Partida Rol por web

Divitis Corduba IV: A los Palacios subí...

II. Mensajes del pasado

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08/11/2014, 12:19
Director

Notas de juego

Os añado esto aquí, por si no lo habéis visto en el Off:

Le dije a Diego que no podía bajar al fondo de la alberca así como así, pero como se va a ausentar, obviaremos su post intentando acceder tan a la ligera. Al resto, deciros que la vara que ofrece Nazeh no es suficiente para alcanzar a los de abajo. Id pensando en cómo salís de allí ;)

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10/11/2014, 11:01
Zaif Mawlay

Cerré los ojos y lancé un suspiro. - Menos mal.

La imagen de la bruja ardiendo me relajó. En mi cabeza pasaba una y otra vez el momento en que me dejó paralizado. Volvía a oír el sonido de mi bracamante rebotando en el suelo y mi impotencia por no poder agacharme a recogerlo.

Mas volví en mi y grité. - AYUDA. QUE NO PUEDO MOVERME. ESA BRUJA ME HA DEJADO INMÓVIL. Con terror me imaginaba así para el resto de mi tiempo.

Mis piernas parecían clavadas al suelo y se negaban a moverse. Mis brazos, lo mismo. Al menos un ligero movimiento de cabeza si podía hacer. Pero eso no me permitía ver el desastre que sucedía a mis espaldas.

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11/11/2014, 20:25
Casimiro López

Casimiro tomó el cinturón de Bermudo, incluyendo el de Nazeh. Se sacó el suyo y comenzó a enmarañanar unos nudos, pasándoselo con la ayuda de Durán y Abid al inconsciente por el torso. Luego Casimiro dudó si aquellos cinturones resistirían una subida tal y como planeaba el alguacil Diego. El calatravo ató del extremo libre su casco de metal y lo lanzó hacia las alturas. Nazeh lo tomó sin problema y ambos comenzaron a tirar del malogrado Bermudo...

Notas de juego

Diego y Nazeh, tirad FUEx3 cada uno. Podéis usar fuerza. Vais a levantar a pulso a un hombre, y a cierta altura... Ojalá no pifiéis.

Zaif aún está inmóvil ;)

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11/11/2014, 23:29
Diego Mendoza

Antes de ponerse siquiera a tratar de rescatar a sus compañeros, Diego se acercó a su hermano y le puso una mano en el hombro. No te preocupes, Zaif. Sacaremos a Bermudo y al resto y te ayudaremos. ¡No voy a dejarte como una estatua, Dios Santo! Dicho esto, el alguacil se tendió en el suelo al mismo borde de la acequia y se deslizó hasta la cintura, rogando a Dios que el árabe y su propio dios también les ayudasen a salir de aquella. Una vez allí, agarró la cuerda hecha con cintos y, rogando para que no cediese comenzó a tirar. Si aquello salía mal, él mismo acabaría abajo con el cuello roto. Sudando, forcejeando y tensando los músculos, pensó el muchacho no una ni dos, sino bastantes veces, que caería abajo. Y sin embargo, tanto la "cuerda" como él parecían resistir. ¡Que nadie dijese que Alfonso de Mendoza había criado a un enclenque o a un torpe! Los acontecimientos de aquel mismo día sellarían la boca del que se atreviese a decir taaña barbaridad

- Tiradas (1)
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12/11/2014, 11:51
Nâzeh ibn Radi

Tiraba con todas sus fuerzas, el rostro se le tornó rojo , las venas de los brazos, el cuello y el pecho se le hincharon mientras izaba al hombre -esto no es tan difícil ... -decía entre jadeos intentando poner buena cara.

- venga, uno por uno... despacio, así es.

- Tiradas (1)
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12/11/2014, 20:32
Director

A Nazeh se le hincharon, efectivamente, las venas del cuerpo. Los humores parecían subírseles a la cabeza, y de no ser por el apoyo de Diego, quizá el pobre de Bermudo, pareciendo un pelele, habría caído de nuevo a la alberca. Tiraron y tiraron con todas sus fuerzas, ambos, y Dios o Alláh quisieron que los nudos entre cinturones no se desbaratasen. Entre tirón y tirón, Bermudo giraba sobre sí, en el aire, retorciéndose y volteando su peso aguantado. Los cinturones comenzaban a restallar,y aquello no era buena señal. Sin embargo, consiguieron elevar a Bermudo, colocarlo tumbado bocarriba sobre el puentecillo de la sala y hacer lo mismo con el resto, con Abid, Bermudo y Casimiro López.

En ésto tardaron un buen rato (decir media hora es poco), y comenzábanse a notar las humedades que la noche albergaba en tal lugar, lleno de agua y frío. El orbe era testigo de todo el proceso, y no fue hasta que todos subieron y se pusieron a salvo cuando el bueno de Zaif, inesperadamente, cayó fruto de su peso al suelo. Enseguida se levantó, y comprendió que aquel mal que le aquejaba de parálisis habíase marchado. ¡Al fin libre! El alguacil movió sus manos y sus pies, andó unos pasos y pegó un brinco. No había, al parecer, consecuencia alguna de aquella prisión invisible.

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12/11/2014, 20:33
Casimiro López

Hay que salir de aquí -dijo Casimiro sopesando todas las posibilidades-, este hombre puede morir si sigue en este estado -miraba a Bermudo, y dudaba que, pese a estar estable, saliera con vida-. Además, Soledad ha muerto, y ahí abajo está el cadáver de Gracián, su compinche -miró al fondo de la alberca, de donde habíanse elevado-.

Pero luego el caballero Casimiro López miró de reojo el orbe, al final de la sala cruzando el puente, puesto sobre el pedestal de piedra. Se acercó instintivamente a él, y comenzó a mirarlo. Era bello, muy bello, aunque más que un orbe parecía una esfera casi perfecta. A través de su oscura superficie dejábanse ver reflejos anarajados y motivos de varios colores. A su lado, sobre éste, estaba el libro que Soledad estaba leyendo cuando ellos llegaron. Luego ojeó el libro sin tocarlo, por la página que estaba abierta.

¿Qué diantres estaría haciendo esa bruja? -pensó el calatravo-. Ni harto ni perezoso, Casimiro extendió sus dos manos e intentó tomar el orbe. Éste se iluminó bajo sus huellas un poco, pero, al tirar de él hacia arriba, el hombre comprendió que era imposible. No era capaz de levantarlo. Algún tipo de fuerza lo retenía.

Notas de juego

Zaif, ya estás bien. Bermudo, siguies inconsciente pero estable.

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12/11/2014, 23:14
Diego Mendoza

Pero ¿SE PUEDE SABER QUE DEMONIOS HA PASADO AQUÍ? exclamó Diego perdiendo finalmente la paciencia por el cansancio y la incomprensión. ¿Qué demonios es ese orbe y que ha pasado con esos de ahí abajo?

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13/11/2014, 17:11
Nâzeh ibn Radi

- ¡No lo toquéis! apuesto lo que queráis a que ese orbe está maldito. Sólo una puta de satanás puede dominarlo. Lo mejor es que salgamos y cerremos este lugar para siempre. Olvidémonos de ese libro y del orbe y dejemos todo estoy y ...y...y como si nada hubiésemos visto- le daba auténtico pavor todo lo relacionado con la hechicería y más todo lo relacionado con Soledad.

¿A qué demonio habría ofrecido su alma aquella mujer para detentar unos poderes como ésos?

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13/11/2014, 19:44
Abid ibn al Amir

La bruja había muerto, pero ahora no había forma alguna de demostrar su inocencia, aunque se llevarán de allí el libro y el orbe eso no demostraría absolutamente nada ni le exoneraría de la muerte del comendador de la orden de calatrava. El cazador había llegado hasta allí para limpiar su nombre pero en estos momentos seguía siendo un proscrito para la justicia cordobesa.

La bruja cristiana estaba leyendo el libro cuando llegamos. Le pedimos que se entregará pero prefirió convocar esos genios acuáticos para que nos atacaran.- Le explicó al alguacil.- Nos lanzaron a la acequia supongo que para que nos ahogáramos.

Si hubiese estado solo, seguramente intentaría llevarse ambos objetos y venderlos como parte del pago que le habían prometido, pero con Casimiro rondando a su alrededor sabía que era una opción imposible. - ¿Hay alguna forma discreta de abandonar la ciudad?- Preguntó justo después de meditar cual debía ser su próximo paso.

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16/11/2014, 14:31
Casimiro López

Casimiro salió de su ensimismamiento con la advertencia sonada de Nazeh. Enseguida dio un par de pasos atrás, miró el cadáver de Soledad y luego intentó levantar a Zaif, ayudándole. Éste se incorporó y ambos volvieron con sus compañeros. Abid le había resumido lo suficiente a Diego, y el calatravo sopesó un poco la situación.

No la hay -a Abid, al menos discretamente-. Nos buscan por asesinato, pero no podemos quedarnos en Córdoba. Bueno... un momento... La aljama. Podemos acceder a la aljama -pareció recordar algo-, tengo contactos allí: don Alonso, un noble castellano entrado en años, que fue gran estratega miliar, retirado ya en San Bartolomé*. Defiende a sus vecinos judíos. Quizá él nos pueda dar salvoconducto a través del barrio hebreo, pero hay que salir de aquí inmediatamente -espetó como si aquella fuera la idea más clara que jamás había tenido-.

Notas de juego

San Bartolomé es la collación muy próxima a donde esáis, que abarca la judería y algunas otras calles que son de la judería.

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18/11/2014, 08:43
Durán Gómez "El Errante"

Escuchaba de mis compañeros, huir y esconderse sin lugar a dudas era la decisión mas acorde y más inmediata que debíamos tomar, pero luego ¿que?, seriamos unos proscritos para siempre y no podríamos pisar esta ciudad tan bella el resto de nuestra vida. 

Miro a Casimiro e intento buscar una respuesta a esta pregunta. - Sin lugar a dudas tenemos que escondernos, pero luego que podemos hacer? esperar con el tiempo a que estos crímenes se olviden y podamos caminar tranquilamente por las calles de Córdoba o hay alguna otra acción que podemos hacer para defendernos ante la ley. 

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18/11/2014, 09:14
Nâzeh ibn Radi

Tendré que dejar el acero para otra ocasión

- es la mejor de las ideas. Si vuestro contacto nos pudiese ayudar... aunque es cierto. No deberíamos volver a Córdoba en un tiempo. Lo siento para los que tenéis asuntos y la vida aquí, pero es lo más sensato después de la que hemos hecho.

 

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18/11/2014, 12:41
Zaif Mawlay

Las fuerzas que había usado para intentar moverme en aquel cautiverio invisible muchas habían sido y ahora, casi non podía mover mi cuerpo.

Gracias a la ayuda de Casimiro nos incorporamos al grupo y toda la conversación seguí, asintiendo cada vez que alguien decía de irse de Córdoba.

- Es lo mejor. Hay que dejar este lugar. Todos- Dije mirando a mi querido hermano y a Abid. - Que ya conocéis los sucesos anteriores cuando quisimos convencer a aquella turba.

Sin duda, el recuerdo áspero de la soga rodeando el mi cuello, era más que suficiente para querer abandonar la ciudad. Y cuanto antes, mejor.

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18/11/2014, 19:29
Abid ibn al Amir

Pues cuanto vuestra merced decida.- Le dije al calatravo dispuesto a seguirle en la huída y no volver nunca más en mi vida a aquella ciudad mientras continuara en manos infieles. Lo que para otros miembros del grupo podía ser algo doloroso para mí no representaba ningún problema.

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18/11/2014, 22:39
Diego Mendoza

Recorro medio reino para trabajar y me encuentro con esto—se quejó el alguacil—más está claro que no puedo volver a ejercer mi profesión, al menos no en Córdoba...y no me importa. Prefiero volver a mi castilla natal.No es agradable verse en el lugar del reo

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19/11/2014, 20:31
Casimiro López

Ante la instancia de Abid y la sabia reacción de todos (excepto el malogrado de Bermudo, que no creyera nadie que verlas venir era "irse de rositas"), Casimiró tomó a Bermudo por bajo los brazos, y el resto lo tomásteis a pulso junto a él. Sólo así podrían transportarlo, y había que hacerlo rápido.

¡¡Venga!! ¡Arriba con él! -susurró el calatravo-. Entonces cruzásteis el estrecho puentecillo, llegásteis a la verja y, dejando atrás aquel orbe que parecía como emitir un ligero brillo, volvísteis a internaros a los pasillos bajo la Mezquita-Catedral. Seguísteis con una atorcha vuestros pasos hacia atrás, y mentiría si no os dijera que os perdísteis, pues aquel embrollo de caminos parecía harto complicado. Sin embargo, no tardásteis demasiado en salir de allí, accediendo de nuevo a la lápida que abría la entrada. En esos momentos si que costó aupar a un inconsciente Bermudo. Et que una vez habiéndolos subido y vosotros aupados, condujísteis lo más rápido posible al herido entre las columnas que abundaban en el majestuoso templo. Las velas eran testigos de vuestra carrera, de vuestra huida, y la aljama de la ciudad (irónico parecía), asemejaba como a la salvación que perseguíais.

Cruzásteis entonces la puerta de las Palmas, y accedísteis al enorme patio de la Catedral. Veíais mirando al cielo la noche estrellada, y la oscuridad reinaba por doquier... excepto al mirar a vuestra derecha, hacia la Puerta de Santa Catalina*. Allí, una turba de hombres corrían detrás de una pequeña figura, como un niño, y parecían haberle arrinconado sobre dicha puerta (pues había intentado salir, pero estaba cerrada a cal y canto).

Notas de juego

*Convendría que ojeárais el mapilla que puse de la catedral.

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19/11/2014, 20:31
Alguaciles

¡ES ÉL! ¡¡QUE NO ESCAPE!! -gritó uno de los hombres, que era soldado, hasta acorralar al muchacho-. ¡Malnacido! ¡Ahora verás! Eran tres soldados bien armados, seguramente alguaciles, contra un muchacho indefenso. ¡Cómo te atreves a colarte aquí, mameluco! Entonces le espetaron un soberano guantazo, que lo derribó hasta que el chaval se hizo un ovillo.

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19/11/2014, 20:32
Director

Los tipos no os habían visto, y vosotros vísteis toda la escena (la carrera y el arrinconamiento). En vuestro interior algo os decía que debíais intervenir, pero el rostro y la involuntaria negación de cabeza de Casimiro al ver aquella opresión os reveló algo con tan sólo mirarle: si no huían de allí pronto** la mezquita se llenaría de más hombres, y Córdoba se convertiría en la tumba de todos vosotros.

Notas de juego

**: en ésto me refiero a que podéis salir rápidamente tal y como a hurtadillas de allí por la puerta de los Deanes, puesto que la escena que os he narrado está al otro lado del patio y vosotros a vuestras espaldas, por lo que no os van a detectar.

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19/11/2014, 20:35
Niño

¡Piedad! ¡Ayyy! -el niño se quejaba en el suelo, y el que le había dedicado aquel guantazo lo cogió ahora por el pelo, y comenzó a levantarlo-. ¡Soltadme! ¡ AUUUUU !