Partida Rol por web

El pueblo de Pitboor olía a festivo, los comercios y los puestos de ventas llenaban el centro. Olores a especias, flores, dulces se mezclaban por las calles principales y plazas. También estaba llena de colores : vestidos, sábanas, fulares, banderas se mezclaban con los olores.

El gentío era abrumador para el  hombre tranquilo del campo.

Robos, borrachos, peleas.

Era la parte más oscura.

        Resulta que en 15 días eran las fiestas locales de la ciudad.

Unas fiestas religiosas en donde se venera en el templo una especie de máscara de madera, está por desgracia fue robada hacia ya tres años y lo que esta expuesto en la actualidad  es una réplica.

Aún así las colas para entrar en el templo eran largas, casi de una hora.

Es en ese lugar al lado de esas largas colas de la puerta principal del templo  donde se había quedado con Lara, una burguesa adinerada del lugar, que vivía en una mansión a media hora de la capital.

El templo, extraño lugar para quedar y hablar de una peligrosa  misión crucial para la ciudad de Pitboor.

No hace tanto que llegué a Pitboor, pero hacia mucho que no respiraba aires de festejo como aquel. No esta mal. La gente en las tiendas, los crios correteando por ahi, la explosión de color...la musica.

Pero bueno, Uri al tajo. Veamos que quiere el cliente.

Suelto el aire que no sabia que estaba aguantando y continuo hacia donde se me espera.

No tardo mucho en situar el templo y a la coqueta mujer que espera a un lado de las larguisimas colas. Trato de evitar a todo el mundo lo maximo posible y me quedo a un lado no muy lejos de ella, sin que me note a ser posible, en espera de si aparece alguien mas para este trabajo.

Había llegado a este pueblo escoltando una caravana, pero aquí terminaban mis servicios como guardia. No querían renovar mi contrato, debido a que no habían ganado lo suficiente para poder mantener a todos los miembros de la escolta, así que había que aligerarla. Yo, por ser el más viejo y bajito, fui el elegido; aunque de todos los integrantes, era el que más experiencia tenía, sin duda. Con lo poco que me dieron, repuse algunas cosas de mi equipo, pero estaba casi sin blanca. A decir verdad, ¡estaba sin blanca! Me dirigí al centro de la plaza central, que estaba abarrotada de gente. Por lo que veía, el pueblo se estaba preparando para organizar sus fiestas; cosa buena para encontrar algún trabajo que me sacara del apuro. Fui apartando a la gente hasta llegar a la posada más concurrida y miré en el tablón de anuncios que generalmente solía haber en estos sitios.

-"¡Ajá! Por las barbas de mis ancestros que hoy es mi día de suerte." Dije alegre.

Una nota con un trabajo para una tal Lara pendía del cartel, clavada con un clavo de metal. Parecía que pagaría bien, viendo el estilo de la escritura. Seguro que era alguna noble o adinerada terrateniente de la zona. No ponía nada de qué tipo de encargo era, pero sí ponía un punto de reunión: las puertas del templo local. ¡Y hoy era el día de la reunión con los futuros interesados! Di media vuelta y, volviendo a empujar a la gente para apartarla de mi camino, me dirigí rápidamente hacia allí, esperando llegar a tiempo. Cuando hube llegado, miré las largas colas que había para entrar, pero me fijé en una mujer alta, de porte guerrero, que había en la entrada, esperando a alguien. Fijo que también había venido por el trabajo, así que me acerqué a ella para presentarme. Quizá supiera algo más del trabajo y me resolviera algunas dudas.

-"Hola moza, mi nombre es Karel Drûm III, saludos. Deduzco que usted también está aquí por el trabajo, ¿verdad? El de esa dama llamada Lara. Yo también he venido para ver de qué se trata y conseguir algún dinero con ello. ¿Sabes algo sobre lo que quiere o en qué consiste el trabajo a realizar?"

Luego de trabajar como asistente en una biblioteca de la escuela de hechicería La Piedra Azul, Ander, un joven mediano ya tenía algunos conocimientos en las artes mágicas. Y no era para menos su padre el "Gran Botellaverde" era un hechicero reconocido en las comarcas medianas. Pero Ander, aunque admiraba a su padre, quería labrarse su propio camino en el campo de la hechicería y para lograr tal cometido debía recorrer tierras, vivir aventuras. Sabía que no era posible hacerlo solo, era imprescindible conseguir un grupo. Había llegado a Pitboor para las festividades y se había enterado de una misión en especial, solicitada por una dama de alto rango del pueblo.

-Seguramente este tipo de misión llama la atención de gente dispuesta a vivir aventuras y a recorrer el mundo...-pensó Ander. Y no se equivocó pues ya estaban reuniéndose en el lugar de convocatoria algunos aventureros. Apartados del gentío un enano y una humana hablan, su aspecto indicaba que no eran simples paisanos de visita por el festival. Acercándose el mediano saluda-Hola mi nombre es Ander Botellaverde, aprendiz de hechicería, vengo interesado en tomar un encargo de la señora Lara Mader. ¿Ustedes vienen a lo mismo? 

La vida de Tobías nunca había sido fácil, ya desde pequeño aprendió que había que trabajar duro y esforzarse mucho para ganarse la vida, y poder aspirar a tener una buena posición y una familia. Y había ayudado a su padre en algunos trabajos, lo que estimuló su vena exploradora. Aun era joven, pero ya hacia varios meses que había salido de casa de sus padres a buscarse la vida en este duro mundo.

Había acompañado a una caravana de mercaderes que traían abundantes bienes para las inminentes fiestas de Pitboor y al dejarles en la plaza, tras pagarle le dijeron.-Hasta pronto joven Tobías, que la vida te sonría como tu la sonríes a ella, ha sido un placer caminar contigo estos días.- A lo que Tobías sonrojado contestó: Muchas gracias, en verdad que el placer ha sido mío, hasta otra ocasión señores y mucha suerte con las ventas.

Disfrutó un rato de un largo paseo por el concurrido pueblo, en una de cuyas posadas encontró un cartel en el que una importante dama de la región, Lara, estaba buscando un grupo de aventureros, para realizar un trabajo bien remunerado. Así que no lo pensó mucho, y se fue al templo en el que se realizaría ese mismo día la selección de los aventureros.

Al llegar se encontró con varias personas, que estarían allí por lo mismo que el. Una humana, un enano y otro mediano.-Saludos dama y caballeros, mi nombre es Tobías y es un placer conocerles. Supongo que al igual que yo, habrán venido por la oferta de trabajo de la señora Lara- Les saludo y se presento, estaría un rato hablando amigablemente, con los que con un poco de suerte serían los compañeros y compañera de su siguiente aventura. La vida es dura y hay que seguir trabajando, tras un trabajo, otro y otro, supongo que en algún momento tendría que pensar en tomarse un descanso, pero eso, de momento, tendría que esperar. Primero tendría que convertirse en un buen explorador.

Habia inclinado mi cuerpo sobre una de las paredes cercanas al templo, a la sombra. Tras varios minutos empiezan a aparecer los que considero serán mis compañeros. Un enano y dos medianos. Carraspeo y observo como el primero comienza a dirigirse a mi.

Miro de arriba a abajo tanto al enano como a los medianos -Uri- digo simplemente, algo seca. Me ajusto la mascara y me descruzo de brazos, comenzando a caminar hacia la señora coqueta que han ignorado todos y a la cual creo haber identificado como la noble del encargo, esperando que con ello dirijan hacia ella su atencion y no a mi. 

- Señora...

Lo digo algo menos seca e inclino ligeramente la cabeza, echando parte de mis telas a un lado.

Se han reunido entonces cuatro aventureros, Ander ve como la humana se dirige a una señora muy elegante a la cual él había ignorado, tal vez porque la misión o el trabajo era secundario. Su propósito era encontrar un grupo con el cuál lograr sus objetivos como hechicero.

El sol estaba ya alto, hacia un buen día de primeros de Mayo.

Las Lluvias habían sido generosas y las plantas y los campos de los alrededores florecian hermosos.

Lara  es una mujer que lleva bien los años, estirada y con cara severa, lleva para la ocasión un vestido llamativo, un hermoso bastón  y el gorro que le tapaba por completa el cabello, este desde luego era muy ostentoso.

Mira a la multitud y hace un gesto para que se le siga.

Ella no sabe quiénes sois, pero los interesados solo tienen que seguirla.

No comenta nada, solo camina hacia una puerta más pequeña cercana a la principal.

Os parece que golpea una contraseña y habla con alguien tras la puerta está se abre y ella entra, el monje os espera antes de cerrarla.

Os conduce por un pasillo iluminado por velas

Y entra en un cuarto semi oscuro, alumbrado por una lámpara de aceite.

Es como una biblioteca con estantes, sofás, mueble bar, mesitas.

Se sienta y se quita unos guantes que le llegaban hasta el codo.

Espera unos instantes, por si le queréis preguntar algo.

Lara espera un poco más cuando estáis todos adentro aparece el monje, cierra la puerta y os deja a solas.

Antes de comenzar quiero avisar, pues  lo que se hable hoy aquí, es secreto no quiero que la ciudad entera con las fechas prósperas a las fiestas se ponga" patas arriba" y su gente desquiciada.- Comenzó diciendo la dama, con voz baja, pero acostumbrada a mandar.

Os mira una vez más y estira un cordón.

Unas cortinas se abren dejando ver un estante con otra réplica de la máscara.

El Sicorum, cuenta la leyenda que la máscara la portaba el mismísimo Dios Nicorum en las luchas celestes por la liberación. Fue un regalo caído del cielo.

Hace tres años fue robada y si se recuperará antes de las fiestas sería un triunfo para mi puesto a Alcaldesa.

por eso os he reunido. 

Se donde está, si aceptáis el monje al salir de la ciudad os dará un mapa de donde se encuentra y quién lo tiene.

Depende de la dificultad os daría entre 75 a 100 monedas de oro a cada uno toda una fortuna, y todo lo que encontréis en ese lugar será vuestro, menos la máscara claro.

AHora os adelantaré 12 monedas a cada uno para vuestros gastos. Pues son tres días de viaje hasta el lugar,  un lugar muy muy caluroso.

A Tobías todo le parecía muy misterioso, la dama Lara no dijo nada, pero nos dejo bien a las claras que aquellos que estuviesen interesados tenían que seguirla. Luego una especie de contraseña y una habitación que parece una biblioteca. Nos sentamos y tras unos instantes comienza a hablar.-Por supuesto señora, entendemos que la misión ha de mantenerse en secreto, para no alarmar a la gente del pueblo.- Continúa hablando hasta dejar bien clara la misión, el Sicorium, la máscara sagrada había sido robada hacía tres años, y había que recuperarla. Había abundante dinero por realizar el trabajo, pero eran muchas las cosas que no estaban nada claras en la cabeza de Tobías.

Por mi parte, acepto el encargo. Pero sería de agradecer, si usted pudiese darnos algún detalle más acerca de donde esta la máscara y quien la tiene. De esa forma sería más fácil que nos hiciéramos una idea de las dificultades que nos vamos a encontrar, y de si tal vez necesitemos comprar algo más de equipo, antes de partir a recuperar el Sicorum.- Y esperó paciente la respuesta de Lara y los comentarios de sus compañeros. Estaba claro que el trabajo no iba a resultar sencillo, por un lado buena paga y por el otro ella no había tratado de recuperar la máscara, sino que contrataba a un grupo de aventureros para realizar el trabajo. Pero era un trabajo bien remunerado, que es lo que necesitaba en estos momentos.

"No se presenta, supongo que pensará que no es necesario dada su cuna" - Sigh -suspiro antes de seguir a la noble. 

No me suele gustar que me lleven por lugares desconocidos, pero es cierto que no me resulta tan sospechoso...y menos tras ver como se presentan los que serán mis compañeros. Si fuera una trampa o son grandisimos actores o tampoco tienen ni idea de a donde nos dirijimos.

Cuando comenzamos a adentrarnos en los pasillos dejo que los demás pasen delante de mi, me fio mas siendo yo la que proteja la retaguardia. Tras llegar a la habitación observo al monje de arriba abajo, pero acabo por pasar y quedarme tras el mediano que se había presentado como Tobías. Parece que ya está haciendo las preguntas adecuadas, aunque se nota que al chaval tampoco le cuadra como nos está presentando la misión.

- Sin intención de ofender mi señora...pero debe de entender que nos estámos adentrando en una misión de la cual solo sabemos el objetivo. Es natural la duda. - digo apoyando al mediano - Y, por otro lado...¿cómo valorará usted la dificultad para entregar la suma conveniente?

Todo esto me suena a que me quieren vender gato por liebre y que la misión ahonda mucho mas que en triquiñuelas de nobles.

-¿Le ha encargado con anterioridad la misión a otros señora Lara? -pregunta el pequeño Botellaverde contagiado por las dudas que presentan los demás en la reunión- Es qué ya van tres años de su robo y...¿nadie ha intentado recuperar la máscara? -Y prosigue- De todas formas si los presentes aquí aceptan el encargo participaré con gusto, pero sería de gran ayuda que se nos diera la mayor cantidad de información  posible- Ander termina de hablar y observa a los demás aventureros esperando señales de aprobación.

Lara mira atenta a la humana y al mediano.

Si estáis todos vivos y con la reliquia, no será lo mismo que si venís con alguna baja. Supondre que la dificultad ha sido alta.

al salir de la ciudad sabréis más cosas.

Lara iba a llamar al monje pero con un esfuerzo extra fue hasta el mueble bar y se sirvió un licor de té.

Veo que sois forasteros, por ello tal vez no me conozcáis,  soy Lara... Lara Mader la futura alcaldesa de la ciudad. Si consigo la reliquia claro...claro que he mandado otros grupos el primero ofrecí 30 monedas.

Al segundo 50.

y al tercero 70 monedas, ninguno volvió con la máscara.

​​​​​​Remueve el líquido verde y lo saborea.

De hecho os llevan casi día y medio de ventaja. El último grupo.

SETENTA monedas es un buen aliciente. Pero más son 75 o 100 siempre que seáis vosotros los que me entreguéis la reliquia claro.

EN el anuncio puse gente aventurera con iniciativa.

-Está bien -responde Ander- ese nuevo misterio de los grupos anteriores me ha intrigado aún más. Acepto la misión y le ruego a los compañeros que decidan rápidamente, pues tendremos que alistar equipos y provisiones para el viaje.

Lara se sienta en uno de los sillones más cómodos.

Mira la luz de la llama danzando. Al sentarse el gorro se le desplaza y un mechón rojo como el cobre le sobre sale, disgustada se coloca el atuendo bien. No le ha hecho ninguna gracia.

Podéis...podéis serviros y tomar algo de la mesita del bar. 

​​​​​​También quiero avisaros sobre mi rival en la política un mediano llamado Bernard. Tal vez os quiera liar o descubrir algo sobre vuestra misión.

Poco a poco empezó a llegar más gente al punto de reunión que decía el encargo que vi en el tablón de anuncios. En total, cuatro aventureros: una humana, dos medianos y yo. Me fui presentando uno a uno según aparecían, diciéndoles mi nombre y preguntándoles lo mismo que a la silenciosa humana. Al rato, Uri fue directa hacia una mujer que no había visto y que estaba al lado de una de las puertas laterales del templo. Nos hizo una seña y todos fuimos detrás de ella, adentrándonos en el santuario.

Un monje nos dejó paso y estuvimos recorriendo algunos pasillos antes de llegar a una habitación, donde entramos para discutir los términos del trabajo. La mujer, bastante opulenta, nos describió brevemente el trabajo, sin dar muchos datos. Mis compañeros trataron de sonsacarle más información, pero no dijo mucho más. Para mi era suficiente con saber qué teníamos que recuperar y cuánto íbamos a cobrar. Al estar casi desahuciado, sin blanca, me daba igual lo que hubiera que hacer. Bueno, no me daba igual del todo, pero necesitaba dinero y esta mujer lo tenía, así que contaba con mi hacha.

-"Estoy de acuerdo con mis compañeros aquí presentes, milady, en que nos sería de gran ayuda que nos aportase algún dato más. El comprar cierto equipo específico puede ser de vital importancia en la recuperación de ese objeto y supongo que usted desea recuperarlo a toda costa. Cualquier dato que nos pueda dar, por nimio que sea, puede significar que tengamos éxito o no. También nos gustaría saber, preguntando un poco por todos, si ese tipo, su contrincante a la alcaldía, también ha enviado algún grupo a buscar ese objeto. ¿O no sabe su localización? Y, ejem, ejem, ¿puede decirnos si los otros grupos que ha contratado han vuelto?"

Si nos daba cualquier dato más, podía servirnos de mucha ayuda. Ella a lo mejor no sabría si era importante o no ciertos detalles, pero nosotros, siendo avezados aventureros, sí sabríamos sacarle partido. Me acerqué distraídamente a la mesa bar y me eché en un vaso un buen lingotazo de lo que hubiera allí con alcohol.

No me gusta nada que su opinión sea "os pago mas si volvéis menos" podría crear desconfianza entre nosotros si alguno es codicioso...pero me guardo mi opinión. Supongo que tendré que observar como se comportan los demás antes de considerarlos de no confianza. 

Pero, antes de que pueda añadir algo o moverme de la libreria en la que me apoyo, observo el mechón rojo que la mujer trata de ocultar y siento un escalofrío.

"¿Sería posible? no, no tiene que...no tendria porqué ¿verdad?" pienso mientras la observo, quizas con demasiada atención. 

Sea como sea sacudo la cabeza y trato de volver al tema en cuestión. Se me ha cerrado el estómago asi que lo de comer o beber se me antoja desagradable ahora mismo.

Instintivamente compruebo que mi gorro, telas y mascara están en su sitio.

No, ningún grupo volvió con la máscara.  Continua en el mismo sitio.

pego un largo trago a la bebida.

Yo de vosotros me llevaría mucha agua y protección para el sol.

LLlevaría ropa clara, botas " de gato" y un " amuleto de buena suerte de nuestro Dios".

Aquí lo venden por tres monedas de cobre .

Como diciendo, que todo os sobra menos el sigilo y la suerte.