Partida Rol por web

Mal...- justo en el momento en que se disponía a decirle que quizás no era buena idea, lanza su aliento- bueno, ya nada.

Cuando terminó de calcinar la puerta, me acerqué a ella.

Dejad que intente abrirla. Los poderes de la torre... Bueno, da igual

Me acerqué a la puerta y tomé el pomo. Cerré los ojos. No sabía muy bien qué hacer, nunca había utilizado la magia. Pero ella me envolvió. Sentí una llama en mi interior que se trasladó a mi mano para abrir la puerta

Urkk se revolvió inquieto y dio paso a los demas, que parecían tener alguna idea para abrir la puerta. No quería intentar hechrla abajo, eso ya lo había intentado en otras ocasiones y no siempre salía bien. Mucho menos si se trataban de puertas en casas de los debiluchos esos de toga y sombrero. Siempre sabían como llenar sus casas con sorpresas desagradables.

-Ete sembolo vimo en bitazon premarea. Premera en eta atora.- Dijo Urkk gesticulando en dirección a la habitación anterior. -Pode sa ota porta tena algo cun eta ota, pode tenor qui abre premero yi logo qui-

Mal lanzó su aliento de fuego sobre la puerta del cuadrado verde y ésta pareció tener un escudo mágico que la protegía. El aliento no llegaba a impactar sino que se difuminaba al entrar en contacto con la puerta.

De nada servía intentar aquel truco con ella. Después Seifer se acercó agarrando el pomo de la puerta. Notó la magia que tenía en su interior, la que llevaba varias horas rondando por dentro de su cuerpo. Se concentró y canalizó el poder de la torre en su mano. Después tomó el pomo de la puerta. Esperando que aquel conjuro capaz de abrir puertas mágicas selladas funcionara de algo tampoco sirvió.

Aquella puerta permanecería cerrada eternamente hasta que os disteis cuenta de algo. El pomo de la puerta parecía tener una cerradura cuadrada. Parecía que tendríais que encontrar alguna llave cuadrada para lograr abrir la puerta mágica.

Seifer se quedó pensando mientras miraba la cerradura.

Entre aquellos objetos mágicos que vimos antes... ¿No habrá ninguno que encaje aquí, verdad?

Stanley sacó los objetos y los volvió a examinarlos, esta vez para ver si había alguna similitud.

No tiene pinta

Pues entonces habrá que tomar otra dirección. Esta puerta parece que sólo se abrirá con cierto objeto que no tenemos

Urkk miraba impaciente en el centro de la habitación mientras los demás seguían discutiendo cosas sobre la puerta. Parecían no haberle entendido. Un poco impaciente sus voz creció aún mas ronca que de constumbre y con gran esfuerzo dijo

- ¡OTRA POERTA MESMO DIBUUUUJO. BITACION PRIMERRA. OTRAS POERTAS CON DIBUJOS. LLÍ POERTA CON CODRO VERDE!- y como dandose cuenta de su acaloramiento bajo el tono y giro sobre si mismo en dirección a la habitación anterior -Vamus-

Era esperable que la torre también estubiera protegida contra si misma para poder evitar que se descontrolaran las criaturas de su interior y pulularan libres por doquier.

Sin mediar palabra, retrocedo junto con Urkk hacia la sala con las tres puertas del inicio.

-Sí, sí, sí, te hemos oído Urkk, lo que pasa es que no te entendimos bien- le digo al compañero siguiéndolo aún algo molesto porque mi aliento no sirviera contra aquella puerta.- Ya vamos, ya vamos...

El guerrero asintió y siguió a Urkkk

Nuevamente os encontráis en la primera habitación de aquella planta. Habíais dejado atrás una habitación que tenía otra puerta, pero preferiste llegar a la sala de la escalera. 

Os habíais adentrado antes por la puerta que tenía el triángulo rojo. Ahora podíais seguir por la puerta del círculo amarillo - en dirección este- o bien por la del cuadrado verde - en dirección sur.

Urkk avanzó chocando con una de las sillas y tirándola al suelo con un pequeño estruendo. Se posó triunfal delante de la puerta del cuadro verde y señalando dijo en alto.

-Urrk dice quí porta mesmo debojo. Quei poerta. Pode nostro abremo ta porta aga qui sa ota porta abra tamben-

El orco esperó a los demas con una mirada satisfecha, mirando el cuadro verde. Y entonces decidió intentarlo el mismo. observando con precaución la puerta al pricipio y luego decidído giró el pomo.

Al pasar por la puerta que no habían abierto, Stanley se paró delante decidido abrirla. Después escuchó a Urkkk y como si despertase de un sueño volvió con el grupo.

Después volveremos para abrirte.- pensó mientras se preparaba cuando vio que Urkk abría la puerta

Y que no le entiendo, oye.. pensé abrumado ante las palabras de Urkk.

Por esa puerta, supongo, ¿no? Está bien dije acercándome ¿Ya habéis pasado por aquí antes?

Sólo por la que hemos venido, ni por esta ni por la otra hemos entrado todavía.- el guerrero se dispuso a entrar tras Urkk

-Estoy detrás de ti, Urkk- digo arrugando la nariz por el olor del orco,- intenta no matarme con esas cadenas tuyas- y le palmeo un hombro.

Entro tras mi compañero por la puerta del cuadrado verde.

Tras la puerta del cuadro verde había una extraña habitación, aquel lugar parecía la sala de alguna mascota, había algunos comederos, pieles en el suelo y restos de comida se extendían por el lugar. Cuando os adentráis todos a la espera de encontrar algo o alguien escucháis un chasquido seguido de un fuerte olor a azufre. 

Taponando la puerta se habían materializados dos criaturas idénticas:

Estas criaturas tienen la apariencia de un perro grande y de constitución fuerte, con un pelo corto de color rojo óxido; sus manchas, dientes y lenguas son negros como el hollín, y poseen unos ojos rojizos y brillantes.

Stanley agarró con fuerza su arma e invocó sus poderes arcanos.

Criaturas, volver al infierno del que habéis salido dije al tiempo que me lanzaba contra una de ellas