Partida Rol por web

[D&D 3.5] Sin Noticias del Thog.

Capítulo 3. Tocando Tierra Firme.

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18/11/2019, 18:45
Narrador

Llegó la noche. Se trataba de una noche estrellada y despejada. No volvieron a saber nada acerca de aquellas arpías que se alejaron volando del Tetanic. El rumbo fijo siguió sin problema alguno. Parecía que mientras Filbert siguiera en el barril y sólo cuatro de los seis enanos restantes se mantuvieran a la vez sobre la cubierta, la nave seguiría surcando los cielos.

De hecho, pudieron comprobar que si el número de enanos era superior en la cubierta del Tetanc a cinco contando con el mediano, el barco empezaba a perder altura. Por lo contrario, si bajaban a las bodegas más de tres enanos a la vez, de nuevo el barco también perdía altura. Por lo tanto, llegaron a la triste conclusión de que para que aquel extraño aparato se mantuviera en el aire, iba a ser necesario mantener aquella proporción de enanos sobre la cubierta y enanos en bodega.

Por ello, los enanos sacaron mantas y durmieron a la intemperie. A Uku se le ocurrió encender una hoguera, algo poco compatible con la madera de la que estaba hecha la nave y pese a sus quejas, acabó siendo extinguida. Fuera como fuera, pasó aquella noche que sucedió al día y de nuevo la noche llegó para helar sus corazones y también el resto de su cuerpo. De nuevo Uku hizo una hoguera, aunque esta vez no sobre la propia cubierta, sino que uso su casco como recipiente para el fuego y esa noche pasaron menos frío.

Llegó de nuevo el día y con el día soleado que hacía pasaron calor. Al atardecer tenían que llegar a las montañas Sangrientas y por ende al pico Yelmo de Hierro, donde el Thog Dûndran ejercía su mando, al menos hasta que cesó la comunicación con su ciudadela. Lo cierto es que aunque fue un día soleado, también fue muy ventoso y el viento que bufaba con fuerza, retrasó el avance del Tetanic hasta tal punto, que llegada la noche, las montañas Sangrientas todavía parecían estar muy lejos.

Thardo Nardo se quedó de vigilante, mientras que Misty y Tathtorn dormían calientes en el interior de las bodegas por una noche. Filbert amenizó la velada en la cubierta con una extraña canción cuyo protagonista era un ratón propiedad de una tal Susanita, el cual vivía debajo de un botón y muchas otras de igual calibre, por lo que muy pronto, habiendo cenado, todos quedaron dormidos, incluido Filbert e incluido Thardo Nardo.

Despertaron de golpe cuando escucharon un fuerte golpe y la nave dio una sacudida que provocó que todos rodaran por la cubierta, que el barril de Filbert se volcara derramando su extenso contenido por la cubierta y que Misty y Tathtorn cayeran de sus hamacas al suelo, dándose un buen coscorrón.

Cuando la capitana y el encargado de la estabilidad de la nave, del tetanobium y piloto de la misma salieron al exterior para comprobar lo sucedido, el resto ya tenía bastante claros los hechos. O eso dedujeron Misty y Thathtorn al verlo asomados a la proa con los brazos sobre la cabeza y gesto de dolor. 

El gesto de dolor era debido a que los daños en el casco eran bastante severos. Habían chocado con una montaña. Los brazos en la cabeza eran debidos, muy seguramente a la regañina, por decirlo de un modo suave, que iban a recibir en cuanto la capitana subiera desde las bodegas y comprobara el estropicio. Algo que sin que ninguno se hubiera percatado todavía, acababa de suceder...

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18/11/2019, 23:55
Jilip Ollas

Jillip estába durmiendo plácidamente en cubierta cuando un tremendo golpe lo envió rodando hacia la proa. Su armadura absorbió el impacto y afortunadamente ningún miembro se había desprendido de su cuerpo. Se paró sobre la cubierta y lo primero que notó fue la falta de movimiento bajo sus pies, y fue al asomarse al costado del mascarón de proa que vió la montaña que ahora les impedía el paso. - Maldita bola de sebo jamonil, como osas quedarte dormido en tu guardia imbécil redomado. Giroscopio métete en tu barril o comenzaremos a caer en cuanto la montaña deje de sostenernos, Nardo, ya veras la que te llueve cuando llegue la capitana. - Jillip recorría la cubierta buscando algo - Alguien que me alcance una lámpara para poder ver el daño recibido.

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22/11/2019, 10:04
Misty

Misty no estaba enfadada, sino enfurecida, porque no podía dejar a nadie al cuidado de la nave sin que ésta sufriera algún percance. Era evidente que ella era la responsable por haber delegado en otros su labor de guiar el barco, no volvería a suceder y todos sufrirían las consecuencias. Si ella no podía dormir calentita bajo la cubierta ni siquiera un día, nadie lo haría.

-¿Quién ha sido? -preguntó. Sin desaires, sin levantar la voz, la calma que precede al tormento.

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22/11/2019, 10:17
Thardo Nardo

Bueno yo... - Thado Nardo tenía un jamón entre manos.

Ponerse nervioso provocaba que le entrara hambre, aunque cuando estaba en calma también tenía hambre. Fuera como fuera le dio un buen mordisco a ese jamón y empezó a masticar mientras daba las pertinentes explicaciones a la capitana. Nunca se sabía cuándo iba a ser la última vez que tuviera la oportunidad de darle un buen mordisco a un jamón. 

De hecho, a esa pregunta creo que no podemos darle un nombre, capitana, pues la verdad es que... - Dio otro mordisco. - No ha sido nadie. - Desveló mientras salpicaba de saliva y pequeños trozos de jamón que caían de su boca y manchaban su barba mientras hablaba. - La nave se estrello sola, capitana. Nadie la forzó a chocar si es lo.qie pregunta...

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22/11/2019, 10:23
Dabrand

¡Pero que dices! - Exclamó un furibundo ex Maestro de la Puerta. - ¡Tú estabas de guardia! ¡Tú deberías haber advertido que llegábamos a las montañas y de esa manera haber impedido...! Agarró de la pechera a Thardo. - ¡Eres un idiota!

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22/11/2019, 10:24
Uku Craneoduro

Uku se estaba poniendo nervioso ante aquella situación inesperada. Primero pareció excitarse, no en plan sexual sino por una extraña e intensa alegría. Uku aplaudía ante la idea del accidente aéreo. ¿La razón? Nadie la sabía. Luego pareció empezar a entristecer de forma repentina y comenzó a llorar. Cuando Dabrand agarró por la pechera a Thardo enfureció.

¡Eeeh! - Gritó. - ¡Eeeeeeh! - Gritó más fuerte.

Thardo y Drabrand le miraron y por un momento cesaron las hostilidades entre ellos. Uku parecía un toro dispuesto a cargar contra ellos y conociéndole como le conocían, le creían capaz de ello. Y en efecto, Uku cargó.

- ¡Aaaaaaah! - Gritó mientras corría con su calva cabezota por delante. 

El choque fue brutal y los tres acabaron en el suelo aturdidos y a disposición de la capitana.

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23/11/2019, 12:26
Tathtorn

Tathtorn se plantó de brazos cruzados detrás de la capitana.

Eso ¿quién ha sido? —repitió el mago.

Era agradable, por una vez, estar del lado de los que no la habían cagado y estar a salvo de la ira de la capitana. Cuando vio a Uku arrojarse sobre los demás y esparcirlos por el suelo del barco volador como un juego de bolos, chasqueó la lengua y negó con la cabeza.

Son como chiquillos —comentó, aunque él fuera el enano más joven del barco.

Por dentro, al menos. Si uno exceptuaba los órganos, claro.

Es decir, que era joven en espíritu, temperamento y experiencia. Sí. Eso es lo que quería decir.

Y todo lo que tenía que decir.

Ea.

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02/12/2019, 17:19
Narrador

No llegó ninguna bronca por parte de la capitana. Habían tenido suerte los ineptos que se habían quedado dormidos, pues Misty parecía envuelta en una niebla mística que le provocó una total despreocupación de todo. Lo único cierto era que parecía que al fin habían llegado a su destino y que tan solo quedaba encontrar la entrada de la la ciudadela para comprobar lo que había sucedido con el thog del que no se tenía noticia alguna desde hacia tiempo.

El Tetanic reposó su casco sobre la roca. Los enanos se encargaron de colocarlo sobre un lecho firme para que no cayera rodando por la montaña y lo aseguraron atándolo a algunos cabos clavados en la misma roca con poderosas estacas metálicas. El casco estaba en muy mal estado. Iban a necesitar arreglarlo antes de regresar a casa, si es que querían regresar aborde de aquella nave. Porque también podían hacerlo a pata, aunque sería un trayecto mucho más largo y cansado.

Por suerte Dabrand dijo tener conocimientos de carpintería y haber ejercido el oficio antes de ser Maestro de la Puerta. Dijo poder encargarse de la reparación de la nave, aunque iba a necesitar material para arreglarlo. Sierras, clavos mazas y martillos no faltaban abordo, pero si madera, aunque encontrándose en una montaña llena de árboles, tampoco era algo insalvable. Por ello, Dabrand se quedaría en la nave reparándola con la ayuda de Thardo Nardo y de Uku, mientras el resto, buscaría la entrada hacia la ciudadela.

Al amanecer, el resto de enanos, cargó sus cosas y todo lo necesario para pasar varios días a la intemperie, por si las moscas, y comenzó a alejarse del lugar. Con Misty al mando, Thathorn y Jilipp a sus flancos y el bueno de Filbert amenizando el camino con sus rimas y sus melodías, se fueron alejando del Tetanic hasta perderlo de vista por completo. El firme que pisaban era sin duda bastante irregular, lo que provocaba que no pudieran avanzar demasiado rápido. No obstante, para cuando Seyran estaba en lo alto del cielo al mediodía, ya se habrían alejado más de diez kilómetros del lugar donde se estrellaron.

Para aquel entonces, el paisaje había cambiado bastante. No les había quedado más remedio, debido a la orografía de aquella montaña, que ir descendiendo poco a poco. El terreno se tornó más bondadoso, empezaron a aparecer una amor cantidad de árboles altos e incluso llegaron a un camino. Los pájaros cantaban y vieron corretear a alguna libre asustada e incluso a un par de perdices. Todo parecía muy tranquilo hasta que se toparon de bruces con un bulto en medio del camino.

Se trataba de un cuerpo, el de un enano. A medida que se iban acercando, descubrieron que sus ropas estaban manchadas de sangre, portaba una armadura muy abollada y un casco deformado por infinidad de golpes. No fue hasta que lo tuvieron encima, cuando se percataron de algo más. Todavía se movía...

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02/12/2019, 17:43
Murdîn

¡No por los dioses! - Gritó el enano al percatarse de la presencia de alguien a su espalda. - ¡Dejadme! - Suplicó. - ¡Dejadme morir en paz! ¡Ya os habéis divertido suficiente!

No se molestó en girarse para ver quienes eran los que se acercaban. Dio por hecho que se trataba de alguien quien le había hecho sufrir y le había dejado al borde de la muerte. Aquel enano, comenzó a arrastrarse así como pudo, tratando de alejarse sin demasiado éxito del lugar.

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04/12/2019, 07:44
Misty

Misty llevaba enfurruñada varios días, nadie obedecía sus órdenes cuando las daba y cuando se quedaba callada, reprochaban su silencio. Pues a ver si ellos sabían comandarse solos, ala. Necesitaban arreglar el casco para volver a casa, averiguar qué había pasado con el thog y demostrar que el barco volador podía funcionar perfectamente. A ver si ellos solos podían hacerlo sin tener que estar recurriendo a ella constantemente. O si recurrían, que al menos le hiciesen caso, vaya.

Se acercó al enano herido sacando la varita de su cinturón, pero este comenzó a arrastrarse lejos de ellos. Misty se acercó un paso, pero el enano volvió a avanzar. Así estuvieron unas cuantas veces hasta que, cansada de aquella tonteria, activó la varita para darle un buen chispazo a ver si así se estaba quieto.

-No te muevas o será peor, ¿quieres dejarme ver tus heridas, maldita sea?

Notas de juego

Gasto una carga de Curar heridas leves, 1d8+1

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04/12/2019, 20:49
Jilip Ollas

Jillip se acercó al enano y se plantó delante de él - Tranquilo amigo, que aquí todos somos enanos, si nos dejas hacer te ayudaremos. - Claro que había un problema en su afirmación, el no era un enano, era un gnomuerto por muy enano que se creyera. 

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05/12/2019, 12:21
Tathtorn

Tathtorn se había sacado la varita de vigor, allí en medio de todo el mundo, y estaba dispuesto a utilizarla en el enano malherido. Afortunadamente, Misty agarró la suya y persiguió al enano dolorido por todo el claro. Como en la paradoja de la tortuga y el conejo, la capitana parecía ninguna alcanzarlo.

—Exceptuando el gnomo y el mediano —objetó, solícito, Tathtorn a lo que había dicho Jilip—. Y a Misty. Ella es una enano, no un enano, claramente. Salta a la vista.

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05/12/2019, 13:01
Jilip Ollas

- ¿Gnomo? ¿Que gnomo?, yo no veo ningún gnomo Tato - el gnomo se acercó al mago y lo miró atentamente - ¿Has estado tomando Teatanombium nuevamente? Te he dicho que esa cosa no te puede hacer bien, el señor Ollas se enfadará si descubres que te estas bebiendo el combustible del Tetanic.

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05/12/2019, 15:26
Filbert Lenguaguda

-¡AAAAAaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh!-gritó a pleno pulmón, sorprendiéndose a si mismo por el chillido, que retummbó en las montañas provocando un extraño eco similar al de un delfín en época de celo.

-¡Por todos los dioses musicales!- recuperó el aliento de tal forma que parecía haber estado corriendo durante tres días y tres noches.-¡Ha regresado!-exclamó sorprendido y feliz.

-¿¡Por que diantre nadie me hacía caso!?-reprochó indignado

Lo cierto era que las melodías que creían haber oído de Filbert durante la travesía no eran más que el ruido del laúd siendo golpeado contra las espaldas de los enanos que caminaban delante de él, si bien estos no reaccionaron ni un ápice, quizás creyendo que se trataba de algún tipo de danza ritual, pero nada más alejado de la realidad, puesto que lo único que quería era llamar su atención, puesto que desde hacía más de medio día y debido a un experimento mágico-musical Filbert había perdido la voz, si bien nadie parecía haberse dado cuenta.

Si bien el enfado le duró poco puesto que la alegría por haber recuperado la voz estaba por encima del resto. ¡En verdad creía haberse quedado mudo para siempre! ¡Que catástrofe habría sido esa para las generaciones venideras...!

-Bueno, como os iba diciendo, aquel fue el momento en el que me dí cuenta de que la leche de Yak no me sentaba bien... Me di cuenta yo ¡y todos los del carruaje, vaya!- estalló en carcajadas por su ocurrencia. Una ocurrencia que, sin embargo, parecía haberla tenido cuando no disponía de voz porque únicamente contó el final de la misma.

 

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05/12/2019, 16:07
Murdîn

La varita curativa ayudó a que aquel enano comenzara a sanar las heridas que lucía por todo el cuerpo. Algo más recuperado y con fuerzas para ponerse en pie, decidió darles un abrazo a todos ellos uno por uno, salvo al gnomuerto. Pese a que iba a apretujarlo, al ver su extraño aspecto declinó su intención y simplemente le ofreció la mano.

Mi nombre es Murdîn. - Desveló. - Viajaba con un grupo de comerciantes cuando aquellas cosas se abalanzaron sobre nosotros. - Dijo entonces. - Pude escapar pero mis compañeros... - Apretó los puños, parecía afligido. - Ahora deben... - Sollozó. - No creo que hayan tenido tanta suerte.

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06/12/2019, 23:56
Tathtorn

Tathtorn decidió rápidamente no embrollarse en una discusión con Jilip, era más pesado que un uro en brazos. De modo que agitó las manos en el aire y lo apartó para acercarse a Murdin.

—¿Murdin, eh? Es un nombre muy sonoro. ¡Porrrr el marrrrtillo de Murrrrrdin! —dijo con un marcado acento ruso, aunque Tathtorn no supiera lo que era el ruso—. Suena bien. Oye, ¿y qué cosas os atacaron? Tenían tetas y alas y cantaban cosas que hacían a los enanos tirarse por la borda de barcos voladores?

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07/12/2019, 09:59
Murdîn

Nos atacó un numeroso grupo de demonios. - Dijo el enano. - O creo que eran demonios, al menos. Eran seres terribles que emanaban maldad. Había uno especialmente peligroso. Portaba un arma terrible, una guja dentada. Era un ser horrible, orejas puntiagudas, piel como... - Dudó un instante. - ...como húmeda y escamosa. Tenía cola y garras en pies y manos y... - Se rascó la barba. - ¡Una terrible barba descuidada! - Suspiró. - Junto a él iban un montón de seres informes. Eran como... - Resopló. - Como una masa de carne informe que avanzaba como rezumando y su cara... - Hizo una pausa. - ¡Era la mismísima definición de la palabra "angustia"!

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07/12/2019, 10:22
Tathtorn
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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07/12/2019, 10:49
Director

Notas de juego

Demonio barbado y lémures.... ya supongo que lo sabías, no wikitali?

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07/12/2019, 20:12
Tathtorn

—¡Diablos! —exclamó Tahtorn, pero no era ninguna maldición. Adoptó un gesto sabihondo y un tono didáctico, entrelazando las manos detrás de la espalda—. Lo que describes son diablos, no demonios, la gente tiende a confundirlos pero son muy distintos. Veréis, por la descripción que ha dado se trata de lemures bajo las órdenes de un barbazu. Esas criaturas son inmunes al fuego y al veneno, muy resistentes al ácido y al frío. También son difíciles de matar, excepto con armas de plata o con poderosos encantamientos benignos. También resisten los conjuros. ¡Y cuando con la barba del barbazu, podéis contraer una enfermedad que os robará las mismas fuerzas!

El mago terminó su disertación sobre diablología antes de mirar al resto.

—Bueno, supongo que ya sabemos lo que le pasó al Thog. ¿Os apetece matar diablos?