Partida Rol por web

[D&D 3.5] El Paso del Demonio

Capitulo 2. La Infanta.

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08/10/2019, 19:45
Thyga Redfrid

Mediocrus vive en una torre... - Dijo algo asustada. - Vive en una torre lejos de Lurbier. Ésto... bueno... Una puerta dentro del palacio conecta con... - Tragó saliva. - Conecta con su torre. Es como... como un portal. - Suspiró. ¿Crees que es el mismo Mediocrus? Mediocrus Pesimus se llama. Pelo largo blanco, barba y bigote cortos, ojos azules. Es viejo. Es... ¿Es él?

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08/10/2019, 20:14
Alderic

Alderic palideció nuevamente a medida que Thyga hablaba, y cuando dijo el apellido cerró los ojos y crispó el gesto - Mierda - fue la respuesta automática que escapó de sus labios. Y cuando abrió sus ojos volvió a dejar escapar el aire como si de esa forma sus problemas fueran a desaparecer. Asintió - A falta de que Nindra confirme su apariencia, el nombre coincide letra por letra. Como dije antes no lo conozco, sólo sé que Nindra le teme al punto en que prefirió atravesar las defensas de la torre y viajar con dos desconocidos antes de quedarse un día más en su hogar. La historia tendrás que preguntársela a ella, si es que puede contarla.

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08/10/2019, 20:30
Murron Dra

-¡Sabía yo que algo no cuadraba en todo ésto! - Exclamó Murron victoriosa.

Lo cierto es que su tono se apagó muy pronto. Aunque tenía razón en todo aquello, tenerla eran malas noticias. Si Mediocrus era tan temido por Nindra, era evidente que se trataba de un hombre peligroso. Es más, si realmente había tramado un plan en contra de la Infanta, iban a tener muchos problemas. Al fin y al cabo un mago poseía artes arcanas que podían ayudar mucho a que el plan que había trazado surtiera el efecto deseado.

- Será mejor que durmamos todos en la misma habitación. - Dijo entonces. - ¿Qué sentido tiene separarse sabiendo del peligro que nos persigue?

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08/10/2019, 20:34
Lurzca

Alderic... - Intervino entonces la mestiza. - Teníamos un acuerdo contigo y con tus compañeros. - Afirmó y no mentía. - ¿Van a respetarlo? No podemos permitirnos el lujo de perder más hombres. Es necesario proteger a la Infanta. Es más importante que nuestras vidas y la de la Infanta en si. Su muerte causará muchas más muertes. Si los reinos humanos y enano se enfrentan en una guerra, las fuerzas de la oscuridad podrían aprovechar para resurgir. ¿Lo entiendes verdad?

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08/10/2019, 20:37
Alderic

El asesino miró a Lurzca, luego a Murron, y finalmente a la Infanta, una sonrisa triste, pero sonrisa al fin asomó a sus labios. Cuando habló lo hizo con voz firme - Podeis contar conmigo, me comprometí a ayudaros en el momento en el que decidí seguiros al salir de la Doncella. Con respecto a mis compañeros, hablaré con ellos y espero que el miedo de Nindra pueda ser reencauzado. Después de todo no vamos hacia Mediocrus sino que nos alejamos de él, sólo espero que no esté involucrado en la conjura y que el consejo a tu padre haya sido sincero.

Se levantó de la silla y se apoyó en el respaldo, luego palmeó el hombro acorazado de Murron. - Iré a hablar con los dos tortolitos, espero que acepten seguir y que vean la conveniencia de compartir habitación. Volveré en breve, no permitais que nadie salvo nosotros entre al reservado. - luego se encaminó a la puerta con una sonrisa amarga en el rostro, todo parecía indicar que tendría que esperar cinco días más.

Se rió de si mismo internamente, con todo lo que estaba pasando su mente volvía al primer pensamiento que había tenido al entrar a la ciudad por la mañana. No importaba, había pasado períodos más largos de sequía, claro que habían transcurrido en soledad y entre misiones del Alcázar. Saludó con la mano a las mujeres y les guiñó un ojo antes de cerrar la puerta.

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08/10/2019, 22:14
Guideon

Guideon se disculpó al grupo de mujeres y a Alderic con un gesto contrito antes de seguir a la maga escaleras arriba. Tenía que hacer que se detuviera un momento, que pensara en lo que estaba haciendo, y formulase esos pensamientos en voz alta en vez de correr de un lado a otro como un pollo descabezado.

 Sin embargo, lo que se encontró fue una mujer al borde de un ataque de pánico: no iba a escuchar sus palabras. Se acercó con tranquilidad, tratando de mantener la calma y tomó su mano. 

—La respiración. Concéntrate en la respiración. Siente el tacto de mi mano y nada más. Respira.

Guideon alzó su respiración, de forma lenta y pausada, para que la de Nindra se acompasara con ella.

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08/10/2019, 22:48
Nindra

-No puedo respirar -dijo, señalando lo obvio. Por alguna razón no le llegaba el oxígeno, no sabía por qué. ¿Se trataba de Mediocrus? ¿Le estaban lanzando un conjuro? -Ayúdame... Me ahogo...

¿Concentrarse? No podía respirar. Lo agarró de la mano con tanta fuerza que le clavó las uñas en el dorso, después se aferró a su camisa y miró al clérigo con la mirada desenfocada. ¿Respirar? Él no se estaba ahogando, pero ella sí. Sintió las exhalaciones en su pecho, él no estaba hechizado. Intentó captar las vibraciones arcanas, pero no encontró nada sobre ella misma y poco a poco, la Nindra que estaba sepultada en su palacio mental bajo un montón de libros comenzó a quitárselos de encima.

Se pegó al torso del clérigo y respiró con él, esforzándose por sentirle a él y nada más. Tras unos angustiosos segundos, consiguió dejar de jadear, aunque el corazón le iba a mil.

-Sácame de aquí -murmuró, como si le estuviera pidiendo que la sacara de su torre.

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08/10/2019, 23:05
Guideon

—No es el lugar lo que te está causando las molestias, son tus pensamientos— le respondió Guideon—. Estás teniendo un ataque de pánico, te sientes en peligro. No puedo imaginar lo que por lo que estás pasando en estos momentos, pero sí que puedo pasarlos aquí, contigo. Estás a salvo a mi lado. Respira.

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09/10/2019, 00:46
Nindra

¿Sus pensamientos? Allí, la Nindra de su palacio mental estaba sepultada bajo una montaña de gruesos volúmenes mágicos, compendios arcanos, libros de recetas y grimorios. El peso de todo aquello la estaba ahogando, presionaba contra su pecho impidiendo que pudiera expandir el torso para que entrara el aire. Empujó con todas sus fuerzas aquella pirámide, pero nunca había sido una persona especialmente fuerte; a ella solo se le daba bien pensar y cuando a una le faltaba el aire, pensar no servía para nada cuando ni siquiera podía saber dónde estaba el arriba y dónde el abajo. Se esforzó por respirar, empujó contra la sepultura, gritó con todas sus fuerzas, arañó y pataleó.

Cedió un rincón. Nindra empujó con más fervor, la presión se aflojó por fin y comenzó a respirar mientras daba patadas y puñetazos a todos aquellos malditos libros. Uno de los grimorios se levantó por sí solo y allí apareció Gideon. Cómo había entrado él en su palacio mental, no lo podía saber, pero ahí estaba, ayudándola a salir de debajo de aquella montaña. Nindra inspiró profundas bocanadas de aire, para después exhalar con fuerza, respirando sobre el pecho de Gideon. La Nindra de su palacio mental se puso por fin en pie, se sacudió la túnica y contempló el desastre que eran ahora sus pensamientos. Cogió un libro y comenzó a ponerlo en su lugar. Solo así, todo volvería a funcionar correctamente. 

Su entereza se había desmoronado por completo, la frialdad con la que estaba habituada a trabajar se había venido abajo, las emociones la habían sepultado. La sola mención de aquel nombre había provocado un derrumbamiento en su estabilidad, la normalidad que había conseguido en tan solo unos meses, la ansiada libertad puesta en peligro...

-Doce años -murmuró entre jadeos, aún le costaba respirar, pero se notaba que lo peor ya había pasado. Puso su cabeza a funcionar-. He estado fuera de la torre más de seis meses, ciento noventa y ocho días, trece horas y once minutos. Una vez estuve dos horas más de lo permitido fuera de la torre y me encerró durante dos días en una celda llena de oscuridad mágica y silencio. Doce años. Ese es el tiempo que me tendría encerrada si me atrapa. Pero... pero no cumpliría la condena por completo, porque antes me mataría... -Se le quebró la voz y sollozó-. No lo haría por odio, ni siquiera es una persona violenta, no me mataría en un ataque de furia ni acabaría con mi vida por puro placer-. Levantó los ojos hacia Gideon, había miedo, tristeza y desolación en la mirada que le dedicó. Su respiración seguía siendo entrecortada-. Me necesita como parte de un conjuro. Cuando se complete, me consumiré como las hojas de mis pergaminos. Dejaré de existir, no quedará de mí ni los huesos y ni siquiera mi alma trascenderá... hacia dónde se supone que debe trascender tras la muerte. Porque no moriré, desapareceré, sin más, como si nunca hubiese existido, ni siquiera seré un recuerdo en la mente de nadie porque una vez desencadenado el hechizo, todo se borrará. Ni siquiera tu Saule podrá dar conmigo, porque no habrá nada que encontrar... Ese era su objetivo al mantenerme aislada, soy el proyecto de su vida, la culminación de su arte, no me dejaba salir para que nadie pudiera saber quién era yo, para que nadie hiciera preguntas cuando desapareciera. ¿A quién le importaría esa chica que pasaba de vez en cuando por el pueblo? Nadie me echaría de menos. Me recogió en un orfanato, ¿a quién le importaría la desaparición de una niña más? Pero en lugar de encerrarme me enseñó a conjurar, me enseñó a tejer la magia, a pensar por mí misma... ¿Por qué? ¿Por qué no simplemente consumirme antes de que tuviera la capacidad de razonar que tengo ahora? ¿Por qué permitirme tener pensamientos y emociones? Habría sido más sencillo mantenerme inconsciente, dejándome crecer hasta la edad adecuada como si fuese una planta para después... para hacer... para hacer algo como esto...

De uno de los saquitos que se había atado al cinturón extrajo un pétalo de rosa. Susurró una palabra simple, grió la muñeca y abrió la mano para dejar caer la hoja. Mientras flotaba en el aire y se balanceaba debido a la gravedad, los bordes brillaron como si se le hubiera prendido fuego. Antes de llegar al suelo, la hoja se había convertido en cenizas y las cenizas se habían volatilizado. Un perfume a flores comenzó a flotar en el ambiente como resultado de aquel pequeño conjuro.

-Habría sido mucho más fácil para todos si yo hubiera sido solo una hoja...

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09/10/2019, 20:11
Guideon

Guideon inspiró con fuerza, contuvo un momento el aire en los pulmones antes de volver a soltarlo.

Le gustaría tranquilizar a Nindra, decirle que todo aquello era demasiada casualidad para que lo hubiera urdido Mediocrus pero, ¿y si el ataque había sido fingido? ¿Y si todo aquello era un elaborado plan para conducirlos a una trampa fuera de la ciudad, donde no hubiera testigos?

Nindra corría peligro incluso en el caso en el que la historia de la infanta fuera verdad, palabra por palabra. Mediocrus parecía tener un obvio interés en la muerte de esa muchacha, a tenor de la excusa que incluso a neófitos sobre la magia había resultado estúpida. ¿Y si la espiara mágicamente, para informar al rey que todo iba conforme al plan, y viera a Nindra? 

—La vida no es fácil —replicó Guideon, tras haber reflexionado—. Estoy de acuerdo en que corres un grave peligro, no me creo ningún argumento con el que pudiera convencerte de lo contrario, así que no los diré. ¿Quieres que abortemos la misión y escapemos esta misma noche? No te juzgaría por ello.

»Quiero que sepas que estaré contigo tanto si decides escapar como si estás dispuesta a enfrentarte a Mediocrus si aparece.

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10/10/2019, 09:41
Nindra

Antes de que Gideon terminara de hablar, Nindra ya había ordenado sus pensamientos y tenía la mente despejada. Pero aunque su mente ya había analizado y registrado a toda velocidad las palabras del clérigo, sacado conclusiones sobre qué había pasado con Mediocrus, teorías acerca de su implicación en el asunto de la Infanta, Nindra no fue capaz de interpretarlo con la sabiduria adecuada debido a su falta de experiencia emocional. Lidiar con todo a la vez fue imposible para ella.

Se apartó de Gideon y agachó la cabeza, no quería que le viera la cara y su cabello revuelto contribuyó a ocultarle la expresión del rostro. Pero él sabría interpretar perfectamente sus emociones, después de todo era un semidiós y un hombre mucho más versado sobre la vida que ella, ¿verdad? En silencio, Nindra recogió su mochila del suelo, se sentó a los pies de la cama y la abrazó como si aquel objeto fuera lo único que le quedara en la vida. Muy triste, por otro lado, porque excepto su túnica, su ropa interior y el abrigo que se había comprado, el resto de las cosas ni siquiera le pertenecían, pues tanto la mochila como los pergaminos y todos sus objetos mágicos, los había robado de la torre.

-Me estás pidiendo que elija entre mi vida y la de esa chica y que no me vas a juzgar por eso-murmuró. El tono era frío, como si expusiera una teoría y no expresara un sentimiento de profunda amargura. Pero aunque ella trataba de imprimir un tono desapasionado, el timbre de la voz delataba... Enfado-. Obviamente, yo voy a elegir la mía y obviamente, eso es inviable. -¿Se habrían planteado ellos lo mismo cuando visitaron su torre y ella les pidió ayuda? Si sus perseguidores hubieran estado implicados, ¿Gideon habría abandonado a Nindra a su suerte en la torre? No lo sabría nunca. Su enfado aumentó medio grado, un cambio muy sutil, pero el olor dulzón del perfume se intensificó, volviéndose más empalogoso y difícil de tratar-. Si vienes conmigo, Alderic se enfrentará solo a Mediocrus y Mediocrus lo matará. Si tú vas con él, os matará a los dos, escudriñará vuestros cadáveres, me enviará vuestros restos por correo y luego vendrá a por mí. Si vamos los tres, os torturará delante de mí para castigarme, probablemente a ti te diseccione para estudiar el fenómeno que supones y me invitará a que lo ayude a destriparte. Luego me hará desaparecer. No hay nada que abortar. No podemos enfrentarnos a él. Y sí, la vida no es justa -masculló.

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10/10/2019, 11:52
Guideon

Guideon se apiadó de Nindra. Sentía deseos de correr junto a ella, estrecharla entre sus brazos y colmarla de besos y atenciones, pero eso no era lo que ella necesitaba ahora mismo. Seguía atascada y él tenía que ayudarle a pensar. Era el momento de Nindra. No se trataba de que él le dijera lo que tenía que hacer, ella debía tomar sus propias decisiones.

—Eres la persona más inteligente que he conocido en toda mi vida, y no es adulación. ¿Te has escuchado hablar ahí abajo? —dijo Guideon señalando en dirección a la puerta—. Si alguien logra encontrar un plan, esa eres tú... 

»Pero estás pensando en el problema, no en la solución. Te estás concentrando en por qué el problema es irresoluble en vez de pensar en vez de buscar una forma de resolverlo. Es imposible vencer si piensas solamente en las razones por las que vas a fracasar. Ya sé que será difícil enfrentarse a Mediocrus, lo que tenemos que hacer es encontrar en un plan.

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10/10/2019, 12:32
Nindra

-No soy inteligente -refunfuñó, aunque ella sabía que era verdad, era lista; pero no tanto. Lo normal. Más que el resto, menos que la mayoría-. Si fuera inteligente habría matado Mediocrus, lo habría lanzado a través de algún portal, lo habría tirado al mar... Me habría apoderado de su torre para hacer lo que me viniera en gana y no os habría necesitado para nada. -Su tono de voz fue aumentando de forma gradual, igual que el color de su pelo se había vuelto ¿más rojo que antes? - Es mi padre. Mi padre. La persona que me crió. No lo puedo matar. No lo quiero matar. No soy capaz de matarlo. Os pedí ayuda porque no sabía resolverlo de otra forma, solo quería escapar de él...  No me enteré de su plan, lo leí porque espié sus estudios, los tenía siempre desordenados... Ahora me entero de que trabaja como consejero para un rey, que pertenece a la orden de los Doce Ojos, de la que no tenía ni puñetera idea hasta que ellas lo han mencionado.

Miró a Gideon, furiosa, como si él tuviera la culpa de todo. En las pupilas brillaba el fuego de sus conjuros.

-¿Qué más no sé de él? ¿Cómo voy a enfrentarle si no sé de lo que es capaz? ¿Qué más me ha ocultado? Él es capaz de arrojarme a otro plano y no dejarme salir de él, podría lanzarnos un oso en llamas a la cabeza mientras se toma un cóctel. Y el oso nos arrancaría los brazos para hacérselos a la parrilla. Y además -dijo, claramente trastornada-... además un mago de su clase tiene que estar con el rey, vivir en la corte, acudir cuando se le necesita. ¿Cómo podía vivir también en la misma torre y tenerme vigilada las venticuatro horas del día? -le tiró la mochila a Gideon, se levantó y se puso a dar vueltas por la habitación. Nindra estaba allí, su cabeza en cambio estaba muy lejos, corriendo por el palacio mental buscando... algo. Vibraciones arcanas retumbaban por la habitación, el aire era cada vez más denso-. Seguro que había una puerta directa con la corte de Ultar, pero yo nunca la vi, una puerta que conectara la torre con el castillo. Bien, siempre podemos ir a Ultar y entrar por esa puerta, degollarlo mientras duerme y asunto arreglado. Un enfrentamiento directo acabaría con nosotros, pero si su plan es matar a la princesa, hay que frustrárselos. Como sea. Debemos llegar a Umnia con ella y restregárselo por la cara, tenemos que encontrar pruebas que delaten su plan y entregárselo al rey. Desacreditarlo ante la opinión de todos. Eso lo cabrearía muchísimo, siempre ha estado... obsesionado con eso de que los demás no respetan su trabajo. A veces se ponía a gritar que la gente era estúpida, que nadie tenía en cuenta sus opiniones... que yo era estúpida... Entonces yo le contestaba que el estúpido era él, se ponía furioso, me lanzaba cosas, rompía frascos... Es orgulloso, inestable, está completamente loco...

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10/10/2019, 13:30
Alderic

Una vez fuera de la habitación, y tras haberse alejado unos pasos por el pasillo, Alderic dio rienda suelta a su natural encabronado y comenzó a desgranar insultos dignos de la retórica de un bardo. En voz baja y mascullados casi para si mismo el joven asesino maldijo su propia estupidez al elegir a quien ayudar, la testarudez del padre de Thyga, la obsecuencia de quienes acompañaron a la infanta, la credulidad y cuasi inocencia de la rubia, la calentura de sus compañeros, su propia calentura, y los hilos del destino que habían traido al menos conocido y potencialmente al más peligroso de sus perseguidores...

En esa tesitura estaba cuando se cruzó con el Marqués - Donde mierda... - llegó a decir antes de que el bien arreglado hombre le señalara la planta de arriba, y en la misma tesitura subió las escaleras. Los gritos de Nindra lo guiaron hasta la puerta, y al llegar a la misma la abrió sin preguntar y entró sin pensarlo - Por que no os haceis foll.. - comenzó a decir, pero tan pronto se hizo cargo de la situación cerró la boca.

Guideon parecía confuso, acobardado casi, tenía las pertenencias de la maga en sus manos pero más que estarlas sosteniendo parecía ocultarse detrás de ellas. Nunca había visto a su amigo así, y eso lo preocupó y bajó su espuma. Nindra, por el contrario, parecía a punto de estallar, casi podía ver un surco por donde sus pies habían pasado y Alderic fue consciente de esa sensación que se producía cuando iba a conjurar. Un escalofrío recorrió su columna cuando notó que los ojos brillantes de la mujer ahora estaban fijos en él, la sensación de peligro inminente, más que otra cosa terminó de despejar su cabeza.

Con movimientos suaves y las manos por delante retrocedió un paso y cerró la puerta a sus espaldas con el taco de la bota. Ahora estaba encerrado con una tigresa y un ratón, sólo esperaba que su amigo se repusiera a tiempo para sanarlo si Nindra estallaba. - Vale, tranquilos, por que no respiramos todos juntos y nos calmamos. Tengo mucho que contaros y me temo que algo explote si lo hago en este estado. - Se enfocó en la maga y se acercó un paso a ella - Nindra, te sacamos de esa torre porque vimos tu sufrimiento, has viajado con nosotros y sabes que no te abandonaremos. - miró de soslayo a su amigo - Si despues de escucharme decides partir, Guideon te acompañará hasta que me encuentre con vosotros. Yo he comprometido mi palabra y llevaré a Thyga hasta los brazos de su principe, Mediocrus o no. 

 Alderic se había acercado hasta una silla y se sentó, haciéndole una seña a sus compañeros para que lo hicieran también donde quisieran. - Cuando esteis dispuestos a escuchar hablaré. 

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10/10/2019, 16:47
Nindra

Las manos de Nindra se crisparon del susto y le faltó poco para abrasar a Alderic cuando éste irrumpió en la habitación sin llamar. De hecho, la piel de sus manos brilló ligeramente, pero sin componentes no habría podido ni encender una chispa. Sumado al cabello despeinado, la mirada enloquecida, la palidez de su rostro y el tono de voz, le daban un aspecto de perturbada que no era habitual en ella. Combativa, racional o caprichosa, sí; histérica, aterrada y enfurecida, no. Y aunque la maga tenía mucho carácter, la inestabilidad mental o emocional no era uno de sus rasgos. Se sintió enfadada y avergonzada al mismo tiempo, a medida que se enfriaba su temperamento se daba cuenta de que ninguno de ellos entendía su situación y por mucho que intentara explicarlo, ni Gideon ni Alderic iban a comprender nada.

Cuando su compañero pidió calma, Nindra hizo algo más que eso. Apagó su fuego y lo sustituyó por una frialdad que atemperó la habitación. Todavía tenía las manos en alto, así que las bajó despacio mientras él se sentaba en la silla.

Durante unos minutos, nadie dijo nada. Nindra se fijó en que se había dejado el maquillaje fuera de la mochila, así que cogió el estuche, lo abrió y sacó un pequeño peine de plata del interior mientras se sentaba a los pies de la cama, que todavía estaba desecha. Con toda naturalidad, cruzó una pierna sobre la otra, colocó recatadamente la falda de la túnica para cubrirse las rodillas y comenzó a cepillarse el cabello.

-Habla -dijo con suavidad.

Antes de que Alderic pudiera hablar, la silla sobre la que estaba sentado crujió y se tambaleó ligeramente a un lado. Nindra miró a su compañero con languidez, mientras deslizaba una mano por uno de sus mechones para alisarse el cabello con el peine.

-Parece que le hemos dado demasiado uso esta tarde -comentó, indolente, como si nada.

Pasó los dedos entre los mechones recién peinados para colocarlos bien y continuó peinándose en silencio. Esperando.

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10/10/2019, 20:34
Guideon

Guideon abrió la boca para contestar a Nindra justo cuando Alderic irrumpió, abriendo la puerta sin llamar. Tendría que haber cerrado con llave. Lo peor había pasado, pero la boca de Alderic, como siempre, les metía en líos. El sacerdote de Saule se temía que reavivara la llama que tanto esfuerzo le había costado sofocar. Un día le lavaría la boca con jabón, a ver si así lo pillaba.

En lugar de ello, la temperatura de la habitación bajó. Su amante se echó sobre los hombros un manto gélido, y frivolizó sobre la tarde de pasión que habían tenido juntos. ¿Para qué, para herir a Alderic con aquello que le hacía daño a si misma o era él el objetivo del látigo de su indiferencia?

—Nindra, recuerda que él es nuestro amigo, no hagas que pague los platos rotos —le recriminó a la maga—. Alderic, habla, pero te advierto: no está el horno para bollos, así que sin tonterías. 

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10/10/2019, 20:43
Alderic

Alderic esperó pacientemente a que Nindra se calmase, claro que no contaba con el cambio abrupto de la temperatura anímica de la mujer. La observó mientras comenzaba lo que suponía era su ritual de auto apaciguamiento, sin embargo sabía que debajo de esa calma autoimpuesta la tormenta no se había acabado. 

El tambaléo de la silla y el posterior comentario de Nindra sacaron una sonrisa al asesino, si se permitía bromear con eso quizá la tormenta empezaba a amainar. Sin embargo su amigo le recordó lo poco que sabía él de tratar con mujeres fuera de la cama, y lo peligroso de confiarse ante un predador.

- Primero que nada les pediré que no me interrumpan. - Miró a sus compañeros - El Mago de la corte de Lurbier es Mediocrus Pésimus, es un hombre viejo de pelo largo blanco, barba y bigote cortos y ojos azules. No vive en el castillo sino en su torre, que está lejos de la capital y a la cual accede a traves de un portal en el palacio. Como te dije antes entenderé si prefieres irte lejos... - Miró a Guideon - si es así tu deberías ir con ella para protegerla. Yo di mi palabra de que acompañaría a Thyga hasta Umnia, pero nada os ata si el peligro para Nindra es mayor por ello. Yo busqué el trabajo, yo me haré responsable por el mismo, y honestamente me gustaría impedir la guerra.

Paseó la vista por la habitación, haciéndose cargo de que sus compañeros ahora tenían un vínculo que los ataba. - Si no me matas y quieren acompañarnos, podemos buscar la forma de disfrazar tu apariencia. Si prefieren ir lejos de Thyga, pueden seguirnos desde lejos pero a la vista, por si necesitamos ayuda y viceversa. - Se encogió de hombros, señalando el equipaje de Nindra listo en las manos de Guideon, y se paró - Si no deciden partir esta misma noche sugiero que los seis durmamos en la misma habitación para poder montar guardia, en caso contrario les deseo un buen viaje. - se dirigió a la puerta y se giró a último momento antes de abrirla - Si tienen alguna pregunta háganla, en caso contrario los dejaré para que hablen. 

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10/10/2019, 21:59
Guideon

Guideon miró a Nindra. 

Esperaba una respuesta, una reacción, pero sólo encontró gelidez y distancia. La muchacha que había sido todo fuego, tanto en el ardor de la cama como en la pasión que había mostrado al hablar de Mediocrus era ahora un témpano de hielo. Alderic, por su parte, había hecho gala de una determinación asombrosamente firme. Parecía dispuesto a abandonarlos con tal de ayudar a unas completas desconocidas. Entendía de dónde venía ese deseo de hacer lo que él consideraba bueno y justo, pero era probable que Nindra, que conocía menos detalles de su vida que él, no. 

Recaía sobre sus hombros mediar entre ellos: entre su mejor amigo y su amante y confidente. Era una posición en la que lo único que podía hacer era perder, perder y perder. Si fuera más sabio... si pudiera encontrar las palabras adecuadas...

Guideon se acercó a Alderic y le estrechó el antebrazo en un saludo de guerrero a guerrero.

—Gracias, amigo —le dijo—. ¿Nos das un momento?

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10/10/2019, 22:17
Guideon

Guideon se despidió de Alderic. Tras cerrar la puerta y aguardar un tiempo prudencial le dijo a Nindra:

—Entonces, según tú, estamos condenados y sólo queda aguardar el final —empezó Guideon—. ¿Has decidido entonces cómo deseas vivir los últimos momentos de tu vida?

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10/10/2019, 22:17
Alderic

Alderic asintió ante el pedido de su compañero, abrió la puerta y antes de salir miró a la maga - Perdona Nindra, debería haber averigüado donde me metía antes de compromenteme a ayudar, no era mi intención ponerte en peligro directo. Créeme que si mi código me lo permitiera largaría todo a la mierda y me iría a Lurbier a matar a Mediocrus. De hecho eso haré cuando temine con todo esto. - había determinación en la voz del asesino, una determinación nacida del terror que había visto en los ojos de Nindra, nadie tenía derecho a provocar ese miedo. - Estaré abajo en la sala, y si subimos antes de que termineis de hablar os tocaré la puerta. - salió al pasillo y cerró la puerta suavemente. Apoyó la espalda en la misma por un momento y luego comenzó a caminar hacia la escalera.