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[DM 06/19] Las Arenas lo Guardan

LA TUMBA PERDIDA

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31/05/2019, 23:33
Guardián de la cripta

El sonido retumbó por todo el pasillo mientras dos peones empujaban la enorme puerta de piedra en la que, si sus cálculos eran correctos, encontrarían el premio final.

El viaje no había sido fácil, el equipo había sido complicado de reunir pues a la locura de la misión, se unía la mala prensa que tenía la jefa de la expedición. Se había tenido que soltar mucho dinero (cortesía del enviado del mecenas que pagaba la expedición) y buscar a gente desesperada que se atreviera a embarcarse en un viaje a través de la arena hacia un destino incierto. La travesía a través del desierto no fue mejor y el calor, la falta de agua y una tormenta de arena que provocó dos heridos, todo ello hizo que los supersticiosos creyeran que dicha expedición estuviera maldita y por poco no abandonaron.

Pero finalmente, tras seguir los antiguos planos de que disponía la profesora Achenloft, finalmente divisaron aquello que buscaban. Una estatua de Seth en medio de aquel infierno de polvo y fuego. Una aguja en un pajar. Y sin embargo ahí estaba. Las labores de excavación se habían iniciado tan pronto como habían levantado el campamento y tras dos días, finalmente habían encontrado la puerta, una abertura que se hundía en la tierra y sobre la cual se podía leer un mensaje.

“Las Arenas lo Guardan… Los ladrones serán castigados”

A pesar del aviso, no tardaron en abrir la entrada y contemplar una garganta negra que se hundía hacia la oscuridad. Se podía sentir la emoción y el miedo supersticioso que parecía embriagar todo el campamento. Los estudiosos revisaban sus notas antes de que entraran a la mañana siguiente, los peones rezaban a sus dioses y el resto se preparaba para la tarea del día siguiente.

Y la mañana llegó, se pertrecharon como buenamente pudieron y tras aguardar unos segundos en la entrada, entraron en el lugar. Sorprendentemente, tras una sala inicial algo más ancha, solo había un largo pasillo recto que descendía incesante. Las sombras nacidas de las luces de las linternas bailaban a su alrededor, contemplando a los locos que se atrevían a penetrar en aquel lugar. Y tras un tiempo andando, finalmente llegaron a una puerta de piedra que esperaban diera hasta la sala del tesoro.

Y la puerta se estaba abriendo, un viento gélido salió del interior golpeando a todos mientras silbaba a través de la pared como el grito desesperado de un bebe.

Notas de juego

Y todo empieza, para el primer post irme diciendo que sentís al entrar, que esperáis encontrar y lo más importante, en que posición dentro del grupo vais y que buscáis una vez entréis en el interior.

Os he indicado en vuestras fichas los puntos de superación de que disponéis.

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01/06/2019, 19:18
Samara

Allí estaba ella, una vez más, en el desierto de su amado Egipto. Por un lado disfrutaba con lo que hacía, mucho más que cuando estaba en el ejército. Pero por otro, el sentimiento de responsabilidad era ahora mucho más grande. Esa gente estaba a su cargo, gente que no tenía ni idea de depredadores, animales o humanos. Solían ser académicos, universitarios, idealistas acérrimos que colgaban de una esperanza usualmente más legendaria que real. A veces encontraban algo, excavaban y encontraban. Otras, la mayoría de ellas, no.

Pero esta vez, parecía que iba a ser un éxito. Cuando habían hallado la escultura de Seth el griterío de todos fue para verlo. O escucharlo. Cruzó una mirada cómplice con Hadid, la jefa debía tener razón, a fin de cuentas. Tantos años detrás del Libro, y aunque dudaba que lo encontraran, algo había allí debajo. A pesar de la lúgubre advertencia.

Ahora todo el esfuerzo realizado iba a tener sentido. 

***

Samara se quedó atrás, dejando que la pequeña comitiva que iba a entrar en la sala lo hiciera primero. Tenía muy claro que los vivos sí eran un peligro, si es que lo eran. Los muertos, no. Y los vivos habían quedado arriba.

Por eso iba lanzando miradas a su espalda, para comprobar que nadie les seguía. Tampoco estaba obsesionada, era mecánico puramente, fruto de su entrenamiento. Pero delante tenía la curiosidad. Los haces de las linternas iban y venían, enfocando todo y nada, roca, paredes. Y... la puerta. ¿La sala del tesoro?

No costó abrirla, al parecer.

Y, justo al hacerlo, algo extraño, inesperado, algo que no cuadraba. Aire gélido, silbando, saliendo de... ¿una tumba, o templo subterráneo, en pleno desierto? Siempre había sorpresas.

Entró la última. ¿Qué esperaba encontrar? Desde luego, no un atril con el Libro de los Muertos expuesto. Suponía que habría un templo, con las esculturas de los dioses egipcios del Duat, o de la Muerte. Frisos con escenas ceremoniales, cartuchos con los nombres de los sacerdotes comprometidos, quizá partes del Libro labradas en los muros.

No el Libro. No podía ser tan fácil.

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02/06/2019, 10:43
Dorian Applesmith

Dorian entró si no el último, detrás de la mitad o en la mitad. No es que fuese un cobarde, lo que no le gustaba al representante del mecenas era confundir la valentía con la imbecilidad, dos cualidades, muy distintas, que a su vez estaban separadas por una línea tan difusa que podían confundirse perfectamente. 

El moreno había sido bastante quisquilloso a la hora de abrir la cámara que daba paso a un mundo dormido. Había dado órdenes como si se creyese el rey de todo aquello. De hecho, sabía que algunos de los trabajadores y operarios de aquel proyecto ya habían desarrollado un odio visceral hacia él, pero lo cierto es que se la traía al pairo. 

Odiaba aquel país. No soportaba la calor, la arena, el sol pegándole con fuerza, curtiéndole su delicada y cuidada piel. Menos mal que con el dinero que el mecenas le había dado se había aprovisionado con una petaca de whisky. 

—Joder —fue lo único que se escapó de entre sus labios cuando entró por fin en aquella cámara. 

Inconscientemente empezó a aguantar durante varios segundos la respiración, como si aquello fuese a protegerlo de absorber el infecto aire allí encerrado miles de años atrás. 

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02/06/2019, 10:57
Asis Zulaiman

Hasta aquel momento, su cabeza había funcionado en piloto automático. Que se necesitaba mover parte del equipo o cualquier otra cosa, Asis respondía con un Sí, señor seco, casi marcial, y obedecía. En su experiencia, era mejor no hacer demasiadas preguntas, pues solía conducir a acabar con el trabajo antes. Aún así, el viaje por el desierto se había alargado dos días por culpa de aquella maldita tormenta. Lo peor había sido tener que aguantar los comentarios de sus compañeros de expedición, que murmuraban como viejas. ¿Qué creían que se iban a encontrar en aquella tumba? ¿La maldición del faraón, como en las películas? Asis no sabía si reír o llorar. Al menos, su padre y sobre todo, aquella mujer llamada Samara, parecían saber lo que se hacían y aquello le transmitía una sensación se seguridad, de que lo que estaban haciendo valía la pena. O de que al menos, saldría de allí con los bolsillos más llenos de como había empezado.

Y a pesar de todo, no pudo evitar sentirse sobrecogido cuando encontraron la estatua primero y la puerta, después. Eran solo un montón de piedras viejas, pero lo que representaban, todos aquellos siglos acumulados... Escuchó con moderada atención las explicaciones de la profesora y del resto del equipo científico, cómo comenzaban a hacerse cábalas sobre la dinastía exacta a la que pertenecería la tumba, milenio arriba, milenio abajo, siglo arriba, siglo abajo. Asis sentía como el peso de la historia podría volarle la cabeza. Poco a poco, se sintió como si despertara, los últimos dos días habían sido apenas una preparación para esto y ahora era cuando el verdadero trabajo comenzaba.

Siguiendo las instrucciones de su padre, tomó una de las linternas y se adelantó al resto. No sabían en que estado se encontraba el lugar, ni exactamente qué encontrarían allí, pero lo más sensato era que Asis fuese delante por si necesitaban de sus habilidades físicas. En la cabeza de Asis, que por primera vez en todo el viaje empezaba a mostrarse emocionado, se iban formando las imágenes de lo que esperaba encontrar: aquellos relieves tan hermosos que mostraban las vidas de aquellos que habína vivido miles de años antes que él, todos aquellos utensilios de la vida diaria con los que los muertos solían enterrarse y ¿aquello era una tumba, no? Tenía que haber algún sarcófago por algún lado. Recordaba todas aquellas visitas al Museo Egipcio con su padre cuando era niño...

La misteriosa puerta que se abrió y, sobre todo, la gélida corriente que de ella salió le sacaron de aquella especie de ensimismamiento nostálgico.

-Ehm... disculpen, pero, ¿es esto algo normal? -preguntó, girándose hacia el resto del grupo que venían detrás de él. Aún así, no había tiempo para dudar, y entró en la cámara antes de esperar respuesta alguna.

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02/06/2019, 21:03
Diana Steelwater

Diana se encontraba justo detrás de Aasis. Un conjunto de emociones se arremolinaban en su interior: emoción, nerviosismo, expectación... Aquello se mostraba físicamente con unos ojos brillantes y que se mordía ligeramente el labio inferior. Quizás era lo que finalmente necesitaba en su vida. Sin duda aquello aportaba una brillante luz a su futuro. No podía salir mal. No sabía como pero no podía permitírselo.

Sin embargo un escalofrió recorrió toda su columna vertebral. ¿Era propio de la emoción? ¿O quizás era su agudo instinto de supervivencia gritando a viva voz? Lo dejó pasar. Sus sentidos estaban maravillados delante de todos los estímulos que estaba recibiendo, y su cerebro estaba alumbrado por la luz del futuro.

Sacó su cámara y empezó a hacer fotos. Todo aquello debía ser documentado antes de que sus manos se posaran sobre nada. Tal y como había sido descubierto. Después de las fotos ya podrían, con cuidado, manipular todo aquello.

Cesó de hacer fotos al escuchar el llanto del bebé. ¿Una corriente de aire? Seguramente. Sin embargo todas las historias de maldiciones egipcias se agolpaban en su mente. Se mordió más fuertemente el labio, como buscando una ancla con la realidad.

-Debe ser una corriente de aire. Dijo con un tono completamente convencido pero con la semilla de la duda implantada en su ser. -Nada de lo que preocuparnos.

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02/06/2019, 22:57
Guardián de la cripta

El silencio reinó en el grupo durante unos instantes hasta que el propio Asis hizo la pregunta que a todos atormentaba. La mujer de mayor edad y jefa de aquella expedición negó con la cabeza como si estuviera escuchando niños contando historias de fantasmas. Sin embargo, alrededor, el resto de los peones se miraban con ojos nervios los unos a los otros. Las palabras de la joven ayudante de la profesora Achenloft solo consiguieron que reaccionaran. La profesora se adelantó con un gesto, y la siguió Asis. La luz de sus linternas danzaba dibujando líneas angulosas de polvo y arena que flotaban en el aire. El aire estaba cargado por los largos años que aquel lugar había permanecido cerrado.

Poco a poco, el resto de hombres comenzó a avanzar, entrando en la que todos esperaban fuera la cámara final. La tensión del momento era palpable, algunos de miedo otros de excitación. Y así, todos accedieron a la sala, donde los primeros que habían entrado se encontraban parados viendo lo que tenían delante. Una sala cuadrada, pequeña, de apenas 30 metros cuadrados, dos estatuas representando dos gatos de grandes orejas y una sala vacía. Ni tesoros, ni premios salvo por…

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02/06/2019, 23:33
Sarah Achenloft

- ¿Un sarcófago? –

Sarah miró extrañada lo que tenía delante, no parecía terminar de entender lo que estaba viendo. Cierto es que siempre se habían referido en los escritos de este lugar como “tumba” pero nunca mencionaron que realmente se hubiera enterrado a nadie. Pero lo que más la mosqueaba era que no había nada en la sala, ni un solo tesoro, decoración o ajuar para la otra vida ¿Quién podría estar enterrado aquí? Dio dos pasos y se aproximó al sarcófago, al verlo en su extensión, vio un pequeño estante de piedra a los pies que contenía 4 pequeños vasos Canopo.  Se agachó para mirarlos.

- Bueno, al menos algo parece tener sentido –

Se incorporó y volvió al sarcófago, haciendo una señal a Diana para que se acercara.

- Bien, como en cualquier aventura, parece que empiezan las sorpresas ¿Quién crees que puede estar aquí? Según los escritos, en el interior de este lugar deberíamos encontrar el Libro. – Se quedó mirando la parte superior del sarcófago – ¿Tal vez dentro? – 

Entonces se dio la vuelta y señaló al jefe de los porteadores.

- Por favor, con cuidado, cojan los vasos, y llévenselos fuera. En cuanto salgamos los catalogaremos. –

Y volvió sobre aquella solitaria tumba.

Notas de juego

Si alguien lo desea, puede hacer una prueba de cognición para revisar mejor la estancia. También puede alguien hacer una prueba de Acción de dificultad 5 para abrirla.

Para todos, por turno, salvo que lo diga expresamente, solo se podrá hacer una tirada. Así que organizaros con qué queréis hacer.

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02/06/2019, 23:35
Hamid Zulaiman

Hamid se había situado junto a su hijo, y cuando todos se pararon a mirar el lugar, se preguntó como lo estaría llevando su hijo. Sabía que era un chico sin fe y que no creía en poderes superiores, pero podía imaginarse que estar aquí dentro podía ponerle algo nervioso.  Quiso decirle algo, pero no sabía como hablarle sin que empezaran una discusión. Finalmente le puso una mano en el hombro. Solo fue unos segundos y la retiró rápidamente, pero la llamada de la jefa le hizo cuadrarse en el sitio.

- Si jefa, así se hará. – Hizo una seña a su hijo para que le acompañara y se aproximó a la pequeña repisa donde yacían los vasos canopos. – Ayúdame con esto – Y cogió el primero de los vasos mientras esperaba que su hijo trajera la mochila y lo ayudara.

Notas de juego

Asis, dime si ayudas a tu padre y si es así como lo haces.

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02/06/2019, 23:36
Porteador

Mientras, en la retaguardia, uno de los hombres sujetaba con fuerza un medallón mientras susurraba unas palabras.

- allaena, allaena, allaena… -

Y con expresión de horror empezó a dar pasos hacia atrás. Algunos de los hombres que tenía al lado se miraron y recularon sin llegar a entrar en la sala. Samara podía entender perfectamente lo que decía. "Maldición". Podía ver que el miedo de aquellos hombres estaba a punto de salirse de madre y en un sitio cerrado, tan lejos de la civilización, el pánico podía ser el peor de los enemigos.

Notas de juego

Puedes hacer una prueba de interacción de dificultad 3 para evitar que algunos entren en pánico. Si crees que alguna habilidad puede ser utilizada, adelante.

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03/06/2019, 09:51
Dorian Applesmith

Dorian se quedó maravillado con lo que había en el interior. Un sarcófago como aquel, en las condicoines en las que presumiblemente se encontraba podía catalogarse como una verdadera fortuna, su jefe, desde luego, estaría poco menos que encantado. 

Tratadlo todo con cuidado —les dijo a los porteadores con su particular tono de voz autoritario aun sin ser el jefe de la expedición si quiera. —No sabemos si valen una fortuna, así que tened cuidado. 

Se acercó hasta donde se encontraba la jefa de la expedición hasta colocarse a su altura, mirándola a la par que se acariciaba la barbilla pensativo. Tenía que controlar la situación, porque tal vez aquello fuese importante, y para algo habían llegado hasta allí. 

-Tenemos que abrir esto —afirmó con determinación. Y debía ser así, ya que su jefe tenía un interés desmedido por aquel estúpido libro. 

Aprovechó para echar otro vistazo a la cámara. 

- Tiradas (1)

Motivo: Cognición

Tirada: 3d6

Dificultad: 5+

Resultado: 2(+2)=4, 1(+2)=3, 5(+2)=7 (Suma: 14)

Exitos: 1

Notas de juego

He tirado los 3d6 y le he sumado el bonificador de pensar rápido por la situación. Si es incorrecto, entonces se le quita, aunque al final el resultado es el mismo porque se ha obtenido un cinco. Espero estar en lo correcto. 

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03/06/2019, 09:31
Asis Zulaiman

Asis se estremeció por un breve instante. No por la posible presencia de espíritus malignos, qué idea tan estúpida, sino por el repentino cambio de temperatura, especialmente en comparación con el ardiente calor del exterior. Era la clase de cosa que nunca se menciona en situaciones así. El gesto y la petición de su padre lo hicieron reaccionar. -Sí, claro, ahora voy -respondió, acercándose lentamente a dónde estaba Hamid, permitiéndose observar el interior de aquella estancia, aunque no demasiado, pues la joven profesora Steelwater ya estaba ocupada sacando fotos y si quería saber algo, ya se lo preguntaría a ella después. El joven depositó la abultada mochila en el suelo y la abrió. Luego, con sumo cuidado, cogió el vaso que su padre tenía entre las manos y lo introdujo en el interior de la mochila*. Repitió el proceso las veces que hizo falta, en silencio, y de forma igualmente metódica.

-Bueno, ahora deberíamos abrir el sarcófago, ¿no crees? -preguntó a su padre, con un tono algo seco, una vez hubieron terminado con los vasos. Asis había ignorado conscientemente los gritos de los porteadores, le daban bastante igual los cuentos de viejas en los que creyeran, ya había bastante trabajo por hacer y ya era lo bastante delicado, como para encima añadirle todo aquel escándalo. Con paso decidido, se acercó hasta el objeto que presidía la sala y esperó una confirmación por parte de alguno de sus superiores.

Notas de juego

*¿La mochila tiene alguna forma de asegurar el vaso y que no se golpee al llevarla, ni que sea plástico de burbujas?

Me reservo la tirada para intentar abrir el sarcófago si el resto del grupo no tiene objeción a ello.

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03/06/2019, 10:13
Diana Steelwater

Diana dejó de hacer fotos y se acercó lentamente a la profesora. Aquello era maravilloso, si bien la sensación de intranquilidad no dejaba de abandonarla. La verdad es que el miedo que sentía detrás de ellos no hacía nada para tranquilizarla.

Al estar cerca de la profesora Achenloft aquella pugna de emociones volvieron a aflorar en su piel. ¿Como podía admirar y envidiar tanto a una persona? ¿Acaso aquellas dos sensaciones siempre iban unidas de la mano? Se la veía segura, como si no fuera nada del otro mundo lo que estaban haciendo.

Realizó una foto rápida a las vasijas mientras susurraba, más para si misma que para los demás. -Amset... Duamutef... Hapy... Kebeshenuef...

Tras esto se giró hacia su profesora mientras hacia esfuerzos para encontrar algo relacionado con todo aquello.  -Por el Seth que encontramos en la entrada... O era alguien importante de las primeras dinastías egipcias o era alguien poco querido. Se mordió levemente el labio. -Las estatuas de gatos nos sugieren alguien de gran importancia. Eran animales de palacio, normalmente.

Dicho esto se quedó callada. Seguramente todo aquello ya lo sabía la profesora. No le había dado ninguna información nuevo. No había contestado bien su pregunta. Era un fraude como ayudante. Lo mejor que podía hacer era callar de momento y dedicarse a lo que estaba haciendo. Hizo un par más de fotos y miró el sarcófago desde una distancia prudencial a ver si podía ver algún jeroglífico que aportara un poco de luz a su pobre explicación.

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03/06/2019, 11:30
Samara

Así que era una tumba, después de todo. Tumba que pronto sería abierta, a tenor de lo que decían tanto la jefa como el representante del mecenas. Los demás harían lo que les ordenaran, por supuesto.

Los vasos canopos, el sarcófago, la disposición interior... nada del Libro de los Muertos. No es que la sorprendiera, claro, pero tampoco podía decir que lo esperara. ¿De quién sería...? Escuchó las explicaciones de la mujer, Diana, la ayudante de la profesora. Tenían sentido, aunque dejaba muchas preguntas en el tintero.

Sin embargo no pudo entretenerse en ellas. Porque empezó a escuchar los murmullos de los porteadores, los hombres estaban asustados. Trató de calmarlos, usando su voz más serena, en un árabe musical y suave.

-¡Eh, tranquilos! No es distinto de cualquier otra tumba que hayamos excavado, muchachos. ¿Maldición? ¿Por qué? La inscripción en la puerta no es tal maldición, sino un modo de mantener alejados a los ladrones. No somos ladrones, venimos a preservar, no a robar...

- Tiradas (1)

Motivo: Interacción

Tirada: 2d6

Dificultad: 3+

Resultado: 2(+1)=3, 6(+1)=7 (Suma: 10)

Exitos: 2

Notas de juego

Uso "Inspirar".

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03/06/2019, 13:00
Porteador

Los hombres escucharon las palabras de Samara quien, erguida y orgullosa, transmitía confianza y seguridad. Tal vez por eso, la mayoría comenzaron a respirar con más calma. El más exaltado y que había iniciado los tumultos, no soltó el colgante y miró a la mercenaria con el rostro compungido.

- Lugar maldito. No debemos estar aquí. Aviso en puerta. Esto no bien –

Era curioso como el miedo podía impulsar incluso a hablar en un idioma que no te era especialmente conocido solo para hacerte escuchar y Samara sonrió al ver el intento de inglés que había intentado aquel hombre. El resto siguieron trabajando, por lo que, ver a ese peón acurrucado contra la pared casi lo consideró un triunfo. Al menos la situación estaba bajo control.

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03/06/2019, 13:57
Sarah Achenloft

Mientras tanto, junto al sarcófago, la profesora Achenloft sonrió ante las palabras de su ayudante.

- No vas mal encaminada. Está claro que debía ser alguien importante, para bien o para mal pues solo así tenías el “honor” de la momificación. Lo curioso es primero la ausencia de enseres para la otra vida ¿Era acaso alguien odiado? Y si es así ¿Por qué encerrarlo aquí? Los felinos bien podrían representar a Bastet pero ¿Qué sentido tendría? A no ser que representaran a Sejmet, la poderosa ¿Intentaban entonces con las estatuas guardar algo? Tal vez… -

La doctora siguió con su soliloquio cuando se vio cortado de golpe cuando de pronto…

…Un grito desgarró el lugar, extendiéndose por el pasillo y perdiéndose en la oscuridad. Hamid se quedó quieto con el último vaso canopo aun en la mano. Si no creyera que era imposible, se atrevería a jurar que el grito había ocurrido al levantar la última de aquellas reliquias. Observó a todos en la sala, esperando algún tipo de reacción, pero todos se habían quedado inmóviles, algunos aguantaban la respiración, a pesar del frio, algunas gotas de sudor resbalaban por su frente.

La inglesa fue la que hizo que todos reaccionaran.

- Vuelvan al trabajo, esta claro que son ecos que reverberan contra las paredes. ¡Tú chico! – Dijo señalando a Asis – Ayúdanos a abrir esto. Hamid, por favor, ¿puedes llevarte los vasos fuera? Gracias -

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03/06/2019, 13:58
Guardián de la cripta

Y con esas palabras, todos empezaron a moverse.

Salvo Dorian, que se había quedado mirando ensimismado la pared que había entre ambas estatuas felinas. Cuando el grito había inundado la sala, estaba seguro de haber sentido una ráfaga de aire proveniente de aquella zona. Lentamente se aproximó a la piedra, buscando… aun no sabía no qué buscaba. Pero cuando se encontraba casi pegada a ella, lo vio, una pequeña hendidura entre dos rocas que permitía intuir que la pared estaba hueca. Totalmente ensimismado, permaneció inmóvil frente a la pared y entonces volvió a sentirlo, una corriente de aire. Al otro lado de aquella pared había algo.

Entonces, a su lado, la estatua del gato gruñó o tal vez se quejó, la piedra de la que estaba formada se rajó por el cuello y la cabeza se derrumbó justo a los pies del ejecutivo que, para evitar quedarse sin pie, trastabilló cayendo al suelo. Los ojos del felino parecían clavados acusadoramente en él.

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03/06/2019, 19:05
Asis Zulaiman

No, no podía ser, la doctora tenía que estar en lo cierto, debía ser algún eco perdido de alguien en el exterior, por algún motivo físico que Asis era incapaz de explicar. Al igual que lo de Dorian y la estatua, seguro que el tío había tocado lo que no debía y casi no lo cuenta. Estas cosas son viejas y se vienen abajo solo con mirarlas. Para eso estaba él ahí...

Bien contento de apartarse por si las moscas de los vasos, que malditos o no, seguían conteniendo las vísceras de un tipo de hace tres mil años (su padre ya sabría bien qué hacer con ellos), se inclinó sobre el sarcófago para inspeccionarlo un poco mejor y buscar un punto por el que agarrarlo. No estaba seguro para nada de si iba a ser pesado o no, así que más valía hacer buen uso de las rodillas y la espalda. Se frotó las manos con un trapo que llevaba en el bolsillo para retirar cualquier posible rastro de sudor y... Allá va.

- Tiradas (1)

Motivo: Abrir el sarcófago

Tirada: 3d6

Dificultad: 5+

Resultado: 1(+1)=2, 6(+1)=7, 6(+1)=7 (Suma: 16)

Exitos: 2

Notas de juego

Dos éxitos y un 1. Bra-vo.

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04/06/2019, 10:57
Samara

El grito había sido terrible, y sin motivo. Samara miró disimuladamente a los porteadores, y en concreto al tipo que se había mostrado más nervioso. ¿Cómo explicarían esto ahora...?

Fue la jefa quien lo hizo... más o menos. "Ecos que reverberan en las paredes". Si aquello había sido un eco, ¿de qué clase de sonido lo era...? Pero ella no chistó. No quería poner las cosas aún más difíciles, que ya se estaban poniendo solas.

Lo que sí hizo fue asegurarse de que su arma estaba en su sitio, y palpó el mango de su cuchillo de caza, que colgaba a un lado de su cintura. Nunca se sabía.

Sin embargo, lo que no se esperaba fue lo que ocurrió con Dorian, y la escultura felina. ¿Qué demonios...? ¿Dorian había empujado la escultura y la había derribado? ¡La había roto! ¡Un mecenas de la excavación, destrozando un hallazgo! 

-Por todos los dioses antiguos, ¿qué te pasa? ¡Has decapitado esa escultura! 

Sólo el hijo de Hamid parecía conservar el temple, y estaba intentando abrir el sarcófago, como le habían ordenado. 

No se acercó. Siguió pendiente de los vivos, y de los peligros que podían acecharles, ahora que estaba convencida de que el grito que había escuchado era real.

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04/06/2019, 11:48
Dorian Applesmith

El susto que se llevó Dorian fue tremendo. Además, el lo exageró un poco. Al fin y al cabo, siempre se le había dado bien interpretar. Se llevó una mano a la boca y dio un saltito hacia el lado. Aquello estaba pasando de castaño oscuro. 

—¿Cómo demonios iba a decapitar esa escultura? —le espetó a Samara mientras se recomponía un poco de toda aquella situación. —¿Con las manos?

Contuvo su respiración durante unos instantes, sopesando si comentar el hallazgo con el resto de sus compañeros o no. Si no podía el solo, lo mejor era compartirlo con los demás. 

Aquí hay una abertura. 

 

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04/06/2019, 17:42
Diana Steelwater

Diana se quedó un poco más tranquila con la contestación de la profesora. Al menos no se había equivocado de todo. Sin embargo no había sido del todo perfecta su explicación. La siguiente vez intentaría superarse a sí misma. Ni que fuera una sola vez... Aunque siempre le habían dicho que no valía nada. Sabía que no era verdad pero era muy difícil desprenderse del pasado. Demasiado.

Sin embargo un grito la sacó de sus pensamientos. El mismo escalofrío. ¿Podría continuar ignorandolo durante mucho más tiempo? A aquello se le sumó la destrucción de una de aquellas estatuas felinas. Apenas había conseguido hacerles un par de fotografías. Un desastre en toda regla. Una llama de furia se encendió en su ser.

Se acercó hacia Dorian con el ceño fruncido. Reconocía la sensación que la embargaba. Le había llevado a muchos problemas y le había sacado de muy pocos. Pese a eso, era superior a ella.

-Ignoro como ha destruido parte de la historia de la humanidad señor Dorian, pero todos agradeceriamos que se abstuviera de repetirlo. Dijo con acritud y sorna. -Y si ahora deja a gente más experimentada inspeccionar la abertura, sin duda todos respirariamos más tranquilos. Se apartó un mechón de pelo de la cara y miró durante unos breves segundos a Dorian y se puso inspeccionar minuciosamente la apertura. Si, una pared falsa.

-Se trata de una pared falsa. ¿Ideas?