Partida Rol por web

Al fin, habian tocado la jodida imagen y la muy desgraciada se habia salvado, taaaanta discucion era necesaria para demostrar que yo, y las pocas personas inteligentes de este lugar tenian razon.

Me giro hacia la puerta que esta abierta en este instante y camino hacia ella, callado y espectante, este pedazo de idiota que me ah puesto aqui seguramente tendra otro 'acertijo' en el cual yo tendre la respuesta correcta pero los demas volveran a discutir por otros diez minutos y asi en cada habitacion por la que pasemos...ni aunque tubieramos 24 horas podriamos salir de aqui a tiempo con esta panda de retrasados mentales.

-Si hubieras tocado al demonio cuando te lo dije, esa perdida de tiempo no hubiese sido necesaria ¿No lo crees?- Le susurro a Dasha al pasar junto a ella.

Despues de un tiempo con cierta incertidumbre conseguis entrar todos en la recien descubierta habitacion, al entrar el ultimo de vosotros la puerta que daba a la habitacion de la que habeis salido se cierra produciendo un gran golpe que hizo retumbar los muros de la habitacion en la que os encontrais ahora.

Despues de unos largos segundos en los que se puede palpar el miedo en la atmosfera debido a la oscuridad y tenebrosidad que inundan la habitacion comienzan a iluminarse los focos del techo levemente dejando ver en el medio de la habitacion dos figuras con aspecto humano sobre una bonita alfombra de colores oscuros.

Al otro lado de la habitacion se encuentra la puerta por la que podreis salir de esta habitacion, encima de ella un contador de tiempo, el cual continua marcando los minutos y segundos que os quedan para salir de la casa: 49:00, 48:59, 48:57, 48:56, 48:55 ..., y un altavoz del cual comienza a salir la ya conocida voz del hombre que os mantiene presos en su casa.

Muy bien, veo que seguis todos con vida, eso implica que la primera habitacion era muy facil pero no os acostumbreis a esa facilidad ya que podria costaros la vida, ja, ja, ja. Veamos, os encontrais en una de mis habitaciones preferidas, esos dos cuerpos disecados que veis en el centro de la habitacion fueron dos invitados de mi alegre casa que no superaron las pruebas a tiempo para poder marcharse de la casa. Como veis, soy un buen taxidermista, no hace falta que elogieis mi obra, se que es grandiosa, puede que algun dia os enseñe el resto si lograis sobrevivir, quien sabe, puede que hasta nos hagamos grandes amigos y compañeros de profesion, no creeis?.

Tras unos segundos en los que aquella voz aprovecha para toser y aclararse la garganta, el hombre continua hablando.

Esta vez tambien tendreis dos opciones para que se pueda abrir la puerta, la primera opcion seria que alguno de vosotros se colocara sobre la alfombra, al hacerlo, una jaula de metal saldra del suelo encerrandole junto con mis dos amigos para siempre. La segunda opcion que teneis es que debeis mover a mis dos amigos hasta la puerta por la cual habeis entrado.

Suerte.

Al observar la escena, reprimo un escalofrío. A mí me enseñaron a defender gente, pero esto es un caso de salvar la vida sea como sea. Las palabras resuenan en mi cabeza, y el contador hace lo mismo machacando cada segundo libre. Miro a los demás con gesto pensativo. El individuo ha dejado de hablar. Había que aclarar muchas cosas, y lo mejor era echarle un vistazo a toda la sala.

Bien, creo que la cosa es la siguiente. O uno de nosotros se sacrifica por el resto del grupo, o bien encontramos la fórmula de empujar esas estatuas sin entrar dentro de la misma alfombra ¿me equivoco? Miro a los demás esperando respuestas. Realmente no tenía mucha más idea de a qué podía haberse referido. 

Mientras escucho los comentarios, oteo toda la sala. Observo las paredes, el techo, y el suelo. Miro en todos lados de la mejor forma que pueda y me permitan los demás. Quizá encontremos otra cosa...

 Con voz fría y distante, casi sin emoción (como es habitual en mi) digo en voz alta.

-Está claro que la solución del acertijo consiste en tirar de la alfombra sin pisarla. De esta forma podemos llevarnos a los "maniquíes" a donde queramos y no correremos ningún peligro.

Tras mis palabras observo detenidamente la alfombra y continúo.

-¿Qué os parece? ¿Me ayudan a tirar de ella?

Reprimió una mueca de asco al ver aquellas figuras. Desde luego nadie iba a querer pisar la alfombra...

-Hay que intentar moverlas sin pisar, si...

Se quedó a una distancia prudencial de varios metros intentando evaluar a ojo posibles formas de poder llevar a cabo la tarea.

-Por cierto, ¿Dasha te llamas no? No creo que nadie quiera ver a nadie muerto, tampoco pienses tan mal de mi.

Sonrió.

-Ya que estamos deberíamos presentarnos, aunque sea de nombre para saber como llamarnos sin perder tiempo. Soy Aurora.

Pestañeo unas cuantas veces, acostumbrandome nuevamente a la luz.

-No toqué el demonio porque era una decisión de todos Mr. Musculos, asi que tragate tus palabras, deja el drama y vive con ello. ¿Tu nombre es? la verdad no me interesa, pero la rubia, Aurora, sugiere que nos presentemos... asi que escupe el nombre- hablo en tono molesto.

Resoplo irritada y camino hacia las dos figuras humanas, las observo con curiosidad y con mucho cuidado para no pisar la alfombra.

-Muy guapos, la verdad- silvo levemente, gesto de apreciación hacia la obra -el hombre está loco para hacer algo como esto, aunque a mi no me importaría que me diera unas clasesillas de taxodomia... es una lástima que Dean esté bajo tierra...- chasqueo la lengua.

-Si, nadie arriesgará su vida por los demás... una lástima -fijo la mirada en el musculoso -la idea de tirar de la alfombra no está mal, entre todos podemos hacerlo ¿Alguna otra idea? ¿James?- me aparto de las figuras y regreso al lado de Massimo.

Sin decir una palabra escucho la voz y observo las figuras al centro de la habitacion.... de forma sigilosa observo y busco en la habitacion para ver si hay algo que nos pueda servir..... siendo que tirar de la alfombra seria lo mas logico pero si es una trampa no es momento de confiarce...

En vista de que todos empezaban a buscar alguna forma de mover las estatuas, empezó a rondar la habitación escundriñando si habúa alguna cosa que pudiera ayudar a desplazar aquellas cosas tan desagradables hacia la puerta.

-¿Que carajo les hizo?- comentó, mientras revisaba.

Despues de alumbrarse la habitacion veo la escena y luego de escuchar la vos sin pisar la alfombra la inspecciono mientras aciento con la cabeza la idea de Murphy

Muy listos, pero como vas a tirar de ella sin pisar, no sabes donde esta el resorte que hace bajar la jaula o sois tan ingenuos que de verdad creeis que es tan facil como que uno se ponga justo al lado, si yo fuera este demente, esto seria un campo minado..... 

 Massimo se queda mirando fríamente a las estatuas y observa con cautela a Dasha mientras ella se acerca, cuando ella vuelve a su lado sonríe y habla en voz alta

-Eh, hombres... Si conseguimos rasgar nuestras ropas podríamos hacer una cuerda, lanzandola de un extremo a otro a través de la alfombra podemos usarla para arrastrar las estatuas entre todos desde afuera de la alfombra, sin siquiera arriesgarnos moviendo la alfombra... Porque si movieramos la alfombra, esta tiene un mecanismo, el cual seguramente pueda activarse si movemos la alfombra...-

Mira alrededor de nuevo, calculando todas las posibilidades y representando con su dedo, en el aire, las maneras en las que podría funcionar todo el asunto de la jaula y la alfombra.

Jodido psicópata... Un total desperdicio de genialidad y talento...

Al finalizar sin conclusión aparente vuelve a mirar a Dasha y le sonríe tranquilamente, acariciando suavemente su muñeca buscando que se relaje más, puesto que al hablarle al otro hombre parecía bastante molesta.

Como acto reflejo, aparto mi brazo de Massimo. Miro mi brazo por unos segundos, luego miro a Massimo con cierta desconfianza, con el rostro serio, tenso -lo siento... yo... no ... lo siento- suspiro y mis facciones se van relajando, miro hacia el suelo y sonrío avergonzada.

Me aparto de su lado y mientras camino, llevo dos dedos temblorosos a la nariz y aspiro -dudo que haya algo escondido en la habitación, pero podemos inspeccionar y estar seguros para proceder en la decisión que tomemos- me detengo y limpio el sudor que cubria mi frente. Miro mis manos y cada vez temblaban más. Necesitaba salir de aquel lugar, de aquella casa.

-Tu idea no está mal, Massimo. ¿Alguien sugiere algo mejor? o ¿Empezamos a mostrar piel?

 Mira extrañado la reacción de Dasha y luego sacude la cabeza, centrandose en el objetivo actual, el cual es sobrevivir...

-Lo siento yo Dasha... No creí que te incomodaría-

Dice con un tono de voz algo apenado, mientras empieza a mirar alrededor de la habitación, caminando lentamente y buscando atentamente cualquier indicio de trampa, o mecanismo fuera de lo "usual" en la habitación.

apoyo a massimo va mi playera... ya perdimos mucho tiempo en la habitacion anterior

me quito la playera y muestro mis bien formados musculos y mi cuerpo atletico...

solo me regresan la playera al final no quiero que me de frio...

Escucho en silencio a los demás. Desde luego, una cosa había clara. Éramos demasiados, de demasiados puntos diferentes, con demasiadas aptitudes diferentes. Si nuestro camino sería largo, no iba a ser desde luego fácil. Pero la convivencia era el factor clave de la supervivencia. De momento, lo mejor era tomar de nuevo un rumbo apropiado para todos.

Bien, vale. Creo que deberíamos relajarnos todos un poco. La idea de ese chico es muy alentadora y correcta. Además, creo que es la mejor aportación hasta el momento. Enarco un momento las cejas. Si conseguimos de esa manera mover las estatuas, seguiremos adelante sin problemas. Contaré hasta 10, para ver si alguno tiene otra idea, por respeto. Comienzo a desabrocharme ligeramente la camisa raída. De no ser así, os ruego a todos que comenzéis a quitaros la parte de arriba de nuestros nuevos uniformes, y comenzéis a liarlos entre sí. 

Carraspeo ligeramente. Y por supuesto, sentimos mucho el tener que encontrarnos en esta situación respecto a las señoritas. Miro hacia otro lado. Si quieren, pueden quitarse sus partes de arriba y permanecer en una de las esquinas, donde la luz no es tan penetrante. Los demás nos encargaremos de unir los uniformes y tirar a ambos lados. Siempre había mantenido un gran respeto al sexo opuesto. No es que ellas mandasen, pero algo había claro, y eran las formas de educación. Aunque me daba que precisamente no eran chicas que se andasen con tapujos...

-Me parece buena idea. Mientras comienzo a quitarme la camisa. Pero yo no rasgaria la ropa puede que nos haga falta mas tarde, atando las camisas por las mangas tendremos suficiente longitud, somos 11 personas,¿no creeis?

Sera mejor que intente colaborar con estos pijos si quiero salir vivo de aqui y volver a ver a  mi familia, aunque no me gusten un pelo.

Le sonrio a Massimo, aceptando asi su disculpa. Habia reaccionado como una tonta desconfiada, pero era algo que no podía evitar. Froto mis ojos con brusquedad, inspiro y expiro, intentando asi olvidar los malos y vergonzosos recuerdos.

Aclaro mi voz y aparto la mirada de Massimo y sonrio al ver el torso desnudo de Diego, enarco una ceja -¡¡a esto le llamo diversión!!- me cruzo de brazos y le echo una ojeada a su pecho -por mi no te preocupes James, se podría decir que estoy acostumbrada- me encojo de hombros y aparto la mirada de Diego, fijandola en James -pero son más hombres, asi que lo justo y por respeto a la rubia y pelirroja, probemos primero con sus camisas y si hace falta utilizamos las de nosotras- miro a las chicas esperando su opinión -y la propuesta del hombre de gafas hay que tenerla en cuenta, no podemos estropear las camisas, por cierto ¿como te llamas?- pregunto al hombre de gafas, en un tono un poco seco e indiferente, pues recordaba su anterior enfrentamiento conmigol.

-Mi nombre es Emilio, señorita. Tal vez no hemos empezado con buen pie, y me disculpo si anteriormente he perdido los nervios y la he molestado. Pero creo que todos aqui estamos un poco nerviosos y debemos intentar tranquilizarnos para conseguir salir de esta locura con vida.

Dicho esto le tiendo la mano a Dasha.

-Pues si no le molesta a los caballeros...la verdad es que si creoque me daría algo de palo quitarme la camisa delante de tanta gente, pero si hace falta como dijo Dasha pues se hace. Despues de todo es mejor que quedarnos aqui a morir, ¿no?

Ya de por si la idea de quitarse la camisa no le caía muy bien, pero como acababa de decirlo ella misma, si no había de otra...

-Dasha no voltees a verme porque luego no querrás ir a cenar conmigo-

Dice a la chica mientras se quita la camisa, dejando al descubierto su torso, delgado y sin los abultados musculos de Diego, pero con bastante estructura muscular, para lo que se puede esperar viendo su cuerpo con ropa, abdominales que se nota al doblarse y brazos que revelan su agilidad, sin demostrar mucha fuerza

-Bien, Diciendolo así es mejor, así que sin rasgar las camisas debemos hacer nudos resistentes y que no vayan a correrse cuando tiremos de ellos... Yo apenas conozco un par de nudos, y antes de probar la cuerda en las estatuas debemos asegurarnos de que queden bien hecha... Como cuando de niños jugamos a tirar de la cuerda... ¿Alguien conoce un buen nudo?-

Luego se acerca a las horribles estatuas, mirandolas atentamente y viendo la alfombra con curiosidad, intentando imaginarse y recordar que clase de mecanismos podrían usarse para hacer una trampa de ese tipo, pero luego de pensarla con calma Massimo no consigue entender el mecanismo, pues ni siquiera puede verlo.