera tomando el pelo.

No, tú lo que quieres es una excusa para darle una paliza—terminó diciendo— . Por contraproducente que sea.

Sin ánimo de seguir con el diálogo circular, la tiefling buscó una silla en la habitación y se sentó en ella pero del revés, apoyando los brazos y la barbilla en el respaldo. Simplemente esperando a que el mediano subiera a la habitación.

Ella no era una paladina, es más, le importaba bien poco que Liadrel acabase con la huella de una palma bien marcada en la cara como justa consecuencia por soltar alguna de sus insufribles estupideces. Lo que sí le importaba era la eficiencia, y molerla a palos a ver si hablaba se le antojaba tan descerebrado como farragoso... total para que luego igual ni hablar pudiera por culpa de la propia paliza. Si existía la posibilidad de que con un conjuro acabaran antes, ¿por qué no hacerlo y punto?

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02/11/2019, 19:52
Sir Haldir

Haldir extendió una mano en dirección a Innos.

—Pues no te lo hemos pedido —contestó con un gruñido—, así que deja la maza en su sitio. Esperaremos a que suba Gambrinus.

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05/11/2019, 09:45
Innos Tharan

- ¡Idiotas... pretendía ponerle nerviosa para que cantara! - Masculló el enano entre dientes. - ¡No soy un jodido torturador sádico! ¡Al final, me guste o no, al final es mi amiga! ¡Una zorra, pero no amiga al fin y al cabo!

​​​​​​Innos soltó la maza y se apartó hacia un rincón de la sala. Se sentó sobre la cama y se cruzó de brazos. Ya había pensado demasiado y a él no le habían contratado para pensar, sino para ser el músculo de aquel grupo. Así pues, que ahora pensaran los que tenían que hacerlo y que la magia hiciera su puto trabajo.

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05/11/2019, 09:51
Sir Alois

Sir Alois carraspeó. Él había pillado la estrategia de Innos, o puede que no, pero fuera como fuera, aquella vía ya estaba agotada. Sobre todo debido a que Liadrel había escuchado aquellos susurros, que en voz del enano habían sido atronadores.

Tendremos que esperar entonces... - Dijo el caballero. - Pero creo que Gambrinus tiene para rato por lo que ponéis cómodos, porque...

En ese precioso momento se escuchó como alguien llamaba a la puerta. Sir Alois se acercó a la misma con el ceño fruncido, agarró la manilla de la misma y dedicó una mirada de preocupación a sus compañeros. Entonces abrió.

¡Gambrinus! - Exclamó. - Pensaba que...- Suspiró. - No importa...

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05/11/2019, 09:57
Gambrinus

¡Mira que se lo tengo dicho! - Exclamó enfurecido el magodiano. - ¡No te separes de mí Oripell! ¡No salgas cuando no estoy Oripell! ¡No te emborraches con desconocido y muchos menos cuando yo no estoy cerca, Oripell!

Gambrinus negaba con la cabeza y caminaba de lado a lado de la estancia y haciendo aspaviento con las manos. Se le notaba enfurecido y terriblemente disgustado. Finalmente se detuvo y trató de serenarse. Tomó aire profundamente varias veces y lo soltó despacio para finalmente dirigirse a sus compañeros.

No sé si lo entenderéis o no, pero no voy a poder acompañaros durante el resto del viaje. - Desveló el mediano. - Tengo que recuperar a Oripell. ¡No sabéis la cola que tengo allí abajo formada para orinar! ¡Le he tenido que pedir botes de cristal a Brogo para que...! - Emitió un gruñido. - Solo os diré que Jonsy es el jefe de la cola, así he ya me dirás tú cómo va a salir eso... - Cerró los ojos y volvió a inspirar profundamente. Cuando soltó todo el aire volvió a abrirlos. - Voy a tener que filtrar el orín y mezclarlo poco a poco con pequeñas cantidades de cerveza. Puede que de esta forma recupere a Oripell, proque si ya es triste tener una cerveza como familiar, imagínate tener un elemental de pis...

Trató de calmarse. Cerró por ojos, volvió a coger aire y lo expulsó poco a poco hasta que sus pulmones se vaciaron y entonces volvió a abrir sus ojos. Se acercó entonces a Liadrel y le miró a la cara airado. Entonces se concentró, hizo unos gestos con las manos y formuló unas palabras mágicas.

¡Sunt cogitationes un corde meo! -​​​​​ Y entonces su cabeza se iluminó por un instante con un aura azulda.

Acto seguido volvió a mirar a Liadrel.

¡Ey sudes sequentur fascinavit non obedire veritariti! - Dijo apuntando con ambas manos hacia la elfa.

Esperó unos segundos y sonrió. 

Creo que ha funcionado. - Declaró victorioso. - Preguntad lo que querías saber...

- Tiradas (1)
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05/11/2019, 14:08
Niren

¡Oh, DISCULPA!—Niren alzó ambos brazos al cielo teatralmente como si los secretos del cosmos acabaran de ser revelados—. La próxima vez que tengas la brillante idea de amenazarla con lo que ya hemos hecho varias veces y no ha funcionado, ¿qué tal si nos lo cuentas por telepatía? ¡Así no damos por sentado que eres de los que piensa que tras trescientos cabezazos contra un muro, el trescientos uno va a tener un resultado diferente!

Era irónico que les llamase idiotas quien precisamente más el idiota estaba haciendo, pero en honor a la verdad estaba empezando a hartarse de su actitud como para ahorrarse el sarcasmo. Innos quería parecer sumamente inteligente cuando era evidente que no lo era; habían amenazado a Liadrel con violencia varias veces y no había funcionado, pero por alguna razón él seguía empeñado en creer que podía funcionar. Es más, seguía empeñado en creer que podía funcionar sin decirles nada a los demás porque al parecer pensaba que también lo consideraban una grandiosa idea. ¿Tanto le costaba simplemente esperar?

En ese momento entró Gambrinus y Niren giró la cabeza para mirarlo aunque seguía con los brazos en alto.

Vaya, gracias por el minucioso informe pero no hacía falta tanto detalle—comentó alzando el extremo del labio superior en un cómico gesto de asco—. Especialmente el de los vasos...

Cuando el mediano hizo su abracadabra desvió los ojos hacia Liadrel, bajó lo sbrazos para apoyarlos sobre el respaldo de la silla, y giró la cabeza hacia la elfa. En ese orden.

—¿Para quién trabajas, qué juramento es ese que mencionabas?—enumeró contando con los dedos—. ¿Qué sabes del artefacto que estamos buscando, qué sabes de Rataxes o dónde podemos encontrarlos?

Por ahora estaba bien para empezar, pero pensaba preguntarle hasta por el clima para la semana que venía si hacía falta. Tan solo esperaba que por una vez empezasen a encontrar respuestas de verdad.

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05/11/2019, 22:47
Liadrel Rethrir

- Trabajo para los siervos de Ella. - Respondió inmediatamente Liadrel. - Juré proteger los secretos de la fe de Ella. - Afirmó a continuación. - El artefacto que buscáis es un arma muy peligrosa. - Hizo una pausa y tomó aire. Su mirada estaba perdida en el infinito y soltaba datos sin censura. No obstante, hasta que Niren no realizó su última pregunta, no soltó de verdad su lengua. - Una antigua leyenda habla de la existencia de una caja de arena roja. Fue creada en algún momento de la Era de las Sombras, habiendo regresado los Antiguos a Nabudum y colonizado las selvas de Vultopia, muchas fueron las naciones que se enfrentaron las unas a las otras por territorio, recursos naturales y poder. - Hizo una breve pausa. Parecía que iba a detenerse, pero prosiguió con su historia. - Nabudum se convirtió en un territorio de guerra en el que la crueldad de aquella raza ancestral y la tecnología pronto se aliaron para devastar el planeta. La llamada guerra de los tres siglos, acabó en el momento en que un avezado ingeniero creó un arma definitiva. Un arma tan poderosa como destructora, que daría la victoria al que la poseyera, pero que lo haría a un coste muy alto. - Desveló. - Saat Xoltlish creó un arma que devastaba el lugar donde era utilizada. Un arma que poco a poco convertía en yermo el territorio sobre el que se lanzaba su poder. La caja de arena roja o caja de Xotlish, llegó a ser utilizada tan solo una vez y los Antiguos entendieron que nunca más debía de ser desatado su poder. - Fue entonces, cuando por primera vez, pareció como si la elfa luchase por callar, pero siguió hablando. - El poder que albergaba aquel artefacto mágico era el de convertir el terreno a su alrededor en un árido desierto de arena roja. Su poder era imparable, pues aun habiendo detenido el artefacto, el desierto se iba extendiendo poco a poco, acabando con vegetación, aniquilando toda forma de vida y destruyendo el relieve, para convertirlo todo en arena roja. Aún hoy, milenios después, el poder de la caja sigue presente sobre Nabudum, pues el desierto rojo sigue engullendo las selvas de Vultopia a un paso lento pero constante. -
Liadrel frunció el ceño. Parecía que estuviera luchando contra el encantamiento. - Finalmente la guerra concluyó, pero no fue gracias a la caja de Xoltlish, sino al terrible pavor que desató una secta sobre todo Nabudum. La Orden de los Suplicantes, profetizó que Ella despertaría y al ver que los Antiguos moraban nuevamente sobre Nabudum y que habían destruido lo que los dioses primigenios habían construido, enfurecería y trataría de destruirlos con el fuego de Seyran. Dicha secta fue ganando adeptos hasta que finalmente, la tecnología de la que su raza se enorgullecía se convirtió en el terrible motivo por el que su mundo sería devastado. La secta fue ganando poder y poco a poco todos los habitantes de Nabudum se fueron convenciendo de la necesidad de acabar con la tecnología. - Apretó los dientes y los puños, pero no podía dejar de hablar. - Paradójicamente, fue el control de la tecnología por parte de la secta, la que finalmente le dio el poder de erradicarla de la faz de Nabudum. No obstante, la tecnología no fue destruida, sino que tan solo fue ocultada bajo el llamado monte sagrado, desde donde la secta operaría durante eones, controlando la civilización exterior y manipulándolo para la consecución de sus verdaderos objetivos.
¿Pero qué paso con la caja de Xoltlish? Aquel artefacto era tan poderoso que incluso la misma Orden de los Suplicantes decidió deshacerse de ella. Pensaron en destruirla, pero no sabían que poder sería desatado de hacerlo. Así que decidieron deshacerse de ella enviándola a Gante, un planeta cercano y allí sería custodiada por la propia Orden de los Suplicantes, hasta encontrar la manera de destruirla de forma segura o de controlar su poder en su beneficio.
- Cerró los ojos y comenzó a temblar. - ¡No sé dónde está Rataxes pero si sé dónde está la caja! - Gritó llena de rabia y de ira y con los ojos llorosos. - Los Siervos de Ella tienen su templo en el islote del Lago, en el mar del Sol. Allí esta caja y allí debe ir Rataxes... - Dixho ésto se desplomó en el suelo en un mar de lágrimas.

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05/11/2019, 23:04
Gambrinus

- Dice la verdad... - Intervino Gambrinus. - Hay tiempo para una última pregunta... - Apuntó el magodiano.

Mientras tanto sacó de su mochila un portamapas, quitó el tapón, sacó el mapa que les habían dado en la corte de Bythuador y lo desplegó sobre la cama.

Notas de juego

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14/11/2019, 18:15
Niren

Niren se pellizcó el puente de la nariz contando hasta diez mentalmente. Tenía unas ganas enormes de darle un puñetazo en la nariz a alguien; si a Liadrel, a Rargzorg, a Rataxes, a Ella, o a los seguidores de Ella no estaba segura. Probablemente a todos.

¿Qué sabes de Tavriss?—preguntó. Era lo que más le importaba del conjunto y si no fuera porque el susodicho concernía a todos sería lo único. Los habría mandado a todos al noveno infierno... y dicho fuera de paso, que esa fuera a ser la última pregunta aun estaba por ver. No pensaba ir a ciegas sin saber por qué demonios la gente hacía lo que hacía—. Y a ser posible, explícanos qué demonios se supone que queréis tú y los tuyos sin contarme la vida y milagros de alguien que ni sé quien es ni me importa. ¿Se supone que lo que queréis es evitar que Rataxes se haga con la caja? ¿Destruirla de un modo seguro como querían los Suplicantes esos? Porque me perdí en el momento en que dejó de estar en la luna para aparecer mágicamente en medio del lago.

Resopló. Ya lo había largado todo así que no tenía ningún sentido que siguiera repitiendo el "hice un juramento". La tiefling se apartó la mano de la cara armándose de paciencia; podía lidiar con la estupidez, nadie tenía la culpa de ser corto de luces, pero la estupidez voluntaria era algo que escapaba a su comprensión.

—Y si todo este teatro de "no voy a contaros nada" es porque en algún remoto momento se te pasó por la cabeza la solemne idiotez de que, de encontrarlo, vamos entregarle el artefacto al mago real... —la señaló como quien hace una advertencia—. Te juro que del bofetón que te doy te están pitando las orejas durante lo que queda de semana.

«Ni si quiera tú puedes ser tan zopenca».

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15/11/2019, 09:59
Liadrel Rethrir

Se que fueron a hacerle una visita. - Respondió al fin la elfa. - Tavriss no te delató encanto... - Miró con desprecio a Niren. Era evidente que entre ambas mujeres no había demasiada camaradería. - Los Siervos supieron que capas blancas fueron a buscarte a Malaken, a casa de esa gnoma. Te encontraron antes que ese paladín y supieron que hablaste con Tavriss sobre el tema. Luego le hicieron una visita de cortesía y como he dicho, no le sacaron nada.

Hizo una breve pausa, esperaba haber satiesfecho la curiosidad de Niren, aunque claro, aquella declaración planteaba muchas más incógnitas de las que realmente desvelaba.

En cuanto a lo otro... - Tomó aire. - Para que lo entiendas... la caja contiene un poder de destrucción inconcebible. Esa caja es el único contenedor que puede mantener a raya a las arenas. Si se rompe, las arenas saldrían de su interior. Y la arena... ¿Sabes como romperla? ¡Porque yo no!

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22/11/2019, 18:36
Niren

¿Delatar el qué? ¿Que soy cazadora de tesoros y que me encargan cosas todos los días?—Niren alzó los brazos y los dejó caer como si acabase de oir la tontería del siglo—. Noticias frescas: ¡TODO MALAKEN lo sabe!

No tenía ni idea a qué venía aquella cara de desdén autosuficiente como si hubiera revelado la verdad más intrínseca de todas... pero teniendo en cuenta que hasta el momento no había soltado más que sinsentidos, ya estaba curada de espantos. Tavriss no era tan estúpido como para hacer un mal trato, nunca hacía malos tratos; ¿callarse a cambio de nada? ¿exactamente qué de malo tenía que aquellos lunáticos supieran que los Capas Blancas habían hablado con ella? Iba a estar acompañada, y no era como si de no estarlo no supiera defenderse solita ¡era absurdo callarse algo así especialmente cuando que habían hablado con ella y nada más era lo único que sabía!

«Por todos los malditos cactus del desierto, ¿qué bebiste aquél día?»

—Ya sé que la caja contiene un poder inconcebible, lo has dicho varias veces—añadió tratando de explicarle a Liadrel su punto por enésima vez, se sentía como quien habla con un niño pequeño que se empeña en preguntar por qué la lluvia no cae hacia arriba—. Si Rataxes quiere hacerse con ella, y por ende, entiendo, abrirla. ¿Me puedes decir entonces por qué has dicho que el problema no es él? Es más, teniendo en cuenta que nos habríamos ahorrado un tiempo precioso en lugar de dar vueltas sin llegar a ninguna parte o que podríamos incluso habernos adelantado a los movimientos de Rataxes... ¿me puedes decir por qué puñetas no nos has contado el problema desde un principio si lo que pareces querer es que la caja no se rompa y te puedo asegurar que los aquí presentes tampoco? ¡Porque yo no!

Se cruzó de brazos imitando tanto la fórmula como el tono que había usado en la última frase. No estaban en el bando equivocado como había dicho la elfa hace unos minutos, ¡si así eran las cosas tenían exactamente el mismo objetivo! Pero aquella zoquete parecía vivir en un mundo paralelo en el que no.

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22/11/2019, 20:04
Liadrel Rethrir

Rataxes es sólo un peón. - Dijo la elfa. - Los guardianes creen que quien realmente quiere el poder que le daría la caja de arena es el propio Rargzorg. Rataxes descubrió su ubicación si. ¿Creéis que el mago de Bythuador no hubiera podido impedir que escapara en busca de la caja, si hubiera querido? - Tomó aire. - ¡Quiere que Rataxes la encuentre y que vosotros se la robéis! ¡Eso es lo que quiere! - Hizo una breve pausa. - Si no os he dicho nada es porque evidentemente, vosotros trabajáis para el enemigo. Cualquiera que busque la caja es el enemigo. Vosotros sois el enemigo, Niren. - Bajó la mirada. Se le notaba agotada. - Su existencia fue un secreto hasta hace poco. Debería seguir siendo como mucho una leyenda...

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23/11/2019, 15:25
Niren

Niren se levantó peinándose hacia atrás con las manos y soltando un hondo suspiro, mirando al cielo como si le preguntase al cosmos el porqué de las cosas. ¡"Evidentemente" decía!

Voy a decirlo claramente por si no quedó lo suficientemente claro en la Sala Azul: Mi intención nunca fue traerle el artefacto al cretino que Bythuador tiene por mago real—soltó volviéndose a girar hacia Liadrel, estiró los dedos de una mano y empezó a enumerar—. No le prometí nada a propósito, no le debo nada ni a él ni a su reino, si hay algo que aborrezco es la gente que está podrida de poder y aun encima quiere más. Y no sé si hablaré por el resto pero a mí me quedó bastante claro que Rargzorg quería el artefacto para él en cuanto me puso esa mierda de excusa sobre ser los líderes en el comercio cuando se lo solté a la cara. Si acepté venir a esto fue sólo para asegurarme de que nadie se hace con esa estúpida caja: Ni Rataxes, ni Bythuador, ni Rargzorg, ¡Nadie! ¡Que se quede perdida donde está! ¡Porque es justo lo mejor que podría ocurrir!

Resopló poniendo los brazos en jarras como si necesitara tomar aire después de aquella etahila (de hecho estaba jadeando ligeramente)

Quien tiene poder, lo usa. Es algo que llevo toda la vida corroborando a diario; Malaken está así por culpa de eso, la propia Bythuador contribuyó a que las Du Haib estén así por culpa de eso. Lo último que quiero es que otra rata que se baña en oro y con ínfulas megalómanas nos venga a joder a los demás. De nuevo.

Tras un breve silencio pareció caer en la cuenta de algo, o al menos por cómo arqueó las cejas y se volvió hacia Sir Haldir y los demás.

Oh. Vosotros no os déis por aludidos, vosotros me caéis bien—dijo sacudiendo una mano con desparpajo, seguramente refiriéndose a lo que había dicho de Bythuador. Entonces añadió esgrimiendo un índice de esa misma mano como quien hace un apunte:—. Pero después de la rajada que llevo escuchando de Malaken desde que llegamos, al menos dejad que me desahogue en esta.

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25/11/2019, 08:17
Sir Alois

Bueno, eso que dices Niren... - Intervino entonces Sir Alois. - Creo que deberíamos debatir que hacer entre todos. Soy miembro del Despacho de Integridad Mágica de la Cofradía de Magia de Bythuador y eso implica con respecto a Rargzorg... - Se mesó la barba pensativo desviando la mirada hacia el suelo. - Eso implica que... - Miró entonces a Gambrinus. - ¿Qué implica eso, Gambrinus? - Le preguntó al magodiano. La cabeza de Sir Alois estaba hecha un lío en esos momentos.

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25/11/2019, 11:26
Gambrinus

Muy sencillo compañero... - Respondió el mediano. - Nuestro Despacho estudia los casos en los cuales se utiliza la magia de mala fe. El despacho vela porque los miembros de la Cofradía no se dediquen a actividades ilícitas o poco recomendables. - Explicó. - Como bien sabes, sus miembros estamos a medio camino entre una guardia de asuntos internos y un comité ético. - Resopló. - Por eso perseguimos a Rataxes. Porque pretende romper las reglas del juego. Porque quiere apoderarse de un objeto poderoso que escapa a su propio entendimiento y que desatará una terrible maldición si es utilizado. Es por esa razón, por esa misma razón, por la que debemos poner en estudio de valor, si Rargzorg al igual que Rataxes, debería ser enjuiciado por el mismo motivo. - Miró a Sir Alois con condescendencia al caballero. - ¿Recuerdas no?

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25/11/2019, 12:05
Liadrel Rethrir

- Creo que ya lo he dicho todo. Todo lo que sé y os puede interesar al menos. - Hizo una breve pausa. - ¿Bueno y ahora...? - Dijo entonces la elfa volviendo a asumir el protagonismo. - ¿Qué vais a hacer conmigo?

Liadrel parecía algo más tranquila. Saber las intenciones de Niren parecía haber rebajado su tensión un tanto, aunque una vez intervino Alois volvió a fruncir el ceño, para quedarse de nuevo más satisfecha con la respuesta de Gambrinus. Era evidente que no esperaba contar nada más, a menos que preguntaran algo diferente.

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29/11/2019, 16:46
Niren

Niren se cruzó de brazos y se encogió de hombros a la vez. Lo que Bythuador hiciera con su mago real era problema de Bythuador. La voz de una extranjera no es que tuviese mucha relevancia en aquel asunto. Lo que sí tenía la tiefling era una opinión al respecto, y lo que había dicho era una declaración de intenciones que no pensaba cambiar; abrir la caja no era buena idea, a esa conclusión podían llegar todos fueran de donde fueran.

Si se me permite la sugerencia, quizá primero deberíamos concentrarnos en que Rataxes no consiga la caja. Y una vez subsanado el peligro de que la abra, ya si eso pensáis en qué queréis hacer con vuestro mago real—dijo descruzando un brazo para alzar un dedo como quien hace un apunte—. Mientras no le llevemos el artefacto, por mí como si lo vestis de bailarina y lo ponéis a hacer la danza de los siete velos en medio de la calle más concurrida de la capital.

Hizo una pausa anecdótica.

Es más. Si lo hacéis, avisadme, que eso no me lo pierdo.

Miró a Liadrel.

Pues no sé. Si realmente tu intención es que Rataxes no se haga con la caja igual podrías ayudarnos y todo, como debería haber sucedido desde un principio—torció el gesto. Luego se puso en jarras y abarcó al resto con la mirada—. ¿Qué pensáis los demás?

Si no se fiaban de Liadrel tampoco iba a culparlos. Ella misma no lo hacía, pero siendo pragmáticos, si la elfa estaba diciendo la verdad (y supuestamente el conjuro de Gambrinus servía para aquello) tenían el mismo objetivo.