Partida Rol por web

- ¿Magistrado? - dijo el arbites pensando en voz alta. No le gustaban las palabras empleadas por el adepto para describir a aquellos "menos cualificados", pero, claro tampoco le había gustado la voz metálica y deshumanizada del mismo. Sin embargo la idea podía no ser mala. El adepto resultaría tan extraño a todos los operarios del muelle como lo era para el arbites.

- Entendido, así haremos - dijo el arbites tras un momento asintiendo para sí. - Este equipo también buscará la nave y el muelle de atraque como si de una inspección de evaluación o mantenimiento se tratara. Así si el equipo de soldados no la encuentra, quizás lo hagamos nosotros. Si encontramos un almacén o refugio al paso, lo aprovecharemos - sentenció

- ¿Dudas? - sin esperar más de unos segundos una respuesta continuó - Seguiremos en formación, sigo sin querer tener problemas, esta no es una zona conflictiva pero hemos de pensar en toda la colmena como una zona en guerra. Yo iré delante, tras de mí, maese Arcturus y el señor Taikel juntos y vos hermana, cubrireís nuestra retaguardia - dijo el viejo veterano exponiendo la que consideraba distribución más segura y además, más lógica para un par de escoltas y sus protegidos. Como le había dicho a Orionus, trataremos de parecer aquello que queremos parecer, pensó.

Como suponia, han puesto pegas. Aunque debo admitir que menos de las que pensaba, aunque igualmente nos piden algun tipo de autorizacion superior. Para mi sorpresa, el adepto esta intentando falsificar la documentacion.- Oye, no es que crea que estamos "obrando "mal" - hago un gesto de poner comillas con los dedos- haciendo eso ni nada asi - No digo abiertamente falsificar documentacion por si hay oidos indiscretos cerca, pero seguro que saben a que me refiero-. Hacemos lo que sea necesario para cumplir con la mision, y sin duda tendremos que ensuciarnos mucho mas las manos. Pero... Creo que nos estamos complicando demasiado.
Propongo que vayamos donde el abuelo -No quiero decir arbitres, nuevamente por si hay oidos indiscretos.- El sabra que hacer. De todos modos, si hay que tratar con los Wolfe seguramente sea el mas adecuado. -Yo al menos nunca he tratado con la nobleza, y creo que mi situacion se puede extender a la mayoria de nosotros.
Me tomo unos segundos para pensar.- Hablamos con el suertudo para ver que nos puede contar de los Wolfe y cual es la mejor forma de tratar con ellos y enviamos al abuelo para tratar con ellos. No creo que sea necesario que vayamos todos, yo poco voy a aportar ahi, y un grupo de mercenarios armados en los niveles superiores puede que si llame la atencion. Recordad que no sabemos bien como funcionan aqui las cosas.
Es posible que el adepto que nos ha dado el papelito ese- Señalo con la cabeza el documento que tanto trae de cabeza a Urtzi- ya haya informado de nosotros a algun puesto de control y de que dos mercenarios, no una escuadra completa, iran a los niveles superiores.

No quiero parecer paranoica, pero creo que la mejor forma de actuar es ir sobre seguro y no correr mas riesgos de los necesarios. En cualquier caso, hagamos lo que hagamos, nada perdemos con preguntar al suertudo.

Al caminar entre los muelles levantásteis bastantes miradas indiscretas, pero la mayoría dejaron de prestaros atención en unos segundos y volvieron a su trabajo.

Al parecer encontrar la nave no iba a ser tan complicado como habían pensado, tras dar unos minutos recorriendo el recinto quedó patente que solo había un único gran muelle de carga, y en ese momento, además de la maquinaria pertinente, solo contenía una única nave, con las señas del munitorum a los flancos. Varios operarios con diversas máquinas de carga transportaban enormes cajas de su interior hasta almacenes situados dentro de los propios muelles mientras un tecnosacerdote situado a la entrada, que Arcturus pudo identificar como un recién iniciado, vigilaba el procedimiento y anotaba información en una placa de datos.

Heinrich activa el comunicador, pues segun lo pactado, habia que informar cada 30 minutos si no se llegaba al punto de encuentro.

-Aqui Hotel, repito aqui Hotel. Hemos obtenido un pase. Nos dirigimos hacia punto de encuentro para nuevas directrices.Corto

Sin querer dar mas informacion por si las comunicaciones podian ser vulneradas corta la comunicacion

Orionus pensó que bien nos vino Urtzi en esta situación. Escuchando a sus compañeros el plan de falsificación de la documentación le gusto y le dijo a Heinrich "esta bien esa idea" luego añadió Gianna su perspicaz consecuencia en el caso de que lo lleváramos a cabo, Orionus apoyo su postura "no sera conveniente meternos en problemas si descubren una infracción delictiva y administrativa" "vayamos con los demás y decidamos quien acompaña a Urtzi".

Urtzi miró hacia la precavida mujer. No le faltaba razón con sus preocupaciones pero quizás se estaba excediendo un poco con sus suposiciones. -En ningún momento he sugerido que vayamos todo el equipo hasta la cúspide. Simplemente he dicho, tras la idea de Heinrich, que podría duplicar el documento para que accedan dos más de los nuestros para poder investigar en la cúspide.- Le explica con un tono tranquilo. -Creo que la acreditación de los Wolfe puede resultarnos muy útil ya que regularizaría nuestra situación en la colmena y nos ayudaría con cualquier improvisto que nos pueda surgir. Evidentemente, si nos vamos a limitar a ello no es necesario ningún duplicado. Por mi parte no supone ningún problema, ya que la pareja que acceda a la cúspide podría hacer preguntas igualmente.- Continúa hablando casi para si mismo según avanzaba el discurso. Puede que se estuviesen complicando a la hora de querer falsificar el documento... pero no era una idea que descartar tan rápido.

La voz de Orionus lo sacó de sus pensamientos. -Si, vayamos con el resto. El pase tan solo dura un día, así que el tiempo es oro.- Comenta mientras espera a que el resto de sus compañeros se pongan en marcha.

- Aqui Jerom*, recibido - contestó el arbites. Durante su tiempo en el ático que compartían, Heinrich le había propuesto a Hieronymus que su nombre en código, dado que ambos tenían la misma inicial, fuera "viejo hotel". Pero el arbites respondió a la broma amenazándole con romperle los dientes y había había quedado el nombre.

- El segundo equipo** ha conseguido su objetivo. Nuestra posición es la siguiente - no fue difícil para el arbites señalar su nueva posición pues apenas se habían desplazado desde donde se habían separado el primer equipo*** - venid, pero permaneced a cubierto de momento. Cubridnos.

Tras cortar la comunicación por radio, el arbites se volvió hacia su grupo - el resto viene hacia aqui - volvió la mirada hacia la mole de la nave y dijo - creo que será más fácil empezar por los almacenes. Probaremos por la entrada principal y si eso no funciona, buscaré una entrada secundaria - Y Hieronimus quiso decir salida secundaria, por la que alguien sacara las armas para distribuirlas.

- ¿Maese Arcturus, preferís tomar la delantera o seré yo quien os anuncie? - y no quedó claro si lo decía en serio o era una chanza* por las anteriores palabras del adepto que los había situado como sus inferiores.

-Bueno, ya sabemos que ellos tambien han hecho su trabajo.

Dice Heinrich, mirando al resto del grupo.

-Volvamos procurando que nadie nos siga, debemos actuar con normalidad para evitar sospechas, pero comportemonos como si estuvieramos en territorio hostil desconocido. Vayamos en punta de lanza, Orionus, tu al frente, que seguro que tienes buena vista, viendo el rifle que calzas, Gianna y yo iremos a los flancos y Urtzi entre los tres. De acuerdo? Vamos, que el tiempo es oro.

Miré al arbitres con curiosidad. Su desconocimiento de las tradiciones del Mechanicum resultaban casi divertidas.

-No suele haber necesidad de un anuncio. Nadie está tan loco como para infiltrarse en una zona vigilada por el culto.- Mientras hablaba empecé a caminar colocándome delante del grupo.- Ya que en donde el resto de organizaciones confían en ojos humanos para detectar, las estancias vigiladas por los adoradores del Omnisiah preferimos usar ojos de metal, láseres ópticos, detectores de presión y mil herramientas más, las cuales estoy mas que seguro que no deseais saber ni que son, ni cómo funcionan...

Caminaba encorvado, dejando que el servo-cráneo flotara a escasa altitud encima mía mientras el modulador de voz que transmitía mis palabras se tornaba más metálico, menos humano.

-Así pues, ¿Seguimos?- Pregunté con mi metálica voz girándome de medio lado para observar a mis compañeros.- Capuchas puestas, sobretodo tu, hermana Isolda.

Comportarse con normalidad sin llamar la atencion y actuar como si estuviesemos en terreno hostil me parece contradictorio.

Tampoco me agrada que me de ordenes. El arbitres ha llegado a viejo, entiendo que sabe lo que se hace asi que no tengo problemas en obedecerle. Este camarada en cambio... Espero que tenga algo mejor para darme ordenes que ser el lameculos del viejo.

De todos modos, ni me apetece discutir ni es el momento. Me pongo en formacion como me dice, ya hablaremos de eso mas adelante.

Isolda, con la capucha que solo permitía ver su rostro, asintió al orden de marcha. La genuflexión de su cabeza fue tan discreta que si se la miraba directamente se vería, sino ... no.

Se mantenía al margen de la conversación, atenta a todas las palabras ... pero una en especial le hizo poner las orejas de punta. ¿Culto? ¿A qué culto se refiere el hojalata andante este? Ya veremos que és ... y si hace falta fuego purificador ... lo tendrán si no es molestia a la misión.

Justo pensando eso el robotijo le hizo el inciso de la capucha. Casi le hace sobresaltarse ... y a modo de saludo, cogió el borde que perfilaba su mandíbula y tiró un poco de ella hacia abajo. Con eso además demostraba que estaba cumpliendo con lo que había prometido ... - No saben estos las ganas que tengo de sacar el revolver y descerrajarle un tiro en los sesos a algún infiel. Eso purgaría un poco más el universo y además me sentiría más útil que paseando por este espaciopuerto. Como encuentre un hereje me lo quedo de mascota.

A paso lento los acolitos se dirigieron a los almacenes, no les detuvieron, sin embargo, unos segundos después de pasar frente al tecnosacerdote, una voz metálica os habló inequivocamente a vosotros.

- ¿buscan algo? este area es de acceso limitado. -

al giraros, veis como el tecnosacerdote había apartado la vista de su placa de datos y os miraba directamente a vosotros

tardásteis unos minutos en desandar el camino hecho y volver al punto de encuentro, pero ahora restaba ir adonde se encontraban los demás. En el trayecto no ocurrió nada relevante, salvo tal vez que el ruido normal de las zonas de carga volvía a escucharse tras aquel silencio poco natural de los edificios de administración.

Hieronymus había hecho caso omiso de la indicación de ponerse la capucha, si el tecnosacerdote quería que parecieran adeptos menores o aprendices, o lo que fuera que quisiera, Hieronymus no pasaría por tal, con su estatura y su constitución, con el voluminoso rifle en las manos y la bolsa negra aún más voluminosa a su espalda, cualquiera se daría cuenta de que se trataba de un protector, quizás u guardaespaldas o bien músculo contratado. El arbites no ocultaría ese aspecto de tipo duro, además, su placa de Regulador, oculta pero a mano, podría abrir algunas vocas y algunas puertas.

- Arcturus - musitó el viejo, evitando el título de maese que se afloraba a los labios, cuando se acercaron a la puerta - el tecnoadepto es vuestro, los operarios míos - dicho esto, caminaba a la cabeza del grupo cuando el amanuense les habló. El viejo devolvió la mirada al adepto, pero no se detuvo, sino que se separó unos pasos, como para observar la escena desde unos metros, quizás para tomar perspectiva, quizás para evaluar fuentes de peligro para "su señor Arcturus", quizás para adentrarse en el almacén y echar un ojo a los operarios que descargaban.

El arbites activó el comunicador y dijo en voz baja, como si hablara para sí, y sin quitar ojo de los operarios ni del adepto - Hotel, aqui Jerom, estamos en la puerta del almacén, nuestra posición es la siguiente - tras las coordenadas, siguió en un susurro - vigilad la puerta y el perímetro desde lejos, buscad otras entradas y salidas, de personal o de vehículos.

Solté un bufido por la manera en como el viejo me ignoró cuando traté de aligerar las cosas, pero por lo visto eso me daría un poco de ventaja en la siguiente parte. Por lo menos la hermana de batalla me hizo caso, lo cual ya era un acierto de por si.

-Espera mi señal, no te precipites.- Musité por el comunicador mientras miraba al hermano de culto antes de que nos diera el alto. En cuanto lo hizo me giré y me acerqué a el hasta quedar lo suficientemente cerca como para poder inspeccionarle de arriba a abajo con un vistazo superficial. Adepto estandar de puerto. Mucho trabajo para gente ingrata, horas y horas cuidando de las máquinas para que nadie le importe una mierda lo que hace. Conozco eso.

Una vez frente a el le miré fijamente como si fuera lo único importante, cosa que era desde luego, pero no por los motivos que él creía.

-Saludos hermano. Soy Omerron, tecnoadepto al servicio de la seguridad del munitorum asignado a este cuadrante. Acompaño al regulador Senex Parcepromus y sus agentes de campo en una inspección rutinaria de las instalaciones del puerto. Debemos evaluar la minuciosidad y el nivel de trabajo asignado a este lugar con efecto inmediato, así como el estado, cuidado y uso de las maquinas a tu cargo.- Con un gesto hice que el servocráneo bajara hasta quedar a la altura del rostro del adepto e iniciara una grabación tanto de su rostro como de la conversación.- Ahora responde a una preguntas. Nombre, rango y ocupación.

Mi voz era cansada y hastiada, como si hubiera realizado esto infinidad de veces. Por debajo de mi manto, al estar enconrvado disponía de cierta movilidad para apuntarlo con mi pistola láser, solo por si las cosas se torcían.

El miembro del mechanicus no mostró una gran expresividad, pero las facciones de su rostro se agitaron un segundo en algo que podía haberse interpretado como una leve sorpresa en alguien 'normal'. Se inclinó en una reverencia y contestó.

- Puede llamarme Levenux, miembro inferior de los tecnógrafos de Ryboth. Informado del suministro de los envíos a nuestros superiores en el mundo forja, así como de su estado. También reviso el inventario de otros artículos en calidad de consejero.

¿Precisa de mi ayuda en algo más? -