Partida Rol por web

Die Glocke

El nombre de la guerra (Escena IV)

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10/12/2017, 19:45
Director

Con sus últimas palabras, el príncipe desenvainó la espada, que refulgió como si poseyera una energía antinatural. Fegelein, al borde del desmayo a causa de la hipoxia, disparó contra él a la máxima potencia del arma. El arco eléctrico interfirió con su escudo defensivo, y tras varios chispazos el casco/trono comenzó a sobrecalentarse y tuvo que quitárselo con una mano, como si le escociera. El campo de fuerza parpadeó antes de desaparecer.

Fue en ese momento cuando Nidhogg saltó sobre el príncipe, pero éste la esquivó con agilidad, dándole después una patada que la lanzó al otro extremo de la habitación. Hagall trató de alcanzar un arma de fuego, pero el príncipe se acercó a grandes zancadas, alzando el sable para atacar. Finalmente, echó mano de la panga, que era el arma que tenía más cerca, para detener el ataque in extremis.

-¡Venus es mío! -bramó el príncipe.

Al perder el casco, el ascenso de la ciudad se estabilizó, como si ésta hubiera dejado de recibir órdenes. Ninguno de sus compañeros iba a suponer una gran ayuda en esas circunstancias, no sin un suministro de oxígeno suplementario. Fegelein disparó otra vez, fallando, y ya no se arriesgó a disparar para no darle a ella.

Habría que resolver aquello al viejo estilo... cuerpo a cuerpo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Parar o Esquivar el golpe (Armas blancas o Esquivar). Dificultad 20+

Tirada de Armas Blancas para atacar

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10/12/2017, 20:36
Damien Krieg

Nos pondremos manos a la obra ya, necesito a varios grupos haciendo unas modificaciones, en los vehículos en los que vine, están algunas piezas, ya he hecho varias pruebas, tenemos que hacer que el campo de energía que desprende al estar en funcionamiento, tenga unas frecuencias determinadas.. - dice explicando a aquel hombre, mientras echa un rápido vistazo a la gente.

Luego se pone a hablar con el equipo en general..

Muchos me habéis conocido en persona, hace años, cuando trabajábamos en un proyecto común, que acabo de la manera en que os llevo a todos aquí, tuvisteis que sobrevivir como podíais, con la idea de que jamás podréis ver a viejos conocidos, la familia, amigos, ahora estamos todos aquí, algunos conocen mi nombre, mi persona, algunos con miedo, otros con respeto, pero ahora, lo que vamos hacer, es algo grande, vamos a transformar esta ciudad no en el vehículo planetario que ya es, sino en un arma, capaz de inutilizar al enemigo y tendremos que hacerlo en tiempo récord, lograremos transformar en un juicio y verdugo , capaz de inutilizar las armas que cree, los vehículos que cree, todo el armamento que he hecho en el tiempo que estoy aquí, todos los meses de trabajo, pero lo hacemos con una idea, ser los que decidan el destino de este planeta...- dice en un tono potente y claro.

La Guerra por Venus ha empezado, el enemigo que tenemos, no son los señores Nuaki que ya conocéis, va a ser el ejército Alemán, liderados por gente, que solo quieren una raza , la suya, todos los demás para ellos son inferiores, van a tener toda mi tecnología, van a tener aliados de gente que respetábais y teníais miedo, va a ser una cruenta Guerra, como jamás la habéis visto, pero, lo que no se esperan, es que lo que vamos a crear, anulara todo el trabajo que he hecho, no dispondrán de la ventaja tecnológica que he creado en el tiempo que estoy aquí, vamos a enseñarles, que no somos inferiores, que no nos vamos a dejar pisotear , vamos a hacer historia, vamos a dejar un nombre en este planeta, que nunca jamas olvidaran las generaciones posteriores, vamos a crear Jormüngand... - el tono inspira confianza y admiración.

¿ y que es Jormüngand ?, os preguntaréis, va a ser lo que vamos a crear ahora mismo en esta ciudad, aprovechando la tecnología, nuestro trabajo, sudor y sangre, vamos a crear nuestro futuro, nuestra salvación y necesitaré la ayuda de todos... - dice mirando a cada uno de los presentes, indicando con la mano.

Luego mira sonriendo a todos, choca las palmas de las manos..

Así que manos a la obra, hacer que me sienta orgulloso de cada uno de vosotros... ¡¡¡ EN MARCHA !!!- dice con seriedad, resaltando en un tono fuerte y claro la ultimas palabras.

 

Notas de juego

La idea es usar el tamaño de la ciudad aprovechando la tecnología y todo, para que pueda moverse con mejor eficacia, para en un determinado momento, activar un sistema de frecuencias electromagnéticas, que activen los sistemas Margot, que ha creado como pequeñas sorpresas en cada una de las armas , vehículos y proyectos que ha hecho.

Aprovechara los escudos de energía personales, de los Nuaki que se cargó Margot, durante la reunión [ si los tenemos, claro ], para reforzar con esos escudos las zonas donde sabe Krieg que primero atacaran o dispararan, para tener algo de resistencia por un tiempo.

Luego si la ciudad, dispone de un sistema de armas, de defensa y ataque, mirará de mejorarlo Krieg

Habría intentado un viaje espacio-tiempo, en el momento antes de que atacaran la ciudad donde esta Hagall y compañia, para destruir los bombarderos y acto seguido , ir a por la base de la antártida que fijo que ya estará en el planeta.

Pero, como no se si sera eso posible, vamos a por Kammler.

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10/12/2017, 22:31
Helmut Bernstein

Bernstein estaba disfrutando como un niño, aunque había algo más detrás de aquella ilusión genuina por experimentar la llamada de las estrellas, y la tan comentada gravedad cero hipotética de las aulas. Sentía un extraño desasosiego místico. Siempre había creído que las estrellas no eran más que una barrera material del mundo sutil, una especie de representación física del mundus imaginalis, pero... Si la podía experimentar. Si podía tocar el cielo sideral con las manos, ¿qué quedaba? ¿Qué tenía?

Sonrió. Sí. En realidad no tenía nada. El mundo daimónico seguía allí con sus sorpresas. Esquivo ante lo racional. Descubrirían siempre nuevas maravillas que les mantendría un paso por detrás de aquello que buscaban. Siempre burlándose de sus egos científicos, pero no dejaba de ser una burla divertida, como invitándole a seguir. La búsqueda de las estrellas era la misma que el descenso hacia los pozos de su ser.

Un aviso le sacó de sus ensoñaciones. La ciudad subía.

¿Qué? ¿Cómo? Oh, diablos, claro. A alguien ya se le había ocurrido antes la idea de la colonia flotante, por supuesto.

No dejaba de ser un pinchazo a su ego, pero en un día como aquel, su ego estaba anestesiado.

Calculen trayectoria de la ciudad, su impulso. Ordenó, intentando ocupar una cónsola para estudiar los datos y teclear él mismo las variantes.

¿Es posible toda una ciudad viajando por las estrellas? Supongo que sí, pero si fuera así, no desperdiciaría ese portento en tierra. Debe de ser una especie de mecanismo de emergencia.

Vamos a buscar una ruta de aproximación, preparen un canal de comunicación con la ciudad. Y cuidado con las armas defensivas que puedan tener.

El rescate se estaba complicando. A esa altura no había oxígeno. Debían de tener algún sistema de aislamiento. Una cúpula, o bien las viviendas estaban preparadas para aquella contingencia. O bien búnkeres. Eso sería lo más razonable, aunque con las fantasías nuakis la forma de pensar terrestre quedaba desfasada.

Análisis de la situación, para ya. 

Ordenó, mientras tecleaba frenético.

 

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11/12/2017, 11:05
Hans Topf

Él había sido montañero y sabía que a partir de ciertas alturas respirar era complicado. A 10.000.- sería imposible sin los equipos adecuados.Vigilaba a los soldados. Se había puesto en pie y con un gesto les indicó que descansaran. - Tranquilos, ya llegará el momento de movernos. Era como la indicación de que la disciplina ahora estaba fuera de lugar. Ahora era el momento de dormir y descansar. 

Eso de que una ciudad, con un gran acorazado, se pusiera a volar no era algo que aún pudiera comprender, pero ya no le sorprendía. Se acercó a los científicos: - Pena de no tener equipos de respiración y blindajes personales. Se veía como caballeros que podían asaltar de lugar en lugar, como los famosos "marines", pero a estas alturas, en cualquier parte. - Ya que si está volando, lo más fácil sería tomar el control de su puesto de pilotaje y pasaríamos no solo a controlar la situación, sino además, a ser los dueños de la ciudad, y todas sus vidas depender de nuestras decisiones, intereses o designios. Era un toque de atención para que los científicos empezaran a pensar en proyectos, que aunque de menor envergadura, podían ser tan o más decisivos que en los que estaban embarcados.

Con todo les propuso: - ¿No podían crear blindajes personales, para ayudar a las tropas a hacer su trabajo, con pequeños equipos de respiración, de comunicación y asistencia para moverlos? Se imaginaba, con el desarrollo de las guerras que había visto, que las armas tendían a ser cada vez más grandiosas. Enormes y creciendo. Esos "blindajes personales" se le estaban imaginando como un tanque controlado y tripulado por una sola persona. - Eso no sería operativo para entrar en los lugares a los que una persona puede ... acceder o pasar.

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11/12/2017, 13:24
Hagall Wirth

Nidhogg decidió unilateralmente dar el primer paso, algo que Hagall había querido evitar porque pasó lo que se esperaba, que la pobre criatura se llevara un buen golpe. Al menos no fue un tajo de espada. Sintió la patada como si se la hubieran dado a ella misma, había tenido a la kimlar en sus manos casi recién nacida ¿Cómo tenía la poca vergüenza de tratarla ahora así? “Se puede juzgar el corazón de un hombre por cómo trata a los animales”*. El dolor la aturdió haciendo que sorteara el primer ataque del príncipe más mal que bien pero no se paró a pensar, en esas situaciones actuaba instintivamente, así que en un acto reflejo desenvainó la panga e hizo un movimiento amplio. Si no le daba al menos serviría para apartarle un poco, el objetivo primordial de Hagall era hacerse con el casco y controlar la ciudad, o lo hacía rápido o todos los humanos abordo perecerían, y luego le cortaría la cabeza a Ajaka. Esa iba a ser la primera de la colección de cabezas con las que pensaba hacerse. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

*cita de Kant

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14/12/2017, 01:54
Director

Los científicos se pusieron manos a la obra, aunque todavía quedaban varios interrogantes flotando en el aire. ¿Atacarían solos la guarida del enemigo?, ¿No sería mejor coordinarse con las fuerzas de la colonia Sigfrido? De cualquier manera, y si así fuera. ¿No anularían al mismo tiempo la tecnología de sus aliados que la de sus enemigos? Sin toda aquella tecnología, sin los motores BK, las nuevas armas de energía y otros adelantos, estarían en inferioridad. Aún utilizando medios convencionales, con gasolina y balas, seguían teniendo la desventaja del número.

Pero era una buena idea. Si todo salía mal, si realmente lo necesitaban, planteando una batalla defensiva, anular las más avanzadas armas de su enemigo se convertiría en una ventaja. Así que se pusieron manos a la obra, a destajo, trabajando por turnos y descansando pocas horas del tirón. Producción de guerra, al estilo clásico. La gran pregunta era: ¿Llegarían a tiempo, para lo que fuera que pasara?

Notas de juego

Tirada de Técnico/Electromagnitud.

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14/12/2017, 02:02
Director

Debido a que era un vimana con capacidad espacial, la nave contaba con sumistro de oxígeno en forma de bombonas y tanques. Se había contemplado la posibilidad de realizar "actividad extravehicular", por lo que había un número reducido de máscaras con respirador y trajes presurizados que se asemejaban a los que utilizaban los pilotos del proyecto Amerika Bomber al tener hipóteticamente que manejar sus aparatos en vuelo desde la estratosfera. No era mucho, pero podría servir de manera puntual. Si ellos tenían el problema de la altitud, sin duda sus enemigos lo tendrían también.

La ciudad parecía haberse estabilizado en aquella altitud, pero se movía con bastante velocidad en dirección al ecuador del planeta. El descenso fue rápido, y pronto volvieron a sentir la fuerza de la gravedad. El paisaje, bellísimo, se sucedía entre cúmulos de nubes y un mar a sus pies. Y recortando, allá abajo, la silueta de la ciudad flotante, etérea.

-La ciudad parece descender, seis mil... cinco mil metros -informó el piloto.

El escudo de energía que la rodeaba había parecido perder fuerza, o desaparecer a simple vista. La ciudad mostraba estragos de un bombardeo intenso, y varios de sus barrios ardían. El palacio, que era la parte más elevada y visible de la ciudad, estaba intacto.

-Despegan varios interceptores Nuaki, y creo que no vienen a escoltarnos. Agárrense, será un descenso complicado.

Los pequeños vimanas monoplaza que contaban con armas de energía se disponían a impedirles el aterrizaje en palacio, pero el Haunebu venía provisto con varias torretas giratorias con cañones de energía. Habría que utilizarlos para defender el aterrizaje.

-¡Gente a las torretas!

Notas de juego

xD

Tirada de Tenacidad o Tenacidad + Armas automáticas para el que quiera disparar. Dificultad 15+

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14/12/2017, 02:16
Ajaka

Al perder el casco, su control sobre la ciudad se había interrumpido. Al estar situados a aquella altura, las máquinas que controlaban todo aquello se pusieron en "modo automático". La ciudad descendió hasta una altura que, aún siendo elevada, podía suministrar a los "pasajeros" el oxígeno suficiente para que se mantuvieran activos y conscientes: los cinco mil metros.

Mientras, la lucha proseguía. Los ataques de Ajaka, parados o esquivados por Hagall, eran fuertes y estaban llenos de odio. La energía que despedía esa espada hacía chispear su panga al contacto, y sin duda alguna la habría fundido como la mantequilla si el contacto hubiera sido prolongado. La hoja tenía algunas mellas, pero resistía. Fue cuando notaron el cambio de dirección de la ciudad que ella atacó y él esquivó por unos pocos centímetros. Sin embargo, el frenazo de la estructura hizo que ella se acercara a él más de la cuenta, y Ajaka quiso agarrarla por el cuello con la mano izquierda, para estrangularla, inmovilizarla o ambas cosas. Tuvo que apartarse cuando Nidhogg, ya recuperada, quiso echársele encima, pero él la esquivó, poniendo distancia entre ambos.

-Ésto es solo el principio. Volveremos para reclamar lo que es nuestro, destruiré tu mundo antes siquiera de que...

De repente, el príncipe se vio alcanzado por uno de aquellos arcos eléctricos, procedente del arma de Fegelein. Pero no pareció causar efecto alguno, debido a que la ropa que llevaba, ese especie de peto o armadura metálica, le aislaba de aquella clase de disparos.

-¿Eso es todo lo que sabéis hacer?

Sonaron dos disparos. Éstos, eran convencionales. Pólvora y plomo, procedentes de una luger. A espaldas del príncipe, Adeline, que había regresado, le había disparado sin miramientos. Las balas atravesaron la armadura, que no estaba diseñada para aquello. A pesar de su fuerza antinatural, le alcanzaron de pleno en la espalda y le perforaron un pulmón. El que se creía un dios dió un traspiés y se apoyó en una columna, alzando su arma, que comenzó a cargarse de energía como si fuera a emitirla de alguna manera.

- Tiradas (11)

Notas de juego

Vitalidad príncipe 20

  • 20 heridas ligeras
  • 40 heridas moderadas
  • 60 heridas graves
  • 80 moribundo
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14/12/2017, 09:22
Hans Topf

El capitán, al estar en pìé enseguida llegó a una torreta para hacer de artillero. Mientras allí se dirigía, empezó a impartir órdenes.

- Chicos, preparados para asalto. Fusileros, a las torretas.

No dudó en dispararle a aquellos "pajaritos". Dependía de este asalto la victoria o la muerte.

- Tiradas (1)
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14/12/2017, 11:11
Helmut Bernstein

Venían enemigos. En un primer momento sintió miedo. Se mordía los puños con ansiedad. Podían morir todos, ¡morirían todos! Y se destruiría aquella maravilla que pilotaban.

Ha sido hermoso ver la tierra desde el espacio... No. No era la Tierra. Es Venus. ¿Cómo será ver las estrellas? Tan cerca y tan lejos...

Quería ver las estrellas antes de morir. Y probar una de aquellas torretas de rayos... Nunca lo había hecho y tenía una oportunidad de hacerlo. No era belicista, pero destruir cacharros voladores no era lo mismo que clavarle un puñal en el cuello a alguien. Era más limpio. Más impersonal. Corrió hacia una torreta. Le iba la vida en ello.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si no me equivoco sería la base de tenacidad que es 7+ los dos 7 que saco en los dados, sumando 21. Si no es así corríjame, caballero.

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14/12/2017, 11:31
Damien Krieg

Krieg se puso de lleno en el trabajo de transformación de la ciudad, tenía que estar todo bien y estaba mas que nunca con su apodo de "Inquisidor", pero a diferencia de verlo malo la gente que trabajaba con él, la gente confiaba, al parecer muchos lo idolotraban y admiraban, por su trabajo y eficacia.

A los mas agotados les dejaba descansar , lo que no quería tampoco es que enfermaran o murieran, tenía ese punto de humanidad en ese sentido.

El trabajo fue muy intenso que nunca, aunque agotado prácticamente , se le veía una gran sonrisa, aquello de volver a trabajar, pasar horas de dormir  y centrarse en un trabajo bien hecho, lo tenía personalmente de buen humor, aunque ponía esa cara de perro, entre respeto o intimidar, de lo que tanto caracterizaban a Krieg.

Una vez hecho todo el trabajo, dio descanso a los científicos para estar con sus familias, ahora todo dependía de que iba hacer. Estaba claro que no podrían hacer un ataque conjunto con Sigfrido, parte de toda la tecnología que hizo, antes del gran golpe, tenia el sistema Margot, los únicos que tenían un sistema diferente, eran las últimas maquinas de guerra que creo, que es lo que había en el hangar 3 y pidió a Bernstein que se ocupara de eso.

Confiaba en Bernstein, Rommel , para que pudieran defender la Colonia de Sigfrido, pero ir allí para incrementar su número, al usar el proyecto Jormüngand, inutilizaría mucho de los vehículos y armamentos de Sigfrido, si querían hacer crecer su número, debían de tener un buen ejército.

Felicidades a todos... - dijo en un tono afable y patriarcal a todos los  trabajadores, científicos, que ayudaron...- Estoy muy orgulloso de todos...

Dio un pequeño discurso de agradecimiento, por el trabajo y profesionalidad de todos.

Una vez todos los preparativos hechos, fue hablar a solas con Margot, una vez asegurándose que no podían escucharlos,por micrófonos, escondites o a saber que..

Necesitamos un ejército, las modificaciones de la ciudad , inutilizarían gran de lo que he creado como armas o vehículos de Guerra en Sigfrido, pero, el príncipe posee un ejército, armamento y seguro que Hagall se las ingeniera para que se unan a nosotros, ves acertado ir en rescate de Rajpur, para que se incrementen nuestras fuerzas? - pregunta mirando con orgullo a su mujer, aun no podía creer de estar de nuevo a su lado y poder estar por fin con ella.

 

- Tiradas (1)
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14/12/2017, 13:04
Hans Topf

Notas de juego

PUES ENTONCES ... LA HE CAGADO.

 

¿Cómo era lo de las tiradas?

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14/12/2017, 17:41
Director

Notas de juego

La has hecho tu bien, Ertywert xD. Una cosa es la tirada de habilidad, donde el número de 1 a 5 designa la cantidad de dados d10 que se tira, a lo que se suma también la característica. En una tirada de característica solo se tira 1d10 y se suma el número de la misma.

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14/12/2017, 23:01
Helmut Bernstein
- Tiradas (1)

Notas de juego

Ooops... Ahora está bien. Ya me parecía muy pepino sin tener habilidad. Fallo. Sumo 10. 

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15/12/2017, 02:50
Hagall Wirth

El duelo comenzó con mal pie para ella literalmente y eso dio la voz cantante a Ajaka, sin embargo pese a la desventaja vibraba de excitación. Al fin un oponente digno. Había soñado con un combate así toda su vida, un combate singular como los de los poemas épicos, Aquiles y Pentesilea. El príncipe desde luego era un espectáculo glorioso, un titán, un coloso, la furia hecha carne, caga golpe de su espada la estremecía hasta el tuétano ¿Qué arma era esa? Había algo más que la fuerza de ese escultural cuerpo. Él era poderoso pero ella también, un humano normal no habría sido capaz de resistir semejante lluvia de ataques, a cada respiración Hagall entendía el alcance y origen de sus capacidades aunque no podía confiarse. Él era más alto, más fuerte, más nuaki al fin y al cabo. Empezó a preocuparse después de un rato sin poder ser lo suficientemente rápida como para dar la vuelta a la pelea, tenía que ser más rápida, jugar con su tamaño menor, porque de seguir así acabaría partiendo la panga.
Ajaka titubeó una milésima de segundo al notar el cambio de marcha de la nave y ella aprovechó para lanzar un ataque frontal que no le salió del todo bien por culpa de la inercia, aunque la cara asombrada del príncipe al notar la hoja del machete a un milímetro escaso del pecho fue digna de ver. En esa postura era vulnerable y su contrincante supo verlo, la agarró con tal fuerza del cuello que le robó aliento. Su talón de Aquiles. De no ser por Nidhogg la cosa podía haber acabado ahí, no le cupo duda de que solo con la mano era capaz de quebrar vértebras con la misma facilidad que rompía un huevo. La kimlar era fiera y decidida como su madre, cosa que demostró al abalanzarse en su defensa. Era el momento de volver a atacar
-…volveremos para reclamar lo que es nuestro, destruiré tu mundo…-
¿Hablar? La alemana sonrió mostrando los dientes como una fiera por el intento de desmoralizarla con palabrería, era signo de que el príncipe no las tenía todas consigo, no debía estar acostumbrado a que sus adversarios fueran a degüello y si algo temía un nuaki era la muerte. La verdadera sorpresa vino cuando Fegelein y Adeline atacaron conjuntamente ¡Estaban vivos y conscientes!
Ajaka se tambaleó incrédulo, o no entendiendo muy bien que pasaba, no estaba familiarizado con las armas de fuego ni con la derrota. Pero lo entendió. Se moría. Y pensaba morir matando o eso creyó intuir la sacerdotisa, por eso pese a estar impresionada por la escena (no todos los días se asiste a la caída de un dios)sacó su pistola y no dudó en disparar. Ya habían jugado un rato al florido estilo nuaki, ahora tocaba hacerlo con eficiencia alemana.

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17/12/2017, 10:56
Hans Topf
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Notas de juego

Pues entonces falta otro D10. Lo tiro ya.

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17/12/2017, 21:42
Director

Los artilleros comenzaron a disparar, aunque las naves enemigas se movían con gran rapidez, haciendo difícil acertar. Quizá en el futuro habría que mejorar aquellos sistemas de puntería, pero como a pesar de sus avances no habían caminado hacia la computerización, se hacía difícil el cálculo de la solución de disparo, debiendo actuar "a ojo" y guiándose por la estela que dejaba el arma propia al disparar.

A pesar de que no abatieron más que un par de aparatos, y que no fue gracias a los dos artilleros de excepción, sin duda resultó emocionante y ayudó a ahuyentar a los atacantes mientras se realizaba el aterrizaje en el patio de palacio. No eran los únicos que ocupaban aquel espacio. En la explanada, estaban los haunebu de la embajada, de los cuales solo uno permanecía sin destruir, y un gran vimana de transporte que parecía dispuesto a despegar. Una comitiva de Nuaki se retiraba protegidos por sus esclavos Anu, contra los que disparaban algunos alemanes desde la escalinata de acceso al gran palacio. Aquellos blancos, más estáticos, si serían fáciles de alcanzar.

-¡Enemigos al descubierto! -se dijo a través de la radio.

Ahora ellos eran la única esperanza de los que querían escapar. Simplemente, carecían en aquel momento de espacio suficiente en el único Haunebu II que permanecía operativo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Atacar al vimana enemigo: dificultad 6+

Atacar a los enemigos a pie: dificultad 7+

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17/12/2017, 21:56
Margot Krieg

El trabajo había sido arduo, y no estaba del todo convencido de la efectividad de todo aquello. Sin la ventaja de la tecnología, ellos solo podía aportar una masa abrumadora de fuerzas. Pero de momento, solo tenían a Halaf como aliados, y su ejército ya había sufrido bastantes pérdidas en la batalla Umad frente a las tropas de la colonia.

-Será difícil hacerse con el ejército del imperio. No creo que el príncipe ni su hermana se quieran aliar con vosotros. No obstante, ellos tienen las fuerzas más numerosas del planeta. Lo que yo te puedo dar en éste momento es una fuerza de 100.000 hombres a pie, la mayoría con armamento muy atrasado, y un centenar de vimanas entre los de transporte y los de ataque. No es mucho, pero se perdió a muchos hombres en el ataque a aquella colina, en Umad.

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17/12/2017, 22:04
Director

Ajaka intuyó el disparo y tuvo que ponerse a cubierto tras la columna. Eso provocó que su ataque, una honda de energía ciertamente destructiva, quedara muy alta y fallara, destruyendo aún así una de las columnas y parte del techo. Instintivamente, se pusieron a cubierto de la nube de escombros que cayó cerca de ellos, mientras Nidhogg perseguía al príncipe, que la confundió zigzagueando entre las columnas de aquella sala que bien habría podido llamarse hipóstila.

Ya recuperado de la hipoxia, Fegelein se unió a la persecución, aunque todavía algo aturdido quedó por detrás. ¿Huía, o quizá quería reunirse con su guardia? Sin escudo, necesitaba la protección de elementos arquitectónicos o cuerpos humanos dispuestos a protegerle. El caso es que era un gran atleta y corría mucho y bien, con lo que la persecución por la sala podía ser extenuante. Cuanto más se alejara, más difícil sería acertarle con las pistolas, dado que su alcance era limitado.

Adeline, que estaba más cerca de él, se interpuso en su camino y alzó la pistola. Sin embargo, el príncipe se agachó rápidamente evitando el disparo y, resbalando sobre el pavimento, la derribó provocándole una dolorosa caída. Ésto provocó un cierto retraso en su huida, suficiente para que ambos volvieran a tenerle a tiro. Quizá solo tuvieran una oportunidad para matarle, antes de que saliera de allí y se reuniera con legiones de guerreros dispuestos a dar su vida por él.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Dificultad para acertarle, 16+

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17/12/2017, 22:18
Helmut Bernstein

Durante el descenso fue pensando en métodos para mejorar la puntería. Haces de iones con carga magnética que se sintieran atraidos por los aparatos de metal, mejor cadencia de disparo con menos potencia...

Se acercaron a la superficie de la ciudad.

Helmut se sentía tentado de atacar a los hombrecillos, como hormigas, pero una voz en su interior le decía que aquello era una bajeza y que matar a gente no estaba bien. No era bueno para la entropía. Bueno, un poco sí, pero las guerras eran un exceso.

Disparó contra la gorda mole de metal y sonreía ocn satisfacción a medida que los proyectiles impactaban contra el aparato.

 

 

- Tiradas (1)