Partida Rol por web

[D&D 3.5] Los Designios del Gran Rojo

Capítulo 8. ¿Perseguidos?

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15/02/2019, 17:12
Roy

Vale, habían decido parlamentar y se podían comunicar en común, eso lo ponía todo más facil, plegó las alas para no parecer tan amenazante.

Yo tampoco se donde estoy, Mi nombre es Roy el Cobrizo, por mi sangre de dragón de cobre. Lo ultimo que recuerdo es que me capturaron y inyectaron algo en el cuerpo... fué una mujer serpiente.

Decían que le debía algo al mago rojo pero no se de que hablaban... ¿es alguien de vuestro plano?

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16/02/2019, 20:15
Iirag Throrson

En efecto era Koinzell, y se acordaba de él. Casi estaba complacido por dicha eventualidad, no sobraban las buenas noticias por allí.

Desvio su atencion hacia aquel ser, Roy, parecía amistoso, pero exceptuando a Nigrith los no humanos no eran de fiar, debia ganarse su lealtad y amistad, pero debia mantenerle vigilado. Cuando habló no pudo evitar fijarse en sus colmilludas mandibulas, aquello junto con sus pequeños ojos reptilianos y su aspecto en general, le provoco un rechazo automático. Tragó saliva y se giró hacia el Cobrizo, con voz amistosa. Mientras apoyaba su mano en el hombro del lunático Koinzell, para evitar que este actuase de forma impulsiva, se dirigio a Roy con voz amable:

No se a que se refiere usted con plano. Nosotros estamos huyendo del tal Mago Rojo y, en otro orden de cosas, siempre es un placer conocer a un— dudo por un instante— dragón humano.

No sabía que era ni cuales eran sus intenciones, y de hecho, en su tribu los únicos dragones que se veían eran perseguidos y cazados como bestias. Pero mejor tener un aliado que un enemigo, sobretodo cuando, si es que no seguían en una ilusión del Mago Rojo seguramente ya habrían mandado a alguien a por ellos. Aquel bicho les vendría bien, tenia buen ojo para los guerreros. Le hizo un gesto con la cabeza a Nigrith para que bajase el arma, no fuera que le atacará por algun malentendido debido a su desconocimiento del común.

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17/02/2019, 21:19
Nigrith Dealirion

Nigrith no entendía toda la conversación y aquello le molestó. No sabía cómo mejorar su común y eso que llevaba tiempo al lado de Iirag. Sin embargo, comprendió perfectamente las palabras "Mago Rojo" y "mujer". Al principio le creyó enemigo, pero el gesto de su compañero, amable y apaciguador, debía significar todo lo contrario.

Enfundó sus filos y salió de la cobertura, caminando con premura hasta donde aquel ser reptiliano se había detenido. Antes de dirigirle la palabra, le echó un rápido vistazo a las membranas que sobresalían ligeramente por encima de sus hombros.

-¿Quién es "mujer"? ¿Ella venir?-preguntó a escasos palmos del yelmo de Roy, como si quisiese atravesar el mineral templado con el rojo de sus pupilas-¿Y tú, quién?

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19/02/2019, 08:03
Koinzell Blatt

¡Jajajaja! - El caballero soltó una risotada. - ¿Y después es a mi que llaman loco? - Volvió a reír a carcajadas. - No sé de que puñetas están hablando, pero desde luego no tiene mucho sentido. Es como si cada uno de ustedes hablara de algo distinto. - Les miró a todos de arriba abajo. - ¿Quien es ella, que plano, que mago...? - Hizo una leve pausa y los miró a todos. - ¡Que puñetas! - Y volvió a reír en abundancia. - Propongo seguir avanzando en la dirección en la que lo estábamos haciendo antes de que este ser deforme y procedente de las más oscuras pesadillas de un desquiciado, nos interrumpiera y nos juntara a todos de nuevo. ¿Qué me dicen?

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19/02/2019, 19:34
Roy

Ciertamente estaba balbuceando, diciendo cosas incoherentes debido a los nervios. Resopló intentando calmarse y organizar sus ideas. Decidió dejar el caso de los planos para otro momento, ya que parecía bastante obvio que no sabían de lo que les estaba hablando.

A ver... lo ultimo que recuerdo. Una especie de demonios negros me capturaron y me llevaron a la ciudad de la demencia. Allí me encerraron con otra gente y me dijeron que tenía una especie de deuda con el Gran Mago Rojo, aunque... sinceramente no se de quien o que me están hablando.

Unos días después me bajaron a una especie de laboratorio suyo, me inyectaron algo en el brazo. Dijo, señalando el lugar de la inyección. Y me dormí.. despertandome en aquella montaña. Señaló el lugar desde el que había venido, aunque al ser de noche no tenía mucho sentido.

Escuché el combate y me acerqué a ver.

Miró a la mujer y se golpeó en el pecho, esperando que esta vez le entendiera. Roy.

Si hay más seres como ese me gustaría unirme a vosotros, pese a tener mi equipo y algo de comida estoy perdido y no se si hay pueblos cerca, o si aceptarán mi dinero aquí.

Notas de juego

Intento recordar la raza de aquella mujer serpiente, ya me dirá el master que saber tengo que tirar.

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19/02/2019, 23:47
Nigrith Dealirion

Su cara era un cuadro de absoluto desconcierto. No entendía casi nada. El joven draconiano, pues supuso por el timbre de su voz de que se trataba de género masculino, hablaba verdaderamente rápido y con un acento muy marcado para lo que estaba acostumbrada. El anciano guerrero era todavía peor y supuso que utilizaba algún tipo de jerga o dialecto del común que solo entendía Iirag.

Cuando su interlocutor se señaló el brazo, unos retazos corrieron por su cabeza como vívidas alucinaciones. Todas estaban conectadas a un dolor agudo y mordaz y a la sala donde estuvo cautiva por tanto tiempo en la torre del Mago ¿Él también habría sufrido la misma suerte? Aunque por principios se mantenía alejada del contacto social, sintió un leve encogimiento en el pecho y empatizó con aquella criatura, seguramente tan extraña a ojos de los demás como lo era ella.

-Nigrith-se señaló con el dedo-Él venir también-dijo en voz alta para acentuar su determinación.

Nigrith se acercó a Iirag y le puso una mano en el hombro.

-Marchar rápido-pronunció atropelladamente-¿Él, amigo? Venir también-declaró con firmeza refiriéndose al curtido guerrero que los había ayudado contra el ettin.

La mujer empezó a recoger los pocos enseres que tenía.

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20/02/2019, 01:08
Iirag Throrson

No me gusta el cariz que esta tomando el asunto

Iirag solo podía ver que el Mago Rojo le enviaba dos soldados ¿Que hacia Koinzell , que debería estar muerto o encerrado y aquel ser, Roy, en aquel punto justo en ese momento? ¿Como que habian soltado al dragohumano en una montaña cercana? No tenia ningun sentido. Sus manos apretaron el mango de Ultima Sombra, su martillo, cuando Nigrith le tocó el hombro y le pidió que avanzaran junto a aquellos dos.

El joven vovit agachó la cabeza desde su imponente altura y la miró, inquisitivo ¿Sabia algo que el desconocía? ¿Que pretendía el Mago Rojo con aquel movimiento? ¿Era realmente un movimiento o la mayor casualidad de la historia? Las teorías rondaban por su cabeza mientras no sabia como actuar, su mente empezó a dar vueltas mientras volvía a perder el control de su propio ser como en su primera visita con el Mago Rojo.

Perdía las riendas de su cordura cuando dos hechos resaltaron haciendole volver a sus cabales. El primero era que Koinzell estaba casi tal cual como cuando se separaron, quiza un poco mas loco, algo perfectamente factible. Y del segundo, bueno, ahora se ocuparía de ese.

Se había llevado una mano a la cabeza por el fuerte mareo, pero disimuló quitandose algo de sangre del ser aquel de la frente. Miro fijamente a Roy.

No tenemos tiempo asi que dejate de historias y responde ¿Porque no participaste en la pelea con este ser?—Señaló con su mano izquierda el cadaver el gigante de dos cabezas.

Confiaba en el criterio de Nigrith y respetaba su decisión, tras esa pequeña cuestión a resolver la acataría con rigor pues en la lealtad pura es en lo que se basaba esa extraña alianza. Había confiado en ella en varias ocasiones como, por ejemplo, para huir del grupo, y ella no le había fallado en eso ni en ninguna ocasión. Una voz, esperaba que de alguna parte de su conciencia y no ajena a el, contesto en lo mas profundo de su mente, aunque la acalló al instante. Iba a huir sin ti

Notas de juego

Iirag y yo estamos locos ya despues de tanta mierda.

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20/02/2019, 13:21
Roy

Roy se encogió de hombros quitandole hierro al asunto. Por dos motivos, primero, por que no quería que me atacarais al llegar sin avisar, y segundo,  por que simplemente llegué tarde, cuando escuché el combate estaba algo alejado.

 

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21/02/2019, 07:40
Koinzell Blatt

- A mi me ha convencido... - Dijo el caballero que comenzó a reír de inmediato. - Sea así o lo lo sea... ¿Podemos hacer otra cosa que negarle nuestra ayuda? Es posible que nosotros también le necesitemos a él de aquí en adelante. - Koinzell se rascó la barba pensativo. - Si estamos como bien podría ser en una ilusión de ese condenado mago rojo o si estamos en una tierra extranjera, como también podría ser, muchos peligros nos aguardan aún hasta que podamos regresar a nuestros hogares, que por otra parte... - La mirada del caballero quedó fija en el horizonte aunque no parecía estar mirando a nada en concreto. - ¿Cuál es mi hogar?

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25/02/2019, 00:31
Iirag Throrson

A Iirag no le convencía en absoluto la respuesta de Roy, le vigilaría de cerca. Pero no quería fallarle a Nigrith así que se encogió de hombros y agarró su petate. Contestó a la pregunta de Koinzell.

Yo tengo la misma duda, Koinzell, nunca me dijiste de donde eras. Yo se donde debo ir, y allí podré viajar al norte, a mi tierra natal.

Señaló hacia el norte.

Debemos viajar hacia allí, a la costa de Athellolis, pues es donde nos encontramos. Allí cada uno podra viajar a donde sea.

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25/02/2019, 16:28
Narrador

Tras las presentaciones y la charla que tuvo lugar tras el combate contra aquella aberración, el nuevo grupo continuó el camino.  Quizás hubiera sido bastante más lógico detenerse para descansar, pues era noche cerrada, pero Iirag había decidido seguir avanzando hasta que se agotaran sus fuerzas. La ciudad de Aedai estaba más cerca de lo que parecía y cuanto antes se encontraran tras sus muros, antes estaría seguros de que Neegor no iba tras ellos.

El problema se planteaba una vez llegaran a las puertas de la ciudad. Si bien Nigrith podía asustar a los guardias de la ciudad, siempre podían tratar de convencerlos de que no era peligrosa. Al fin y al cabo, sólo se diferenciaba del resto de humanos pos su pálido tono de piel, su cabello azulado y aquellos oscuros y profundos ojos que desprendían cierta luminosidad rojiza. Pero Roy… aquel ser era un verdadero monstruo.

Fuera como fuera, ese no era un problema que debiera preocuparles en esos momentos. Las bajas temperaturas y sus perseguidores, si es que estaban siendo perseguidos, eran sin duda una amenaza mucho mayor. Además, si no dejaban entrar a Roy en la ciudad o si directamente le atacaban, era cosa suya y de nadie más. Por una razón o por otra, no les había ayudado con el ettin y ellos no tenían por qué ayudarle a él.

Poco a poco el terreno empinado fue pasando a ser cada vez más llano a medida que descendían. La nieve desapareció de pronto dejando paso a una llanura fría y con escasa vegetación, pero ya algo más temperada en que cotas más altas. No llevaban mucho tiempo avanzando a través de la llanura cuando el sol del amanecer hizo su aparición en escena. Los cuatro estaban cansados y somnolientos, pero Seyran (el sol), les bendijo con sus primeros rayos y empezaron a recuperarse de la helada nocturna.

Fue entonces cuando el caballero Koinzell Blatt se interpuso en el avance del grupo y le pidió amablemente a Iirag unos minutos para orar. Él era un caballero del Sol Naciente y cuando Seyran aparecía por el horizonte debía presentarle su respeto. Iirag ya conocía esa faceta de aquel demente caballero y aceptó de buen grado aquella parada. Quizás podrían comer algo y descansar unos minutos antes de seguir con la marcha.

Notas de juego

Os paráis para comer y descansar, pero estáis completamente agotados.

Quiero una tirada de FOR CD 15 para no quedaros dormidos.

También tirad avistar.

Sugerencias para el siguiente turno:

  • Hablad de como hacer para que Roy sea bienvenido en Aedai. No hay muchos como el en Gea y posiblemente ninguno haya pasado por Aedai en muchos años. Podría ser mal recibido.
  • Koinzell: de ti espero unas buenas oraciones a tu dios!
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01/03/2019, 23:19
Iirag Throrson

Llevaban todo un día caminando y batallando. Pero no iba a permitir que esa minucia afectase a sus fuerzas. Solo paraba porque sabía que los demás no tenían su fortaleza y voluntad, típicas de un elegido de Yrg e Ygg.

Se acerco a Nigrith y le pregunto por sus heridas, mientras hablaba con ella no pudo evitar fijarse en Roy. Alzó la voz para el grupo

- Me temo que su aspecto - señaló con la barbilla al dragohumano - será un problema en la ciudad. No todo el mundo es tan tolerante como nosotros

- Tiradas (1)

Notas de juego

Estoy con el móvil

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02/03/2019, 14:20
Nigrith Dealirion

Se agarró el hombro y se dio un apretón amistoso, dando a entender que se sentía bien.

-Fuerte. Cuerpo bien. Iirag descansar más-el guerrero había recibido los peores golpes y era increíble que siguiera en pie, pero dada toda la resistencia que había mostrado durante su viaje, supuso que esas heridas no eran gran cosa para él.

Nigrith se acomodó contra un árbol. Aunque sus heridas eran leves, estaba exhausta y sus miembros se sentían pesados y entumecidos. Agradeció no tener que parar en mitad de una tormenta de nieve, otra vez. Por lo que había entendido, la ciudad a la que se dirigían estaba cerca.

La mujer prestó atención a la observación de Iirag y asintió. Definitivamente Roy iba a espantar a los guardias, a los ciudadanos y a todo ser viviente que nunca hubiera salido de la comodidad de su hogar.

-Sí, problema. Esto, tapar-señaló su propia espalda- y esto, siempre-palpó su cara y su pecho, refiriéndose al yelmo y a la armadura.

Nigrith se sujetó el mentón, pensativa.

-¿Más? A lo mejor... ¿ocultar? ¿Otra ropa?-preguntó al aire para que dieran su opinión.

- Tiradas (2)
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03/03/2019, 17:07
Roy

Si os encontrais mal puedo sanar un poco. Roy ofreció antes de empezar la marcha, entendía la rabia de aquel humano por no haber recibido ayuda, pero no estaba mintiendo, realmente no había tenido tiempo de ayudar.

¿No teneis a sacerdotes o paladínes en estas ciudades? ¿Aquellos que pueden ver la maldad en la gente? Tal vez conozcais en este plano a Bahamut, sabed que soy uno de sus seguidores más devotos, tal vez presentandome en la puerta y pidiendo permiso sea suficiente, tendrán sus demandas, pero mientras no sean demasiado extremas no tengo ningún problema en seguirlas.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tengo para hacer tres curaciones al día, que se recargan al salir el sol.
 

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04/03/2019, 08:34
Koinzell Blatt

Pues no sé, no sé... - Intervino el caballero. - No sé como se las gastan en Aedia pero... si viéramos a uno como tú en mi tierra creo que lo que primero que haríamos sería salir con estacas y antorchas. - Suspiró como resignado. - Y digo creo porque de cada vez es más borroso todo en mi mente.

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04/03/2019, 12:22
Narrador

Fuera como fuera decidieron seguir avanzando todos juntos. Verían una vez estuvieran frente a las puertas de la ciudad que hacían con Roy dependiendo de la reacción de quien les recibiera. Se fueron acercando poco a poco y a medida que lo hacían empezaron a creer que no se encontraban en la ruta correcta. La ciudad que habían visto no parecía para nada una ciudad. No era más que una pequeña aldea construida entorno a una empalizada de madera.

La decepción fue más grande cuando, al llegar frente a las puertas de la misma vieron un cartel de madera sobre la entrada que rezaba con el nombre de dicha aldea y no era Adeai sino Hidad. Se encontraban en la aldea de Hidad, por lo que hasta Aedai todavía les debía de quedar un buen tramo. Una vez se adentraron en la aldea, se percataron de que se trataba de una localidad muy pequeña, no debía haber albergado en sus mejores tiempos a más de un millar de personas, pero en lo que a la actualidad se refería... parecía que ya nadie vivía en aquel lugar.

La mayoría de casas estaba construidas en madera y eran bajas de máximo dos pisos de altura. El centro de la villa estaba bastante abierto encontrándose una gran plaza central. Hacia el este había una gran aglomeración de casas pequeñas y a norte y sur parecía que los que habían morado antaño en las viviendas eran los más adinerados de la villa. Más al sur todavía parecía que se había construido un gran palacio o más bien una casa señorial, uno de los pocos edificios de piedra.

Todavía rezaban algunos carteles colgando de las fachadas de alguno de los edificios. En lo que parecía que fue una taberna se leía: " Reposo del Minero", en otro edificio se leía "La Herradura Roja" y también había lo que parecía ser un antiguo templo dedicado a la deidad más idolatrada de toda la región, "La Cierva Dorada". Ninguna luz ni síntoma de que todavía quedara algún habitante en aquella aldea, que sin duda fue un pueblo minero en el pasado, se intuía a lo largo y ancho de la villa.

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06/03/2019, 17:37
Nigrith Dealirion

Nigrith echó a correr entusiasmada por llegar a un lugar nuevo, pero la atmósfera de absoluta soledad y melancolía la hizo detenerse frente al cartel de la aldea. No sabía leer los símbolos escritos en él, pero Iirag le había hablado largo y tendido sobre la ciudad portuaria a la que se dirigían y aquel cúmulo de escombros no se parecía en nada a las descripciones del guerrero. Oteó el horizonte y no veía el ancho mar que los llevaría a tierras más prósperas. En su lugar un edificio de piedra, que había pasado tiempos mejores, se mantenía en pie.

La quietud la puso nerviosa y desenfundó el estoque por mera precaución. El lugar estaba desolado a primera vista y parecía que nadie había caminado por allí desde hacía tiempo. Se adentró en la aldea, sin alejarse demasiado del grupo, y preguntó:

-No es destino, ¿verdad?-Nigrith miraba de hito en hito los carteles y las casas de madera- Quizá algo útil. Quizá descansar.

Se encaminó con precaución a los edificios más cercanos. Bordeó la plaza ya que no quería arriesgarse en ser emboscada (aunque todo apuntaba a que eso no iba a ocurrir) y echó un rápido vistazo por las ventanas de las casas.

Notas de juego

Entiendo que las casas están todas en pie, pero no tengo claro en qué punto cardinal se encuentra la entrada de la aldea (donde estamos nosotros) ¿Quizás estamos en la parte oeste? Si es así pues me acerco a las casas que estén más cerca, no importa si es al norte, al sur o al este.

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09/03/2019, 08:25
Narrador

Lo cierto era que casi todas las casas estaban en pie. No era una aldea demasiado ruinosa, pero si abandonada. Al menos en apariencia y hacia bastante tiempo. Lo que si pudieron ver desde un principio era que algunos tejados se habían hundido, pero no demasiados. Igual llevaba deshabitada una década o un poco más. No lo podían saber realmente sin investigar un poco más.

Nigrith fue la primera en reaccionar y caminó en dirección a la primera de las viviendas. Miró en su interior y vio una cocina. Un horno de leña, una mesa, varios arcones y estanterías vacías y en el centro de la estancia colgando del techo, algunos artilugios de cocina, como una olla y varias sartenes, así como un cazo. Más allá de la cocina, parecía haber una pequeña sala y unas escaleras que subían al segundo piso. Todo estaba lleno de polvo.

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09/03/2019, 08:39
Koinzell Blatt

Vaya chasco... - Dijo el caballero. - ¡Yo que pensaba que iba a comer puerco al horno! - Bromeó a viva voz. - ¡Jo jo jo! - Soltó una risotada mientras se encaminaba a seguir a Nigrith. - ¿No decías que la ciudad esa, Aedai, se encontraba a los pies de la montaña? Ésto no parece Aedai, ni creo que sea una ciudad... - Miró a Roy. - ¿Tú que opinas? Al menos no tenemos que preocuparnos por tu apariencia. Aquí no hay nadie que vaya a asustarse por ella. - Le dio una palmada en la espalda al ser híbrido. - ¡Jo jo jo! - Volvió a reír y una vez junto a Nigrith miró también en el interior de una de las casas. - ¿Ves algo que yo no vea con tus ojos rojos? - Le preguntó a la mujer.

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09/03/2019, 12:13
Nigrith Dealirion

Arrugó la nariz, recelosa del absoluto abandono de la vivienda ¿Por qué no había nadie? Alguna amenaza podría haberles obligado a escapar, pero esa hipótesis no casaba con el orden de la casa. Si hubieran huído despavoridos, el caos camparía a sus anchas. Más bien parecía que se habían evaporado de repente. Antes de disponerse a comprobar la casa adyacente, miró con desinterés a Koinzell:

-Ojos rojos ve nada-respondió secamente. El único humano en el que confiaba era Iirag y Roy, al ser una criatura tan extraña como ella, le infundaba cierta compasión. Sin embargo, el caballero no le terminaba de agradar y el hecho de no entender su forma de hablar la irritaba.

Nigrith se cruzó de brazos y apoyó la espalda en la fachada.

-Pueblo raro. No gustar. Ir pronto-confesó la mujer con urgencia.