Partida Rol por web

Sigo pensando que sin algo que demuestre que tenemos ordenes esto es una tonteria, no creo que dejen a hombres armados meterse por las buenas en el almacen asi porque si. Y si es asi de facil, lo vamos a tener jodido para saber quien esta detras de todo esto. - Yo tambien hablo bajo, de todos modos esta claro que mi opinion aqui no cuenta mucho. Como ellos vean, pero por lo general prefiero ir sobre seguro. Me ha permitido sobrevivir hasta ahora.

-Somos parte de un sequito inquisitorial...se supone que somos gente de recursos, no? Anda, confia en Urtzi.

Le diche Heinrich a Gianna con una sonrisa para animarla cuidando mucho el volumen de su voz para no delatar su verdadera procedencia a cualquier espectador curioso.

- De todas formas si no consiguieramos la informacion sobre los envios, siempre podremos seguir el plan B...es decir, vigilar el edificio hasta que aparezca algo sospechoso...

Urtzi asintió agradecido hacia Heinrich y luego se giró hacia Gianna. -Lamento no poder ofrecerle mayor seguridad, señorita Anzerani. Pero con la situación actual de la ciudad y ante la falta de efectivos tanto policiales como militares, la necesidad puede evitarnos presentar ciertas acreditaciones. A veces los mandatarios deciden saltarse ciertos pasos burocráticos con el fin de acelerar los acontecimientos.- Le explicó a la soldado con la esperanza de calmar sus dudas.

Sin duda cabía la posibilidad de que le requisen una identificación previa, pero el adepto ya contaba con esa eventualidad y tenía algunas respuestas preparadas. Pero, efectivamente, eso no quería decir que tuviesen el camino despejado... Por lo que, sin más demora, Urtzi caminó hacia algún adepto que pudiese facilitar la información que necesitaban.

Orionus escucha a sus compañeros mientras observa la decoración de la oficina y los empleados que trabajan en ella.

Frente a la puerta principal, a una decena de metros de distancia, había un enorme mostrador con varios adeptos a cargo de diversas tareas, la mayoría de ellos parecían resolver papeleo o hablaban con otros trabajadores de edifício, pero unos cuantos estaban aparentemente desocupados, mirando al vacío o expectantes en su puesto

Tras una breve ojeada, Urtzi enseguida localizó a algunos adeptos que parecía desocupados. Sin desaprovechar la oportunidad, Urtzi se acercó con paso tranquilo hasta donde se encontraban. -Disculpen la interrupción. Mis compañeros y yo hemos sido destinados a reforzar la patrulla del muelle de abastecimiento militar.- Habló pausadamente y señalando a los tres soldados que lo acompañaban. -Aquí tienen mi identificación. Nos han asignado esta tarea a penas pusimos un pie en el planeta y necesitamos señas para llegar hasta el muelle en cuestión.- Les explica por fin a los ociosos adeptos de la oficina. Al presentar su licencia provisional de mercenario esperaba sofocar cualquier recelo que pudieran tener desde un principio a la hora de facilirarles información. Así que Urtzi espero la respuesta de los adeptos a los que había acudido para poder alcanzar su objetivo.

El adepto a quien se dirigió Urtzi en seguida adoptó una actitud servicial, y comenzó a realizar operaciones en un cogitador junto a su puesto.

- Entiendo señor... bien, estos son los almacenes asignados - puso un pergamino sobre la mesa, sobre el cual una autopluma conectada al cogitador comenzó a escribir automáticamente - sin embargo necesito la confirmación escrita o personal de un miembro de la ilustre familia Wolfe para unirse al servicio de seguridad, al ser los dueños legales de la mercancía durante su almacenamiento. ¿Posée la documentación adecuada, o aún no la ha cumplimentado? -

Me tocaba el grupo pesado por lo visto. Un anciano arbitres acorazado y armado con algo más que refunfuños y órdenes, una sororitas con mas celo que precaución y el otro... fuera lo que fuese. Seguro que saldría una sinergía curiosa.

-Conozco los protocolos de reparación de la maquinaria necesaria para realizar los trabajos pesados ya sea en fundiciones, manufactorums estandar o muelles.- Dije respondiendo a la pregunta del arbitres.- Sería más sencillo que actuaseis como una escolta que me acompaña para realizar una ronda de inspección de la maquinaria afectada.

La idea me había rondado antes, pero ante tanta palabrería había pensado que caería en un saco roto, de modo que al ser un grupo más reducido, quizás estuvieran mas por la labor de aceptar mas sugerencias.

-Por otra parte, no es extraño que se escolte a miembros mas pagados de cuyas habilidades dependen las de los trabajadores, quienes sienten una normal envidia ante las habilidades y conocimientos que no están a su alcance. Más aún si estos magistrados pueden acusarlos de impiedad si les descubren modificando o alterando la susodicha máquina.

Urtzi mantuvo su rostro sereno tras la petición del adepto pues ya contaba con algún tipo de requerimiento similar. Pero mantenía la esperanza de que la situación de la ciudad jugase en su favor. -Conozco el procedimiento, señor. Pero, como ya le dije, nuestro reclutamiento resultó muy apresurado. El Capitán McOwen se está ocupando de cumplimentar la documentación pertinente...- Comenta despreocupado. 

Se acercó un poco hacia el oficinista a la vez que bajaba un poco el tono de voz y así añadir un poco de dramatismo al tema que los concierne. -Parecían bastante preocupados de reforzar el muelle y por eso nos enviaron aquí con la mayor brevedad posible.- Le explica como si estuviese compartiendo información que no debería ser de dominio público. Urtzi pretendía infundir cierto sentido de urgencia en el adepto sobre la misión ficticia que los traía hasta aquí, como si alguien estuviese forzando la maquinaria burocrática del imperio para responder a una amenaza inminente o un peligro invisible.

- Entiendo... - el adepto hizo una pausa durante la cual miró a Urtzi, como evaluándolo, y por un instante su mirada también se dirigió a sus acompañantes, algo más atras. Finalmente, se inclinó tras la mesa y sacó un trozo de papel apergaminado sobre el cual comenzó a escribir.

- Podemos prescindir de las documentaciones previas y el visto bueno de los cuerpos de seguridad, pero la aprobación de los Wolfe es esencial.

Por si les interesa han de saber que pueden acceder a la zona bajo el grado de civiles, pero por razones obvias no serán remunerados por realizar ningún tipo de labor hasta tener el visto bueno del departamento, y cualquier irregularidad será resuelta por las fuerzas del orden. -

Finalmente terminó de escribir el papel y estampó firmemente un sello con el símbolo del administratum y el águila imperial.

- Esto es un pase de un día para que accedan a la cúspide un máximo de 2 personas en calidad de aspirantes a una entrevista personal con Magnus Wolfe, será válido exáctamente hasta mañana a esta misma hora, momento en el cual serán considerados delincuentes si aún permanecen allí. Es la vía más rápida - terminó de forma cortante

Urtzi agradeció con una sonrisa y una leve inclinación la atención del adepto. -Muchas gracias. Me pondré en contacto con el Capitán para conocer el estado de nuestra regularización y saber si nos resultará más conveniente utilizar el pase que nos ha proporcionado.- Recogió los documentos facilitados por el oficinista y se giró hacia sus compañeros indicándoles que ya podían salir del edificio. La mente de Urtzi se debatía en un dilema. Por una parte admiraba el rigor del Administrorum y la inflexibilidad de la familia dirigente a pesar de la situación con la que están lidiando. Pero por otra parte, esta podía suponer una oportunidad irrepetible pues habían conseguido un pase para llegar a la cúspide. Un pase con acceso limitado, pero un pase legal al fin y al cabo.

El adepto esperó a estar a una distancia prudencial para hablar con sus compañeros. -Lamento no haber podido conseguir pleno acceso al muelle.- Se disculpó Urtzi por el fracaso parcial. -Pero creo que este pase puede compensar la situación en cierta manera. Aunque tendremos que dividirnos una vez más si queremos sacar provecho del acceso temporal que nos han dado para la cúspide.- Le comentó enseñándoles el documento sellado que les facilitó el oficinista. Casi sin pretenderlo habían conseguido un documento realmente importante en lo que a los estamentos de una ciudad colmena se refiere. -Dos pueden ir hasta la cúspide y otros dos pueden vigilar los muelles. Aunque en el muelle nuestras funciones se vean limitadas por la condición de civiles, la licencia de mercenario todavía nos permite portar armas. Además, siempre se podría recurrir a la comodín de la Inquisición si no quedase más remedio.- Explicó para después guardar silencio esperando a las respuestas de los otros tres acólitos.

-Quiza para las labores de infiltracion, Orionus sea el mas valido. Por otro lado, tenemos un tecnoadepto en el grupo, quiza el pueda alterar de alguna forma el pase para que sea permanente e incluya a mas miembros del grupo. Gran trabajo Urtzi. Volvamos con los demas y reportemos.

Propone optimista Heinrich

Urtzi se quedó pensativo unos instantes al escuchar las palabras de Heinrich. "Falsificar el documento..." Repitió en su mente el adepto. No era una práctica que haya llevado a cabo ninguna vez, pero sin duda había reproducido varios textos y documentos con el objetivo de hacer duplicados. -No se me había ocurrido...- Comenta casi en un susurro. Pero realmente era algo que su mente ni siquiera había considerado... -Yo estoy capacitado para hacerlo. Es decir, no es algo que haya hecho antes... no con estos fines. Pero podría hacer una falsificación creíble.- Les comenta a sus compañeros de manera convincente. -Pero si, será mejor contactar con el resto mientras estudio el documento.- Añade Urtzi para analizar con sumo cuidado el pase que les acababan de entregar.