Partida Rol por web

Bryan se pone en marcha en cuanto el resto toman la iniciativa. Va a la espalda de sus compañeras, con la mirada clavada en el frente asomando por encima de las cabezas de ellas y expresión de irremediable aburrimiento.

Al llegar hasta la peculiar sala se mantiene en el umbral junto a Elena y, apoyado en la pared del pasillo con su hombro derecho, observa la escena sin aportar nada a la misma.

Yumina acciona la palanca que se supone que accionará y abrirá el tercer candado, la palanca vuelve al sitio mientras escuchais ya los sonidos típicos de los engranajes al moverse, pero esta vez  el suelo tiembla con fuerza y escuchais el sonido estrepitente de algo muy pesado moverse a lo lejos...y luego el silencio....o eso parecia.

Un grito extremadamente agudo resuena por toda la torre un grito que os hace estremeceros completamente mientras la torre experimenta un sutil cambio, tan sutil que no os habeis dado cuenta y es que poco a poco la tranquilidad de las salas se os antoja ahora escalofriante, como sí el grito os hubiera inducido una especie de miedo y la sensación de que no estais solos...como si "algo", sea lo que sea, os estuviera vigilando....quizas...y solo quizas ese algo es lo que provocó la muerte de vuestro compañero....

- ¿Qué... Qué... Qué fue eso?

Sin duda lo que había en la sala de los candados no era nada agradable... De todas maneras... ¿Quién encierra una bestia y coloca palancas para soltarla?

- Debemos volver... ¿no? Nuestro objetivo es conseguir el cáliz... De manera que... ¿Subimos? ¿O nos enfrentamos a esa cosa?

Digan lo que digan mis compañeros, me doy la vuelta e intento estar atenta a cualquier cosa que se mueva.

-SUBIMOS!!!- Digo cubriéndome los oídos con las manos y apretando fuerte los dientes. No me gusta para nada esto, desearía estar en mi habitación con una gran taza de café con leche y mis lecturas... -No quiero quedarme aquí ni un segundo más!!

-Bueno, la verdad, lo mas probable es que nos lo encontraremos por el camino asi que creo que dara lo mismo-con una tranquilidad bastante molesta, empiezo a avanzar por el pasillo con las manos apoyadas detras de mi cabeza-Y no te vuelvo a dejar tocar nada Yumina, que para una palanca que tocas, lo que acabas de conseguir-me rio un poco, pues ya me imaginaba que algo asi sucederia y por eso no quise tirar yo de la palanca

Bryan echa un vistazo a su alrededor, sin moverse del sitio, en cuanto las paredes comienzan a temblar. Parece estar a punto de decir algo cuando el agudo aullido le interrumpe, momento en el que aprieta los dientes, le dedica una mirada de odio al fondo del pasillo y se urga el oido afectado con el meñique. Una vez el sonido cesa, vuelve a adoptar el gesto inicial para reanudar su aportación.

Si tuvierais una guarida que oculta un tesoro que debeis proteger de los intrusos, ¿Dónde pondríais el bicho enorme que come gente y por el que llevais años comprando vacas viejas para que no muera de hambre? -La pregunta era tan concreta que probablemente estuviera haciendo referencia a alguna situación afrontada anteriormente.

- Sí... Volvamos...

Siguiendo a mis compañeros, y atenta a cualquier cosa, vuelvo a la habitación de los candados.

Regresais a la "sala principal" donde podeis ver que las  puertas han sido abiertas relevando una  estancia, esta es similar a una pequeña capilla, una hilera de bancos a ambos lados , el fondo de la estancia es circular y hay un altar donde se yergue una estatua de un hombre, está hecha por completo de marmol blanco y despide una extraña aureola que os relaja y alivia las tensiones.

Esta medirá unos 3 metros y está bastante bien labradas de tal manera que permite ver hasta las mínimas líneas de  expresión en el rostro lleno de serenidad.

A los pies de la estatua hay una plataforma que se eleva y sobre ella hay un objeto hecho de piedra negra...

¿Qué?... ¿Qué es eso?... ¿Y esa estatua?

Has estudiado los libros de la biblioteca y reconoces que en uno de los libros más antiguos estaba una imagen igual a la estatua, se trata de el Beryl Uriel, apodado " El espiritu de la libertad" ( basicamente sabes todo lo que pone en el  Core)

En cunato al objeto a sus pies, es un artefacto magico con alguna clase de escudo protector, sin embargo, ahora mismo se encuentra "agotado" y no parece que una simple transmisión de Zeon sirva para activarlo de nuevo.

Aunque lo que más te llama la atención es el aura de la estatua y el mero hecho que todos podais verlas, no parece para nada un hechizo, sino más bien una impronta de algo que estuvo alli, algo sin duda con un DESCOMUNAL poder existencial capaz de dejar ese rastro en ella.

Bryan entra el último en la sala, manteniendo esa expresión decepcionada provocada por toparse con otra sala blanca más en lugar del ejercicio de calentamiento que aquel aullido le hizo imaginarse. Si la misión finaliza con éxito, tal vez le pregunte a su superior a qué se ha debido el radical cambio en la naturaleza de sus cometidos… puede que intente diversificar sus competencias o algo así… este Kisidan.

Espero que el dueño de este sitio despidiera a quien fuera que pagó para decorarlo… conozco a algunos de los tipos más racistas de Arkangel y podría jurar que a ninguno de ellos le gusta el blanco tanto como a este… -dice mirando a su alrededor desde la entrada, hasta detener su vista en el extraño objeto negro- Seguro que esa cosa no la puso él.

Observo con detenimiento el objeto.

- Está descargado... - Digo mientras me acerco y lo cojo. - No tengo claro qué eso... Pero parece que necesita grandes dosis de Zeon para ponerse en funcionamiento... ¿Vosotras sabéis lo que es? - Pregunto mirando a mis compañeras. - Y en cuanto a la estatua... Parece ser del Beryl Uriel... Aunque la luz que desprende es rara... Como si hubiera estado muy conectado a él... No sé...

Miro el objeto que trae Elena en su mano, la miro a ella, y niego con la cabeza. -Como saber... bueno, es un poliedro de veinticuatro caras. O bien, dos tetraedros superpuestos.- No, eso no ayuda.
Observo ahora la estatua rara. -Uriel... Uriel no es acaso el único Beryl hombre? En su naturaleza de llevar la contra al universo, hasta en eso, jaja.- Río un poco. -Sí que es un Beryl interesante.

Es un artefacto magico con alguna clase de escudo protector, sin embargo, ahora mismo se encuentra "agotado" y no parece que una simple transmisión de Zeon sirva para activarlo de nuevo.

Elena coge el objeto sin problemas, al instante el pedestal donde estaba sujeto se hunde en la tierra, aunque nada más ocurre; por otro lado la sensación de relajación va en aumento y comenzais a tener sueño, no se tratad e un sueño "mágico" sino más bien como sí os arropará como una manta caliente, eliminando tensiones...