Marcel no te ha visto venir, y se gira no sin cierta sorpresa.
- Eh... ¿Sí?
Es fácilmente localizable.
- ¿Marcel, verdad? - me acerco amistosamente hacia el celador. Cuando ya estoy a escasa distancia de éste, me decido a hablar con él, en voz baja, discreta.
-No quiero molestarle, pero es que hace un momento me ha dado la sensación de que quería decirnos algo, pero la presencia del buen doctor le ha reprimido de ello- acompaño mi comentario con una sonrisa amigable.
-Le prometo que no le meteremos en ningún lío. Será solo entre usted y yo- hago un gesto con la mano, señalando primero a éste y luego a mí.
-Es importante- digo algo más serio.
Miro a los demás, por si alguien más se anima a hablar. Decido seguir tirando un poco más de la lengua al doctor, al menos hasta que Leroy regrese.
-La verdad, esperábamos encontrar algunas respuestas aquí, pero considero que la visita no ha sido en balde. Nos ha permitido conocerle, y conocer también un poco de esta magnífica institución... He frecuentado poco hospitales como este, y mi curiosidad es fuerte... ¿sería posible visitar las instalaciones? Sin ánimo de perjudicar a los pacientes, por supuesto.
Quería saber hasta qué punto nos quería fuera de ese lugar.
Antes de intervenir narrativamente, ¿puedo usar Evaluar Sinceridad para ver si el hombre miente?