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Dioses en extinción: Los ultimos favores divinos

{ 1.4 } Los Hijos de la Maldición

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29/05/2013, 21:13
Director
Sólo para el director

{{ Mensaje en blanco por si acaso }}

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29/05/2013, 21:14
Director
Sólo para el director

{{ Mensaje en blanco por si acaso }}

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27/06/2013, 12:46
Director

El viaje comenzó sin problemas, a pleno día conforme el sol ascendía en su recorrido por el cielo grisáceo de aquel extraño y desolador verano. Mientras el transporte traqueteaba y se bamboleaba por los caminos de vuelta a aquella lejana provincia de la que habían partido, los ocupantes no quitaban ojo a Diego, que aun, pese a las circunstancias, era un extraño en aquel grupo. Los dueños de aquel transporte alquilado no dijeron nada a cerca del bulto que transportaban, o del nuevo pasajero que no había llegado con ellos y que ahora descansaba dentro del carruaje.

Tanto el conductor como el hombre de seguridad que lo acompañaba, decidieron que aquellos hombres parecían suficientemente peligrosos como para no tentar a la suerte con cháchara vacía, y recorrieron la mayor parte del camino en un riguroso silencio. Los caminos por su parte se vieron inusualmente vacíos para aquella época del año, y en su recorrido, encontraron restos que indicaban altercados, asaltos, o accidentes. Una carreta volcada aquí, un esqueleto con un par de flechas ahí, maletas esparcidas...

El viaje era largo, aproximadamente dijeron los encargados, duraría tres días. Prácticamente lo que les había costado llegar hasta ahí. Pararon en las escasas posadas que había aun abiertas por los caminos, descansando y aprovisionándose para el viaje. Durante ese tiempo cuidaron sus heridas y se aseguraron de mantenerse aseados y limpios, cosa que no habían podido hacer desde hacía ya algún tiempo. Tenían una cita dentro de poco, y más valía estar preparados.

Era el tercer día de viaje, y la carreta avanzaba lentamente por un camino rural en el que se veían las rodadas de los carros bien marcadas. Al anochecer habremos llegado señores... Dijo el conductor hablando alto para que los del interior le oyeran. Berger, siempre en su montura, lo seguía de cerca. ...Pero ahora toca hacer una parada. Hay que regar las plantas. La carreta paró con una sacudida y relinchos de caballos mientras el conductor y su acompañante bajaban y se desabrochaban los calzones para rociar con una larga meada las plantas del camino.

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27/06/2013, 14:49
Volker Hammet

Volker se aseguró de que los mercenarios estaban solos, antes de abrir la boca. El cochero y el guardaespaldas se habían alejado un poco para hacer sus necesidades.

- Veamos, dado que llegaremos en breve, creo que deberíamos pagarles las veinte coronas restantes y quitarnos problemas de encima. Además, cobraremos una importante cantidad de dinero que supera con creces al precio del transporte. El riesgo no merece la pena, creo yo.-

les propuso. El mago deseaba partir cuanto antes, ardía en deseos de conseguir el dinero que le procuraría un futuro medianamente aceptable y, a poder ser, lejos del Imperio.

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27/06/2013, 23:16
Surga Raudi

     El norse asintió. - Estoy de acuerdo. Ya hemos tentado demasiado a la suerte en éste viaje así que intentemos mantener las posibilidades de morir estúpidamente al mínimo si es posible. Además, como dice el mago esa cantidad de oro es calderilla comparado al botín que nos han prometido. Veamos a nuestro empleador, cobremos y a otra cosa. 

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27/06/2013, 23:27
Magnus Berger

Magnus se limitó a asentir, ya eran dos en su contra... temía tener problemas, que los denunciaran o a saber que otra cosa que pudiera darles problemas... No quiso comentar nada, bastante estaban diciendo tan airadamente lo de la recompensa y no quería mas líos. Comprobó el estado de sus pistolas y satisfecho volvió a su caballo para seguir la marcha...

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01/07/2013, 12:45
Director

Finalmente nadie hizo nada a aquellos dos hombres, y tras terminar su faena volvieron tranquilamente a sus puestos. El transporte se puso de nuevo en marcha traqueteante y el día pasó lento y perezoso entre aquellos caminos llenos de polvo y maleza. Realizando el camino de vuelta, la dirigencia atravesó algunas localidades que rápidamente el trío de los mercenarios reconocieron.

El día dio paso al anochecer y fue entonces cuando el cochero os anunció que ya habíais llegado a vuestro destino. Bueno caballeros, estamos en la provincia de Ostermark. Como no han señalado donde querían que les dejara, pues aquí finaliza el trayecto, a no ser que quieren que se les acerque a un lugar concreto. Esperaba la respuesta del grupo, inclinado hacia atrás y hablando con los del interior de la carreta por el pequeño ventanuco que había para comunicarse con la cabina.

Magnus se había detenido igualmente con su montura y todos, salvo Diego, reconocisteis donde os encontrabais. Sería difícil olvidar aquella plaza. Ahí fue donde se dio la disputa en la puerta de la posada por culpa del arrogante Elfo Oscuro... Todo seguía igual que cuando el grupo pasó por aquella pequeña localidad tiempo atrás.

Todo seguía igual, las rejas, los pinchos, el aspecto lúgubre del lugar, y la gran cantidad de antorchas. Solo faltaba un pequeño detalle. Los aventureros que hablaban de partir hacia las montañas ya no alardeaban en las calles preparando su equipo. Ya no había voces, ni risas, ni bravuconerías. Las calles presentaban un aspecto solitario y vacío como correspondía siempre  a las horas tardías en aquel lugar.

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01/07/2013, 21:03
Volker Hammet

Volker, por mucho que intentara recordar la ruta que habían seguido hasta el pueblo en el que estaban, no logró rememorarla. Quizá fueran las escaramuzas y los acontecimientos vividos que nublaban su mente, o tal vez el ansia de oro que cegaba su conciencia.

En principio eran 8000 coronas a repartir entre cuatro, pero al haber fallecido el elfo, ahora tocaban a más.

Claro que aún tenían que entregar el "paquete".

El mago se encogió de hombros ante sus compañeros, no lograba recordar el camino. Quizá Magnus o Surga tuvieran más suerte.

- Tiradas (2)
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01/07/2013, 21:12
Magnus Berger

No, nos llevaréis más cerca, no esta demasiado lejos - le dijo Magnus desde atrás, a lomos de su yegua... se acercó a caballo y se puso a la misma altura que el cochero y empezó a explicar con "pelos y señales" el camino que deberían tomar... pero Magnus no era tonto, o al menos el mismo no se creía así, por ello les dio directrices suficientes como para que pudieran acercarles lo máximo posible sin revelar donde iban exactamente*

- Tiradas (1)

Notas de juego

*lo que pretendo es... no se, "y en el cruce entre el camino del pueblo x al pueblo nos dejáis" algo cercano a nuestro destino... es posible?

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01/07/2013, 21:17
Director

Oh, claro, aquel cruce de caminos... Lo conozco. Nunca nos hemos adentrado por el sendero de las gargolas, pero se murmuran muchas cosas sobre el. Comentó el cochero mientras se ponía en marcha. No queda lejos de aquí. Bordeando el bosque. ¡Arre! Espoleó a los caballos y rapidamente estos os llevaron hasta aquel lugar. Era un simple cruce, pero Berger recordaba exactamente a donde llevaba aquel camino que parecía poco o nada usado, ya casi invadido por la vegetación.

Habían sido guiados por aquel emisario del noble que les contrató ya hacía más de una semana. Los tatuajes a fuego de los tres mercenarios picaban, como anunciando la cercanía del lugar y las promesas realizadas. Aquí es. Fin del trayecto. Serán 20 coronas caballeros. El hombre esperó paciente mientras el sujeto del arcabúz abría la portezuela para que los ocupantes bajaran.

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01/07/2013, 21:30
Volker Hammet

- Un auténtico placer, caballeros, son vuestras mercedes profesionales en la materia-

dijo Volker mientras descendía de la diligencia. El mago se relamía -literalmente- solo pensando en lo que iba a cobrar. Una burrada de dinero, según las convenciones del momento.

Con una sonrisa en la boca -qué eran veinte coronas en comparación con más de dos mil- Volker pagó con gusto al cochero y su ayudante y atendió a que sus compañeros descendieran. Cuando bajaron, despidió a los dos hombres y en el momento en el que la diligencia se perdió de vista dijo:

- Vamos, hoy toca cobrar-

Notas de juego

bien Magnus, celebro que te haya salido la tirada. Propongo ir a hablar con Von Luster pero ya.

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01/07/2013, 21:38
Magnus Berger

Gracias por vuestros servicios - se sorprendió Magnus al soltar aquellas palabras, en aquel hombre ya no quedaba lugar para la bondad y la gratitud, pero su antiguo "yo" le acababa de traicionar; no les dedicó más atención.

Sin más esperó a que se fueran y perderlos de vista y miró al novato del grupo - Ni una palabra, mantente callado y en medio del grupo, como hagas una tontería, si sobrevivimos, te juro que yo mismo desollare la carne de tus huesos y me haré un caldo con él - la amenaza no era nada vacua, iba realmente en serio y Magnus estaba ciertamente nervioso - en marcha - indicó al resto

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02/07/2013, 09:45
Director

Las amenazas de Magnus nunca han sido huecas, pero el tono de su voz reveló que aquella era una certeza absoluta. Diego debía estar realmente sorprendido. ¿Cual habría sido el encargo del noble? ¿Tendría relación con aquel saco que a veces se movía que cargaba Magnus en su caballo? Eran preguntas que seguramente se agolparían en la mente de Diego, y que pronto tendrían respuesta.

El grupo avanzó a buen ritmo por el sendero durante un par de horas, pues desde la entrada del mismo hasta la gran villa del noble señor, Dietrich Von Luster, habría unos cuantos kilometros. Mientras la noche se alzaba en el cielo las imponentes murallas y las puertas enrejadas aparecieron frente al grupo. Y como la primera vez que os acercasteis, los arcabuces de los guardias os encañonaron.

Los edificios de aquella villa se presentaban ante vosotros, como un pequeño pueblo. Las luces de las mechas de los arcabuces relucían en la noche. ¡¿QUIEN VA?! Gritaron desde el otro lado mientras pasos apresurados se movían en las sombras y tomaban posiciones.

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02/07/2013, 10:31
Magnus Berger

tú madre - masculló para si, de mal humor. Se adelantó unos cortos y prudentes pasos con el caballo y alzó la voz - ¡LA ANTES CONOCIDA COMPAÑÍA DEL MAL CAMINO AHORA CONOCIDA COMO LOS HIJOS DE LA MALDICIÓN! ¡TU SEÑOR PAGA MI PÓLVORA Y TU SUELDO! ¡ABRE! ¡TENEMOS QUE ACABAR UN NEGOCIO CON EL!

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02/07/2013, 10:43
Surga Raudi

     A Surga le encantaba el ¿sentido del humor? de su compañero el ex-patrulla de caminos. Siempre le alegraba el día con sus comentarios aunque no lo hiciese con esa intención expresa. En aquellos momentos el norse solo quería acabar y salir de allí cuanto antes. Su empleador le daba muy mala espina y presagios de traición y promesas incumplidas le asaltaron junto con el aumento de picor del tatuaje mágico de su brazo. ¿Que otras propiedades tendría aquella marca? ¿era lo que les dijeron simplemente o podía hacer algo mas? De todas formas no valía la pena torturarse con especulaciones. Como les había ocurrido a ellos con los cocheros, suponía que cumplido el trabajo les interesaría mas cerrar el trato que buscar problemas innecesarios. Al fin y al cabo ellos habían triunfado donde otros habían fracasado y eso daba cuenta de su valía. No eran alguien con quien buscar problemas.

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02/07/2013, 10:56
Frauke Von Luster

Una voz desde el porche de la mansión gritó algo con voz autoritaria y un tono agudo, claramente femenino, que no lograsteis oír, e inmediatamente los hombres armados bajaron sus arcabuces y se apresuraron a dejaros entrar. ¡Las puertas¡ ¡Rápido! Momentos después estabais siendo atendidos por los pajes del noble, que se ofrecieron a llevar la montura de Berger a los establos para alimentarla y limpiarla mientras trataseis los asuntos que os habían traído aquí. Desde luego, algo indicaba que os estaban esperando.

Cuando llegasteis al porche, una figura os esperaba de pie. Era una mujer anciana, pero que pese a sus años se mantenía muy erguida. Sus ropas caras cargadas de joyas y caras pieles indicaban que pertenecía a la nobleza. Bien hallados. El señor Von Luster les está esperando. Su rostro, arrugado y marcado por los años, os repasó de arriba abajo, parándose especialmente en Diego mientras torcía el gesto, y luego en el saco que Berger sujetaba y que se agitaba. En este último caso encaró una ceja. Algo me dice que han cumplido las instrucciones de mi esposo. ¿Es cierto? Comentó sin mirar si quiera a sus espaldas para comprobar si había alguien que pudiera escucharla.

Estaba claro que ahí no importaban tales cosas. Adelante. Señaló las dobles puertas de la mansión que se abrieron como por arte de magia cuando la mujer se encaminó hacia ellas.

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02/07/2013, 11:12
Surga Raudi

     Que cojones se creía aquella vieja. ¿Pensaba que podía ser de otra forma? - No habríamos vuelto aun de no ser así. Siempre cumplimos con nuestra palabra y nuestros encargos. Dijo Surga con tono natural y su marcado acento nórdico. Esperaba que aquella gente cumpliese tan bien como ellos.

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02/07/2013, 12:23
Frauke Von Luster

Eso, sin lugar a dudas, satisfará a mi esposo. Aquella mujer desde luego parecía enterada de todos los tejemanejes, como solía ocurrir con las familias con algún título nobiliario, dinero y poder. Por aquí. Nada más entrar en la mansión os recibió la misma estampa que en vuestra primera visita. Gracias a los dioses, algo no había cambiado en el mundo, pues la mansión seguía igual. Las robustas paredes de madera lujosa y bien lustrada, las alfombras rojas como el vino que subían las exquisitas escaleras... ¿Cuando se habrían gastado, y en qué generación, en semejante mansión? Sin lugar a dudas era algo a tener en cuenta. La mujer se movía sin prisa, pero con una agilidad antinatural para una dama de su edad. Subía las escaleras sin esfuerzo alguno.

Las estancias interiores estaban dotadas de amplios espacios, que combinaban elegantemente estructura artificial y naturaleza. No faltaban lugares cómodos donde reposar, ni señoritas de compañía que atendían tanto a invitados como a la guardia que no se encontrara de servicio. Un par de ellas se aproximaron a vosotros, contoneando sus caderas y con miradas lascivas, pero la mujer levantó una mano y negó. Estaba claro que aquellas distracciones no eran para aquel momento. Más tarde quizás nuestros invitados desean... ¿Distraerse de su largo viaje? Preguntó a los mercenarios mientras las muchachas volvían a sus sillones circulares bien mullidos, a la espera de nuevos invitados que atender.

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02/07/2013, 14:22
Magnus Berger

No le gusto demasiado aquello, pero ya no quedaba otra. Se bajó del caballo y sacó a la prisionera de la grupa de su yegua, la dejo con la cabeza tapada y la condujo siguiendo las indicaciones de la anciana.

Se sorprendió de tanta opulencia y del tamaño de la sala pero se mantuvo firme con la prisionera cogida con fuerza - No quiero sonar descortés, mi señora, pero al menos este servidor no ha venido a divertirse sino a terminar un trabajo... cada cosa tiene su momento - se quería ir de allí, quería cobrar y largarse, dejarse de ese marrón y buscarse otro o vivir del cuento hasta que se le acabara el dinero.

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02/07/2013, 14:42
Volker Hammet

Menuda mansión tiene Von Luster, no me extraña que no le importe desprenderse de tan ingente cantidad de dinero, si puede mantener este lugar, seguro que obtiene ingresos a espuertas.

pensó el mago mientras entraba en el lugar acompañado por sus camaradas. El interior más parecía un lupanar que otra cosa, con tanta mujer pública. Eso le extrañó, había oído hablar de cultos de un oscuro dios llamado Slaanesh que veneraban el placer y demás excesos.

Por si acaso, mantuvo sus sentidos alerta, a los Mercenarios del Mal Camino no se la jugaba nadie.

Volker hizo un gesto negativo con la mano ante la proposición de la anciana, quería recibir su parte y abandonar ese lugar, le daba mal pálpito -y eso que había estado en auténticos antros a lo largo de su vida-.