Partida Rol por web

Del Amor Verdugo

Primer Día: Viaje y llegada a la Villa de Yepes

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25/05/2010, 15:57
Padre Javier

Gracias a Dios que estáis aquí hermano. La situación es desesperada, como ya os habrán dicho hemos sufrido varias desapariciones seguidas en esta pequeña villa. Mis fieles están asustados, de hecho toda la villa lo está.

La gente empieza a hablar, surgen las supersticiones, la gente achaca las desapariciones a la intervención del mismísimo Diablo.

Intento dar consuelo a mis feligreses pero de poco sirve, por eso me puse en contacto con el obispado de Madrid y les solicité ayuda.

Primero desapareció María esposa de Miguel de 27 años y sus dos hijos Antonio de 8 años y Juana de 5 años.

Poco después desapareció también Maribel, sin casar e hija de Francisco y Carmen.

Estamos consternados, sino hace algo hermano no sé lo que puede llegar a pasar.

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25/05/2010, 17:04
Aitor Zabala.
Sólo para el director

Le indico al camarero que me sirba una cerveza mientras me siento junto al borracho.
Valla en este pueblo parece que no tienen un gran aprecio por el buen beber,

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25/05/2010, 17:07
Director

Claro que lo tenemos amigo. Es sólo que vivimos tiempos oscuros aquí en el pueblo y la gente no está muy por la labor de venir a emborracharse, además ya es tarde y la gente al anochecer ni siquiera sale de casa.

Te contesta el tabernero mientras te prepara la cerveza.

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25/05/2010, 17:22
Aitor Zabala.

Aaaaa, tiempos oscuros, no e conocido buenos tiempos en todo lo que a durado mi vida, pero siempre me aparecido que una jarra bien fria ilumina el brebe espacio de tiempo que se le dedica, cuenteme pues, que es eso tan grave y invitese a una jarra que paga mi señor.

Notas de juego

Molaria que hubiera npj con imagenes y todo esop.

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25/05/2010, 19:00
Director

Ha habido varias desapariciones en el pueblo. Una mujer y sus dos hijos y al tiempo otra mujer.

Contesta lacónico, en realidad notas en su actitud que no tiene muchas ganas de hablar.

Notas de juego

En este caso no procede

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25/05/2010, 21:00
Fray Eugenio de Rivadesella

Entiendo, Padre -dije mirandole consternado. Dos niños y dos adultos. ¡Oh Señor!

Ahora recordaba mis tiempos como inquisidor... y las largas charlas con Belcebú bajo el sofocante calor del verano y las frías noches de la capital.

¿Algún dato más que nos pueda dar, Padre? ¿Eran practicantes? Los desaparecidos, me refiero... Convendría saber algo más acerca de sus costumbres u ocupaciones. Mmmm... ¿sabían leer, Padre? Todo lo que nos pueda decir, antes de comenzar este análisis, nos será de gran ayuda, así como lo es la Misericordia del Señor...

 

 

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25/05/2010, 22:06
Padre Javier

Reflexiona un momento poniendo los brazos en jarra. Al cabo de unos segundos en el que le véis mover los labios como si estuviese hablando mentalmente añade:

Sólo deciros que Miguel y María eran un mantrimonio normal, se querían y se llevaban bien. Hará unas dos semanas un rayo cayó en el mismísimo campanario de esta iglesia chamuscando y rompiendo nuestra amada campana. Era lo que faltaba en el pueblo para achacárselo al Diablo.

El cura parece bastante escéptico ante la idea de que el Diablo esté detrás de todo esto.

Se nos hace tarde, creo que deberíais ir a descansar a la taberna. Ya he hablado con Manolo el dueño y no os cobrará nada por pasar la noche.

Además mañana temprano irá por allí , por la taberna, Anselmo el leñador que tiene algo que contaros, aunque la verdad es que ese hombre ve diablos por todas partes.

El cura suelta una carcajada.

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25/05/2010, 22:19
Fray Eugenio de Rivadesella

Gracias por su atención, Padre -dije despidiéndome. Nos vamos.

Al salir de la iglesia tomé al joven Tintoreto por el hombro:

-Tengo una tarea para tí. Tsss... ¡Calla! El padre Javier aún nos observa...cuando estemos en el barullo de la taberna te diré qué cometido trae el Señor para ti...

Vayamos a descansar, comer algo. Veremos qué nos cuenta el joven Aitor...

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25/05/2010, 22:37
Director

Justo en ese momento aparecen tus dos compañeros.

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25/05/2010, 22:38
Director

Cuando salís fuera es prácticamente de noche, las calles ni que decirlo tiene, están completamente vacías.

Os encamináis en la taberna en la que no se oye ni un ruido.

En el interior de la taberna está Aitor sentado en una mesa junto a un borracho que se ha quedado dormido en una postura bastante cómica. Además está el tabernero que os mira de reojo sin daros mucha importancia.

Notas de juego

Podéis escribir para los tres personajes.

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25/05/2010, 22:39
Henry Tintoreto

Sigo al fraile hasta la taberna, como siempre ojo avizor. ¿Me pregunto cualserá la tarea que me va a encomendar?

-Como usted desee. Realizaré cualquier tarea que usted me ordene.-

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25/05/2010, 23:52
Aitor Zabala.

¿Y bien?

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26/05/2010, 14:11
Fray Eugenio de Rivadesella

Buenas Noches -dije tras entrar con recelo en aquel ambiente-. Soy Fray Eugenio de Rivadesella, y este son mis "pupilos", jovenes a mi cargo. Nos envió el obispado para investigar las... desapariciones...-dije mientras lograba ver al joven zabalza y me acercaba-. El padre Javier ha intercedido para darnos cobijo y agua. Si es tan amable de acompañarnos a nuestra habitación se lo agradecería...

Por cierto... -dije al tabernero acercándome a él-. ¿conocía a los desparecidos? ¿Frecuentaban su taberna?

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26/05/2010, 15:51
Director

El dueño os mira con respeto mientras asiente con la cabeza.

Alabado sea el señor! por fin habéis llegado, no sabéis cuanto se os necesita en este pueblo. El Diablo camina entre nosotros, esa mujer y esos dos pobres niños. Dios mío ! pues claro que no frecuentaban la taberna. Aquí no entran ni mujeres ni niños, qué clase de taberna creéis que tengo?

Tras dejar la pregunta en el aire el hombre entra en un cuartito, oís el sonido de algo metálico y el hombre sale con un manojo de llaves.

Si me acompañan... Les mostraré su habitación.

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26/05/2010, 16:07
Aitor Zabala.

Notas de juego

Haber cuando dice bien mi apellido.
xD

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27/05/2010, 10:04
Fray Eugenio de Rivadesella

Gracias. -dije. Si, intentaremos averigura qué ocurre. Mmmm... ¿el diablo? -le pregunté al hombre. ¿Porqué dice usted eso?

Antes de entrar en el cuarto miré a Tintoreto:

¡Escúchame con atención! -susurré. Entra en tu cuarto. Haz que duermes. Cuando las velas se hayan apagado y sólo el reflejo de la luna esté presente has de volver a la capilla. ¿Aun eres un ladronzuelo, no? Se que tienes muchas habilidades, aunque no las muestres todas cuando estoy presente... tu misión será rastrear el interior de la Iglesia, a ver qué encuentras... pero sobre todo... habrás de subir a la torre del campanario, y revisar la campana... quizá allí encontremos pistas... no es frecuente que una estructura de tales característica haga a Nuestro Señor enviar misivas eléctricas de ese modo.... ¿Entendido?

-ejem... -dije volviendo a mirar al tabernero. Dígame... ¿Dónde vivían María y Maribel, las desaparecidas?

por cierto, Zabala... ¿averiguaste algo acerca del tema?

Notas de juego

perdón "Zabala", es que curiosamente estoy tratando ultimamente un autor llamado "ZabaLza" (con L) y me he obcecado, jaja! sorry!

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27/05/2010, 14:16
Director

El tabernero contrariado, duda en contestar pero finalmente recuerda que sois enviados del mismísimo Obispado.

María y sus hijos viven en una pequeña casita de piedra a las afueras del pueblo, en el camino que va hacia el bosque. Ahora su marido está allí en la casa, Miguel.

Maribel vive con sus padres en una casa con el tejado rojizo saliendo de la posada la calle de la derecha recto y luego a la izquierda, no tiene pérdida. Ahora están allí sus padres, Francisco y Carmen.

Hace una pausa para tragar saliva.

¿AHORA ME ACOMPAÑAN A LA HABITACIÓN?

Dice casi gritando.

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27/05/2010, 14:36
Fray Eugenio de Rivadesella

Claro, guíenos -dije al tabernero.

Ya sabíamos dónde vivían, quienes eran, cuales no eran sus aficiones (como no frecuentar la taberna). Debían ser personas (al igual que sus familias) campesinas, trabajadoras, sin ninguna repercusión social... Mmmm... demasiado extraño para tratar con el Diablo -pensaba.

 

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27/05/2010, 15:06
Henry Tintoreto

Tras escuchar la tarea secreta que debía realizar asiento y digo con una sonrisa en la cara:

-Claro fraile. Lo haré encantado. No le decepcionaré.-

Tras esto, seguimos al tabernero hasta nuestras respectivas habitaciones.

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27/05/2010, 16:07
Aitor Zabala.

No e averiguado nada que no sepais señor, aunque la gente esta verdaderamente atemorizada, digame cuales son sus ordenes.