Partida Rol por web

Aquella bestia formada aparentemente de roca, habia colapsado, por lo que dedico mis ataques para arremeter contra aquellos diablillos. lanzando dos fuertes patadas una despues de la otra. -Los vientos del destino exigen una devoción absoluta. Debo enfocar mi shakra para poder centrar mi objetivo ante mis golpes.- Pienso mientras salto para acestar las patadas

El Orco vuelve a pegar una suerte de grto con sus dientes apretados por la bronca que le da que ese monstruo alado de piedra se salga con la suya "Mgggr Yo, Orco, muy fuerte, romper todo monstruo de piedra! Yo mas fuerte!" pegando dos cadenazos seguidos y sintiendose fuerte por aquel poder que unos del extraño elfo calavera dio a muchos. Lo cual lo hizo sentir con un poco mas de euforia y entusiasmo

Seifer que encabezaba el ritmo de la lucha fallaba nuevamente en la lucha contra aquellas criaturas, Drainee, por fin lograba clavar una de sus cimitarras pero parecía que un halo de maldad recubría el filo de su arma y no conseguía dañarle tanto como quisiese. A pesar de ello viste como la criatura se retorcía de dolor.

Al instante de ser dañada ves como de su pequeña herida brotan unas ligeras llamas y la herida ha desaparecido.

Rosenight fallaba una vez más el ataque. 

En ese momento Arther abría de nuevo la torre y os gritaba que abandonaséis la lucha, que ya acabaríais con ellos a la salida. Pero sus palabras quedaron rotas por la situación.

Los diablillos ocupaban todo el puente y a no ser que nadaseis por el foso o vuestras habilidades con las piruetas os consiguiesen ayudar a evitar a los enemigos no os quedaría más remedio que enfrentaros a ellos.

Para colmo tan solo había un par de posiciones en el frente de batalla, el resto de ataques tendrían que ser a distancia corriendo el riesgo de poder dañar a vuestros compañeros.

La cosa estaba complicada pero por lo menos ya estabais todos casi en la misma posición.

Aramil lo unico que piensa es destrozar esas criaturas, y ls ataca con su gran baston.

Corriendo hacia delante el elfo golgari se prepara para el segundo combate, esta vez demostraría el terrible poder de los moradores de los pantanos. Entre sus dedos comienzan a arder las escamas de piel de serpiente y sus ojos comienzan a oscurecerse &ltTodavía no...>

- ¡Acaba con ellos Urkk! -vociferó- Vamos, acabemos con esto.

Estando a varios metros de los diablillos Kramoris vuelve a conjurar a los espíritus para que todos sus aliados cercanos combatan con aún más ahínco.

- ¡Qapu' Hoh wij jaghpu!

Una vez a la distancia adecuada alzo mi ballesta apuntando a los infectos diablillos.

-Tengo que afinar la punteria, estos bichejos con alas son rapidos y escurridizos - mis ojos siguen el movimiento de uno de los diablillos apuntando con mi arma que se mueve suavemente intentado calibrar cuando sera mejor soltar la descarga.

-Vamos vamos.... - susurro concentrado - eso es pequeño... un poco mas a la derecha - mi dedo mano acaricia suavemente la palanca de disparo mientras busco el momento adecuado para disparar sin que entrañe peligro para mis compañeros.

-¡Ahi, te pille! - exclamo cuando veo la espalda del diablillo mientras descarga una patada hacia el rostro de un camarada, sin perder un segundo acciono el mecanismo apuntando entre las dos alas y la saeta vuela hacia su objetivo.

Estaba contenta por haberle dado a una de aquellas criaturas escurridizas. Pero al ver cómo se recuperaba pensó que esta lucha sería interminable, no sólo porque los ataques no eran normalmente no eran certeros sino que además esas criaturas de deben poder recuperar o algo por el estilo.

Al ver a su compañero salir de la torre y decir eso pensó que sería una buena idea, pero debió haberlo dicho por algo.

- Por qué dices que los dejemos? Qué hay allí adentro? - le grité a Arther.

Oí gritar al que se había resguardado en la torre.

Nunca abandono una lucha dije en alto. 

Eso me dio coraje. Con un grito de guerra, descargué mi arma sobre el cuerpo de mi rival

La criatura de roca colapsa tras los poderosos golpes propinados por aquel guerrero, Falcon. Mis golpes parecierón no causarle rasguño.
No pierdo tiempo y voy tras los diablillos que acechan más adelante, No había espacio suficiente para mi para arremeter de frente, por lo que aprovecho mi entrenamiento fisico y corriendo intento pasar de un gran salto por encima de mis enemigos para luego propinar dos puñetazos que caen en ráfaga sobre aquellas criaturas. -Kiiiiiiaaa!!- exclamo con un desgarrador grito de combate.

Falcon da dos pasos pesados en el suelo, extrañendo el Chi de la tierra a traves de sus pies antes de utilizarlos en una poderosa carga hacia una de las gargolas.Durante el camino deja su posicion de enfoque dejando de concetrarse en un solo enemigo.

Urkk se siente aburrido de ese monstruo de piedra volador y decide cargar contras los diablillos "me aburrio mounstruo de piedra, prefiero matar diablillo, JAJAAAA"! comenta con un bozarron tosco tipico de un orco con pasion por guerrear lo que sea.

Seifer y Drainee logran golpear a los diablillos pero un halo de maldad envuelve los filos de vuestras armas y hace que el arma de Seifer no provoque daño, en cambio Drainee había asestado un golpe en todo el cuello a una de las criaturas debilitandola gravemete, entonces esta misma se transformó en una bola de fuego y huyó de nuevo para reencontrarse con la nube de la que había salido.

Las otras tres criaturas atacaban de nuevo y lograban arañar a Seifer.

Falcon por su parte, embestía contra uno de los diablillo sacándolo fuera del puente y haciendo hueco en el combate al resto de sus compañeros. La embestida había causado daño a la criatura pero un escudo de maldad la había protegido.

Kramoris lanzaba de nuevo su conjuro de serpientes y una fuerza os imbuía a todos permitiéndoos un nuevo ataque a cada uno.

Dimple saca su ballesta y trata de apuntar al diablillo que va a embestir Falcon, entonces cuando lo tiene a tiro algo le distrae por unos segundos y su flecha se clava en la armadura de Falcon a pocos centímetros de su cuello. Un poco más arriba y hubiese sido muy grave el golpe.

Aramil corre con su bastón y se posiciona junto a Drainee para ayudarla a pesar de ello falla el ataque contra la criatura.

Uswee toma carrerilla por el puente y usa una de las tablas que andaba un poco suelta a modo de trampolín y logra saltar por encima de todos sus compañeros y enemigos asestando dos buenas patadas a uno de los enemigos, a pesar del escudo de maldad que les protege esta vez logra hacerle un poco de daño.

Urkk por su parte toma carrerilla y asesta tambíen un buen golpe a la misma criatura que Uswee, haciéndola bastante daño y dejándola gravemente herida.

Aramil fallo en su anteriror ataque, pero esta vez no lo haria, se abalanzo contra su objetivo sin decir ninguna palabra.

Allí se encontraba, tan majestuosa, aparentando no estar provocando nada, pareciendo que llevaba allí años, tal vez década o incluso siglos. Pero vosotros sabíais que aquello no era real.

Esa torre negra, de piedras de tonalidades oscuras casi parecía estar constuida sobre bloques de ónice puro. Un bloque tras otro, uno tras otro, mirabais hacia arriba de la torre y las nubes que giraban en torno a ellas impedían ver el final de esta.

No sabíais si aquello tenía tres plantas o treinta, lo único que podíais ver era que la torre atraía la maldad a la zona, las nubes giraban en torno a ella, en remolinos concéntricos y de vez en cuando soltaban relámpagos, bolas de fuego o bloques de hielo que salían disparados hacia los alrededores.

Las criaturas de la zona habían huido, no quedaba por allí ningún ser vivo, salvo las plantas que no podían caminar o algún que otro druida que se estaba sacrificando por ayudar a los seres vivos que quedaban por allí.

Habíais recorrido cientos de millas para poder llegar hasta donde estáis y ahora lo habéis conseguido. Y por las pintas no estáis solos, otros tantos compañeros se han unido en lo que parece la misma misión.

Destruir la torre del destino final.

Os vais acercando a la torre cuando una extraña sensación os recorre el cuerpo, parece que aquella zona está llena de poder mágico, ya sea arcano o divino sentís en vuestro interior como si la magia os rodease.

Desde dónde estáis podéis observar un foso entorno a la torre, tan solo dos de las cuatro entradas tienen un puente levadizo que además está bajado.

Las puertas están situadas en los propios puntos cardinales, las únicas que tienen un puente levadizo son la del norte y el sur. Pero nada os impide ir nadando para alcanzar las puertas este u oeste. Nada os lo impide, o eso pensáis.

En una de las entradas, en la del norte un grupo parece estar tratando de cruzar el puente pero se ven asediadas por un grupo de unas extrañas criaturas aladas, pequeñas y parecidas a pequeños diablillos. Parece que las superan en número y a simple vista el combate debería estar ganado. 

Puedes tratar de ayudarles o bien acceder por otro lugar a la torre algo más despejado.

Falcon hace un doble arco con su espada, dispuesto a destrozar a las gargolas que estaban en su camino.

"Bien, una menos" - pensé al irse una de las criaturas. Entonces ataqué a otra junto con Rosenight.

Para lograr tener una mejor posición tomo un impulso y salto por encima del grupo y enemigos con un salto mortal doy un par de patadas. Caigo luego de mi acrobacia quedando al otro lado de los diablillos, aprovecho mi cercanía y que tengo al diablillo de espaldas y me lanzo a apresarlo por detrás. Intento sostenerle el cuerpo con mis brazos para inmovilizarlo. 

-Ojala tuviera la fuerza suficiente para despedazarlo de un apretón- Pienso al lanzarme a apresar a la criatura

Viendo que Drainee no parece ser consciente de sus propias heridas en medio del fiero combate, el elfo siente una punzada de pánico al pensar en que una congénere suya puede ser la primera en caer si no actúa de inmediato. Kramoris se posiciona a su espalda y usando la lengua de sus parientes lejanos, aunque sea con un marcado acento le habla.

Tras esto la palma de su mano luce de un tenue brillo verduzco y a su tacto las heridas de ella cierran un poco.