Partida Rol por web

[D&D 3.5] Los Designios del Gran Rojo

Capítulo 8. ¿Perseguidos?

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12/11/2018, 19:39
Narrador

Habían encontrado cobijo en una pequeña cavidad. No tenían mucho con lo que taparse ni tiendas en las que cobijarse. Sin embargo, el calor humano hizo todo el trabajo. También fue cierto que ambos despertaron moqueando y con dolor de cabeza. No sentían los dedos de los pies debido al frío, pues aunque los dos estaban acostumbrados a las bajas temperaturas, dormir a la intemperie en lo alto de una montaña nevada no era algo que mucha gente pudiera aguantar sin acabar con una hipotermia.

Por suerte amaneció con un bonito sol veraniego. ¿En qué estación estaban? Tampoco podía saberlo a ciencia cierta. Llevaba mucho tiempo lejos de Gea y si había regresado, no sabía exactamente dónde, aunque sospechaba que muy cerca del destino al que debería haber llegado de no haber naufragado en el mar camino del reino de Athellolis.

Por suerte el cielo estaba muy despejado y las nubes, la niebla y el resto de molestos fenómenos meteorológicos dejaban ver perfectamente en un radio de trecientos sesenta grados. Desde su posición se observaba un enorme bosque hacia el oeste, entre las montañas en las que se encontraban y el mar. Localizaron también el mar a muchos kilómetros de distancia. No menos de una semana a pie. También localizaron lo que parecía ser una carretera que se dirigía hacia el mar y no tan lejos una aldea. Con un poco de suerte en dos o tres jornadas podrían estar allí, de vuelta en la civilización.

Cuando Iirag se despertó Nigrith ya había conseguido el desayuno. Se trataba de una especie de rata de gran tamaño que ya había despellejado y destripado. Le ofreció la mitad a Iirag con una sonrisa en la cara que difícilmente podría borrar en unos cuantos días. Entonces le dio un bocado. No es que aquella mujer no supiera hacer un fuego, que sabía, pero sin duda que no quería desvelar su posición levantando una columna de humo.

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12/11/2018, 19:44
Nigrith Dealirion

- Comer... - Dijo Nigrith en el idioma de Iirag.

Aquella mujer era asombrosa. Parecía que empezaba a entenderle y es más, ya decía algunas palabras en su idioma. Con el paso del tiempo incluso podrían llegar a tener una conversación fluida si permanecían juntos. 

Nigrith miraba a Iirag tratando de descubrir si le estaba entendiendo o no. Se llevó las manos a la boca con el trozo de roedor que le tocaba e hizo el gesto de masticar sin llegar a morder. Acto seguido afirmó con la cabeza y empujó la mano de Iirag que agarraba la rata descuartizada hacia la boca del vovit.

- Comer... - Repitió. - ¿Comer?

Notas de juego

A parte de comer o no... decide tu curso de acción

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01/12/2018, 01:46
Iirag Throrson

Iirag se estiró, había estado ensimismado un tiempo. El joven echo un vistazo a la rata y luego a Nigrith, pero apenas tenia hambre. Encontrado el camino, tenia un objetivo claro. Declinó cortésmente la oferta de la mujer y se levantó.

Hecho un vistazo por la salida de la cueva, ahora que ya no tenia tan presente el cautiverio se le venían siniestras ideas a la mente. Reflexionó apoyado en la roca.

Su deber era llegar a Athellolis, pero lo ocurrido con el Mago Rojo era de suma importancia, la tribu debería conocer tal amenaza. La historia que este le había contado era falsa a todas luces, pero quería contársela a su padre, pues la existencia de esta implicaba, al menos en parte, espionaje de un ser de grandes poderes.

Mañana partiría por el camino, y la primera parte de su plan seria llegar a Athellolis.

Notas de juego

Joe, se me junto la campaña de Tudela de la semana pasada con que me han ascendido y he tenido que ir y venir de Zaragoza. Hoy vengo de juerga y me he obligado a postear, porque sino no lo hacia hasta mañana. No se si Iñigo esta o no.

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26/12/2018, 11:20
Narrador

Recogieron el campamento en un abrir y cerrar de ojos. La noche había sido bastante fructífera en todos los sentidos. El calor humano había logrado combatir el frío de aquella montaña nevada y habían saciado sus más primitivos instintos por primera vez en mucho tiempo. En el caso de Iirag no probaba hembra desde que saliera de la vovitania y de eso hacía mucho. El affaire que tuvo en su momento con Neegor, no contaba por supuesto.

Caminaron durante todo el día en dirección a la falda de la montaña. El terreno era bastante accidentado y en ocasiones tuvieron que hacer algún que otro rodeo o regresar tras sus pasos. Pero en general, todo el camino que anduvieron fue en descenso. Por suerte las temperaturas eran algo más temperadas que en días anteriores y a medida que se alejaban de la cima, la nieve iba perdiendo terreno.

Pronto dejaron de hundirse sus pies en la nieve, tocando tierra firme. La vegetación seguía siendo escasa, pero algunos hierbajos se abrían paso entre toda aquella desolación, junto a los ya característicos arbustos y matorral de montaña, junto con los abetos que eran cada vez más abundantes. En aquel entorno, difícilmente hubieran sobrevivido sin provisiones de no ser por la astucia y las técnicas de supervivencia de Nigrith, pues aunque a Iirag no se le daba mal tampoco, aquella mujer parecía ser toda una experta en la materia.

Y así transcurrieron otros dos días con sus respectivas noches. En cada una de aquellas noches, la técnica utilizada para entrar en calor fue la misma que durante la primera. Una buena hoguera y calor corporal. Para ese entonces, Nigrith e Iirag ya se entendían bastante bien en todos los sentidos. Aquella mujer había demostrado una gran capacidad para aprender el lenguaje nativo del vovit y era toda una fiera a la hora de la cópula, algo que agradaba a cualquier hombre, e Iirag no era la excepción.

Fue al amanecer del tercer día, cuando divisaron una columna de humo a no muchos kilómetros de distancia. Los dos se pusieron de acuerdo en avanzar a la vez y sigilosos como lobos de la tundra. No sabían que les podía deparar la suerte y una columna de humo no siempre era sinónimo de buenas noticias. Tampoco de malas, pero debían averiguar de qué se trataba.

Avanzaron agachados, más cuando divisaron una cabaña de madera con una chimenea humeante. Durante unos instantes los dos se mantuvieron en silencio a la espera de acontecimientos y tratando de escuchar cualquier indicio de actividad en el exterior de aquel edificio. Fue entonces cuando escucharon un golpe seco seguido por otros dos o tres. Instantes después, vieron como un robusto hombre, calvo y con barba, aparecía de la parte trasera del inmueble, portaba una poderosa y afilada hacha sobre el hombro y un saco del que sobresalían algunos troncos recién cortados.

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28/12/2018, 23:10
Iirag Throrson

En otra ocasión habría actuado diferente, pero esta no era una situación usual. Iirag, le hizo un gesto a Nigrith para que esperase. Esperarían pacientemente al menos media hora, debían saber si era un simple campesino o algo peor. No había como espiar la vida cotidiana para saber cómo era una persona. Era de esperar que fuese un simple campesino, en ese caso saldría el personalmente, sabía por propia experiencia que Nigrith podía incomodar con su extraño color de piel. Intentaría saber dónde estaba, sobretodo, así como la fecha. En caso de ver algo extraño actuaría en consecuencia.

Notas de juego

Me escondo (que estoy con el móvil)

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29/12/2018, 10:41
Leñador solitario

El hombre depositó la leña que acababa de cortar en el interior de una caseta de madera anexa al edificio principal. No pasó demasiado durante el tiempo en que Iirag y Nigrith permanecieron ocultos y vigilantes. Durante los diez primeros minutos de vigilancia, aquel hombre siguió cortando leña. Le vieron pasar dos veces más cargado con más leña, la cual depositó de nuevo en la misma caseta y finalmente se introdujo en el interior de su casa dejando el hacha fuera clavada sobre un tocón.

Como el vovit tenía pensado, al ver que aquel hombre no parecía ser más peligroso que un campesino cualquiera, salió de su escondite y se dirigió decidido hacia la puerta de entrada de la vivienda. En el momento en que iba a tocar, ésta se abrió de golpe. Tanto Iirag como el hombre se sobresaltaron en un primer momento.

Me ha asustado... - Dijo el campesino en umnio, por lo que Iirag pronto dedujo que o bien se encontraban en Umnia o muy cerca de la frontera de Athellolis con Umnia. - ¿Necesita algo? No veo a mucha gente por aquí... - Preguntó.

Soy un viajero perdido... - Desveló Iirag. - ¿Podría decirme donde me encuentro? - Preguntó.

Está usted en las montañas del Cuervo. Concretamente en la montaña del Buitre Leonado. - Respondió él. 

¿Y... la fecha? - Dudó un instante antes de preguntar aquello por si sonaba raro.

¿La fecha? - Sí, le pareció rara aquella pregunta. - Algún día del mes de gluban, año 340 de la tercera edad... - Dijo.

Notas de juego

Gluban es el penúltimo mes del año.

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06/01/2019, 10:56
Iirag Throrson

Cuatro o cinco meses antes de que él hubiese partido. Aunque se esperaba algo incluso peor, ahora debía volver a su tierra. Sonrió al leñador:

Gracias, buen hombre, llevo mucho tiempo perdido. ¿Esto debe ser Athellolis verdad? Necesito llegar al puerto más cercano ¿Me podrías indicar por donde se puede ir?

Después se retorció las manos y bajo la cabeza

—También me vendría bien algo de comida y agua. No viajo solo, mi pobre esposa espera fuera, es tímida y de una raza extranjera... Espero que entiendas nuestros problemas.

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08/01/2019, 12:29
Leñador solitario

Lo cierto es que no suelo recibir muchas visitas... - Continuó aquel hombre hablando en umnio. Su acento no era un tanto extraño, algo más melodiosos, similar al que usaban los habitantes de la alea que habían dejado atrás, Cimatosca. - Esto ya es Athellolis sí, aunque si quiere que le diga la verdad... ¡Como si no lo fuera! No hay ni un lazo entre los habitantes de esta zona, los pocos que somos en realidad, ni el gobierno de Cryadaidria. Pero sí, está usted en el reino de Athellolis. - Hizo una pausa. - En cuanto al mar... bueno, si sigue en descenso la montaña llegará a las aguas del océnao Helado. La ciudad de Idue no está muy lejos de aquí. - Aquel hombre buscaba algo con la mirada. Posiblemente a la esposa de Iirag. - ¿Dónde esta la joven? ¿Quieren quedarse a dormir? Les puedo dar cena, aunque será algo humilde. ¡Siempre agradezco algo de compañía! - Soltó una risotada.

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20/01/2019, 21:36
Iirag Throrson

Iirag también rió, con naturaleza. No quería asustar al hombre y que avisase a la guardia, aunque no pensaba quedarse a dormir allí. Apoyo su mano en el hombro del leñador.

Que mas me gustaría, buen hombre. Pero si la fecha es la que dices, nos corre una prisa terrible. Saldremos en cuanto pueda.

Lo mataría, pero aparte de que no conocía el lugar, si en algún pueblo cercano se enteraran, seria perseguido por todo el país.

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23/01/2019, 12:51
Leñador solitario

No es bueno viajar por esta zona de noche. - Dijo el leñador. - Hay lobos y cosas peores en la noche. Si parten al alba, es posible que lleguen a la falda de la montaña a media noche. - Se encogió de hombros. - Yo siempre lo hago así. Créanme que agradecerán mi consejo si lo toman. - Sonrió. - ¡Y yo también! - Se echó a reír. - Hace mucho que no tengo con quien hablar... 

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24/01/2019, 00:41
Iirag Throrson

La insistencia del leñador le irrito e inquieto a partes iguales. Sonrió amablemente y agarro su macuto.

No quiero parecer irrespetuoso pero debo reclinar tu oferta, gentil hombre. No se preocupe por lobos o lo que sea que viva por aqui. Mi mujer y yo somos unos cazadores decentes —Despué se palmeó una pierna con una risa— y muy buenos corredores.

Después señalo al mango de su arma, que sobresalía por encima de su hombro.

En mis tiempos hice de mercenario y aun tengo este recuerdo, no se preocupe usted por mi.

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25/01/2019, 10:24
Leñador solitario

Sea pues... - Exclamó entonces aquel gentil hombre, necesitado de compañía. - No parce irrespetuoso, buen señor, pero si con una necesidad urgente de llegar a su destino. - Dijo con una sonrisa que ocultaba parcialmente su frondosa y pelirroja barba. - Vaya con suerte entonces. ¡Buen viaje!

Se despidió y acto seguido pasó a la parte trasera de la cabaña para seguir cortando y amontonando leña. Lo cierto era que Iirag tuvo entonces la sensación de que aquel leñador no necesitaba seguir con su fanea, pues miraba por el rabillo del ojo a aquel desconocido que había descendido de la montaña junto a una mujer que no había visto. Algo normal, pues poca gente pasaba por ahí y fiarse de una persona con la apariencia del vovit, era cuanto menos irresponsable.

Notas de juego

Dime que quieres hacer. No se si tienes previsto putear de alguna forma al leñador o si quieres seguir avanzando. Si es lo segundo, simplemente postea que recoges a Nigrith y os marcháis.

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29/01/2019, 01:10
Iirag Throrson

Iirag noto en su interior que seria racional matar a ese hombre, poca gente pasaria por alli y les costaria mucho encontrar el cadaver. Nego con la cabeza levemente para si mismo, era un riesgo innecesario, aparte que no era dado a las muertes gratuitas.

Aniquilar a las hijas y madres del enemigo para demostrar tu fuerza era util, logico. ¿Pero asesinar a un hombre por la espalda solo para evitar una nimia posibilidad de que se fuese de la lengua con quien no debia? Eso era miedo, cobardia, y los hijos del lobo no actuaban de forma cobarde.

Aunque si eran astutos. Se acerco al leñador ofreciendole una mano grande como un tapacubos. Hablo socarronamente

Se reconocer a una buena persona cuando la veo, leñador— Despues dejo que su sonrisa se congelará un poco— Creo que me sera dificil olvidarte.

Después se giró y marchó hacia la dirección que aquel hombre le había indicado. Silbaba, seguro de que aquel hombre habría pillado la muy poco sutil amenaza. Grito contento.

¡Que tengas un muy buen dia!

Cuando se alejó silbó a Nigrith la señal acordada para que se acercase... había costado que ambos se entendieran pero tras unos cuantos intentos lo había pillado.

Notas de juego

Pues nnah

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30/01/2019, 20:20
Nigrith Dealirion

Nigrith y Iirag se reunieron de nuevo unos cuantos cientos de metros después de aquella pequeña casita, como habían acordado. Ya no tenían ojos curiosos que les observaran y podían intercambiar opiniones sin que nadie les distrajera. Al menos en principio, pues... ¿Quién podía asegurarles que no les estuviera siguiendo y vigilando desde la lejanía?

¿Qué pasar? - Preguntó la extraña mujer agarrando el brazo de Iirag y casi en un susurro. - ¿Dicho ghrats...? - No le salían las palabras. - ¿Algo bueno? - Quizás la comunicación no fuera a mejor. Posiblemente no había dicho todo lo que había intentado comunciarle a Iirag, pero poco a poco se iban entendiendo más. Lo que era evidente es que Nigrith quería saber que iban a hacer a partir de ese punto y quería descubrir que había hablado con el leñador.

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01/02/2019, 00:14
Iirag Throrson

El joven vovit agarró a Nigrith por la cintura y la besó con pasion. Después se apartó y señaló hacia el norte.

Si seguimos llegaremos al océano Helado. Parece que la ciudad de Idue no está muy lejos de aquí, podremos abastecernos.—Dudo un segundo.—Estamos en Athellolis...—Bajo la voz, como para si mismo— No se si lo conoce, pero bueno, por si acaso.

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01/02/2019, 18:42
Narrador

Estaban cansados, pero detenerse podía ser un gran error. Si el leñador acerca de los lobos era cierto, si quedaban parados sería una presa más fácil para los olfatos de lo cánidos que pudieran estar por la zona. Continuar podía ser su mejor opción en esos momentos. Con un poco de suerte al alba estarían ya en la falda de la montaña. Acampar en las llanuras era sin duda una opción mucho más viable. Nigrith fue quien lo propuso, no obstante Iirag pensó lo mismo.

Y así lo hicieron. Enseguida que dejaron atrás al leñador partieron casi a la carrera. En algún momento tendrían que calmar el paso pues la noche se cernía sobre ellos, pero hasta entonces avanzarían a paso ligero. Cuánta más tierra pusieron de por medio con Neegor, mejor les iría. Por otra parte, no sabían a ciencia cierta si les estaba siguiendo o no pero no podían arriesgarse. Mientras tuviera la más mínima duda de que ese enano gris estaba tras sus pasos, era mejor tenerla en cuenta.

Poco más de dos horas después tras haber dejado atrás aquel amable leñador y habiendo vertido una sutil amenaza contra su persona, un manto negro y estrellado se abrió paso sobre sus cabezas. Nigrith, algo jadeante se detuvo. Posó su mano sobre el hombro de Iirag. Éste, en un primer momento se sobresaltó pero al ver el rostro sonriente de la extraña humana de ojos rojos, se tranquilizó.

Su amante solo pretendía detenerse un momento para comer algo. Cierto era que viendo el recorrido una distancia larga en tan poco espacio de tiempo bien se habían ganado una buena cena. Pocas eran las reservas con las que contaban, pero Nigrth había racionado lo poco que habían podido conseguir y todavía le quedaban algunos pedazos ya cocinados del último de los conejos a los que Nigrith dio caza días atrás.

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01/02/2019, 19:11
Nigrith Dealirion

- ¿Azeyois? - Preguntó ella mientras repartía los pocos alimentos de los que disponían. - ¿Saber dónde? - Preguntó la mujer. 

Era evidente que Nigrith no era de por allí. Su idioma no era desde luego uno de los que se utilizaban por la región. También era evidente que no sabía dónde se encontraba y aunque se desenvolvía bastante bien en la región ala hora de esconderse, hacer fuego y cazar, muy probablemente fuera de un lugar muy lejano. Además, Iirag nunca había visto a una mujer de aspecto tan extraño.

¿Cómo? - Le dijo ofreciéndole un trozo de carne.

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04/02/2019, 01:44
Iirag Throrson

El hombre cogió  el cacho de carne. Como siempre a lo largo de su vida, hubo un instante de duda... pero no tardo en comérselo. Sabia por experiencia que Nigrith estaba fuertemente atada a él. Le sonrió regocijándose de ese hecho y mastico con fruición. Después cogió un palo, se sentó  y dibujo un burdo mapa de la región donde estaban. No había muchos cartógrafos entre los vovits, pero siempre se había orientado bien, esto era algo parecido.

Estamos aquí, en el sur de Athellolis—Señalo con el palo al mapa—Nos dirigimos hacia el mar—Subió el palo hacia el norte—Allí cogeremos barco. Después, tal vez podamos viajar a tierras vovit, mi tierra.

Termino señalando el esbozo de su territorio natal. Después le tendió la mano a Nigrith y cuando esta se la cogió, le atrajo hacia si y la abrazó por detrás. Al menos podría tener algo de diversión rápida antes de seguir con la marcha. Ambos, allí sentados mientras Iirag le mordisqueaba el cuello a aquella extraña mujer mientras le palpaba un pecho, ofrecerían una extraña imagen si alguien les viese.

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04/02/2019, 11:29
Nigrith Dealirion

Nigrith asintió ante las explicaciones de Iirag. Parecía que entendía a la perfección todo lo que le estaba comunicando. Lo cierto era que aquello había dado un giro de ciento ochenta grados. Habían pasado de no entenderse en absoluto, a prácticamente poder comunicarse con una sola mirada. 

La mujer se acercó al dibujo que había recreado el vovit en el suelo y tocó su pecho para acto seguido tocar el de Iirag. Entonces se agachó y señaló el océano. Trazó con el dedo una ruta que le llevaba hasta dónde Iirag había dicho que se encontraba su hogar. Las intenciones de aquella mujer eran evidentes. Quería seguirle allí donde le llevara el destino.

No esperó una respuesta. Recogió sus bártulos y pisoteó el dibujo que Iirag había trazado en el suelo, hasta dejarlo claramente borrado. Era evidente que no deseaba dejar marca alguna de su paso por ahí. Les estuviera siguiendo o no Neegor, era mejor ser invisibles, pues fuera el enano gris u otro ser, Nigrith no deseaba ser rastreada. 

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04/02/2019, 11:52
Narrador

Siguieron avanzando en medio de la noche. Cuanto antes llegaran a su destino, antes podrían respirar tranquilos. Una vez se encontraran en Aedai, posiblemente sería fácil enviar un mensaje a las autoridades de la capital informando de su regreso. Si nada había cambiado en el tiempo que llevaba en paradero desconocido, posiblemente pudieran acogerle como estuvo previsto antes del naufragio. 

En el mejor de los casos, le proporcionarían una embarcación con la que regresar a su hogar, o bien cuanto menos podrían eviarle un mensaje a su padre el Jrag Thror Tryggvason, al que llamaban el Lobo Sanguinario. Sólo esperaba que siguiera vivo y que siguiera siendo el Jarg, pues muchas eran las preguntas que tenía para él, que sólo él podía responder. 

Durante casi dos horas avanzaron en el más puro de los silencios. Ni un solo sonido nocturno perturbó su marcha, más allá que el lejano ulular de alguna lechuza. El paisaje era monótono, una colina que descendía con una pendiente bastante pronunciada y nieve en todas direcciones. Nieve y algún árbol solitario, además de algo de matorral bajo y algunas piedras de gran tamaño y montículos de roca afilada por la fuerte brisa, que sobresalían por encima del manto blanco.

Sin embargo y en un momento cualquiera, algo disturbó la paz imperante. Se trataba de una voz. Una voz gutural que hablaba en un idioma desconocido la menos para Iirag. 

- ¡Nafatulu! - Se escuchó.

¡Trubah, trubah! - Dijo otra voz igual de cavernosa.

Al girarse hacia el lugar del que procedían las voces, tan solo pudieron observar como un gigante enorme y pesado con dos cabezas cargaba contra ellos. Cada uno de aquellas cabezas mostraba un rostro que se asemejaba al de un puerco, con grandes y prominentes colmillos inferiores, luciendo un pelo largo y fibroso sucio como el resto de aquel enorme y aterrador ser. Portaba una enorme maza en cada brazo y entonces lanzó sendos ataques contra los dos viajeros.

- Tiradas (10)

Notas de juego

Iniciativas:

Ettin, 16: ataque sorpresa, 9 pg a Nigrith y 17 a Iirag.

Nigrith (-9pg), 9:

Iirag: tira iniciativa y si sacas 17 o más será tu turno para actuar. De lo contrario le toca al Ettin, lo que sería muy malo XD.