Partida Rol por web

Diez Negritos

{Capitulo II}

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06/04/2009, 03:35
Thomas Rogers

 Acomodo a todos los comensales alrededor de la mesa. Bajo un momento a la bodega y traigo un par de botellas de buenos caldos. Abro una de ellas y la vacio en el decantador de vino. Termino de colocar los últimos cubiertos, entro a la cocina un momento para ver que mi señora lo tenga todo controlado, y vuelvo al comedor para empezar a servir vino a quien lo deseo, y a atender cualquier otra petición.

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06/04/2009, 03:43
Anthony Marston

Tony Marston se sentó en un lateral de la mesa, en una situación centrada respecto a la longitud de la misma. Demandó al mayordomo degustar el vino, pero tal requerimiento más pareció un pretexto para hacer su continuada pregunta:

-Hum...Un excelente vino de una no menos excelente reserva -dijo al mayordomo después de degustarlo. -Y dígame...¿por fin se dignará a aparecer nuestro "magno" anfitrión? Si no es por una causa más que justificada me atrevería a decir que se trata de toda una descortesía por su parte el no aparecer haciendo acto de presencia ante sus invitados... -dijo al mayordomo observando la traslucidez del vino elevando la copa, esbozando su característica sonrisa.

 

 

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06/04/2009, 10:03
William Henry Blore

El señor Blore se acomodó cerca de uno de los extremos de la mesa y se preparó para degustar una cena que esperaba suculenta. Cuando el señor Rogers tuvo preparado el vino levantó su copa para indicarle que deseaba que le sirvieran. Cuando tuvo el vino en su copa lo paladeó tranquilamente y cuando estaba a punto de empezar a hablar se vio interrumpido por el señor Marston, lo cual le contrarió de momento, pero después, al ver que la pregunta que había hecho resultaba de su interés, se tranquilizó y esperó a ver cuál era la respuesta.

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06/04/2009, 12:13
Thomas Rogers

 Voy sirviendo a los invitados, echo la segunda botella para que se vaya oxigenando. 

 Vuestro anfitrión hará acto de presencia mañana, tenía asuntos importantes que tratar antes de venir a la isla. Me pidió que lo disculpara, que siente con todo su ser castigaros con esta espera. 

 Ethel, ya puede servir el primer plato.

 La señora de Rogers aparece por la puerta de la cocina empujando una mesita para servir cargada con platos en ellos podeis contemplar un délicado hojaldre, los más entendidos podrán apreciar el olor a marisco ya, acompañado de un revuelto de frutas y verduras de la zona. 

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06/04/2009, 12:22
Emily Brent

A pesar de mi primera impresión, la señorita Claymore resulta ser una joven bastante agradabvle. Aunque, con los tiempos que corren, mejor ser prudente y esperar a ver que sucede.

Cita :

Y...que la trae por acá, señora? si le pareció agradable su habitación?
 
-Soy amiga de la anfitriona. La casa me parece un poco ostentosa, si bien el cuarto si ha sido de mi agrada. ¿Y usted? ¿Qué la trae por aquí?.- pregunto relajando mi acostumbrado gresto agrio.
 
Saludo al resto de comensales con una ligera inclinación de cabeza.

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06/04/2009, 12:37
Ethel Rogers

Empiezo a servir el primer plato a los comensales, intentando que todo esté perfectamente presentado, Si me disculpa...voy emplatando delicadamente.

Voy fijandome uno a uno en los invitados, en sus actitudes, pocos parecen tener algo en común. Me parece un grupo distinguido pero demasiado diverso...que pueden tener en común todos ellos? Porque estaban ahi? Inteno sacarme tanta pregunta de la cabeza y termino de servir.

Me quedo en un rincón de la sala por si alguien necesita algo...

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06/04/2009, 18:31
Lawrence Wargrave

El juez Wargrave espera impaciente su ración de cena sentado en la mesa que los Rogers han preparado con tanto gusto. Mientras llega su turno va siguiendo en silencio las diferentes conversaciones intrascendentes que se desarrollan entre los invitados más por aburrimiento que por un verdadero interés e intenta discernir qué puede haber traído a cada uno de ellos a esta isla.

Cuando por fin se sirve su plato, Wargrave da las gracias, espera a que todos los comensales estén servidos y comienza a comer con devoción, paladeando cada simple bocado como si se tratase un verdadero y exótico manjar.

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06/04/2009, 18:55
Phillip Lombard

Como los demás invitados y comensales, tomo asiento, en el centro mas o menos de la mesa, al otro lado de la señorita Claythorne, donde tengo muy buena perspectiva de todo el mundo...
- Hola de nuevo señorita Claythorne, le digo con dulzura, con una amplia sonrisa y haciendo una pequeña reverencia mientras me siento a la vez...
Curioso grupo formamos, el problema es... ¿que pintamos todos nosotros aqui? me pregunto a mi mismo mientras observo como la atenta ama de llaves y su trabajor marido van sirviendo comida y vino respectivamente.
Acercandome un poco a la señorita Claythorne le comento en voz baja...
La verdad señortia que no tengo ni idea de quien puede ser nuestro anfitrión, pero lo que si se es que no es un don nadie, toda es isla, la mansión, el servicio... y sin embargo, alguien de su alcurnia y posición deberia tener previsto cualquier retraso... me parece extraño que no esté aquí con nosotros... supongo que algo muy importante ha debido de sucedecerle para tenernos todos aqui esperando durante todo un largo dia de espera...
Al acabar me separo un poco y me centro en la comida y en el vino... En fin, habra que disfrutar de esta velada, con exta deliciosa comida y exquisito vino... muchas gracias señor y señora Rogers..., termino diciendo ahora con voz normal...

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06/04/2009, 19:31
Vera Claythorne

Sentada en mi silla, observo cómo entran los caballeros y se ubican en las demás sillas, y luego veo a los señores Rogers servir una deliciosa cena, delicada y refinada como todo en la casa.

Cita :
 

¿Y usted? ¿Qué la trae por aquí?.-

 

Pues, la señora Owen me contrató como su secretaria. Estoy esperando su llegada para empezar a trabajar en lo que ella considere más urgente.

Luego veo al señor Lombard, que me saluda atentamente. Le respondo con igual cortesía.

Cita :
 

Hola de nuevo señorita Claythorne

Como se encuentra, señor Lombard? Ha sido placentera su estadía hasta ahora?

Cita :
 

La verdad señortia que no tengo ni idea de quien puede ser nuestro anfitrión, pero lo que si se es que no es un don nadie, toda es isla, la mansión, el servicio... y sin embargo, alguien de su alcurnia y posición deberia tener previsto cualquier retraso... me parece extraño que no esté aquí con nosotros... supongo que algo muy importante ha debido de sucedecerle para tenernos todos aqui esperando durante todo un largo dia de espera...

 

Yo tampoco se mucho de nuestros anfitriones, excepto lo que pudiera adivinarse por la exquisitez de la casa y lo apartado de la isla. Los señores Owen deben haber tenido una contrariedad muy urgente para hacernos esperar, y estoy segura que no lo pudieron prever y que lo lamentan de todo corazón.

Cuando me sirven mi plato, espero a que los demás estén servidos para decir: bon appetit, seguido de una sonrisa y una mirada a todos los comensales, para entonces empezar a comer tranquilamente tan deliciosa cena. Bebo lenta y moderadamente el vino, para finalizarlo al mismo tiempo que la comida.

Al acabarla, miro a los Rogers y les digo: Mis felicitaciones a la cocinera por tan deliciosa y exquisita cena, y al señor por tan oportuno y excelente servicio.

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07/04/2009, 10:12
William Henry Blore

Cuando me sirven el plato, agradezco a la cocinera con un "Gracias y con los demás empiezo a comer. La comida no me decepciona en absoluto siendo excelente, pero el ambiente es demasiado tranquilo para mi gusto, lo cual me pone melancólico.Mientras sigo comiendo me voy abstrayendo más y más en mis pensamientos sin prestar demasiada atención a lo que se dice en la mesa, que por lo demás parece totalmente intrascendente.

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15/04/2009, 10:18
Ethel Rogers

    Me siento muy halagada al ver el éxito de mi trabajo en la cocina, y las caras y comentarios de los comensales eran una gran propina, ese sentimiento del trabajo bien hecho me confortaba.

   Gracias caballeros, y damas...espero que los postres también sean de su agrado. Tas decir estas palabras, comienzo a servir un delicioso pudding, receta familiar. Si alguien desea champagne, el señor Rogers les servirá...

   Después se sirven los cafés y los licores....

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15/04/2009, 20:09
Vera Claythorne

Tomo el tenedor para postres y pruebo un bocado del pudding. Mmm, que delicia! digo tras haber consumido adecuadamente el bocadito. Señora Rogers, es usted una excelente cocinera. La felicito de todo corazón. Muchas gracias por su excelente atención, señores Rogers

Una sonrisa sale de mis labios. Hacía mucho, pero mucho tiempo que no probaba algo tan delicioso.

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16/04/2009, 00:24
Anthony Marston

Durante la cena, Tony Marston no dirige palabra alguna, tan sólo reparte fingidas y elaboradas sonrisas a los "elaborados" comentarios de los demás invitados <<Ni siquiera hay chicas espectaculares...¡Viva la diversión!>>. Tras acabar de cenar casi a la velocidad del rayo, se dirige a los demás comensales:

- Damas, caballeros... Si me disculpan, voy a la sala de juegos a asegurarme de que el licor siga tan exhuberante como antes.

 

Dicho esto, se levanta sin esperar aprobaciones de nadie hacia la sala de juegos. Al salir del salón, cierra la puerta tras de sí.

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16/04/2009, 03:26
Thomas Rogers

 Sigo con el segundo plato, retiro el servicio del Señor Anthony. Sonría a Ethel cuando me cruzo con ella. 

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16/04/2009, 06:30
Director

odos los invitados estaban encantados de la vida, después de la copiosa y exquisita cena. Las agujas del reloj señalaban las nueve y veinte. En el salón reinaba un silencio... un silencio de confortable beatitud.
En medio de este silencio se oyó una voz... inesperada, sobrenatural:

«Señoras y caballeros. Silencio por favor.»

Todos se sobresaltaron, se observaron unos a otros y escudriñaron las paredes. ¿Quién había hablado?
La voz continuó alta y clara:

«Os acuso de los siguientes crímenes:
»Edward George Armstrong, usted causó la muerte a Luisa Mary Glees el 14 de marzo de 1925.
»Emily Caroline Brent, es responsable de la muerte de Beatryz Taylor el 5 de noviembre de 1931.
»John Gordon MacArthur, usted envió a la muerte con la mayor sangre fría al amante de su mujer, Arthur Richmond, el 4 de enero de 1917.
»William Henry Blove: es usted causante de la muerte de James Stephen Landor el 10 de octubre de 1928.
»Vera Elisabeth Claythorne, el 11 de agosto de 1933 mató usted a Cyril Oglive Hamilton.
»Philip Lombard, en el mes de febrero de 1932 llevó a la muerte a veintiún hombres miembros de una tribu de África Oriental.
»Anthony James Marston, el 14 de noviembre último mató a John y Lucy Combes.
«Tomas Rogers y Ethel Rogers, el 6 de mayo de 1929 dejaron morir a Jennifer Brady.
»Lawrence John Wargrave, el 10 de junio de 1934 condujo a la muerte a Edward Seton.
»Acusados:
»¿Tienen ustedes algo que alegar en su defensa?»


La voz acusadora se calló.
Después de un instante de silencio absoluto se oyó el ruido de una vajilla; a Rogers se le cayó de las manos la bandeja con el servicio del café. En este mismo momento les llegó del vestíbulo un grito y el ruido de una caída.
Lombard fue el primero en levantarse y corrió hacia la puerta, al abrirla se encontró con mistress Rogers tendida en el suelo.
Lombard llamó a Marston en su ayuda. Entre los dos levantaron a la mujer y la llevaron al salón.
El doctor intervino, auxilió a los que traían a la sirvienta para tenderla en el sofá y se inclinó para examinarla.
No es nada —anunció—. Un simple desvanecimiento; volverá en sí de un instante a otro.
Vaya a buscar coñac, Rogers —dijo mister Lombard.
El criado, con el semblante lívido y temblorosas las manos, salió rápidamente de la estancia.
Vera gritó:
¿Quién hablaba? ¿Dónde se oculta esa voz? Habría jurado...
El general MacArthur balbució:
Pero ¿qué pasa aquí? ¿Qué broma de tan mal gusto es ésta?
Sus manos temblaban, sus espaldas se doblaron y de repente pareció envejecer diez años.
Blove secóse el sudor de la cara con el pañuelo. Sólo el juez Wargrave y miss Brent quedaron impasibles en apariencia. El busto erguido y la cabeza alta, Emily Brent tenía los pómulos sonrojados. El magistrado conservaba su actitud acostumbrada, con la cabeza gacha. Con una mano se rascaba suavemente la oreja. Sólo sus ojos se movían. Su mirada, perpleja y brillante de inteligencia husmeaba todos los rincones del salón.
Viendo al doctor ocupado con la mujer desvanecida, Lombard tomó la iniciativa de responder a las preguntas formuladas por Vera y el general.
Esa voz parecía venir desde la habitación en que estamos.
—Pero ¿quién hablaba? ¿Quién? ¡Desde luego ninguno de nosotros!
—exclamó Vera.
Lo mismo que el juez, Lombard recorría con la mirada todos los rincones de la habitación. Su mirada se posó en el ventanal y movió la cabeza dudando. De repente sus ojos brillaron y con paso rápido se dirigió hacia una puerta cercana a la chimenea que daba a la estancia contigua.
Abrió la puerta bruscamente y lanzó una viva exclamación:
Esta vez lo encontré.
Los demás se unieron inmediatamente, sólo miss Brent se quedó sentada en la butaca.
En aquella habitación había una mesa arrimada a la pared que daba a la sala. Sobre la mesa había un gramófono de un modelo antiquísimo con una gran bocina pegada al muro. Lombard desarmó el aparato y señaló dos o tres agujeros casi imperceptibles horadados en el tabique.
Volvió a colocar el gramófono en su sitio; fijó la aguja sobre el disco e inmediatamente escucharon de nuevo:
«Os acuso de los crímenes siguientes.»
—¡Pare, pare! ¡Esto es horrible! —exclamó Vera.

 

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16/04/2009, 13:17
Anthony Marston

Lívido. Así quedó su semblante. Se pasó las manos por su cabello y consiguió volver en sí tras el descubimiento del señor Lombard, aunque parecía pensativo, una sombra de congoja se apoderaba de su ser. ¿Esto era algún tipo de broma de mal gusto...o la pura verdad? Él sabía la respuesta.

-Me largo de aquí. Esto es una casa de locos. ¿Qué clase de fiesta es ésta? No he venido hasta este rincón abandonado del mundo para que algún chalado se grabe diciendo tonterías y me haga perder el tiempo de esta manera - dice.

 

Dicho esto, lanza una mirada significativa al señor Lombard, como si estuviese a punto de decirle algo, pero calla, esbozando su tan característica sonrisa fanfarrona.

<<Viejo zorro...>> piensa.

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16/04/2009, 15:54
General MacArthur

Una losa cae sobre mi conciencia cuando escucho mi nombre unido al de Richmond. Yo... yo... ¡yo no me merecía esta deshonra! Y menos ante todos estos desconocidos... Me levanto y empiezo a andar despacio y mirando al suelo como si hubiera sonado un disparo en mi oído: completamente aturdido.

Tras observar el gramófono culpable de la confesión vuelvo a pasear por la habitación, perdido, sin otra cosa en la cabeza que recuerdos y más recuerdos que me van acosando todavía más de lo que ya lo hacían habitualmente. Me dirijo hasta una de las paredes y empiezo a mirar una de las pinturas, como si no hubiera pasado nada aunque escuchando lo que pasaba.

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16/04/2009, 18:49
Emily Brent

Me aferro con fuerza a los reposabrazos de la butaca apretádolos con todas mis fuerzas. Después de toda una cena juzgando a los comensales, me veo sufriendo lo mismo en mis carnes.

Imágenes que nunca deberían haber vuelto se cruzan por mi mente, haciéndome cerrar los ojos. Pero las escenas no están en el cuarto, si no en mi mente, huir de ellas así no tiene sentido. Abro de nuevo los ojos y me centro en respirar. No quiero ser como la pusilánime de la señora Rogers y desmayarme. Vuelvo a la normalidad poco a poco. Mi alma está en paz con Dios, he cumplido mi penitencia. El pasado pasado está.

Me levanto caminando de forma tan recia y orgullosa como siempre.

-Solo el señor juzgará y purgará nuestros pecados.- exclamo citando al libro sagrado.-esta broma de mal gusto merece una explicación, y espero que nuestro anfitrión llegue pronto para dárnosla.

Me mantengo en pié en medio de la sala, con la cabeza en alto.

 

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16/04/2009, 19:17
Vera Claythorne

Vera volvió a su silla y se dejó caer en ella, casi sin fuerzas. A su mente volvían recuerdos que ella creía haber dejado atras hacía mucho. Yo ya pagué por eso...ya respondí por lo que pasó. Y yo no lo hice...y Hugo...oh, esto no debería estarme pasando! que mala broma es esta? Tendré que hablar en persona con la Señora Owen, para que exija a su marido explicación conveniente a esta situación. No es justo!

Cerró los ojos, y se esforzó en pensar en otra cosa, lo que fuera, con tal de distraer su mente de esta horrible situación. Al fin se hallaba el punto que tenían en común tan dispares invitados

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17/04/2009, 10:12
Ethel Rogers

   Que ha ocurrido? Que es esto? Una broma de mal gusto? No podía creer que de me acusara delante de tanta gente, que además no conocía....Me voy, yo me voy de aqui...me levanto medio mareada y salgo del salón, necesito respirar aire, volver a la realidad, creer que simnplemente ha sido una peasadilla...