Partida Rol por web

Jake no dejaba de prestar atención a Sumire, con cada movimiento que realizaba, intentaba llegar hasta donde estaba ella. No solo podía pensar en ayudarla.

Escuchó la voz de Angela, pero en ese momento solo sonaron palabras que se perdieron.
 

Declara si harás algún ataque, o haz la tirada de lo que planees hacer. Al frente hay un monstruo extremadamente grande que planea comerselos como bocadillos.

Rodeados por las criaturas y aquel angel caído, Jake sentía que el peso de su cuerpo lo estaba arrojando hacia abajo. En muy poco tiempo todo su mundo había cambiado y ahora estaba peleando por su vida contra criaturas imposibles.
El poco entrenamiento no bastaba para todo esto y para peor, seguía preocupado por Sumire... El día que se conocieron, la vida de ambos cambió, pero el no estaba dispuesto a permitir que aquel cambio fuera para mal.

Ahora podía comprender las palabras de Angela... solo quedaba un camino.

-Ok... Vamos a hacerlo!- El joven gritó y apretó sus puños, todo su cuerpo vibraba y en una explosión de color plateado Jake hizo aparecer en sus manos cuchillas en forma de medialunas y descargó su cuerpo entero en una carga en contra del aquella abominación que acababa de aparecer.

*Es hora de que probemos estos* pensó mientras una capa de energía recubría aquellas cuchillas de gran manufactura, llenas adornadas con glifos y escrituras enoquianas.

Erika ve con satisfacción como Jake activa su Sacred Gear, el muchacho había estado practicando y había logrado avanzar lo suficiente como para tenerse confianza para activarlo.

Un par de zombies se me echaron encima y los esquivé sin problemas, cortando por el camino el brazo de uno de ellos. Estaba eufórica por mi habilidad, pero preferí no ser demasiado imprudente si no quería terminar lamentándolo más tarde. Entonces, Arioch hizo algo y los zombies se fueron replegando.

Mis ojos se abrieron desmesuradamente cuando el monstruo formado por los zombies se alzó. Hasta aquel momento me había ido bastante bien, especialmente esquivando a los zombies, pero no me cabía la menor duda de que esquivar a aquel mosntruo y esquivar aun lento zombie iban a ser cosa diferente. Miré al tipo que flotaba sobre nosotros. Tal vez sería mejor atacar primero a aquel hombre, antes de que continuara causándonos problemas. Si se corta la cabeza, el cuerpo cae pro su propio peso.

- Yo creo que lo que ha dicho Angela es la mejor manera de hacerlo, matando a Arioch. Si no conseguimos quitarlo de en medio nos sacará un monstruo tras otro.

Angela asiente lo dicho por Sumire e intenta atacar directamente al ángel caído con su espada con toda su fé, esperando que realmente pueda dañarle, mientras que les dice a los demás:

" Muy bien, angel caído la voluntad de dios nos ha traido aquí para enfrentarte cara a cara para devolverte de nuevo al infierno ... en el nombre del padre, el hijo y el espíritu santo ... Ameeen!! "

Sumire esquivó los zombies como si realmente fuera un juego para ella, realmente se había acostumbrado a sus movimientos y esto ya no era nada para ella. Angela no pudo protegerse y sintió una terrible mordedura en su cuello, por suerte no había alcanzado ninguna vena vital, pero tenía una fuertísima herida en este. Fue entonces cuando el terrible conjuro se hizo y ante ustedes se presentó aquella criatura gigantesca, horrible e impura. Los corazones de todos ustedes se recogieron de miedo, unos más que otros, observando con horror a la criatura.

Entonces todos escucharon un grito de Alexander que dijo;

-¡Todos, cuidado! ¡Hay dos grandes sombras saliendo de allí! –

Y cuando dirigieron la vista hacia el lugar que apuntaban, vieron como dos grandes sombras, de ojos rojos, con una altura cercana a los dos metros y medio se venían acercando a ustedes sigilosamente.

Quién primero actuó fue Gabriel, intentando dispararle al ángel caído que volaba, observándolos luchar. Gabriel falló, a la vez que se le atascaba su arma, mientras el ángel caído sonreía. Luego Alexander también intento dispararle, y aunque la bala iba directamente contra este, se movió, llegándole en un brazo, pero en vez de atravesarlo, vieron como si un cuadrado de vidrio protegiera al ángel caído y se hubiera trizado un poco con la bala de Alexander.

Sumire se quedó expectante viendo como las sombras se acercaban a ellos, entonces, todos vieron como la bestia salió corriendo hacia ellos, pero Erika, tomando uno de sus cuchillos, lo lanzó a uno de los tantos ojos de la criatura. Este trozo de carne estalló en un rayo de luz dejando un hoyo tan grande como un escopetazo, dejando una herida sangrante a la criatura que a pesar del daño no detuvo su carga.

Angela hizo un amague de ataque con su espada, intentando alcanzar a este ser, pero no podría llegar por métodos humanos, pues este estaba increíblemente muy alto. En tanto todos observaron como una gran luz iluminó las manos de Jake, y en estas aparecieron unas curiosas armas que brillaban en medio de toda esa oscuridad. Los agentes de la inquisición se sorprendieron, pues no sabían que estaba usando aquél joven, mientras que los cazadores de brujas ya entendían que estaba haciendo Jake, invocando su sacred gear.

El zombie, enrabiado por aquella parte del cuerpo perdida, y viendo a objetivo a Erika, se lanzó contra ella con toda su fuerza. No era más preciso que antes, pero si se veía muchísimo más peligroso.

En tanto esto ocurría, primera vez notaron como el fuego se arremolinó alrededor de las manos de Arioch, y apuntando a uno de ustedes, preparó un conjuro mágico diciendo;

" flamelance, tueri me, eorum, qui circum me occidere, et coquamus eos damnat lux vestra’’

Y luego de eso, una llamarada brillante salió disparada contra Angela.

Al ver que sigue volando el demonio Angelaguarda la espada y apunta al esbirro del mal con la pistola con balas ungidas en agua bendita mientras que trata de cubrirse de los ataques a distancia del demonio protegiendose detrás de alguna tumba o mausoleo:

" Si alguien puede curarme mas adelante de alguna manera la herida se los agradeceré muchísimo "

Tenía la pistola encasquillada, por lo que no podía alcanzar a Arioch. Maldije mi mala suerte, tenía que haber desencasquillado el arma mucho antes. Hacerlo me llevaría un tiempo preciosos del que no disponía. 

- Bueno, no hay nada más que pueda hacer - agarré la daga y corrí hacía el enemigo de mayor tamaño. No estaba muy segura de poder hacerle algún daño, pero no podía quedarme quieta.

Mientras corría hacía el monstruo intenté concentrarme en mi sacred gear, con la esperanza de poder convocarlo.

Estaba un poco conmocionado después de ver aquella aparición horrible, sin embargo sentìa el poder de su Sacred Gear fluir no estaba dispuesto a huir justo ahora.

Corrió hacia la aparición y comenzó a desencadenar golpes con sus Chakrams -Ayudame Round Madness!- gritó mientras atacaba.

Depués miró a quienes estaban con el -Quienes tengan armas de fuego, carguensé a ese hijo de puta que está ahí arriba. Intentaré contener a este- emitía palabras valientes y seguras, como si hubiera hecho esto durante toda su vida... la realidad es que estaba asustado como nunca antes.

Gabriel intenta destrabar su arma, pero esta explota haciéndole una quemadura bastante grave en su mano. Alexander le dispara nuevamente al ángel caído, pero al llegarle el disparo, aparece un símbolo mágico que parece resquebrajarse para finalmente desaparecer. Por otro lado, Sumire se concentró unos segundos, y un aura azulada la cubrió, y del ambiente, pareció que la humedad se manifestara hasta rodearla de una fina capa de agua que se mezclaba con su aura, cubriéndole todo el cuerpo.

En cambio, cuando llegó el momento de actuar de Erika, el monstruo simplemente arrasó con ella, levantándola y sacándola volando varios metros para chocar contra una lápida, rompiéndola, sin poder actuar ni hacer nada más.

Todos se horrorizaron cuando vieron como Angela se puso detrás de una tumba, pero una llamarada tan grande como un lanzallamas salió disparada desde el cielo por las manos del ángel caído, destruyendo la tumba con la fuerza, y dejando a Angela cubierta en llamas mientras sus gritos se hacían escuchar por todo el lugar.

Jake por su parte atacó al zombie con un grito de combate, provocándole un inmenso corte en uno de sus muchos ojos y tantas bocas. El zombie se veía muy debilitado, probablemente no podría seguir aguantando mucho tiempo. El zombie, a pesar de haber recibido tanto daño, quería matar a Erika a toda costa, por lo que se lanzó contra ella nuevamente en una carrera por rematarla. Arioch por su parte sonrió luego de quemar viva a Angela, para luego apuntarle a Sumire y conjurar otra vez;

" flamelance, tueri me, eorum, qui circum me occidere, et coquamus eos damnat lux vestra’’

Luego de eso, una llamarada tan fuerte como la anterior salió dirigida hacia Sumire, buscando quemarla viva como recién habían hecho con Angela. Por otro lado, todos vieron como las sombras entraban al combate.

Erika se recompone del golpe lo suficiéntemente rápido como para ver la mole dirigiéndose hacia ella nuevamente. Toma un par de cuchillos y se mueve rápidamente, obligando a la criatura a cambiar de rumbo para seguirla. En el instante en que la criatura baja la velocidad lanza ambos cuchillos a uno de los pies intentando cortar su carrera.

(esto va si queda el aspecto)

Aprovechen ahora!

Grita a sus compañeros en cuanto la mole queda allí.

A pesar de crear una ventaja aún así debes tirar esquivar Erika

Vi horrorizada como Arioch quemaba a Angela y decidí ir a ayudarla cuando vi que el enemigo me apuntaba. Sus manos me apuntaban como un pronóstico de sufrimiento y si no hacía algo terminaría a la brasa como Angela. Con una mueca de frustración, empecé a correr hacia el monstruo alejándome de mis compañeros, con la evidente intención de alejar el peligro del ataque de ellos y la esperanza de que dañara al enorme zombie. Yo estaba cubierta por mi scread gear y poseía algo más de defensa. Recé para que la protección de agua fuera lo suficientemente poderosa para detener la mayor cantidad de llamas en caso de que me alcanzaran.

Con el cuchillo en la mano, hice un par de fintas para intentar confundir a mis enemigos y ataqué al monstruo con un ágil giro de la muñeca.

La escena era peor que una pesadilla... era real! El angel caído había atacado sin piedad a Angela y en medio del combate no podía saber su estado. El monstruo que tenían delante estaba lastimado y Jake estaba determinado a darle el golpe final, pero el Angel caído apuntó su conjuro contra Sumire y eso hizo que Jake perdiera la cabeza. -Aaaaaaaah maldito- Se apartó de la criatura y corrió hacia una lápida, la usó de escalón para saltar sobre una pequeña cripta y finalmente se impulsó una vez más para llegar a la altura del Angel Caído -Dejanos en paz, hijo de perra!!- gritó mientras golpeaba con uno de sus Chakrams al Angel caído.

Angela grita sumamente adolorida ante el impacto recibido por el demonio y cae al suelo sumamente adolorida corriendo lágrimas por sus mejillas ..

Erika, después de haber recibido un fuerte golpe, logró saltar lejos gracias a su entrenamiento, evitando la gran colisión con el zombie, el cuál derribó varias lápidas al mismo tiempo. Por otro lado Angela no estaba muerta, se movió a duras penas mientras el fuego que la rodeaba se apagaba. Su chaleco había quedado destruido, al igual que la lápida tras la que se cubrió. Varias partes de su cabello se habían quemado, y estaba malherida, pero aún seguía viva y podía moverse. Sumire vio por el rabillo del ojo como Arioch preparaba su magia, y lanzándose a un lado, logró esquivar la gran llamarada, que probablemente si le hubiera dado la habría dejado malherida.

Gabriel, tras que su arma fuera destruida de tal forma, y ver como Erika era atacada, este saltó con rabia contra el gran zombie, y usando su manopla, le hizo un golpe tan fuerte que este golpe partió al zombie a la mitad, para luego reventarlo en cientos de pedazos con una luz brillante que lo atravesó completamente. Alexander por su parte prefirió intentar atacar a una de las sombras directamente, pues se veían cada vez más cerca sobre ustedes. Disparó y logró darle a una de ellas, cuya bala la atravesó, pero siguió corriendo hacia su dirección.

Sumire por su parte se alejó un poco del combate y comenzó a desencasquillar su arma a la mayor velocidad que podía, pues obviamente necesitaría usarla muy pronto. Erika por su parte lanzó un par de cuchillos los cuales le dieron directamente al ángel caído, rasgando sus ropas y desconcentrandolo medianamente, ahora para Erika sería un objetivo más fácil de acertar y esquivar.

Angela logra levantarse después de recibir el fuego, siguiendo viva por más daño recibido. Jake logró hacer un salto que pocas personas podrían lograr, incluso, el salto fue tan alto que logró alcanzar a su enemigo, haciéndole un gran corte, el cuál voló hacia atrás tras tener un corte en sus ropas. Tras ser herido este dijo;

-¡Maldición! ¡Ahora verás lo que es el dolor! –

Dijo, para luego de eso intentó convocar muertos vivientes nuevamente;

" flamelance, tueri me, eorum, qui circum me occidere, et coquamus eos damnat lux vestra’’

Y tras esto, salió una llamarada más pequeñas que las anteriores en contra de Jake. Luego de eso las sombras se lanzaron contra Gabriel y Alexander. Las sombras los miraban con ojos rojizos, infundiendo miedo en sus corazones, por lo que sus habilidades de combate se vieron amalgamadas ante estos oponentes. Las sombras los atacaron sin piedad. Gabriel logró usar su manopla bendita desviando el garrazo de la sombra hacia un lado, mientras que Alexander recibía un gran corte en el chaleco, que aún así traspaso a sus carnes, haciéndole daño.

Nunca en su vida había buscado pelea por nada en su vida y ahora se encontraba realizando proezas casi imposibles mientras peleaba por su vida... por su vida!! Acababa de tocar el suelo y aun se estaba acomodando cuando el Angel Caído comenzó a conjurar contra el y aquella llamarada salió disparada contra el.

Intentó correr o saltar, salir del camino... pero el miedo, el cansancio y quien sabe que más fueron demasiado y tropezó. *Al menos pude desviar su atención de sumire* pensó aliviado. Había algo en toda esta situación que estaba creciendo en el, se preguntó si realmente estaba disfrutando todo esto y de hecho... lo estaba haciendo.

-Yo tambien tengo algo para ti, imbecil!- gritó y desde su posición se aferró a uno de sus Chakrams y lo arrojó hacia el Arioch. El chakram atravezó el fuego y siguio su caminó hacia su destino. *Y ahora como lo recupero?* pensó luego, antes de ser impactado por las llamas.
 

Tras alejarme del combate, comencé a desencasquillar la maldita pistola, mientras miraba de reojo como iban los demás. Angela se había levanto. Aquella chica tenía el espíritu de hierro de una amazona, a pesar de las heridas seguía peleando. Erika y Gabriel seguían peleando juntos. Jake se había prestado como cebo y atacaba a Arioch quien volvía a atacar con sus llamas.

Justo entonces oí como el arma volvía a estar en funcionamiento. Apurada y preocupada, eché a correr hacia Jake para echarle una mano. Le disparé a Arioch para dañarle y detener la llamarada, pero mi puntería fue nefasta. Con las prisas y apuntando a la vez que corría, mis balas no llegaron a su objetivo.