Partida Rol por web

Lizzie se acabo apoyando en Pearl, que estaba a su vez, apoyado en su rifle, mirando la escena como si aquello no fuera con el.

Sin embargo en los ojos de Lizzie podia verse la sorpresa e incluso la incredulidad. Habia enfado, o algo similar al enfado con humor y colegueo. - Si seras hija de puta... - Anya podia darse por muy enterada en este caso. - Toda una vida besando esos labios negros y nos vamos de acampada al Yermo y te quitas la mascara... espero que sea porque tienes una buena historia de sexo que contarme... porque ya te vale perra... ya te vale...

Su mirada se desvio a los demas, notandose como tenia un feo corte en el vientre. - Si alguno de vosotros se ha quedado asi por darle un buen polvo, se lo tiene merecido... que lo sepais... - Buscaba animar, quitar ese punto de cuan jodidos estamos todos, pero estaba claro que se le daba mejor repartir insultos.

Se giro hacia Zack. - Ahora tio bueno que esta entero, con cresta molona, porque no nos llevais a un sitio donde no me lluevan hostias, aguijones o balas en un rato... aunque sean dos minutos... me conformo...

Cerca de Anya, la niña fue mirando alterantivamente a unos y a otros, segun le preguntaban a ella o simplemente hablaban en general. Se la notaba fuera de lugar, como si tener a tantos "adultos" alrededor no le cuadrase o no supiera bien que hacer o no hacer.

Helena... Me llamo... Helena... - La mirada y pose de Teela, la hizo moverse hacia atras y colocarse parcialmente detras de Anya, aun asi contesto lo bastante alto apra que se la oyera.

El posicionamiento de la joven que acababan de conocer al indicio de peligro hizo que guardara mentalmente el dato de que tenía instinto protector, toda información era relevante.

Miro a Ania, según le habían dicho no se quitaba prácticamente nunca la máscara. No dijo nada a ese respecto y asintió acercándose rápidamente a Derek y Rea, que parecían los peor parados de los presentes, y eso que algunos de los que iban en su grupo estaban muy lejos de estar totalmente a salvo. Al pasar miró el dañado costado de la mujer, pero no parecía grave, y la niña tampoco parecía tener daños.

Mejor todos juntos intervino, ahora no creía que fuera bueno separarse, dado su estado el número podía ser determinante si tenían que volver a luchar vayamos a donde dicen ellos señaló con el mentón a Keira y su amigo. Le tranquilizó el hecho de que pareciera estar seguro de que el gusano no iba a moverse de allí, aunque probablemente a Azra no le iba a satisfacer solo esas palabras.

Dante, ayuda a Isaías temía que se desmayara en cualquier momento, Azra ya iba con Rea Keira no parecía herida echa una mano a Teela, cuando lleguemos al sitio que dices podré atenderlos en mejores condiciones se estaba ya ocupando de ayudar a Derek, un vistazo rápido le llevó a hacer un sencillo torniquete en su maltrecho muslo derecho, con eso debería bastar hasta que pudiera atenderlo en un sitio cercano.

No podía pensar en las perdidas, y mucho menos en canibalismo, ahora mismo no, necesitaban que estuviera concentrado, necesitaba transmitir tranquilidad.

Allí decidiremos que hacer miró primero Teela, y luego a Azra, ella también iba a necesitar atención, aunque dijera que estaba bien lo primero es lo primero Rea no tenía tampoco demasiada buena pinta ¿qué le ha pasado? Preguntó nada más terminar con Derek, para ir ganando tiempo mientras marchaban. Suerte que Rose le había proporcionado bastantes suministros médicos. 

Estaba de pie, quieta, observándolo todo sin que su humor mejorara demasiado.

- Le cayó un gusano de tierra encima, uno de los pequeños... Bueno, iba a aplastar a Derek y a Rea, pero estos se pelearon por bien quien ganaba y Rea pateó el trasero de Derek para comerse ella al gusano y pegarle un par de tiros... Creíamos que la había palmado pero me hizo un bonito gesto con sus delicadas manos y saqué su precioso cuerpo de debajo de aquella cosa...

Básicamente había explicado lo sucedido, pero con su curiosas formas que seguramente buscaban quitar un poco de hierro al asunto. 

- Les dije al resto que siguieran corriendo para que esas cosas no nos convirtieran también en su almuerzo, y Derek me ayudó a sacar a Rea y seguimos corriendo. Ella, que es como nuestra pequeña superviviente Helena nos dijo que se llamaba, viene hacia la ciudad, con su colosal boca y engullendo todo cuanto se encuentra... También tenemos la mochila de la médico drogata, después de todo su cuerpo nos sirvió para huir al servirle de alimento a las criaturas escupe ácido y pudimos salvar lo importante, la mochila, ella ya no tenía salvación, no después de ponerse en medio de uno de esos escupitajos ácidos... 

Estiró los músculos esbozando un pequeño gesto de dolor por el golpe del costado y de su muslo, aunque no pareció darle mucho más interés.

- Si tenemos que ir a algún sitio a mirar a los heridos, hay que hacer ya, sin perder más tiempo. Esa cosa viene hacia aquí y no podemos hacer nada contra Ella. El puto Yermo está despertando y nosotros somos su jodida cena. 

Se movió, esperando si alguien necesitaba algún tipo de ayuda y miró a quien había indicado lo del lugar para los heridos.

- ¿A qué coño estáis esperando? Vamos a movernos de una jodida vez antes de terminar en el estómago de esa cosa y si, nada de separarse de nuevo, bien jodidos estamos ya... 

La encapuchada asintió a Ania cuando ésta se ofreció como voluntaria, alzando el pulgar. Aquella muestra de humanidad por parte de ella y de Teela hacia Helena había sido lo correcto... Y aunque Keira no llegó a acercarse, sí dulcificó el gesto muy consciente del trauma y del estrés emocional que arrastraba la pequeña. Cargaban con la vida de un niño; debían ser responsables.

Respondió a la petición de Dante con un nuevo asentimiento de cabeza, enfundando la pistola para ponerse en marcha. El médico hacía un breve reconocimiento a los más malheridos y ella aprovechaba para valorar sus opciones en su cabeza, mirando a un lado y a otro, escuchando de fondo cómo a algunos de ellos se les estaba yendo muy probablemente la cabeza. Y no los culpaba, vista la gravedad de sus heridas. Azra había dejado claro que aquello había sido una auténtica carnicería.

No se acordaba de que Zack era una guía turística de la zona, y eso mismo decía su expresión cuando lo vió desbaratar la teoría del gusano y Parody con su habitual temple. Envidiaba esa entereza. A veces. Lo que no vió venir fue que éste ya conociera al susodicho Derek: Ahora entendía por qué nadie los había considerado una amenaza a excepción de ella. Había quedado como un dóberman.

Tras hacer una valoración propia imitó el gesto de su compañero con Teela, acercándose a la mujer para tenderle una mano justo en el mismo instante en que, curiosamente, Erik le pedía hacerlo:

- ...Apóyate en mi - Se ofreció para servirle de apoyo, acomodándosela a su lado con cuidado si es que ésta aceptaba su ayuda - Vamos al refugio. Después nos encargaremos de las provisiones - Señaló con el mentón en una dirección, dirigiéndose hacia el único lugar seguro que conocía - Es por ahí.

No la había visto de primeras y si no hubiera sido porque la niña se habia refugiado tras ella, se habría lanzado a abrazarla. Su sonrisa se amplió, pero se pasó la mano por su sucio cabello. No para apartarlo de su rostro, si no para lo contrario

- Ya sabes lo que me gusta darte por culo, preciosa. No ha sido por otra cosa.. - una breve risa que parecia un tesoro encontrado entre todo el dolor que habían dejado atrás - Aunque ahora a ver donde cojones encuentro otra... - frunció el morro antes de volver a ponerse seria otra vez en cuanto las instrucciones comenzaron a repartirse.

Hasta sus oidos llegaron las palabras de Azra, lanzadas para dañar y ponzoñar. Con serenidad buscó los ojos de Isaías y Teela, que creía eran los que mejor se llevaban con Alice - Nos salvó al resto, si. Fue valiente y no dudó ni un segundo. Su hermano también fue un pequeño heroe pero ese puto ácido... -  musitó llevando su mano al cuerpecito de la niña para apretarla contra ella.

- Movámonos entonces - ya no había mucho más que decir, mejor ponerse en marcha y llegar a un punto donde Erik pudiera atender a los heridos. Siguió a aquella chica que parecia saber donde era

Le llegó un colleja de no se donde y sin volver la vista ya sabía de la mano de quien procedía. El humor y las bromas a veces sanan tanto como las propias medicinas. Al menos curan el alma. Se fijó después en la niña. 

-Hola, Helena. -levantó sus gafas- Soy Isaías. Mis mejores, y peores, amigos, me llaman el loco del sombrero de copa. -una sonrisa amable curvó sus labios a pesar del dolor que resquebrajaba su cuerpo, cada vez más intenso conforme el efecto de las drogas se desvanecía.-Ya lo se. No está el sombrero. Lo perdí. -Y le jodía bastante su pérdida. Miró hacia Ania- Otras pierden la máscara. Y yo que pensé que escondías el aspecto de una mutante a la que le faltaba media cara -bromeó.

Asintió con la cabeza hacia la chica sin máscara al mencionar al confirmarle lo que temía. Azra no fue tan amable. No podía esperar mucho más de un trozo de carne como ella. Apretó los dientes y se comió la réplica. Estaba cansado, profundamente cansado. Se giró hacia la feroz guerrera. -Te salvó la vida, entonces. Supongo que eso te causará pesadillas por las noches. -En realidad imaginaba que Azra dormía a pierna suelta. Agradeció de nuevo con la mirada las palabas de Ania.

El resto no tenía mejor aspecto que ellos mismos. Él podría ayudar con sus conocimientos de "enfermería", pero solo cuando pudiera mantenerse en pie sin tambalearse. Escuchó la información, algo ausente, entretanto pensaba en Alice. No había llegado a tener nada más que sexo ocasional, aunque se notaban las vibraciones entre ambos. Nunca llegaría a conocer si la cosa hubiese ido a más y durado. Le entristecía su muerte y le revolvía las tripas. No era algo nuevo a lo que se enfrentaba, por desgracia.

-Sí, vamos a ese refugio -coincidió, distraído, encendiéndose un cigarrillo. 

La actitud asustadiza de la niña la hizo notar, quizás un poco tarde, que no llevaba las mejores pintas para una primera impresión. - Un gusta Helena - respondió, con una breve sonrisa, antes de dejar a la niña tranquila. No era el plan asustarla ni hacerla sentir incómoda, y claramente Ania tenía esa situación bajo control. Lo que sí, le sorprendió el trato natural de Isaías con la pequeña. Quizás, como ella misma, tendría algún hermano menor.

Ya nos conoces, siempre buscando fiesta - contestó a Dante con una sonrisa en la comisura de los labios, restándole importancia a sus heridas o a como las había conseguido. Había tenido suerte de no sumar a eso disparos de escopeta, quemaduras en tercer grado o mordidas de esos bichos de meirda.

Sobre el bicho enorme, prefirió no preocuparse de momento. Si tiraba a Parody de seguro notarían su ausencia, y podrían ir detrás. Si se quedaba aquí, desde luego no lo pasarían por alto. Así que, por ahora, prefería concentrarse en necesidades inmediatas.

Oír la gráfica descripción de lo sucedido con la doctora le hizo fruncir el ceño y mirar a Isaías con preocupación. Personalmente, no echaría de menos a alguien que apenas había conocido, pero el loco del sombrero parecía bastante más apegado a ella. Por suerte, parecía estar llevándolo bien, o todo lo bien que se podía a pesar de la falta de tacto de las noticias en voz de la loba.

Gracias - respondió a Ania, con una sonrisa apenas perceptible, pero sincera. No tenía ningún motivo para tener ese gesto amable, al menos hasta donde Tee sabía, y por eso era mucho más valioso que lo tuviera. Un momento después, su mirada fue hacia la niña - Lo siento, Helena - le dio el pésame a ella también. Si ella misma, que llevaba años sin verlo, no quería ni imaginarse la posibilidad de ver morir a su hermano, no podía ni pensar en lo que habría sido para esa niña ser testigo de ello. 

Iba a quejarse a Erik, diciendo que podía caminar sola, cuando se dio cuenta de que Keira ya estaba a su lado. Por un segundo pareció reticente, pues en estas condiciones prefería incluso que ni se le acercaran, pero su sentido común no tardó en ganar la batalla y acabó por aceptar la ayuda que le ofrecía.

Solo por esta vez, eh - le advirtió a Keira con una ceja alzada y una sonrisa naciente en los labios - La próxima vez tendrás que currarte más la excusa para pegarte a mí - bromeó,  apoyándose en ella para echar a andar junto al resto.

Os pusisteis en marcha, renqueantes y con dolor. La mayoria de vosotros al menos y los que aun se mantenian en pie con mas salud que voluntad, ayudaron al resto. Se podria llamar altruismo, quizas incluso amistad o el inicio de alguna, lazos de sangre, pero por el momento sin ninguna duda era por pura supervivencia.

Zack observo el gesto de Kora y asintio. - No hay problema. - Entonces se giro a los demas aun con Derek pegado a su cuerpo, pues solo el cuerpo del mismo mantenia al conductor de pie. - Se que sois todos tipos y tipas muy duros, pero ahi dentro hay supervivientes, gente que quizas nunca ha visto el yermo. Estan asustados, confusos y seguramente alterados... vuestra entrada... - Os miro detenidamente, pues parecia que habiais salido de un matadero. - Es posible que los altere mas, o les de esperanzas, no lo se. Sea como sea... comportaos con ellos... solo son victimas...

Sin nada mas que decir, se dio la vuelta. Derek parecio que le susurraba algo. - Tu callate y manten ese aire para llegar hasta alli... si esos cabrones no han venido aun es por algun motivo y no se si quiero saber cual es...

Teela y Kora, moviendose al unisono.

La pequeña Helena pegada a Ania. Esta enana de bonito rostro cubierto de polvo y lagrimas secas, solo se paro por dos razones, las palabras de Teela porque la chica sin duda estaba asustada o ligeramente amedrentada por el aspecto de la mujer, y luego por las palabras de Isaias. Busco efectivamente el sombrero y luego se rasco la cabeza como si no acabara de entenderlo del todo, ademas de que estaba cubierto de sangre como la otra chica. Solo asintio, como si fuera una buena chica, pero no se aparto de Ania.

Dante sonrio a Isaias mientras lo ayudaba a moverse. - Esta vez la has liado bien parda ehh jodido loco. Joder macho... ¿Estas seguro de que hay suficiente carne que coser para que no se te salga todo? - Se notaba la preocupacion, asi como la atencion mientras ayudaba a Isaias a moverse. - Haz el favor de no mas locuras... ya tuve bastante con el paseo en camion y esta parece que no ha terminado. - Su mirada fue a Erik, asintio y le sonrio, dando a entender que él se encargaba.

Ehhhh tipa dura... - Dante llamo a Tee. - Estas en buenas manos, asi que no mas tonterias...

Rea rio con algun que otro espumarajo de sangre, mientrtas su mano se cogia con firmeza al cuerpo de Azra. - Bueno, sin duda no ha sido mi peor empotramiento, pero le faltaba aguante... - La sonrisa con los dientes ensagrentados daba algo de grima, pero se notaba que al menos el buen humor no lo habia perdido. - Ademas me he encontrado algo bien duro sobre lo que apoyarme...

Pearl se acerco a Lizzie y ambos se movieron o lo intentaron junto con los demas, en la misma direccion que les llevaba Zack.

Eso dejo a Ania y Erik como pareja de baile, teniendo a Helena como acompañante.

El paseo hasta el refugio fue corto. Escombros, ruinas y desolacion. Donde antaño se habia levantado calles, edificios, comercios ahora no quedaba nada. Destruccion por destruccion. Seguramente era el peor futuro posibles en un mundo de mierda como este.

No tardasteis en ver la entrada, semicamuflada por telas rotas y escombros por doquier. Al apartar las telas el lugar era una casa, o parte de ella de dos pisos, aunque la escaleras al segundo piso estaba completamente colapsada. Las habitaciones se mantenian en pie de puro milagro y los tejados mas o menos igual. Alli habian varias personas, todas "civiles". Cuando os vieron la gran mayoria solo abrio los ojos y se refugio mas en su esquina, obviamente con miedo en los ojos.

Zack levanto la mano. - Esta bien... no estan con esos cabrones. - Os llevo hasta la zona trasera, en un dormitorio que Kora recordaria bien. Alli habria sitio de sobra... mas o menos.

Fue el mismo Zack quien os dio la "bienvenida". - Poneos comodos... - El tono ironico de la frase era obvio. Busco un lugar donde dejar a Derek. - Lo siento tio, pero la tipa empotragusanos de tierra, tiene pedida la cama.

Arqueó una ceja cuando el tío del sombrero inexistente dijo lo de salvarle la vida y tener pesadilla.

- ¿Salvarme la vida? Te equivocas, la palmó por ser una inconsciente y no seguir unas sencillas indicaciones. Pero bueno, al menos su cuerpo sirvió de alimento a aquellas cosas y nos dio unos segundos. Al final sirvió para algo. 

Se encogió de hombros ante los comentarios de Ania, pues no entendía el por qué mentía de aquella, sus motivos tendría, imaginaba.

Tomó de la cintura a Rea, haciendo que usara el cuerpo de la amazona como apoyo y fue acompañándola mientras seguía al resto. Su rostro mostraba en ocasiones ligeras expresiones de dolor, pues el costado molestaba, así como la pierna pero en estos momentos había gente en peores condiciones y ella misma había sobrevivido a heridas mayores.

Río ligeramente ante las bromas de Rea, negando con la cabeza.

- A la próxima búscate a alguno que no pese como cincuenta como tu y luego me cuentas... Aunque bueno, yo también me he llevado mi sesión de sexo... Alguno de por aquí merece la pena, quizás te lo presente luego...

Buscaba intentar que estuviera consciente, riendo o bromeando pues sabía que si caía inconsciente o se dormía podría ser peligroso y le había tomado cariño a aquella mujer.

Una vez llegaron al lugar simplemente no miró a quienes se escondían, imaginaba que tendrían sus motivos para estar tan asustados pero eso significaba que eran débiles y la debilidad era sinónimo de muerte.

Esperó a que le indicaran dónde y cómo dejar a Rea y en cuanto se pudiera la dejaría allí para apartarse a un lado y quedarse quieta, apoyada contra una de las paredes. Ella solicitaría atención más tarde, ahora habían prioridades más apremiantes. 

Asintió en silencio a la historia de Azra, estaba acostumbrado a la forma en la que en el Yermo se quitaba importancia a la muerte o al dolor. No le gustaba, eso infravaloraba la vida, pero entendía los motivos por los cuales esto sucedía, demasiado bien, lo cual no lo hacía precisamente más llevadero, pero no era el momento.

Siguió al tipo de la cresta caminando junto a Ania y la pequeña, tomándose un ligero respiro, deseando que no hubiera problemas y tuvieran un rato de calma, pues lo iba a necesitar para intentar ayudar lo mejor que pudiera en otro momento, mejor con algo decente de beber, tendrás que contarme esa historia señaló con el mentó el rostro de la mujer, sabiendo perfectamente que probablemente eso nunca sucedería.

Cuando entraron en la casa, reconoció esas miradas, unas que, por mucho que se esforzaba, parece que perdurarían para siempre en el maldito Yermo. Se quitó el gorro que todavía cubría su cabeza y lo guardó en el bolsillo trasero de su pantalón Venimos a ayudar… a lo mejor alguno me recuerda, soy Erik, he venido por aquí a comerciar muchas veces quizás si alguno lo reconocía ayudaría a tranquilizarlos si alguien tiene algún conocimiento de medicina, ya sea dar unos puntos o realizar algún tipo de vendaje, me vendría bien su ayuda por supuesto dicha petición era extensible al resto del grupo.

No se entretuvo y siguió a los heridos al interior de la segunda habitación, haciendo un gesto con la mano a Ania para que se acercara a él, que a su vez se había acercado a Teela, Keira e Isaias, aunque no bajó la voz para que el resto de los que habían entrado lo oyeran necesitamos saber si disponen de algún vehículo, no vamos a poder llegar a los nuestro en el estado en el que están algunos, por favor, intentar reunir toda la información que podáis sobre las posibles salidas sino los habían encontrado, era porque probablemente estuvieran demasiado ocupados con otros problemas, o no eran tanta gente.

Túmbate en el suelo Derek, primero voy a examinar a Rea dicho y hecho, se acercó a la chica que habían dejado en la cama dadme la bolsa de Alice pidió también, él había gastado ya bastantes recursos. El golpe en la cabeza no era el que más le preocupaba, al menos no a corto plazo, podía tener consecuencias, pero no podía saberlo, lo más urgente era ver que podía averiguar sobre los daños internos, así que comenzó a palpar su cuerpo, atento a sus reacciones, a su respiración, y tras ese primer análisis, se pondría a intentar bajar la inflamación que tenía en la parte trasera del cuello consecuencia del golpe, sino el mareo y los vómitos no remitirían.

Isaías se limitó a dar una calada a su cigarrillo y expulsar el humo en dirección hacia Azra, aunque le pillaba a varios metros. Sus ojos se clavaron en los de la aguerrida mujer -Supongo que haremos lo mismo con el tuyo. Aunque primero me follaré tu cadáver. No te importará entonces. -la sonrisa era una mezcla de cinismo, tristeza y promesa.

Renqueante siguió al grupito. Si podía ayudar a alguien, lo haría. O que le echasen una mano a él, que estaba hecho unos zorros. El mundo se tambaleaba a su alrededor y perdía consistencia. Quizás era el fin del mundo, pensó, con la mente nublada. en eso que alguno de los compañeros se apiadó de él. Dante. -Te aseguro que no he sido yo. Me limité a disparar y a salvar el culo. Sobre todo el bonito ese -señaló con la mirada hacia Tee. La risa le dolió hasta en el alma.- O fue al revés. No me acuerdo, tío. ¿Y tú? 

En el refugio saludó a aquella gente temerosa levantando la mano y esgrimiendo apenas una sonrisa -Gracias- titubeó. No tenía muy claro donde dejarse caer. Solo quería cerrar los ojos y despertar en un día lluvioso en la cama junto a Whest. La pecosa siempre le venía a la cabeza, su presencia inmutable a pesar de la ruptura, su huella era demasiado grande e importante para ignorarla en su vida. 

-Supongo que haremos lo mismo con el tuyo. Aunque primero me follaré tu cadáver. No te importará entonces. -

Ya había comenzado a andar pero aquellas palabras la detuvieron en seco un momento para girar el rostro con brusquedad. Si las miradas matasen, la de Ania habría fulminado al hombre en el acto. Si hubiera dicho que la mataria no le habría jodido tanto como lo de la violación. Había sufrido muchas y habia visto algunas también, como para que no se le clavaran en el alma aquellas palabras.

Esperó a que él se diera cuenta de su mirada de advertencia antes de volver a seguir camino junto a Erik y Helena. Tuvo tentación de cogerle la mano a la niña, pero finalmente dejó que simplemente fuera cerca de ella y de vez en cuando la animaba con un suave empujoncito en su espalda o una mirada afectuosa. No quería volverla débil. Todo el mundo sabía que los sentimientos provocaban eso... debilidad.

Fue hablando con Erik, o más bien murmurando bajito, pero también observaba todo a su alrededor atenta hasta que llegaron a su destino. Sus ojos azules recorrieron a los presentes, a los más cercanos realmente y los saludó con un cabeceo y un suave movimiento de su diestra. Aunque parecian asustados intentó discernir si llevaban armas ocultas o si alguno fingia ese temor. Ser precavida no estaba de más.

- No se curar heridas, pero quiero ayudar. Aprendo rápido - esa fue su respuesta a la petición de Erik. Titubeó un segundo, como si dudara exponer su rostro más aún, pero finalmente se recogió el cabello hacia atrás usando uno de sus mechones para hacer un nudo. Luego tendría que cortar ese mechón seguramente, pero no es que le estilismo fuera su prioridad. Solo las cosas  prácticas. Esperó las ordendes del único que sabia curar pero antes se volvió hacia Helena

- ¿Quieres aprender tu también? -

- ¿Te refieres a la máscara? - se tocó fugazmente la mejilla recordando algo. Estaba muy cansada y dolorida. Por dentro y por fuera. Quizás por eso siguió hablando - al principio fue como protección. Por si me topaba con él... después fue una forma de reinventarme, de verme más dura y que nadie pudiera leerme. La gente dice que los ojos son el espejo del alma pero yo creo que son las expresiones de nuestro rostro las que nos delatan... - en ningún momento habia mirado al hombre o a la niña, la cual estaría escuchando también

Era obvio que la amistad no los unía a todos en aquel grupo; las conversaciones entre algunos lo decían todo. Pero esto no evitó que la muchacha pusiera el piloto automático...

El chascarrillo de Teela pilló por sorpresa a una distraída Keira que, por lo inesperado de su comentario, dejó escapar una risilla de lo más natural y genuina, algo cansada, asintiendo a la mujer que prácticamente olía como el metal. Agradeció en silencio que Zack diera las instrucciones antes y después de llegar a su destino, porque ella no estaba para hacerlo. Tuvo un momento de debilidad en el que sus ojos se perdieron en Tanner cuando éste se presentó a los supervivientes, pero se obligó a continuar hacia adelante con un nudo en la garganta...

Ya en el interior de la habitación, ayudó a Teela a tomar asiento con cuidado de que ésta no perdiera el equilibrio.

- La próxima vez... - Le sonrió altiva bajo la tela, incorporándose de nuevo - La excusa la vas a necesitar tú - Bromeó, apoyándose cerca de ella contra la pared, esperando a que el resto se acomodaran. Ahora sí que notaba la cabeza embotada y dolorida, y se dió un momento para masajearse el entrecejo con los ojos cerrados, exhausta... No volvió a abrirlos hasta que Erik apareció nuevamente por su campo visual, hablando de vehículos o algo así, poniéndola de nuevo en alerta - No tenemos vehículo - Aclaró, con la mirada esquiva, antes de que nadie se hiciera ilusiones. 

Nota mental:
☐ Amaestrar a un mutaescorpius
☐ Pedir un aumento
☐ Aprender a conducir

Aún apoyada contra la pared y de brazos cruzados, Keira observó trabajar al médico a sus espaldas, con gesto serio y en silencio. Se sentía abrumada, pero el agotamiento físico actuaba de tapadera perfecta para su fatiga emocional. Le tomó algo de tiempo poder desviar su atención de la escena, pero cuando lo hizo miró a Zack y a Derek, que descansaba sobre el suelo. Suspiró, aún ceñuda, cuando decidió retirarse la capucha, dejando a la vista una melena rubio oscuro y un vendaje precario que cubría parcialmente su cabeza. Seguidamente se quitó la cazadora, no el pañuelo, y la dobló del reverso para acercarse a Derek, colocando la prenda con cuidado bajo su cabeza a modo de almohada, rozándole lo mínimo.

- No se me da mal coser... - Volvió a ponerse en pie - Puedo echaros una mano - Si alguien le daba los utensilios necesarios, claro.

Cansada de la falta de tacto de Azra, que ya casi parecía falta de inteligencia, y bastante poco interesada en la amenaza probablemente vacía de Isaías cuando el hombre apenas podía mantenerse en pie, pasó bastante del tema. Tampoco pensaba interceder sobre las miradas o no que le diera Ania al loco del sombrero. Lo cierto era que entendía la molestia de la mujer casi tanto como la reacción de este, y de estar en su lugar y Azra hablara del puto pelirrojo, la cosa habría terminado en más que palabras. Por suerte, Isaías estaba pensando antes de actuar. 

Mientras caminaba en silencio, Tee esbozó una sonrisa a Dante y le guiñó un ojo, volviendo a sonreír poco después al oír a Isaías hablar de salvarle el culo. Ahora mismo, a pesar de que le dolían más lugares de los que quería enumerar, las heridas no eran su primera preocupación. Tampoco lo era el cansancio que tenía, porque luego de apuñalar al de la escopeta más veces de las que podía contar, motivada por una rabia incontenible que hasta entonces necesitaba exteriorizar de alguna forma, había quedado lista para hacerse ovillo y echarse una siesta. Su principal preocupación era volver a casa pronto. Asegurarse de que Shawn estaba bien, que todo estaba bien. Muchas veces la habían llamado el perro guardián del irlandés, y no se equivocaban. Le inquietaba estar lejos. No se sentía libre, sino todo lo contrario. Como que una fuerza invisible la tirara de regreso a Parody y ella tuviera que resistirse constantemente.

Al final, entre eso y los múltiples coqueteos con la muerte, propia o ajena, estaba agotada, mentalmente. Había pasado por días peores, sí, y esto no reduciría su marcha forzada, porque ante todo era una superviviente, pero no podía negar la carga mental que llevaba encima ahora mismo.

El lugar donde llegaron era decente. No era una defensa perfecta, ni siquiera sobresaliente, pero peor era nada y al menos tenía murallas y un tejado. Con eso ya bastaba.

Una vez en la habitación, y con la ayuda de Keira, buscó algún rincón donde sentarse con la espalda apoyada contra la pared. Divertida con la respuesta de la chica, sonrió de medio lado. No habían intercambiado muchísimas palabras, y tenía bastante poca idea de quien era, pero ya le caía mejor que más o menos la mitad de ese grupo, así que no le importó que se sentara a su lado.

Llevándose una mano al pecho, se sobó lentamente. No era un dolor a nivel de piel, pero al menos ese gesto la confortaba un poco. Cerrando los ojos para descansarlos un poco, pues aunque se moría de ganas de dormir intentaba quedarse despierta, murmuró - Si puedo ayudar en algo, me avisan. Ni puta de medicina, pero puedo sujetar a alguien si hace falta - bostezó, frunciendo el ceño, aún sin abrir los ojos - Si me quedo dormida, que alguien me dé una hostia.

Paredes de hormigon que presentaban profundas cicatrices, extensas grietas que permitian ver el acero de su interior... y para un buen observador, permitiria entender que lo que tenia delante, la ciudad en si, la construccion donde se encontraba no era tan antigua como aquellas que se mantenien en pie en medio del Yermo. No, la ciudad donde ahora os encontrabais, o el agujero de escombros que era bien podia formar parte de algo antiguo, pero no todo lo que habia alli lo era.

El metal y el hormigon mostraban a las claras una juventud diferente, a las demas, como si alguien aun recordase las antiguas formas de construccion, las que debian haber sido olvidadas o habian sido borradas por el antiguo fin del mundo.

Aun asi, quizas solo fuera eso detalles sin importancia, que ahora se veian rotos por la verdadera mano de este mundo, la furia de una raza que se volvia contra si misma a la mas minima oportunidad, en un mundo donde la vida apenas tenia valor.

Isaias, herido de gravedad encontro un lugar donde sentarse con ayuda de Dante, mientras una chica joven, que habia escuchado las palabras de Erik se acercaba para tenderle algo donde pudiera estar mas comodo. El carmesi de la sangre iba filtrandose a traves de las ropas del superviviente. Las drogas y el estimulante le mantenian con vida, la herida de la pierna habia sido parcheada, pero no curada. Estaba para el arrastre y aunque no supiera todo lo que tenia, tenia suficiente para incluso que el comprendiese que no aguantaria otra pelea.

La chica miro a Erik, mientras estaba arrodilada al lado de Isaias. - Yo se coser y un poco de tratar heridas, estaba de aprendiz con uno de los medicos de... - Se callo. - De la ciudad.

Teela, acompanada por Keira, acabo encontrando otro lugar, aunque menos comodo que el de Isaias. El lugar en si, no estaba mal, pero cualquiera con un poco de conocimientos de combate seria capaz de darse cuenta de que una pelea mas medio seria y pocos de los presentes saldrian con vida. El pelirrojo seguia en los pensamientos de la misma, yendo y viniendo, con el amparo de su ultimo regalo choando levemente en su cadera. La caricia en el pecho denoto dolor, como si hubiera una presion o algo similar alli dentro... algo que no estaba alli antes, eso sin duda.

Erik mientras habia esperado a que Azra se apartase, para comprobar a Rea. La apciente miro a la amazona y sonrio ante algun comentario de esta, notandose el rojo en sus labios y parte de sus dientes. La gravedad era bastante clara. El hombre no tardo en comenzar a examinarla y cada vez el gesto se volvia mas serio. No estaba bien y estaba claro que no podria seguir el ritmo de los demas, al menos no sin antes descansar... y no de forma permanente. Aun asi era consciente el hombre de la mirada penetrante de Rea sobre su rostro y sus formas, como se curvaban los labios y no en el buen sentido, pero se quedo callada mientras el medico se encargaba de intentar averiguar el alcance de las heridas.

Aun asi no podia negarse que si, mas de uno habia asentido ante la mencion de su nombre. Algun comerciante o simplemente algun cliente que habia pasado alguna vez por su tienda. Eso redujo la tension del lugar ante vuestra presencia y en lugar de tener temerosos curiosos, se noto como buscaban ayudar un poco al menos, alguno que no todos, pero ya era algo mas.

Agua calentada en el hornillo de la mujer de la entrada, algunas prendas que podian usarse como vendas y similares, llegarian sin problemas si el medico las pedia. El apoyo de Zack y los movimientos del mismo permitirian moverse mas tranquilamente por el lugar, mientras el rapado con cresta no tenia miedo ninguno en moverse por alli, ayudando en lo que pudiera, tanto a vosotros como a los demas, para terminar cerca de Derek.

Fue alli donde fue Keira, para colocar su cazadora bajo la cabeza del conductor, el cual apenas movio la cabeza para luego dejar escapar un grunido, pero la mirada de Zack a la chica lo decia todo. Derek tambien estaba herido, una de sus piernas presentaba seis agujeros profundos de donde manaba sangre, aunque no parecia tanta como para haber tocado alguna arteria vital sin duda no eran heridas para dejar al aire, ademas de que habria que limpiarlas. Estaba tambien con algo de conmocion por un buen golpe o eso parecia, por como su mirada no se quedaba fija en ningun lado mucho rato.

La nina observo como todos os moviais, como aunque fuera de una manera descontrolada, todo parecia adquirir cierto orden, como si todos supierais lo que debia ocurrir y os aseguraseis de no molestar a los demas. La nina nego ante las palabras de Ania... buscando simplemente un rincon donde agazaparse. Su rostro lo decia todo, tenia algo... y lo habia perdido. Ahora, no tenia nada... como muchos de los presentes.

Azra se quedo a un lado, buscando bromear con Rea para que esta se mantuviera despierta. Aun asi con el silencio de esta, la misma amazonas simplemente espero a un lado, apoyada, mientras podia notarse como lentamente el centro de atencion de todo era justamente la loca conductora que estaba en la cama siendo revisada por Erik.

Lizzie y Pearl se quedaron fuera, en otra habitacion para no agobiar con tantas presencias, buscando un lugar donde poder descansar, aunque estaban heridos eran cosas de menor importancia.

Si alguno se asomaba aun asi, verian como solo Lizzie, dormia, Pearl no estaba.

Sonrei a Isaias ante sus palabras. - Digamos que hemos tenido un tour por la casa de los horrores y no tengo intencion de volver si puedo evitarlo. - No parecian palabras vacias, estaba claro que lo que hubiera mas alla de la muralla oeste me habia afectado, mas que las muertes en si. - Habia una puta lombriz de tierra mas grande que tu locura... - Una sonrisa mientras buscaba animar y mantener despierto y consciente al loco del sombrero. - Mucho mas grande.

Una pequena palmada en el brazo cuando agradecio a los presentes el poder usar el refugio. - Vaya... pero si tienes modales y todo, quien diria que acabaria portando a un caballero. - Habia mas humor que pique.

Nada mas dejarlo y con la aparicion de la chica, se noto la seriedad en mi rostro mientras observaba a mi entorno para volver mis ojos a Isaias, aun asi deteniendo por un instante mi mirada tanto en Azra como en Ania.

Ante el comentario de Keira, alzo la voz. - Nosotros si... - Una leve sonrisa, dejando claro que habia hueco, aunque fuera por culpa de las muertes ocurridas.​​​​

Viste una leve sonrisa en mis labios y una negacion ante la mencion del sexo, pero estaba claro que no me habia molestado.