Partida Rol por web

_Y pues entonces matamos al cuerpo infectado -respondió el loco mientras se pasaba la mano por el pelo, pensativo-.

Le resultaba extraña la pregunta de Stein. ¿Por qué querría un plan para matar agentes si los agentes no podían ser muertos y él lo sabía?

Pobre Capitán Aquiles, qué tripulación le tocó...

Me sujeto al asiento cuando el coche gira violentamente al cambiar de dirección.

-Hay cosas que se me dan bien. -Digo tajantemente, casi como si pronunciase el punto y final de la frase. No se me ocurre decir nada más, me siento derrotado. Cuando mi mirada se cruza con la de Deimos, bajo los ojos y me escondo detrás de las gafas de sol.

Stein y Loco hablan mientras entramos en la segunda a la derecha. Al llegar al sitio, abro la puerta de mi lado y piso un charco que refleja las luces de la calle. Los letreros y neones publicitarios cuelgan de las fachadas como estalactitas de luz irisdiscente.

-No os alejéis mucho, -digo a Loco y Stein antes de salir del coche, -solo será un momento.

Las ruedas del Mustang derrapan al final de la callejuela justo delante del cyber-café mas cutre que la "imaginación" de una maquina podía crear. Loco y Stein miran a Pixel y Deimos que se bajan con el auto casi en marcha...

Liu al teléfono parece nerviosa - Vamos daos caña!!

_Intenta no alejarte demasiado -digo a Stein-. E intenta también no llamar demasiado la atención, no queremos que vengan MAS agentes.

Luego tomo el teléfono para hablar con Liu.

__¿No tenemos una línea en el cyber-café? ¿Dónde está la más cercana?

-En el ciber-café solo hay acceso a la intranet del sistema,es la simulación de lo que seria internet. Para transmitir los datos fuera es necesario pasarlo a frecuencia sonora y sacarlo por linea fija,es la única manera de que no intercepten los datos... ahora se trata de ocultarlos dentro y ya pensaremos como sacarlos... maldita sea ya viene !!, acelerad vamos!!-

Las luces largas de un camión de transporte os ciegan a través del retrovisor,se dirige hacia vosotros veloz, sin ningún amago de detenerse ...

_¡Vamos Stein! Acelera a este bebé. Ese camión será grande pero no tiene la velocidad y agilidad de nuestro Mustang.

Stein mira al carro y luego de un momento vuelve a prenderlo rapidamente y toma el volante, era hora de tomar un paseo.

- VAMOS AUTITO ES HORA DE HACER RUGIR EL MOTOR....

-¡Mierda!

Con el maletín en la mano, me arrojo por encima del capó, deslizándome, y salto sobre Deimos para empujarle y caer los dos en la acera, apratándonos de la trayectoria del camión.

El camión avanza descontrolado cegando a los cuatro tripulantes.A pesar de lo inesperado de la situación el pie de Stein aprieta instantáneamente el acelerador,lo justo para evitar que el pesado y apestoso camión alcance la impecable carrocería del precioso Mustang.

Pixel salta intrépido y ágil como una gacela llevándose por delante al robusto Deimos cayendo así ambos contra la acera,casi en la misma puerta del ciber.

A pesar de lo aparatoso y ridículo de la situación,ambos salen ilesos.

Empujado por su compañero, Deimos cayó pesadamente a un lado de la acera mientras el camión proseguía con la persecución del Mustang.

   - ¿Que ocurre?¿Es que al final tu mismo te creíste la mentira de que soy el presidente o que?- Preguntó gruñendo con sorna mientras apartaba a Pixel de encima suyo.

   - Joder, se saltar por mi mismo, gracias.- Maldijó entre dientes levantandose de el suelo intentando recuperar un poco de dignidad.

La verdad es que no estaba cabreado con su compañero, después de todo sus intenciones eran buenas. Pero sin embargo, si que estaba enojado con la situación. No le gustaba la idea de quedarse de nuevo al margen del combate contra el agente, y menos para ir a ocuparse de algo que no se le daba bien. ¿Que cojones sabía él de informática?

_¡Bien hecho soldadito! -exclamó Salomón cuando Stein aceleró y evitó el impacto con el camión-. Mantén distancia del camión pero no demasiada. Mejor que nos sigan con ese torpe camión que con otro vehículo más ágil.

Entonces tomó el teléfono para comunicarse con el operador.

_¿Está solo, Liu? ¿Hacía dónde nos sugieres que vayamos?

El pesado camión de basuras derrapa ahora mientras sus gruesas ruedas humean sobre la verde atmósfera de la noche en la ciudad.
Se detiene.El zapato del agente Bridge brilla impecable mientras se apoya en el asfalto.Le sigue un traje negro y una cara seria oculta tras unas gafas oscuras.
El camión queda parado,en marcha en medio de la calzada pero en un simple suspiro Bridge ya no está cerca de él.
Ahora esta frente a Deimos y Pixel que se estaban despolvando los ropajes después de la caída.

-Señor Jenkins... porque no me sorprende...- dice con una media sonrisa postiza mientras mira a Deimos. Ahora la voz de Bridge es otra.Suena como la de una mujer. -Me has echado de menos cariño?... - replica cruel mientras inclina su cuerpo hacia delante,hacia los navegantes,con desprecio,desafiante...

Por el retrovisor veis el pesado camión de basuras que derrapa ahora mientras sus gruesas ruedas humean sobre la verde atmósfera de la noche en la ciudad.
Se detiene.El zapato del agente Bridge brilla impecable mientras se apoya en el asfalto.Le sigue un traje negro y una cara seria oculta tras unas gafas oscuras.
El camión queda parado,en marcha en medio de la calzada pero en un simple suspiro Bridge ya no está cerca de él.
Ahora esta frente a Deimos y Pixel que se estaban despolvando los ropajes después de la caída.Es muy rapido...
Les dice algo a vuestros compañeros...

_¡Stein detente! ¡Da la vuelta!

Salomón estaba molesto, había aclarado a sus compañeros que debían bajarse cuando estuvieran fuera de la visión del agente, pero ellos no, caprichosos, descendieron cuando quisieron y de la forma más aparatosa posible.

Con la cabeza y el brazo por fuera de la ventanilla, Salomón comenzó a disparar hacia donde se encontraba el agente. No creía que Deimos y Pixel solos pudieran contra él.

Me levanto acalambrado, polvoriento y resoplando por el esfuerzo. Cuando se acerca el agente, que parece rodeado por un aura de antinaturalidad, me quedo encogido y paralizado, con el brazo extendido hacia mi maletín, que ha caído cerca, y una mueca de nerviosismo congelada en el rostro.

Vacilo un instante. Mi vista bascula varias veces entre el agente y Deimos. Afortunadamente estoy un poco más alejado del siniestro hombre trajeado, lo que me da margen de maniobra.

-Necesito tiempo, -murmullo con un nudo en la garganta. Trago saliva y doy algunos pasos de espaldas hacia el locutorio. Con dedos ágiles abro los cierres del maletín y tras un par de sacudidas consigo sacar el arma, sosteniéndola con una sola mano y dejando caer lo demás por el suelo. Al ver que, por el momento, el agente no me ha detenido, me precipito en el local con la P90 en ristre, apartando a los clientes a base de puntapiés y hurgando en mi chaqueta como un poseso para sacar la valiosa memoria flash.

-¡Yaaaaa! -Grito al tiempo que me sale un gallo de adolescente.

Se forma un pequeño revuelo: las sillas se caen, las colillas de los ceniceros se desparraman por el suelo y un peluquín sale volando. Nervioso, indeciso, de pie ante una terminal encendida, sostengo el subfusil en una mano y en la otra la memoria flash, encajada entre el meñique y el dedo corazón, y el móvil, apretado entre el índice y el pulgar. No se si disparar al agente o teclear compulsivamente.

-¡Lulú! ¡Ayuda! ¿Qué hago? ¡La situación es insostenible!

No hizo falta decirle a Pixel que él se encargaría del agente. Su compañero tomó la iniciativa y corriendo se metió en el interior del local dejándole a solas con su enemigo. Algo por lo que ciertamente le estaba agradecido. Odiaba tener que dar explicaciones.

El agente era rápido, pero no se dejó intimidar por su trato condescendiente y sus palabras proferidas con la voz de su mujer, ciertamente dispuestas para hacerle perder los estribos.

Ante sus provocaciones se limitó a corresponderle con su mejor sonrisa de tiburón, mientras, una fría alegría le recorría por dentro. Sabía que tenía que mantener el control de la situación y limitarse a ganar tiempo, pero en esos momentos solo pensaba en la venganza. Había esperado aquel momento mucho tiempo.

   - Veo que me recuerda...- Le respondió gruñendo con sequedad al tiempo que sus manos se cerraban con un crujido de huesos.- Eso hará mas placentero el darle una paliza.-

Y sin mas se abalanzó sobre él.

Dejó a un lado las florituras del combate anterior con el segurata y lanzó una serie de golpes demoledores de Hung Gar con sus puños.

Stein escucha al loco y luego comienza a farfullar, esos idiotas habian hecho las cosas apuradas y ahora pagarian por ellos, por lo que el sargento, gira al coche en un 360 rapidamente para poder volver al ciber.

- Mierda.. Nunca aprenden estos.