Partida Rol por web

La oscuridad y quietud de la catedral os estremeció, sólo interrumpida por un extraño cántico que ondeaba el resplandor de unas consumidas velas. Sobre la puerta, grabado en piedra, rezaba el siguiente mensaje: “Los justos no poseen nada que temer de los infieles”. Quizás eso explicaba las palabras del novicio, el cardenal Koth sólo podían herirle personas de fe.

Entonces otro gemido os alertó, Lord Merick continuaba reanimando inocentes, ahora de las tumbas refugiadas bajo el suelo de la catedral, fieles ahora encadenados a la perversa voluntad del señor supremo.

Estos esclavos amenazaban la vida del antaño héroe y ahora los nuevos héroes tendrían que encontrar pronto la forma de abrirse paso a la librería del Cardenal para rescatarlo, antes de que fuera demasiado tarde, debían sacarlo de allí con vida.

Al fondo de la capilla descansaba un pequeño altar cuya luz se apagaba por momentos, tal vez el poder de Koth llegara pronto a su fin.

Habia que salvar al cardenal. El gran barbaro sition en su cogote la mirada de sus compañeros que esperaba que actuase.

Ah...yo primero, ja, ja. Pues no se hable mas, ja, ja.

Con la alabarda descargo un golpe en el pecho del primer sacerdote oscuro y lo levanto sin esfuerzo elevandolo por los aires, antes que pudiera el cuerpo tocar el techo, cargo contra los otros dos y con un barrido de su arma cerceno las cabeza de ambos adversarios, y empezaron a caer sin vida lentamente al suelo mientras al mismo tiempo caia el cuerpo del primero contra la tierra manchada de sangre y entrañas....

Buldar abrió camino

Excelente Buldar! animo a su compañero mientras pasaba por encima de los cadáveres de los sacerdotes corruptos

Mientras hablaba vio una sombra moverse al final del corredor y lanzo una lluvia de magia e ira sobre ella

Ante la gran eficacia de sus compañeros, Andira muestra una ligera sonrisa de orgullo, y aprovechando el camino limpio de enemigos, corre hacia el pedestal, haciendo una única para a mitad de camino para verter su curativo poder sobre el herido cuerpo de Quellen.

- Vamos, vamos, no tenemos tiempo, hemos de aprovechar ahora que nadie nos puede detener!
 

Sorprendido de que no quedara ya ningún par de hombros con cabeza encima, el enano movió con brío sus pequeñas piernas en pos de nuevos contrincantes, fantaseando con torsos decapitados y con cabezas rodando por las losetas de la catedral.

ACTUALIZADO

Andira colocó ambas manos sobre el altar, y cerrando los ojos, concentró toda su voluntad en activarlo, y solo cuando sintió el hormigueo que recorría sus manos, la discípula se permitió una sonrisa de satisfacción, pues había logrado la magia aguantar aun poco más y que además esta reavivara el maltrecho cuerpo del Cardenal. Aún y así, también presintió al debilidad tanto del hombre como del atar, por lo que sin tiempo para nada más, abrió los ojos mientras se dirigía a la cripta.

- Tenemos que correr, el Cardenal no aguantará mucho. - apremió a sus compañeros, sabedora de que sus palabras eran demasiado certeras.

Viendo su gran trabajo y que solo queda uno, desde donde esta lanza un nuevo tajo al que queda, dejandolo moribundo

Ja, ja, ja, te vas a reunir con tus amigos pronto, no temas

De nuevo lanza otra estoca pero cuando impacta la figura desaparece para reaparece a unos centimetros de donde estaba.

Que clase de artimaña es esta? Eres duro de pelar, ja, ja,ja. Solo queria evitarte el sufrimiento de mis amigos, ja, ja,ja. Soy asi de piadoso, ja, ja, ja. Cuando llegues a los infiernos donde pertenece, no olvides decir que os ha enviado Buldar con cariño, ja, ja, ja.

Quellen recuperó el fuelle, le habían vapuleado mucho y fue una satisfacción poder reventar a aquel engendro del demonio pero hubo de seguir adelante y no pudo recrearse en su poder, tenían prisa por abrir esa puerta cerrada tras la cual se oían ruidos de lucha.

Además no sabía donde estaba el mago que los hubiera alzado a los no muertos y eso le preocupaba

En parte desconcertado por la flaqueza de los enemigos cuyos cadáveres quedaban ya atrás, Krutzbeck y su hacha avanzaron juntos hasta donde se hallaba la discípula del grupo. El enano se encontraba especialmente pletórico, repleto de energías hasta el punto de que empezaba a notar ansiedad: necesitaba algo de acción. Casi tanto como la del Cardenal, sentía que su propia vida dependía de poder medirse con cuantas estúpidas criaturas tuvieran la desgracia de cruzarse en su camino.

-Cuando quieras -pronunció en voz baja mientras elevaba su hacha hacia el techo de la cúpula de la catedral, con la mirada totalmente en la madera de la puerta que, por poco tiempo, les bloqueaba el paso hacia esacripta en la que Krutzbeck esperaba poder encontrarse con pastos carmesí en los que el acero meticulosamente mellado de su muda compañera pudiera pastar a gusto.

ACTUALIZADO

Viendo finalmente una ocasión para poner en tensión sus músculos, el descubrimiento de aquel enjambre de sombras voladoras no podía terminar de otra forma que con Krutzbeck descargando su hacha contra la primera que se cruzó en su camino.

-¿Habrá manera de herir a estos engendros demoníacos por medio del acero?

Cuando la figura de la sombra, tras recibir de lleno el hachazo, se descompuso entra horripilantes aullidos de ultratumba, se dio por respondido.

-¡Andira, ahí te dejo con esos monigotes, es mejor que nos separemos para poder cubrir mayor terreno! ¡Pero no te preocupes, porque son blandas como la mantequilla! -gritaba entre jadeos, apurando a marchas forzadas tratando de llegar a las escaleras antes de que fuese demasiado tarde.

Chicos, voy a mira que hay aqui dentro y enseguida voy con vosotros. El gigante avanzo y miro lo que habia en la urna. Cuando toco la urna, escucho un ruido en la pared detrás de esta y se abrió una puerta secreta. Por las barbas de mi tia Petunia, ja, ja, ja.

El barbaro se meso la barba y se dio media vuelta

Me parece que el cardenal no esta para esperar, ja, ja.

Aprovechando la distracción provocada por el ataque del feroz enano, Andira se adentró en la cripta con un único objetivo, intentar hallar la llave que les abriera la puerta que bloqueaba la entrada a la librería, y con esa idea en mente, ignoró a las espeluznantes sombras que habitaban en aquel lugar y se cernió sobre el pequeño cofre semioculto al final de la sala. La discípula lo abrió con premura, sin dejar de vigilar a su lado, y cuando hubo puesto a buen recaudo su contenido, corrió decidida a abandonar la cripta.

Quellen impuso sus mnos sobre el altar y concentro sus energías en el hombre que estaba siendo atacado, se defendía con fiereza pero los enemigos eran muchos... confíó en poder ayudarle.

Poco más podía hacer de momento por el sacerdote así que lanzó la fuerza de las runas mágicas contra los espiritus que acechaban a Andira y a krutzberg

La figura de Lord Merick pasó fugaz, cual llama hasta el interior de la librería, la guarda se había resquebrajado tras la caída del herido cardenal. Los zombies se desplomaron también al suelo liberados del necrohechizo. Por fin es mío... si sólo lo hubieras entregado, nos habríamos ahorrado tanta profanación y seguirías vivo... el báculo del cardenal, envuelto en una luz angelical, se alzó levitando hasta las manos del oscuro guerrero que lo sostuvo orgulloso. La luz se fue apagando y en su lugar el resplandor tornó en un aura ausente alguna de luz, las sombras tomaban su poder. A quién pretendo engañar... hubiera arrebatado tu vida de todas formas, hasta nunca Koth... Golpeó entonces el suelo con el apoyo del báculo dejando que las sombras le arropasen un instante antes de desaparecer. 

Habían llegado demasiado tarde, todos los esfuerzos fueron en vano ante un plan tan macabro del Señor Supremo, debían de informar cuanto antes al Baron Greigory, antes de que ocurriera otra desgracia en el reino.