Partida Rol por web

Podéis ver como el arbites Hieronymus se aleja unos metros de la zona de almacenes llevándose con él a Heinrich y Urtzi. No entendéis lo que dicen desde esa distancia, pero parecen estar discutiendo alguna cosa.

- Bien - se limitó a decir secamente el arbites tras oir las palabras de Urtzi. Dicho esto negó con la cabeza - no - y eso fue todo lo que dijo durante un rato. Parecía meditar despacio lo que iba a decir a continuación.

- Heinrich - dijo y miró a través del opaco visor de éste como mirándole directamente a los ojos. Miró a Urtzi sin decir nada. Parecía que esperaba la aprobación de su compañero y amigo antes de confiar nada al sabio adepto. Hieronymus era muy reacio a la hora de confiar en desconocidos como Heinrich bien sabía. El soldado pareció asentir levemente o eso creyó ver el arbites. Eso pareció ser suficiente para que éste expusiera sus pensamientos.

- No - repitió - no sabemos en quién podemos confiar en este planeta - por un momento Urtzi temió que se estuviera refiriendo a él - He oido a dos de los trabajadores, hasta ellos saben que algo pasa en este almacén. Un supervisor bajo el mando de Wolfe acude por las noches a este almacén con su propio equipo de seguridad. El equipo habitual tiene órdenes de desalojar la zona. Luego las cuentas de material no cuadran - El viejo esperó un momento a que asimilaran lo que les había contado.

- En otras circunstancias organizaría una emboscada esta misma noche y acabaríamos con ellos en unas horas - dijo apretando los dientes - Pero entonces no sabríamos hasta donde alcanza la corrupción, podríamos cortar un dedo en lugar de la mano - los epítetos no parecían en balde pues el viejo parecía realmente enfadado - Emboscaremos a ese supervisor y sus guardias pero nos limitaremos a seguirles. Quizás el servocráneo de maese Arcturus sea útil.

- Heinrich - se volvió de nuevo hacia el soldado - ¿crees que debemos interrogar a los trabajadores con dureza y descubrir más? - relajó algo la expresión y los puños cerrados - aunque creo que no sabrán mucho más y podríamos alertar a quien no debemos. Además, no querría tener que acabar innecesariamente con dos honrados trabajadores del imperio - Eso le recordó anotar los nombres de los trabajadores (estaban en sus chaquetas) para, cuando los acólitos abandonaran el planeta, enviar un mensaje al oficio arbites planetia de Desarbolada, para que multara adecuadamente a los dos trabajadores por no haber denunciado sus sospechas al oficial del arbites más cercano.

-No, lo que he podido comprobar, asi a simple vista es que hay evidencias de que aqui se escabullen los rifles que buscabamos. Los trabajadores estan sometidos a una intensa presion por esas evasiones. Pero como bien dices, interrogar a un par de ellos solo podria levantar la liebre.

Dice mentando un animal muy escurridizo de su tierra natal mientras niega con la cabeza.

-No debemos desechar la idea de "legalizar" nuestra tapadera. Si tenemos que seguir a esa gentuza a niveles superiores necesitaremos los pases. Urtzi y Arcturus podrian copiar, e incluso falsificar estos pases con los salvoconductos que obtuvimos. Algun Wolfe esta detras de esto. Mi instinto me lo dice.

Orionus se acerco hasta el trío, pregunto en voz alta sin exagerar el tono de voz "¿Aquí que pasa somos un equipo todos o vosotros solos?" "todos debemos estar informados de la situación".

A mi tampoco me hace gracia la situacion, y menos aun los cuchicheos y los secretitos a espaldas del resto. Sin embargo, me habia guardado mi opinion para mas adelante para no llamar la atencion.
Ahora que todo eso ya da igual, me acerco yo tambien. Sin duda estan haciendo planes, y quiero ser participe de ellos. 
Esto es una mision inquisitorial formada por diferentes talentos, puede que alguno de nosotros tenga alguna idea que al resto se le haya pasado por alto.

El veterano soldado se envaro en cuanto llego el asesino y detras de el la nueva guardia imperial.

Ya habia dicho lo que tenia que decir y, aunque conformara parte del sequito inquisitorial, por una parte, su entrenamiento militar le condicionaba a respetar la jerarquia y la veterania y por la otra , su experiencia en la inquisicion le condicionaba a respetar el secreto. 

Tenia ya una idea muy marcada sobre las ideas que podian aportar los recien llegados y confiaba mas en Hieronymus que en nadie mas. Y su experiencia en el edificio del administratum reforzaba su opinion.

El arbites se volvió para mirar a Orionus, sin decir nada se limitó a mirarle a los ojos friamente. Permaneció así, en silencio casi un minuto. Su mano crispada sobre la empuñadura de la porra antidisturbios.

- No tengo obligación de informarte de nada Orionus - dijo en tono muy serio. Parecía que el regulador estaba realmente molesto por la interrupción. Si había decidido no hablar con los demás y sí hacerlo con su compañero y con el sabio, se guardó sus motivos para sí. Aquella había sido su decisión y no estaba dispuesto a que alguien le interrumpiera y menos de aquella forma.

- Tú has sido el que negaste la existencia de una cadena de mando - el arbites no había soltado aún la porra, pero había evitado el impulso de sacarla, quizás no lo hiciera sólo porque se hayan rodeados de operarios del almacén, quizás aquellos hombres, sin saberlo habían evitado que el arbites respondiera a la irrespetuosa interrupción de Orionus con hechos y no con palabras.

El arbites se encaminó hacia el exterior de la nave de almacenamiento mientras musitaba por su intercomunicador en la frecuencia del grupo de acólitos - salimos al exterior, nos vemos en la entrada - esperaba que Arcturus dispusiera de un comunicador por lo que añadió - maese Arcturus despedidnos del operario de la entrada. En su camino hacia el exterior, cuando cruzaba la vista con alguno de los miembros del equipo le dirigía una mirada e inclinaba la cabeza señalando la salida. Esperaba que todo el grupo se reuniera con él, con Heinrich y con Urtzi que ya se encaminaban hacia el exterior. Respecto a Orionus, no se había fijado si los seguia o no, suponía que el muchacho, aunque irreflexivo, no sería tan tonto como para no hacerlo, a fin de cuentas, si lo que quería era una reunión informativa, eso era lo que Hieronymus iba a darle.

El arbites hizo que el grupo se alejara de la nave industrial hasta la calle más cercanam alejados de oidos indiscretos, una vez allí, comprobó que no hubiera cámaras de seguridad ni disposistivos obvios de escucha y pidió al tecnoadepto Arcturus que se cerciorara de lo mismo. Cuando tuvo seguridad de que sus palabras estarían a salvo expuso sus hallazgos a los demás y repitió parte de su conversación previa con Heinrich y Urtzi. Su tono, como siempre era muy serio, el de quien tiene o cree tener certezas y en consecuencia las ideas muy claras. Como siempre no esperaba interrupciones.

- No hay duda que es aqui donde perdemos el rastro de las armas. Incluso los trabajadores saben que las cuentas no cuadran, que falta material - expuso entonces la información del sabio - los Wolfe son una de las familias gobernantes de la colmena. Importantes y con mucho poder. Uno de sus empleados, un supervisor, acude por las noches a este almacén. Se ha ordenado a los equipos de seguridad diurnos que se retiren por la noche, porque este supervisor - el arbites escupió esta última palabra con desprecio - trae sus propios hombres.

- No sabemos en quien podemos confiar en este planeta y por tanto, no confiaremos en nadie en absoluto - el viejo miró al equipo a los ojos, uno a uno - desconocemos si el supervisor trabaja por su cuenta o para un de los Wolfe. Puede que incluso toda la familia esté podrida. 

- En otras circunstancias organizaría una emboscada esta misma noche y acabaríamos con ellos en minutos - miró a Heinrich que ya había escuchado aquello y que le respondió asintiendo - Pero entonces no sabríamos hasta donde alcanza la corrupción, si uno de los nobles está metido, siempre podrían buscar otro agente u otro almacén - continuó - Esta noche acecharemos a ese supervisor y sus guardias pero nos limitaremos a seguirles. Quizás el servocráneo de maese Arcturus sea útil ¿no es cierto? - dijo mirando al tecnoadepto.

- El señor Urtzi Chrom me ha dicho que poseemos un pase para una reunión con Magnus Wolfe - Hieronymus no sabía que lugar ocupaba Magnus en la jerarquía de la colmena o dentro de la familia, por lo que no dijo nada más sobre ello - eso podría darnos una licencia "oficial" como mercenarios de Desarbolada o bien... obtener algo más de información.

- No me gusta. El señor Chrom considera práctico que nos designen como especialistas en el muelle. No me gusta - repitió - podrían enviarnos a cualquier otro punto de la colmena, podrían enviarnos a la zona más caliente del frente - Siguió - podrían sacrificarnos si sospechan lo más mínimo. Además, si nosotros obtenemos información, ellos también la obtendrán. Creo que tendremos más posibilidades si nos mantenemos invisibles, unos mercenarios más entre los miles que hay, nadie sabe cuales son nuestras órdenes o si estamos cumpliéndolas o donde no nos corresponde - Dicho todo esto, por fin guardó silencio y cruzó los brazos delante del pecho, esperando las respuestas de los demás.

Este tio es aun mas paranoico que yo, y ya es decir. Hasta que me demuestre lo contrario, Heinrich no es mas que el lameculos oficial del viejo, el arbitres al menos no parece idiota. Paranoico si, tambien tiene pinta de ser un cretino, pero al menos no es idiota - A la entrevista tenemos que ir -Niego con la cabeza- ya conocen nuestros rostros y la identificacion de Urtzi. Una vez hemos ido al almacen para decir que nos han destinado en el, es no yendo como mas vamos a llamar la atencion. Por otro lado, si nos aseguramos de tener permiso para vigilar el muelle... -sonrio de forma aviesa- Estaremos ahi si o si cuando el supervisor vaya al almacen sin llamar la atencion, algo a lo que nos arriesgariamos si nos descubriesen vigilandolo por nuestra propia cuenta.

Despues... -Acaricio el pomo de mi espada- No hay mas que "interrogarlo". -Me rasco la cabeza, pensativa- Hay bastantes familias aqui, seguro que unas compitiendo con otras. La familia que este detras de esto, si es que es una familia realmente, lo tiene que estar haciendo a la espalda de las demas. Seguro que con las pruebas suficientes conseguimos el respaldo del resto, que estaran deseando tener una excusa para hincarle el diente a una de las familias rivales.

-Gianna, si escucharas cuando un superior te habla-Dice indicando explicitamente a Hieronymus, por su veterania y experiencia mayor dentro de la organizacion de la inquisicion- te habrias enterado que este almacen pertenece a los Wolfe y que en este almacen es donde se realiza el escaqueo de armas. Claramente uno o varios Wolfe estan detras de ello. Ya que arma que no venden, arma que no les da beneficios y se refleja como perdidas en sus cuentas...y por otro lado, arma que venden al mercado negro, arma que les reporta un extra. En ambos casos es algo que han de ocultar. Por lo que uno o varios de los Wolfe estan en el ajo.

Ahora mira a Hieronymus

-Ya sabes que creo que seria bueno darles una oportunidad a Urtzi y a Arcturus de meterle mano a estos pases. Quiza puedan copiarlos o incluso falsificarlos para tener un salvoconducto o una carta blanca de actuacion. Por otro lado, que nos tengan fichados como mercenarios oficiales es escondernos a plena vista. Los mercenarios no se caracterizan por su disciplina de grupo, no tenemos que estar siempre donde nos digan. No es un cuerpo como los arbites o la guardia, viejo amigo.

Naturalmente que es un almacen de los wolfe ¿Porque crees si no que tenemos que pedir su permiso?.-Suspiro de impaciencia, no trago a este tio- Pero acabas de decir que cuando viene el supervisor con sus hombres se limitan a decir a los guardias que se larguen. Si supiesen quienes somos -Este punto es vital, y creo que no lo entienden ¿Porque se complican tanto? Vamos, hacemos la entrevista y vigilamos y cuando llegue el supervisor este nos tratara como si fuesemos mercenarios a los que puede pedir que se larguen- efectivamente sentirian la necesidad de ocultarse de nosotros, o de tratar de eliminarnos. Pero solo somos unos mercenarios entre los muchos que hay ¿Que necesidad tienen de tratar de ocultarse de nosotros? Es solicitando entrevistas a las que no acudimos y ofreciendonos a vigilar almacenes que luego no vigilamos como vamos a llamar la atencion. Ese funcionario de mas atras por ejemplo ¿Crees que no han dado parte de nosotros? De momento, solo somos unos mercenarios del monton. Si llamamos la atencion, puede que a alguien se le ocurra echarnos un ojo mas de cerca. Y eso, si pondria en peligro nuestra mision.

Urtzi escuchó con mucha atención todo lo expuesto por el veterano arbites. Sin duda la visión de Hieronymus estaba respaldada por años de experiencia en múltiples situaciones de campo, pero el adepto no pudo evitar detectar un exceso de desconfianza. Aunque quizás tan solo fuese la impresión del adepto, pues Urtzi siempre se movía con hechos constatados, datos objetivos y procedimientos protocolares. 

Pronto la discusión se fue acalorando tras la intervención de Gianna y Heinrich. Pero eso no hizo más que dar más peso a la opinión de Urtzi sobre la negativa del arbites a la oportunidad de la audiencia con Magnus Wolfe. Ante la situación, Urtzi alzó las manos en un gesto conciliador y se dispuso a tomar la palabra para aclarar unos cuantos detalles. -Por favor, no es necesario discutir.- Se aclaró la garganta para continuar. -Señor Homron, creo que no me ha entendido bien con lo que la entrevista con un Wolfe implica. La autorización que nos puedan expedir no supone que tomen control de nuestras acciones ni que pasemos a formar parte de ningún cuerpo policial local. Sería, simplemente, como una extensión de nuestra licencia de mercenarios de manera que podríamos actuar en la colmena con un... respaldo oficial, por decirlo de alguna manera. Eso sin contar con el margen de maniobra que ello nos puede proporcionar como bien expusieron la señorita Gianna y el señor Heinrich.- El adepto hizo una breve pausa para poner orden a sus ideas y seguir hablando. -Si su temor es que sospechen de nosotros, considero que resulta más llamativo que personas no autorizadas merodeen por lugares en los que se supone que no deben estar.- Concluye el adepto esperando haber expuesto con claridad su punto de vista sobre la situación en la que están envueltos. 

Como otras tantas veces, se pusieron a discutir sobre nimiedades. Autirización si, autorización no... Por los pistones del padre, si trabajámos para la maldita Inquisicion, bendita por todos... Pensé mientras aferraba el servocráneo y repasaba sus delicados pero definidos contornos con los dedos, recreándome en sus mecanismos con deleite.

-Cuanta palabrería...- Musité al servocráneo. Debia designarle algún nombre. Seguir llamándole con un apodo tan común sería cuanto menos tedioso. Mis pensamientos volvieron a la realidad al oir que el arbitres reconocía la posible utilidad del pequeño aparato.- Podemos enviar a la Unidad De Exploración Móvil Autopropulsada. a realizar una pictograbación de la conversación, si. Si dispongo de tiempo puedo tratar de integrarle un transmisor para que escuchemos al mismo tiempo lo que comentan.

Orionus dejo pasar el tono de enfado de Hieronymus porque estaban en una misión y no en el descanso de una academia militar como si fueran jóvenes reclutas. El seguía pensando que contra más información en el grupo y más cerebros se involucrarían en cumplir la misión antes terminarían. Por eso contesto "La inquisición no organizo mandos pero tampoco creo grupos dentro del equipo, vosotros sabéis lo que hacéis".

Después de agruparnos todos, cada uno expreso su opinión, la información que nos explicaron los compañeros era muy buena. Había que elegir dos o cuatro personas para acceder a la zona que nos aprobaron y como habría que realizar labores sociales y protocolarias comento Orionus "yo prefiero no entrar en la zona que nos dan acceso ya que habrá que persuadir o engañar a todos los que os encontréis ya que soy débil en esas habilidades, prefiero mantenerme con todo el equipo por si surgen oportunidades de infiltración o apoyo al equipo".

El sonido de una sirena llenó la zona súbitamente y os puso en alerta. Apenas unos segundos después os percatásteis de que no había motivos para alarmarse, aparentemente era un cambio de turno o un descanso. Las callejuelas formadas entre los bloques de almacenes en poco tiempo se llenaron de trabajadores que salían de allí a pie, o simplemente se trasladaban a otra zona.

Había pasado bastante tiempo desde que acudierais a los almacenes, sólo mientras discutíais debía de haber pasado una hora, que junto con el resto de actividad debían de sumar más de dos. Alguno de vosotros notaba su estómago gruñir de hambre.

Al oir la sirena y ver los trabajadores salir de sus puestos de trabajo, el arbites no pudo evitar chasquear la lengua de forma sonora en un claro gesto de desagrado. Estaban perdiendo el tiempo y eso, como tantas otras cosas, molestaba al viejo agente.

- Maestro Urtzi. La autorización por parte de los Wolfe claramente implica ponernos en sus manos. Como mercenarios, nuestro papel es hacer lo que se nos dice a cambio de una paga... y sin derecho a hacer preguntas - nego con la cabeza - Pero no me negaré a lo que quereís hacer. Me parece correcto que una parte del equipo solicite la citada autorización. Como bien ha dicho Heinrich, quizás algunos de los miembros del equipo puedan manipularnos a nuestro favor.

Por un momento hubiera podido parecer que hubiera dejado su brazo a torcer, pero continuó hablando - por mi parte no estoy dispuesto a dejar pasar la oportunidad de saber más de ese supervisor, ni voy a dejar de seguirle esta misma noche. Con aquellos que estén dispuestos, montaré un dispositivo de vigilancia en los tejados de la zona - Miró en ese momento a Orionus, aunque el muchacho era irrespetuoso y negara la cadena de mando, por su entrenamiento quizás fuera de los más indicados para ese parte del plan.

- Quizás Arcturus pueda ayudarnes con su "Unidad de exploración móvil" - el arbites parecía estar empezando a conocer al extraño adepto, que parecía obsesionado con su jerga, asi que el agente había decidido emplear sus mismos términos, o al menos aquellos que entendiera, para hacerse comprender.

Urtzi escuchó las palabras del veterano arbitres sin interrumpirlo. En su mente se debatían varios argumentos mediante los cuales intentar hacerle cambiar de parecer con respecto a la autorización, pero algo le decía el Hieronymus era una persona bastante testaruda. De todos modos, lo que planteó no interfería con el hecho de acceder a la cúspide de la ciudad ya que se podrían disponer perfectamente dos grupos.

Una sirena interrumpió abruptamente la conversación que allí se estaba manteniendo. Pero tras comprobar que no era más que un evento rutinario, Utzi continuó dialogando. -Bien, lamento que no comparta mi punto de vista, Señor Homron. Considero que el pase que nos han proporcionado es una oportunidad que debemos aprovechar de la misma manera que usted quiere priorizar en la vigilancia del supervisor del muelle.- El adepto trataba de mantener un tono cordial, mostrando realmente su consideración sobre el razonamiento del arbites. Urtzi era perfectamente consciente de que carecía de la experiencia sobre el terreno que Hieronymus debía tener, pero también sabía que en un ambiente burocrático, el adepto podía ser de más utilidad que en un grupo de vigilancia. -Pero creo que ambos podemos realizar lo que creamos más conveniente. El pase que nos proporcionaron es para dos personas. Si alguien tiene a bien acompañarme, eso le dejaría a cinco compañeros con los que elaborar su dispositivo de vigilancia. ¿Le parece correcto?- En este momento, el adepto se llevó una mano al estómago al notar su propia alarma indicándole que necesitaba comer algo. La actividad llevada a cabo desde la llegada a la ciudad lo había absorbido por completo de manera que casi había perdido la noción del tiempo. -¿Qué les parece si ultimamos los detalles mientras comemos algo, señoras y señores? Nunca es bueno trabajar con el estómago vacío.- Comenta en un tono distendido, tratando de relajar la tensión creciente entre algunos de los integrantes del grupo.

Si nadie mas quiere, ire contigo. Estaba ahi cuando fuimos a vigilar el almacen, asi que no veran ninguna cara nueva.
Por otro lado, creo que seria buena idea preguntarle al suertudo o a su ayudante informacion sobre los Wolfe antes de la entrevista, cuanto mas sepamos sobre la persona con la que vamos a tratar, mejor.

Respondo al comentario sobre la comida con una sonrisa. Yo ni me habia dado cuenta, aunque prefiero aprovechar para comer ahora que podemos. Quien sabe lo que sucedera mas adelante, la vida es a veces tan incierta... Mañana podriamos estar todos muertos, o en una situacion peor.- Si, no es mala idea eso de comer. Asi de mientras podemos planearlo todo mejor.