Partida Rol por web

Niego lentamente.

-No es necesario. Cuanto antes nos pongamos a la tarea en cuestión antes podrás proseguir con tus rutinas de trabajo normales.- Digo mientras avanzo. Luego me giro y le miro de pasada, tendiendole mi placa de datos.-Vuelque aquí el albaran de entrega del último mes y luego prosiga con sus tareas habituales.

Luego prosigo con la falacia esperando que el resto del grupo me siga mientras me adentro.

Hieronymus entendió el gesto del tecnoadepto, lo cual no era fácil con una cara metálica y un tono vez carente de inflexiones. Viendo que éste se adentraba en la nave industrial, empezó a caminar justo por delante de él, en una actitud protectora. Cuando Arcturus se volvió como quien acaba de recordar algo para reclamar los datos, el arbites no se detuvo pero se permitió una sonrisa - bien jugado - pensó.

El plan del arbites era buscar a algunos trabajadores del almacén e interrogarles sobre los movimientos del material una vez éste era depositado allí, quién lo sacaba, a dónde lo llevaba, bajo el permiso de quién y con que periodicidad, así como si con frecuencia flataban cajas o éstas pesaban menos al salir que al entrar. Lo haría por las buenas y si eso no funcionaba, también por las malas.

El viejo arbites, siempre sospechando de todo y de todos avanzó hacia la entrada mientras con los ojos barría el lugar en busca de amenzas ocultas, no sería la primera vez que hacía un registro, ni la primera vez que le disparaban nada más entrar en una local aparentemente inocente.

Con la capucha puesta, y sin mucho que hacer, me dedico a observar los almacenes donde almacenan el material y al personal que los manipula, gracias a la mira telescópica implantada en mis ojos me es más fácil captar detalles.

Intento memorizar las caras de los operarios por si acaso nos los encontramos en futuras situaciones "sospechosas"

Aunque no daba esa impresión el tiempo parecía haber pasado volando. Cuando los acolitos que se habían dirigido al edificio de administración quisieron darse cuenta habían llegado a la dirección señalada, apenas pasado el umbral de aquella zona de muelles y almacenes el otro grupo de acólitos se encontraban cerca de otro tecnosacerdote que no conocían, la mayoría observando el terreno en el interior.

Por su parte los acólitos que ya se encontraban allí se percataron de la llegada de sus compañeros cuando aún se encontraban algo alejados de allí.

Cuando Orionus vio como se acercaban sus compañeros hasta donde estaban ellos pregunto "¿Cómo ha ido la investigación compañeros?".

Dado que el tiempo era oro. Heinrich miro el edificio al que se dirigian, para ver si habia mas puertas de las que a la que se dirigian.

La rapida aproximacion de Orionus al resto del grupo no le dio mas tiempo de reaccion, asi que se desentendio del asesino mientras miraba el edificio.

-El viejo me ha mandado un mensaje, comprobemos desde la distancia que no haya mas puertas. Haced como que no les conoceis, de momento, hasta nuevas indicaciones, quiza esten en algun tejemaneje con ese tecnosacerdote. No se los reventemos.

¿Puertas? ¿Que puertas? ¿De que hablas?- Estoy confusa, no entiendo a que se refiere.

Urtzi hizo caso de las palabras de Heirich tras asentir pausadamente. Con gesto despreocupado caminó cerca de sus compañeros sin perder detalle de los alrededores. Pero no notaba nada extraño por mucho que intentase ver, así que pronto mostró cierta impaciencia por lo que parecía ser un acto más de protocolo que de verdadera utilidad. -Creo que deberíamos reunirnos lo antes posible con el resto.- Dice en un tono bajo, perceptible tan solo para los acólitos cercanos a él. -No creo que nadie nos esté siguiendo ahora mismo y el tiempo corre en nuestra contra.- Les recordó por si alguno se había olvidado del pase que habían obtenido.

Antes de que los otros acolitos aparecieran por allí, el viejo pero experimentado Arbites alcanzó a descubrir algo.

No había mucho espacio de maniobra para interactuar con los trabajadores, todos ellos estaban ocupados realizando sus diferentes taréas, sin embargo algunos de ellos comentaban entre sí, y lo que escuchó parecía, cuanto menos, curioso...

Trabajador 1 - no entiendo por qué tenemos que colocarlo todo, ¿acaso no van a volver a revisarlo esta noche? que se encarguen ellos -

- shhhh - le acayó el segundo trabajador - No te quejes, he oido que quien hace el inventario todas las noches es un supervisor enviado personalmente por un noble para asegurar que no se husmea en la mercancía, si te escuchan puedes perder algo más que el jornal. -

Trabajador 1 - ¿A quien le importa? Al fin y al cabo siguen llegando quejas de material estropeado o desaparecido, y nos la cargamos nosotros. ¿Sábes que te digo? A la mierda el supervisor, todo eso es cosa suya y como los Wolfe confían en él nadie sospecha. Seguro que estará riéndose en su madriguera nadando en lujos con las ganancias del mercado negro... hhhgmhgmhg - sus siguientes palabras quedaron ahogadas cuando su compañero le tapó la boca mientras miraba nervioso alrededor, aunque por suerte no pareció darse cuenta de que estaban siendo escuchados, pues siguió hablando.

Trabajador 2 - Pues claro que nadie sospecha de él, idiota, porque si alguien lo hace seguro que no se le vuelve a ver el pelo. ¿Porqué sino quitan la seguridad por la noche y viene acompañado por sus propios guardias? Cierra el pico o te lo cierro yo antes de que nos acusen de algo y acabemos en un calabozo...

Master:

Apenas hay gran cosa que decir del lugar. Un par de accesos para empleados y una gran puerta trasera para desembarco de naves.

Los empleados realizan su trabajo sin entusiasmo, pero con efectividad, como corresponde a ciudadanos honrados del Imperio.

No ves nada extraño en el lugar, únicamente parece haber dos accesos para empleados y una puerta trasera para el desembaco de naves.

Todo el procedimiento de carga/descarga y transporte parece llevarse con normalidad, aunque si hay algo extraño en el ambiente debe ser la expresión en los rostros de los empleados. En realidad nunca has visto a un simple trabajador del Imperio feliz con su trabajo (quién podría estarlo...), pero algunos de aquellos hombres tenían la expresión de un perro apaleado... ¿Por qué...?

Se te ocurrió pensar que si de verdad las armas eran sacadas de ese lugar no sería extraño que los trabajadores recibieran más de una "reprimenda," por utilizar un término suave.

-Jerome, aqui Hotel. No visualizo mas salidas que las estandar. Encuentro indicios que pueden indicar que es un sitio vulnerable a las fugas que buscamos. Por favor, indica cuando nos podemos reunir, el tiempo corre y tenemos algo que expira en menos de 24 horas.

Heinrich se comunica con el otro grupo para hacerle llegar la informacion que ha encontrado y la urgencia que Urtzi compartia.

Arcturus:

- Vuelque aquí el albaran de entrega del último mes y luego prosiga con sus tareas habituales. -

- Por supuesto señor, en seguida. - El Tecnosacerdote abandonó su puesto unos segundos dirigiéndose a la zona exterior de los almacenes, donde había un pequeño espacio interior que intuísteis que se correspondería con unas oficinas, o algún lugar donde guardar parte de la información registrada sobre esos almacenes en concreto. En seguida volvió a su vez con otra placa de datos, y siguiendo las instrucciones de Arcturus copió la información que contenía.

Un rápido vistazo a los datos te deja claro que el miembro del mechanicus ha cumplido la orden correctamente. Los datos contienen información sobre la cantidad de armas, fecha de llegada y de envío; incluso de los operarios que las trasladaron a los almacenes y de vuelta a la nave.

Veo que todos se centran en la nave que hay delante, asi que hago otro tanto. Un par de puertas para empleados, una puerta de carga y descarga, empleados trabajando... Por mas que miro, en principio no veo nada raro o sospechoso.

Encuentro indicios que pueden indicar que es un sitio vulnerable a las fugas que buscamos.

Miro a Heinrich con interes. No se que entiende por "indicios que podrian indiquiar que..." Pero segun como lo razone, puede que sea algo mas que el lameculos del viejo.

- Aqui Jerome, recibido Hotel - dijo Hieronymus, contento de que Heinrich, como siempre, hubiera cumplido con su papel con rapidez y eficiencia, cuando estaba a punto de cortar vió como el segundo equipo entraba en la nave industrial - Hotel, os tenemos a la vista, búscame en el interior - dicho esto cortó la comunicación y continuó caminando por los pasillos entre las cajas de material.

Cuando el segundo grupo se adentró en la nave industrial, el arbites se encontraba en uno de los pasillos cercanos a la entrada. Se acercó a Heinrich y se lo llevó a un aparte, junto con el maestro Urtzi Chrom, lejos del resto del grupo y fuera del alcance de los oidos de los trabajadores de la nave.

- Señor Urtzi ¿qué sabeís de la los Wolfe? creo que es una familia del planeta, probablemente una familia noble ¿es así? Cuéntenos lo que sepa, pero no lo investigue si no es así - hizo una pausa y continuó con tono serio, como el que se emplea para dar una orden - déjenos a nosotros el trabajo de campo - dijo, señalando con el pulgar a Heinrich a sí mismo.

Esperó las respuestas del sabio con paciencia, antes de explicarles lo que sospechaba.

Urtzi se extrañó un poco por la actitud del veterano arbites al llevarlos a él y a Heinrich a un lugar apartado del resto. Pero el adepto esperó paciente hasta oír lo que Hieronymus tenía que decirles. Quizás ellos también hayan podido averiguar algo y al escuchar el nombre de la familia Wolfe no le quedó dudas de que ellos también habían hecho su trabajo.

-Por lo que he podido averiguar en la oficina de Adminitratum, los Wolfe son la familia que dirige esta ciudad colmena. O por lo menos una de ellas.- Puntualiza Urtzi pues realmente no tiene evidencias claras de ellos, pero sin duda eran una familia importante y con poder en la ciudad. -Al intentar obtener acceso al hangar del que nos habló el Capitán McOwen, uno de los oficinistas nos facilitó un pase a la cúspide para entrevistarnos con el señor Magnus Wolfe y conseguir así su aprobación para obtener una licencia como mercenarios.- El adepto no puede evitar recitar lo ocurrido como si de la lectura de un informe se tratase. Sin duda en sus años de trabajo como adepto le sirvieron para sintetizar y ordenar textos. Lo cual podía resultar útil a veces, pero se volvía un tanto extraño al sacarlo de su contexto. Pero esto no le evitó llegar a la conclusión de su informe. -Considero que formalizar nuestra situación en la colmena puede resultarnos extremadamente útil si el grupo necesita actuar como especialistas en el muelle. Además, creo que es una oportunidad irrepetible para obtener información de primera mano sobre lo que puede estar ocurriendo realmente en esta ciudad.- Tras decir esto, Urtzi mantuvo un marcado silencio esperando la réplica del arbites y así poder escuchar su valoración.

Tras un leve vistazo asentí al acólito agradeciéndole el gesto.

-Todo parece en orden. Deberé realizar un examen más exhaustivo mas adelante, pero por el momento todo parece correcto. Puede volver a su puesto Levenux, miembro inferior de los tecnógrafos de Ryboth. Que la gloria del Omnisiah perdure por siempre.- Respondí despidiéndole con una frase propia del culto al dios máquina. Luego me volví a mis compañeros haciéndoles un gesto de que prosiguieran caminando.