Partida Rol por web

Nomacuerdo estaba decidido, de un probador no podía escaparse nadie, ni correr ni nada, así que a la que saliera le iba a pegar un mordisco a lo tiburón en el national geographic. No había corredores allí, no los había, en su lugar había una zombi que le miraba de arriba a abajo, como si lo conociera.

- ¿Galletas? No, tengo hambre....no... nomescondo, estaba atrapada... buscaba, a mi... ¿novio?. Nomacuerdo, has visto a mi ¿novio?... Tiene.... Cara de panoli... ¿Tienes Galletas? - Se quedó muy quieta mientras la olía, que ya se sabía, que había zombies salvajes caníbales, e igual aquel tipo no se había comido un rosco en vida e iba a hacerlo ahora en muerte, pero no, fue un olisqueo inocente y cuando dijo donde querían ir dijo

- ¿A casa? O... mi novio.... me tenía que traer un tanga para probarme.... ¿Lo has visto?. Noooooorman, se llamaba así.

Pum. Zambombazo que te crió. Nomacuerdo decía que había empezado la guerra pero Vero, o como se llamara, le miró y le dijo

- ¿Te has tirado un pedo en nuestra primera cita? - Aquella zombi parecía ser posesiva y estar algo loca, incluso para ser zombie.

En la sección de juguetes Zaspa no podía dormir. Los malditos corredores estaban jugando al puente del río Kwai o estaban haciendo una jodida mascletá, pero así no había quien durmiera. Se levantó torpemente dejando atrás la alfombra en búsqueda de un duplex con piscina digno de un ejecutivo. La mejor casa se la había pillado Mooooom, así que se tuvo que conformar con una casita de Feber en la que tenía que encogerse para que no le salieran los pies. No era la panacea pero algo amortiguaba y tenía una puerta y todo de color rojo. Se estaba bien, ahora solo necesitaba un poco de tiempo para digerir, no fuera a darle un corte de digestión.  Mooom y Zaspa habían comido, los corredores estaban enfadados, ahora valía más no ponerse por medio.

Mientras Nathan veía que le venía una Opa hostil en forma de hawaiano con mala hostia. No era la primera en su vida, aunque normalmente era él el que las hacía, no el que las recibía. En el arte de la guerra de Tsun Tzu, su libro favorito cuando aun se acordaba de como leer, lo decía claro: Si un enemigo es superior en número no te dejes ver, y eso fue lo que hizo, se escondió, esperando que la explosión le diera la oportunidad de comerse a un pequeño inversor.

Snoop había pillado carne y ahora tenía un all you can eat delante. Los corredores eran rápidos, parecía que se hubieran puesto de speed hasta las trancas porque en vez de quedarse allí para ser comidos de forma pacífica y racional se escapaban. Como buen seguidor del baloncesto callejero sabía que a veces no hacía falta meterla de tres, que bastaba con coger el rebote para poder anotar, y eso es lo que haría, esperar que alguno se cayera, recibiera una herida y entonces le haría un scratch mientras pedía ruido y ponía la base a toda pastilla, una base de gritos de dolor, su favorita.

El grupo de Jake se vio sorprendido por la explosión, miraron hacia fuera y se quedaron blancos al ver que había pasado. Su autobús había volado por los aires y ardía como un ninot en fallas. Un tanque, un tanque había volado su autobús, y tras él había un camión del que empezaban a bajar soldados vestidos con un uniforme negro, sin insignias, sin marcas. Iban armados hasta los dientes y avanzaban en dirección al walmart con malas intenciones. Emmet y TJ señalaron hacia atrás a Jake y le preguntaron

- ¿Quienes son estos cabrones? ¿Que coño está pasando? - Pero el hawaiano no tenía ni idea. Sus objetivos ya no tenían mucho sentido, el plan había saltado por los aires. Era cierto que a veces entre supervivientes se mataban por un objetivo, pero nunca habían tenido que enfrentar algo así. Tenía que haber algo más, aunque no podían saber que. El hawaiano dijo

- Olvidad las cosas, por atrás, hay que largarse de aquí...

En la entrada ya se estaban formando un par de lineas de soldados que parecían estar esperando a alguien. Las radios de los soldados zumbaron y una voz metálica resonó clara en el silencio del centro comercial

- Aseguren los sujetos, hagan lo que tengan que hacer.

Los hombres de negro empezaron a hacer señales para desplegarse de forma táctica por el centro, 2 por el centro, 2 por la izquierda, 2 por la derecha. El hombre que iba más adelantado llevaba una especie de palo del que sobre salía una aguja del grosor de una cañita de refresco, el de atrás, iba armado con una ametralladora. Buscaban algo, ¿pero qué?

Mucho ruido, demasiado, y ahora por las voces, parecía que un montón de carne estaba llegando al centro comercial. Aquella casita, no era muy grande, a penas ni encogido entraba por completo en su interior, y algo protegía del ruido, pero no mucho. Esto no le vino nada mal, dormir, lo que se dice dormir, pues no, no durmió el pobre Zaspa. Pero casi mejor, ya que de algo se estaba enterando, y no era poca cosa, ni sencilla de comprender.

Al parecer los filetes que habían llegado en primer lugar, se iban, ya que había llegado mas carne, mucha mas y con ganas de guerra. Y a su casa, que cuadrilla de hijo putas, venían de visita montando tanto follón. Y los cabrones parecían organizados, aquellos tipos seguro que eran peligrosos. Al menos, de momento no tenía hambre, así que con la cara cerca de una ventanita que daba al pasillo, trato de seguir los movimientos de aquella gente. De lo mismo, se acercaban y surgía la oportunidad de volver a hincar el diente.

Alerto a Moon por si se había dormido. -Zaaspa zaaas- Cuidado que vienen tipos extraños, a ver si no nos ven y les atacamos por la espalda. Aunque estoy lleno, a un buen filete no le diré que no.

Aquel día parecía que estaban regalando la comida. Hacía tiempo que no tenían tanto ajetreo. Un nuevo grupo de corredores entro en los dominios del rey Mooomm. Su corte tenía fama de ser buena anfitriona, lo normal era que una vez entraras te quedarás para siempre. Eso debía significar algo ¿No?

Zaspa alertó a Moommm. Este gruñó para indicar que estaba atento. Estaba lleno, pero no iba a desperdiciar la comida, a saber cuándo volvería a abrir el bufed después de aquello.

Quietecito se quedaría como los niños buenos, porque no quería acabar como Cher y Kareeeen.

-Yo tamvién vusco a mi novia - Noooorman...- Yo soi Nomacuerdo, se parece a Nooooorman. Quizá por eso estoi en esta seción, ¿no? Me la miré bien a la chica, hum, no se, esa mirada...y esas maneras, ¿podría ser ella?

-¿Qué es un tanga? Se man olvidado cosas. Hace un momento lo savía. Te lo puedo buscar yo. No, no tengo galletitas.

Lo malo es que yo no tengo cara de panoli, no puedo ser él. Qué pena, es una sexizombi. -¡¿Eh?! Nooooo, no pedos, tonta, jajajaja, jamás con una chiiiicaa... Hueles bien...

¿Y por qué hablaba de cita si tiene novio? Uf, demasiado complicado esa pregunta. -¿Tenemos una cita? ooooh. Vale. Zeeereebroosss -En un acto de atrevimiento total la tomé de la mano. 

-Yo no me movería mucho de aquí, cuando hay booomm, y rattataaaa, caen demasiados ermanos. Podemos buscar galletas y tu tanga. 

—Tsk —chasqueó los dientes. No sonaba igual que cuando vivía pero el gesto transmitió unas trazas de profunda decepción —. Tacatatatatatac.

Mucha competencia, demasiados clientes insatisfechos. La cuota de mercado por los suelos y en valor bursalit en mínimos históricos.

—Crisis de brrrainss — Había más que nunca, pero estaban protegidos por un par de contundentes decretos en forma de bate de béisbol y magnum .44.

—Mooom, brrains, Zaska zaska, brrains —llamó a los zombis especialistas que estaban asimilando las libras y libras de carne consumida. Se removió inquieto. Como en vida, le parecía que la gente cobraba mucho y trabajaba poco  —Prrroductividad por los suelos. Brrr, brrr, brrains.  

Me metí en Books & Magazines para ojear alguna revista porno mientras esperaba a que la comida volviera a mi. Habían entrado unos tipos muy chungos, seguramente de alguna banda rival del barrio... puede que chicanos, puertorriqueños o gitanos. Se iba a montar la de Dios Zombi y no quería estar en el medio, así que me quité de ahí. Desde detrás del mostrador, miraba arriba y abajo para ver qué hacía cada grupo. Para pasar desapercibido, hice dos agujeros, uno en cada teta de una bella mujer que salía en la Penthouse. Subí la revista a la altura de la cara y por los agujerillos miraba. Era un lince ideando planes y ocultándome, como se podía ver. Esperé, esperé, esperé...

Aquello parecía el día donde ponían el 2 x 1 en chuletones en el supermercado, pero los precios habían subido. La ley de la oferta y la demanda, pistolas, metralletas y bates hacían subir el precio, tipos vestidos de negros sacados del splinter cell mucho más. Era un ambiente en el que Nathan se podía sentir como pez en el agua, oferta, demanda, productividad, pero la mano de obra que tenía a mano era muy de desear. Llamó a Mooom y Zaska, avisando de la posibilidad de obtener cerebros pero la mano de obra se rebelaba, apelando a que estaban en la pausa del bocadillo tobillo. Aquello era un insulto para cualquier buen americano capitalista y millonario, el estar muerto no era óbice para no hacer dinero.... pero Mooom y Zaspa estaban en otras cosas, esconderse y digerir, y si se ponía algo a mano, morder, que no había congelador para guardar la comida.

Snoop decidió que si no podía entregarse a los apetitos de la carne se entregaría a los de la vista. La revista estaba llena de mujeres pero eran muy poco apetecibles, todas estaban demasiado delgadas, menos la pechuga y el trasero, pero aquello parecía conejo por liebre, porque o mucho se equivocaba o debajo de esos bultos carne no había. Hizo un par de agujeros en la revista y esperó a tener una oportunidad.

Mientras Nomacuerdo intentaba descubrir si aquella mujer era o no su novia perdida. La chica lo miró frunciendo el ceño

- ¿Tu tienes novia? - Dijo imprimiendo un tono de duda - Nomacuerdo, Noooorman, igual sí, pero.... no tienes mi tanga, y mi novio me iba a traer un tanga, y tu no tienes. Igual es que ..... tu novia y mi novio nos han dejado. - Se quedó pensativa - Nomacuerdo de que es un tanga, creo.... que es.... como una galleta - Abrió muchos los ojos - ¿Sí, me lo buscarías? Así podemos ser amigos, más si no te tiras pedos.... No me gustan, suenan, como eso - dijo señalando hacia afuera - PUM - Sonrió, asintió y le dijo - Zerebrosssssss.

La mujer parecía ser más decidida e impulsiva que NoMacuerdo y salió al pasillo, encontrándose con alguno de los hombres de negro. La chica se abalanzó, mirando de reojo a Nomacuerdo, feliz por cazar una presa para compartir con su nuevo amigo. No llegó muy lejos, el miembro del equipo que iba en cabeza le clavó la aguja y la mujer gruñó, cayendo al suelo y retorciéndose como si estuviera en un concierto de Alejandro Sanz. El miembro del equipo que estaba en la cola, apuntando a la amiga de NoMacuerdo por si se levantaba... aunque no parecía que lo pudiera hacer.

El equipo de Jake atravesaba la sección de zapatos, intentando llegar a una pequeña ventana que daba a la parte de atrás. No parecía que fueran a tener tiempo de salir pues los equipos tácticos iban a darles alcance en breves, pero eso era cosa de corredores, cosas que no importaban a los zombies.

Entonces comenzó a pasar algo muy raro, como un cosquilleo en el estómago. El primero que lo sintió fue Zaspa y le siguió Moooom. Algo extraño les estaba pasando, por algún motivo Zaspa se sorprendió pensando que GOOG era el anagrama de las acciones de Google, y estaban a unos 500$, mientras Mooooom, no sabía porqué le dio por pensar que 12 x 12 eran 144 y que el capitán América molaba mil veces más que Iron man.

Algo les estaba pasando, algo muy raro, como cuando te comes un brownie con maría, o como cuando te fumas un porro de manzanilla.

Raro, muy raro....

Tanga, galleta, lo que sea. Asiento con la cabeza -Bamos a vuscar juntos, vale. Eres guapa.

No sé por qué dije eso. Que lo era, sí, pero yo tengo novia. Tenía. No se. Galletitas igual tiene razón, se ha largado con su novio. Qué cosas. Vrandraaa, Vendraaa, Veroooo, nunca lo harían, ¿o sí? Yoquesé. Bueno, que es igual, tengo una amiga.

De reojo veo lo que pasa. Tenía una nueva amiga. Tanto batir los sesos, y mientras Galletitas se fue a por zereebroossss, se la han cargado. Baila bien el break dance, ahí en el suelo. Qué raro. No es como cuando te espachurran el zereeebrooo o te lo cortan en rodajas, esto es otra cosa.

Yo por si, doy un paso atrás y me vuelvo al armario este ropero, al vestidor con los visones. De paso busco la galleta tanga esa, a ver si se cayó al suelo..

Algo raro raro le estaba pasando a Zaspa, su cerebro bullía con una actividad efervescente. Era como si de repente, se habría vuelto listo. Sabía cosas con certeza, de las que hacía un instante, no tenía ni puñetera idea. Pero si el apenas sabía quien era, mucho menos hostias de acciones y su puta madre. ¿Qué cojones le estaba pasando? Aquella carne estaba jodida, sería una tipa que iba drogada hasta las cejas, y ahora estaba sufriendo el las consecuencias.

Hasta vértigos le daban al pobre Zaspa, aunque hubiese querido, que aun no era el caso, no se habría podido poner en pie. 

-Zas zaraspa zaspa zan?- ¿Qué hostias nos esta pasando capi? Me siento muy raro. ¿Estaría jodida la carne que hemos comido? ¡Menuda putada!

Y allí se quedo el pobre, asustado, esperando que pasase aquello, fuera lo que fuese. 

Le costaba mantenerse quieto.  Era, literalmente, puro nervio.  Un amasijo de nervios y tendones animados por el hambre.  Hambre de brrrains, por supuesto.  Pero no era el momento de sacar su producto, su Z-pack al mercado.  Su cerebro reseco, parecido a una ciruela pasa,  le decía que tururú, que se iba a comer un arbitraje financiero. O una reclamación.  Lo que fuese.

—brrrrrains — susurró, muy bajito —. brrrains. Se asomó, muy lentamente por detrás de su escondrijo.  Vio más brrains moverse, con armas y equipos tácticos. 

—Crrrisis, criisis. Default. 

Hacía falta moverse, hacer algo, pisar algunos brrains o se quedaba sin curro, dividendos o sabrosos brrrr.

Así que se deslizó hasta uno de esos pequeños cubos de metal tapados por un frágil cristal donde se leía "Romper en caso de incendio" y activó el sistema de alarma.

Mooomm dejó de balancearse. Sintió que algo estaba cambiando en su cerebro y no, no eran los gusanos que se estaban moviendo. Era otra cosa.
Parecía que, de algún modo, se estaba volviendo inteligente…
Su cabeza se abrió a un mundo lleno de posibilidades, mates, héroes de Marvel. Ya no solo pensaba en devorar, dormir y vomitar. Si vomitar, porque tras un tiempo en el estómago la carne únicamente estorbaba. Haciendo que uno se hinchara como un pez globo, igual que Kareeeen. Para evitar eso lo mejor era soltarla después de saborearla lo suficiente.

Zaspa parecía sentirse igual ¿Aquello les convertía en súper zombis?
-Moooomm ¿ñamñam Moommm? Con aquello el pequeño parecía indicar que se sentía igual de raro, pero se preguntaba que resultado tendría de seguir comiendo. Quizá podría terminar participando en pasapalabra.

Desde mi posición veía a los corredores y también a los que habían entrado nuevos. La cosa estaba en empate por el momento, ya que no habían entrado en liza aún. Siempre era mejor esperar a que se mataran entre ellos y luego recoger una bandeja del McDonald's e ir a por el buffet. Sentado allí, mirando por los agujeros hechos en los pezones de Pamela Anderson, observaba el avance de unos y otros.

-"Damn runners whitey... Po po pó..." Canturreaba bajito en idioma zombi.

En cuanto se desatara el combate, saldría a darme un festín de los buenos. Podría elegir las partes que quisiera si llegaba el primero: criadillas, abdómenes, lenguas...

Nomacuerdo accedió a ir a buscar lo que fuera que quisiera buscar esa chica. Juntos, aquello era una cita o algo así, y encima era guapa y le gustaba lo mismo que a él, los zerebros. Salieron de cena romántica pero la cena tenía una brocheta que pinchaba y que hacía que las guapas se retorcieran en el suelo. No es que la estuviera dejando colgada, pero es que le había prometido buscar sus galletas, o su tanga, o lo que sea, así que al ver que los hombres de negro le habían pinchado decidió buscar dentro del cambiador. Allí no había galletas, pero en el suelo había un papel con personas en color... Le echó un vistazo y vio a su amiga, pero con más carne. Debía ser de cuando era joven, y al lado había un tipo, uno con cara de panoli... uno que le sonaba, pero no sacordaba de donde lo había visto.

Zaspa y Moom empezaban a sentirse raros, como después de zamparse un kebab lleno de setas alucinógenas. ¿Que eran aquellos pensamientos? ¿Se les había escacharrado el cerebro? Haberse comido a aquella mujer no podía haber sido la culpa, imposible, la tenían todavía entre los dientes como aquel quien dice. Algo pasaba, algo que daba miedo, sobre todo cuando los corredores pasaron cerca de sus casitas prefabricadas. Los entendían, entendieron el susurro que dirigió el hombre de la ametralladora al que iba delante

- En las casetas hay dos, cuidado a la espalda...

Los habían visto, pero no parecían interesados en ellos. Les estaban empezando a coger nauseas, ganas de vomitar, y no se vomitaba, carne comida, carne digerida era un gran mantra zombi. Sus manos estaban temblorosas y habían roto a sudar. Sentían un gran calor... algo les estaba pasando.

Como si hubiera intuido los calores que estaba sufriendo su mano de obra Nathan empezó a moverse. Aquel cristal se parecía al botón de la campana de wall street, o la campanilla para llamar a sus siervos a que le trajeran brainssss. Le dio un golpe y tiró de la palanca y empezó a sonar la alarma, y del techo empezó a caer agua, provocando comentarios de queja de los zombies de la tienda. Se estaban duchando, y un zombie no se ducha. El agua le estaba sintiendo mal, le dolía en la piel, le estaba matando y la vida se le estaba pasando por delante de los ojos. Cuentas y cuentas en las Islas Caimán, depósitos en Suiza y Luxemburgo... estaba forrado, se moría y estaba forrado, que putada. Encima uno de los equipos de infiltración lo habían visto y lo apuntaban, pero lo ignoraron mientras convergían hacia la gente de Jake.

No llovía a gusto de todos y la lluvia improvisada estaba fastidiando los pezones de Jamona Anderson. Afortunadamente habían más revistas, pero si esa lluvia persistía se iban a estropear todos. El fucking nigga que hubiera hecho eso era un madafacka with all the letters. Al sonido de cristales rotos se le unio el de disparos, que sonaron como la más pegadiza de las bases. Aquello sonaba a Boom Bap super noventera, solo faltaban los gritos y alaridos de dolor para que se hiciera la hora de comer.

Los equipos de infiltración convergían hacia los hombres de Jake, que habían roto una ventana y por la que escapaba la doctora mientras Emmet, TJ y Jake la cubrían. Los hombres empezaron a disparar, pero la lluvia parecía estar molestándoles. El equipo de la izquierda cayó por completo por los disparos de Jake y TJ. El equipo de infiltración devolvieron los disparos mientras TJ salía por la ventana.

Malditos hombres de negro, se le estaban escapando los filetes por su culpa, pero había quejidos, dolor, música celestial para sus oídos.

Pero aquello no paso, sino que fue a peor. Aquellos tipos pasaron cerca de ellos, y les vieron. Pero no les hicieron ningún caso. Querían capturar a los corredores que ellos habían atacado y comenzaron a dispararles. Y entonces, se le revolvieron las tripas, sentía nauseas, a duras penas pudo mantener la carne en el interior de su cuerpo. ¿Qué le estaba pasando? La carne estaba bien rica, y lo suyo hacía que había comido, ni se acordaba de la última vez que le había hincado el diente a un buen filete. Bueno, eso entraba dentro de lo normal, no se acordaba de muchas cosas. 

Y para complicar aun más las cosas, entendía a aquellos pedazos de carne andantes. ¿Cómo era eso posible? Tantas cosas extrañas, en tan poco tiempo, y sobre todo la necesidad de mantener la boca cerrada para que no se escapase la carne recién ingerida. Le hicieron estar quieto, pensativo. ¿Quién cojones eran aquellos tipos? ¿Qué le estaban haciendo?

Seguro que aquello pasaba pronto y tendría de nuevo ganas de comer, vigilo a aquellos cachos de carne con patas, si aparecía una oportunidad, la aprovecharía. Si se le pasaban las ganas de vomitar.

Ahí estoy mirando y mirando y remirando la foto esta. Oigo disparos y más disparos, gritos, carreras, gruñidos, se está formando una buena en el Walmart. Menuda fiesta, y yo aquí rebuscando en mis sesos revueltos al pasado perdido.

No soy un buen zombie. Creo. De esos que van asustando, atacando y comiéndose a la gente. Cuando me pille la Conchi me va a matar. Again. 

¿Pero quién coño es este tío? Nomacuerdo casi de nah. Y ahora que hago, salgo a rescatarla, me quedo aquí paciente a la espera de que se larguen los pim pam pum, o qué. las tripas reclaman Karneeeee , ¿dónde estará Karneeee? Ella siempre es más lanzada y me deja trozos de zeeereebroo para mí. 

Qué dilema. Bueno, voy a enseñar la nariz un poco a ver qué pasa ahí fuera, solo un poco, eh. A lo mejor puedo tirar de una pierna y esconder a mi amiga en este armario.

Reseco. Flaco. Deshidratado. Liofilizado. Al zombi llamado Nathan, al parecer le hacía daño el agua mucho más que a los demás.  Pero únicamente porque era agua del grifo, no se trataba de exclusiva agua artesiana, filtrada a través de carbón de caoba tibetana y polvo de diamante.  Podía haber perdido sus órganos, la mitad de su piel y el tuétano de los huesos pero no su sensibilidad a lo que olía a pobre. Como el cloro.  El cloro era de pobres.

—Brrrains, brrains — no sabía que estaba pasando. Había lucha entre brrrains y eso solía dejar jugosos beneficios, pero esta vez era diferente.  No había zombis atacando, ni gritos, ni podía dedicarse a comerse a los que se separaban del grupo o caían heridos.

—Liquidez. Brrains — se movió a otra zona más seca, otro sector en que los sprinklers no se hubiesen activado. Retrocedió hacía automoción y se ocultó junto a la puerta, tras uno de los arcos de seguridad, tras un extintor y la toma de agua.  Junto a la puerta, los brrains se relajaban, se creían a salvo, veían la luz y entonces... 

—Brrainssss —se le hacía la boca agua solo de pensarlo.

Aquello era una novedad, entendía a los corredores. Les habían visto y aún así los habían ignorado, pensando erróneamente que no eran peligrosos.
No entendía que estaba cambiando en él, quizá se le estaban cayendo los dientes de leche o veré a saber. No merecía la pena preocuparse en esos momentos, lo importante era que no le pincharan, dispararán o alguna otra cosa. Su maldito cerebro estaba despertando. La barra de carga estaba al sesenta por ciento. Cuando llegara al cien por cien se iban a cagar esos corredores. Aunque hambre ya no tenía, no les dejaría salirse con la suya, era un heroe, el jodió mini capitán América zombi.

Poco a poco iba despertando de su letargo, saliendo de su castillo. La hora de la justicia estaba próxima, vengaría a Conchi y a tantos otros que habían muerto ese día. Caras que no volvería a ver, aunque algunas fueran bien feas, las echaría de menos.

Había llegado la hora.

Tiré las revistas al suelo y me subí los pantalones. Había estado haciendo guarreridas sexuales mientras esperaba. Aunque era un zombi, aún tenía mis instintos más primarios. Salí al pasillo y me dirigí hacia donde estaban combatiendo los fucking corredores. Seguro que pillaba a alguno de los de negro por la espalda y podía morderle la yugular, como hacía el jodido Drácula ese. ¡Se iban a enterar quien era el zombi más cañero del Walmart!

-"Eat my turnip, nigga... grrrrr..." Canturreaba en idioma zombi mientras me acercaba despacito por su espalda.

Disparos, gritos, gruñidos, se estaba montando el dos de mayo en el Walmart. Nomacuerdo estaba pasando una crisis de identidad zombie, se sentía menos y no había psicóogo que pudiera atender. La foto era del novio de su amiga, no lo conozcía no le había visto, como a Kareeeen, que hacía tiempo que nada....seguro que estaba comiendo a dos carrillos y no quería compartir. Salió a fuera y vio que su amiga se movía, más o menos, gruñía y se movía como una cucaracha panza arriba a punto de morirse. La cogió de las manos y la arrastró hacia el proveedor mientras la chica le sonreía, aunque había algo más en su expresión, ¿hambre? ¿Por qué su amiga se querría comer a Norman Loose?. Se miró la mano y se sorprendió, ¿De donde había salido tanta carne? ¿Por qué hacía un color tan extraño?

Zaspa y Moooom se sentían mal, algo extraño les estaba pasando, algo malo porque la comida les había sentado mal. La mujer había sido sabrosa, con la grasa entreverada como ocurría con los corredores acostumbrados al ejercicio físico, pero ahora se estaba vengando desde dentro. Moooom fue el primero en vomitar, afortunadamente los corredores pasaron de largo sin hacerles caso. Se comerían sus cerebros.... si no fuera porque les diera tanto asco, las personas no comían cerebros. ¿Persona? Zaspa se miró las manos y no parecían tan apergaminadas, el sonido de su respiración, la certeza del hedor que salía de él... y el sonido de sus amigos, de los zombies, le resultaba ahora aterrador. Miró en dirección hacia la casita donde se ocultaba Moooom y lo que vio fue horrible. Bajo el disfraz manchado de sangre había un niño, un niño corredor, y no tenía ganas de comérselo. ¿Les habrían drogado? No había habido nada extraño hasta aquel día, a no ser por aquel día en que la carne había sabido a pescado, esa gente rara con los trajes naranjas....

Mientras Nathan decidió huir del agua que caía de los aspersores. Era agua de pobre, no la leche de burra con la que se solía duchar. Aquello era doloroso, no sabía cuanta leche de burra o champán iba a necesitar para quitarse el hedor de pobreza de encima. Brrrains, los brrrrains se peleaban, brraaains se mataban, y Nathan comería. Brrrrains, dolía, el cuerpo dolía, y su piel estaba absorbiendo el agua, se estaba hinchando como si fuera la comida de un astronauta, un poquito de agua y listo. Se movió de su posición y atravesó un arco de seguridad que no pitó a su paso. Se ocultaría a ver si el olor a coche nuevo que venía desde automoción hacía que se sintiera mejor, nada como recordar su ferrari para que Nathan se sintiera mejor.

En cambio Snoop Dogg había decidido hacer un po po pó y dropear toda la shit a la vez. Las balas silbaban, pero quien era de barrio estaba acostumbrado. Se enganchó al que estaba más atrasado, el que disparaba con la ametralladora al tipo grande de las greñas. Intentó morderle en el cuello, pero su ropa era de algún tipo de tejido que hacía que resbalaran los dientes. Él había llevado algo de eso en sus visitas al barrio, algo para evitar los navajazos de los fans. Volvió a morderle y a tirar de él hasta tirarlo al suelo mientras intentaba morder desesperado. Su compañero intentaba separarlos, pero no lo conseguía, así que fue a recuperar su lanza.

TJ saltó por la ventana mientras uno de los equipos disparaba y el otro luchaba contra Snoop Dogg para no ser devorado. Jake cubría a sus hombres con ferocidad pero una ráfaga de ametralladora le alcanzó, haciendo que trastabillara de forma torpe mientras se cogía el estómago. Lo habían acribillado, tenía al menos cuatro impactos y aunque lo intentaba no podía retener el flujo de la sangre. El equipo que lo había abatido se acercó hacia él en posición táctica, listo para rematarlo, mientras el de los dos que llevaba la lanza estaba listo para pinchar a quien se acercara a ellos. El de la metralleta le dijo con un ligero acento mexicano.

- Hijo de puta, estos cabrones son nuestros... han costado millones de dólares.... pero no te preocupes, pronto serás uno de ellos.... Cierra los ojos y muérete ya, cabrón

Jake escupió sangre y se llevó una temblorosa mano al bolsillo con una sonrisa que helaría la sangre.

Qué día más extraño. Visitantes distintos, muchos tiros, explosiones, mi nueva amiga, o mi actual novia, nolotengo claro. O mi anterior novia, que puede ser. Hay días y días y hoy es uno de esos días.

Mírala, como una lagartija al sol que le ha dao un pasmo, un brote de epilepsia. ¿Y por qué macuerdo de cosas así y no de otras? 

Y este Norman, Loose, si no se ni quien es, pero recuerdo su apellido. Será un amigo. O un famoso. 

-Ben, que tee pongo a salbo. Peesas un poco, jaja, y pareceees delgada. Seeguro que comeees mucho y loscondees. -digo en interlingua. Ah, no, en zombilengua. Suena como si masticaras gravilla y sabe igual de malo. 

¿Por qué arrastro la e? 

-Va, regresa, que no te pinchen again.

¡Ostia! -¿Has visto mi mano? Algo ma picao, se mestá hinchando. ¿A ver tú? ¿Estás mejor, no se que tan hecho esos brutos, que te han puesto a bailar el ajerejé.